❝*¹⁰. ᵉˢᵗᵉ ᵛⁱᵃʲᵉ ˢᵉ ᵛᵉ ˡᵃʳᵍᵒ

𝑩𝒂𝒓𝒄𝒆𝒍𝒐𝒏𝒂, 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒏̃𝒂
𝟐𝟖/𝟎𝟗/𝟐𝟐

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AÍDA

—Recuerda, mañana en la entrada de la Ciudad Deportiva. El autobús sale a las diez, pero vente antes porque la entrada se llena de periodistas. De todos modos, entra por la entrada trasera —me iba contando Bea—. El autobús nos llevará al aeropuerto donde cogeremos el avión para Mallorca. El vuelo durará alrededor de una hora.

—Me ha quedado claro. ¿Cuántos días estaremos allí? —le pegunté para poder organizarme mejor.

—Cuatro días. Por cierto, el día treinta lo tienes libre. Puedes hacer lo que quieras, como si quieres pasear por la Isla. ¿Está bien?

Asentí.

—Vale. Pues nos vemos mañana, guapa. —se despidió para luego marcharse.

Mañana haremos un viaje a Mallorca, por la razón que los chicos tienen un partido allí contra el R.C.D. Mallorca. Como fotógrafa personal del equipo tengo que acompañarlos.

Me voy a mi casa y al llegar le notifico a mi madre sobre mi viaje.

—Ya sabes, ve con cuidado siempre. —me dice con prevención.

Asiento.

—Sabes que sí, mamá. —dije y le besé la mejilla.

Entré a mi cuarto. Después de sacar la maleta que no usaba desde que fui de vacaciones a Málaga hace tres años, empecé a preparar todo. Después de unos minutos, las puertas de mi cuarto se abrieron dejando ver a mi hermana, Marlie.

—¡Aída! ¿Qué haces? —me preguntó, sentándose en la cama.

—Preparar la maleta, cariño. —le respondí para después darle un beso en la mejilla.

Por lo que se estuvo viendo, los medicamentos le hicieron un buen efecto a Marlie y ahora ya estaba mucho mejor.

—¿Cómo? ¿Te vas? —preguntó, haciendo un puchero con los labios.

—Solo son cuatros días; es por trabajo. Ya verás que en un abrir y cerrar de ojos estoy aquí.

—Mmm... —no le convencía mucho por lo visto—. ¿Me llevarás a conocer algún día a los jugadores de Barça?

Marlie es igual de fanática que Ali. Cuando mi hermana nació, Ali y yo teníamos doce años. Y mi mejor amiga, como buena aficionada del Barça, prometió pegarle su fanatismo a mi hermana. No se le puso pegas, tampoco. La cosa es que cumplió su promesa, y ahora las dos, mi hermana y ella, ven los partidos del Barça juntas.

—Te prometo que lo haré. De hecho, ahora que lo pienso, te llevaré cuando vuelva. ¿Te parece bien? —le propuse.

—¿Trato hecho? —me preguntó, estirando su meñique.

—Trato hecho. —afirmé, estrechando su dedo con el mio.

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𝑩𝒂𝒓𝒄𝒆𝒍𝒐𝒏𝒂, 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒏̃𝒂
𝟐𝟗/𝟎𝟗/𝟐𝟐

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—Ya me voy, familia. —dije, ya lista con las maletas.

Todos se despidieron de mí dándome un abrazo, más mi hermana, que se veía que era a la que más le pesaba mi partida por cuatro días. Después de unos cuantos abrazos y besos, salí de casa. Afuera me esperaba Ali, que me iba a llevar. De paso se despedía de mí.

—Avísanos cuando llegues. —me dijo mi madre antes de que me montara en el coche.

Yo asentí y les lancé un beso. Ya metida en el coche, antes de que Ali arrancara, me despedí con la mano a través del cristal. Después de eso, nos pusimos en marcha hacia la Ciudad Deportiva.

—Te voy a echar de menos, Aídi. —me confesó Ali.

—Solo son cuatro días —reí—. Pero yo también te voy a echar de menos.

—Ya me cuentas cómo va todo, cómo te irá con Pablo.

La miré con incredulidad.

—Por favor, Alicia, deja la insistencia. —dije riéndo.

—Yo sé que es posible. —dijo, esperanzada.

Carcajeé.

—A ver, el chaval es guapísimo. Aún así, no es mi tipo: es muy presumido. Se nota que nunca le rechazaron una foto.

—¿Sabes lo que también se nota? —me preguntó, sin despegar la mirada de la carretera.

—Sorpréndeme.

—Las ganas que te tiene, tía. Es obvio.

Me puse una mano en la frente.

—Lo único que quiere ese chico es poder tener algo de mi atención para sentirse alabado.

—Puede ser —dijo, pensándolo —. Aún así, puede sorprenderte. No vas a saber lo que quiere de ti hasta que indagues.

—Ni pienses que voy a indagar. No me interesa.

Ella se encogió de hombros con una sonrrisilla.

—Está bien.

Minutos después llegamos a la Ciudad Deportiva.

—Ya sabes, lo mismo que tu madre: avísame cuando llegues. —me dijo Ali después de abrazarme y darme dos besos de despedida.

—Tranquila —asentí—, yo te aviso.

Entré por la puerta trasera, como me pidió Bea. Llegué a la sala principal donde ya estaban todos con sus maletas preparados.

—¡Aída! —exclamó la voz de Bea—. Llegas a tiempo como siempre. —dijo, sonriendo.

Sonreí y asentí.

—Claro. —le dije.

—Mira, ya hemos organizado los asientos del autobús —me contó—. Tú vas con Pablo, tanto como en el bus como en el avión. No va a tener problema de ir contigo. —dijo con una sonrisa.

Seguro que si Ali estuviera aquí para escucharlo, ahora mismo se estaría partiendo el culo.

Miré hacia mi derecha: Pablo se encontraba sentado en uno de los sillones con sus maletas. Me sonreía con juego, sabía lo que me estaba diciendo Bea. Le hacía gracia, a él le gustaba la idea.

Este viaje se ve largo.

¡HOLA! Nuevo capitulo. De nuevo, gracias por vuestro apoyo. Espero que les guste:)

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Atte: Ari la anónima ᕕ( ᐛ )ᕗ