Dos días pasaron y estábamos llegando a España, mañana sería el evento de KOI así que teníamos todo este día para divertirnos.

—¿Qué quieres hacer?.— preguntó Juan mientras acomodabamos nuestras cosas en nuestra habitación

—Quiero dormir toda mi vida, fué un viaje eterno.—reí

—Puedes dormir un poco mientras voy a buscar algo de comer.—propuso y asentí

—Eres el mejor.—sonreí y él se acercó para besar mi frente

—Tengo que alimentar y cuidar a mi acompañante de mañana, no te pueden ver desnutrida.— dijo burlón

—Pero mañana no habrá algo como la alfombra roja, nadie me verá.— reí y él negó

—Mañana llegarás conmigo así que no quiero perder la oportunidad de presumir a mi hermosa novia.— exclamó y sentí mis mejillas arder —Hablando de eso necesito contarte algo de lo que estuve pensando.—

Tomó mi mano y nos sentamos en la cama, parecía pensar las palabras que diría y eso me estaba confundiendo demasiado

—¿Pasa algo?.— pregunté al ver que no decía nada

—¿No haz pensado ir sin máscara al evento?.— preguntó y lo miré sin entender —Eres muy linda y si te sientes cómoda me gustaría que todos contemplaran tu belleza, quiero presumirte y tomarnos fotos que pueda subir a las redes.—

Me dió un poco de ternura como me lo pedía pero aún tenía mis dudas

—No quiero que la gente me reconozca por ser "la chica hamburguesas.— dije y él hizo una mueca —Quiero que la gente me conozca por mis diseños.—

—Te propongo algo.— habló —Vé al evento sin máscara, no serás la chica hamburguesas, solo serás ______.—

—¿Y eso en qué cambiará?.— pregunté

—¿Trajiste el vestido que estuviste haciendo?.—cuestionó y asentí, lo había traído para terminar el último detalle que me faltaba —Usalo mañana, no pasarás desapercibida y habrá un poco de prensa, podrás darle promoción a tus diseños.—

—No quiero aprovecharme de tu momento.— exclamé

—Puedes aprovecharte de todo lo que quieras, será un placer ayudarte a cumplir tus sueños, quizás solo necesites un pequeño empujón y te lo daré.— sonrió —No te presionaré, piénsalo solamente.—

—Está bien Juanito.— dije besando su mejilla

Minutos después de esa charla me recosté en la cama mientras él acariciaba mi cabeza para que me quedara dormida

Mientras los minutos pasaban yo no podía dormir a pesar de tener mucho sueño, él seguía ahí y sabía que no se iría hasta verme descansar tranquila

—¿Necesitas una historia para dormir?.— preguntó riendo al ver que seguía despierta

—¿Me contarás un cuento?.— pregunté burlóna y él seguía con aquella risa

—Si eso quieres si.— respondió y me acomodé para poner mi cabeza sobre su pecho —Puedo contarte cuál fué el momento donde me enamoré de ti.—

—¿No te enamoraste de mí a primera vista?.— pregunté dramatizando y él negó con una sonrisa —Lo sabía, cuánto me duele darme cuenta.—

Empezamos a reír y él me dió un pequeño golpe en la cabeza, yo fingí que hubiera sido el peor golpe que recibí en mi vida

—¿Quieres saberlo o me busco otro cuento tipo Blancanieves?.— preguntó

—Sería interesante ver cómo cuentas la historia de Blancanieves pero me interesa más la otra.— respondí

Él volvió a empezar a acariciar mi cabello y pasaron unos segundos sin que dijera algo

—Todo comenzó con la llamada de Roberto, llevaba años sin saber de él y me emocionó bastante saber lo que había sido de su vida.— empezó a contar —Me dijo que tenía una amiga que tenía el sueño de conocerme, yo no entendía porque pero él me pidió que fuera a visitarlo solo para cumplirle el deseo a aquella chica.—

Sonreí mientras lo escuchaba, sabía que Beto se había esforzado por volver a hablarle después de tanto tiempo de estar separados y más porque por lo que me enteré se habían distanciado por una polémica entre ambos

—Cuando llegué al departamento de Roberto me dijo que su amiga era la persona que vivía enfrente pero que no quería que se enterara que él nos había juntado por algo de una estrella.— rió un poco —Pero a esa hora ella estaría trabajando así que me dijo que me llevaría cerca de su trabajo para encontrarla "casualmente".—

Y en ese momento recordé nuestro primer encuentro, en mi estómago sentía las famosas mariposas

—Aquí un detalle fué que me dejó dos calles antes y solamente me dijo que trabajaba en un puesto de comida pero en la misma calle habían 5 establecimientos distintos de comida ¿Cómo se supone que lo supiera? No me dijo ni siquiera su nombre para poder buscarla.— dijo y escuché como rió también —Había mucha gente pero a lo lejos pude visualizar a una chica con mucha propaganda en el piso, quise acercarme para ayudar y tenía un uniforme que parecía de algo tipo mcdonald's.—

—Era un uniforme lindo.— mentí y carcajeo

—Quizás era lindo pero la persona que lo utilizaba no se veía felíz usándolo.— respondió y tenía razón —En ese momento no sabía que esa era la chica que había ido a buscar, me guardé la propaganda prometiendo volver a ir pero pasó una semana donde intentaba ir diario pero me perdía porque como ya dije estaba visitando una nueva ciudad para mí y como Roberto ya había entrado a trabajar no le quería quitar su tiempo.—

—¿Entonces si tuviste la intención de ir?.— pregunté y él asintío —Me desanimé al no verte de nuevo durante esa semana y Beto me había dicho que solo me dijiste que irías para ser amable.—

—Llegó el día en que me resigné a encontrarla y Beto me pidió que fuera a una reunión de su empresa, que habría patrocinadores y que ahí por fin me presentaría a su amiga, llegando a la reunión me dí cuenta que también estaba invitado Spreen y que casualmente estaba hospedado en el mismo lugar pero yo no lo había notado.— siguió contando —Todo iba bien hasta que se me rompió un poco la camisa gracias a qué se me atoro con un pequeño alambre y la jale, debía ir al hotel para cambiarme pero bajando a la recepción me encontré de nuevo con esa misma chica, quizás era una señal de dios para hacerme entender que no debía dejarla ir en ese momento.—

—Que cursi.— interrumpí riendo y él tapo mi boca con su mano

—No me interrumpas.— regañó y mordí su mano para que me dejara —Sigo, esa noche me dí cuenta que era la chica hamburguesas que tanto llamaba mi atención era también la amiga de Roberto, la casualidad me gustó y quise pedir su número pero para no ser tan obvio pedí su instagram.—

Fué inevitable no recordar la mentira que le había dicho del porque ya lo seguía, me sentía avergonzada

—Al día siguiente quería invitarla a desayunar pero Spreen me dijo que él ya lo había hecho así que le pedí que me llevara también, no le dije que quería volver a verla porque me daba un poco de pena.— me giré un poco para verlo, tenía una sonrisa boba —Fuímos al parque de diversiones y me quise quedar con ella porque aunque no nos conocíamos tanto me hacía sentir pleno, platicamos un poco sobre su sueño de ser diseñadora y se me ocurrió ayudarla un poco.—

Él pensaba que me ayudó "un poco" pero realmente me había ayudado bastante

—Después fuimos a su departamento para que me enseñara cómo diseñaba, al verla tan concentrada en lo que hacía sentí mucha felicidad y cuando empecé a dibujar me dí cuenta que no me sentía solo como normalmente me sentía, me sentía fantástico y aunque sabía que era imposible estar enamorado debía explorar lo que estaba sintiendo.— dijo

—¿Entonces te enamoraste de mí cuándo estaba diseñando?.— pregunté sonriendo

—Ya no te contaré el resto porque me estás interrumpiendo.— se quejó

Tomé rápidamente una almohada y golpeé su rostro, él hizo lo mismo con otra almohada y así empezamos una pelea que duraría algunas horas