
𝟸𝟺
Llegamos a España después de un vuelo estresante, Juan había estado almenos 10 horas pidiendome perdón por haberme delatado. Entendía que lo había hecho para que las cosas entre nosotros no cambiaran y muy en el fondo sabía que decirle la verdad a Beto era la mejor opción
—Buscaré nuestro equipaje.— avisó y asentí
Mientras él se iba saqué mi celular para intentar llamar a Beto pero no respondía, me maldije internamente, solo quería explicarle porque no le había dicho las cosas.
Busqué con la mirada a Juan y caminé hasta donde estaba recogiendo las maletas.
—¿Iremos al hotel?.— pregunté y él asintío
—Allá deben de estar los demás, creo que Spreen llegó a España ayer.— avisó mientras caminábamos, él llevaba las dos maletas —También hay más gente que te quiero presentar.—
Salimos del aeropuerto y tomamos un taxi que nos llevaría al hotel.
"Beto, creo que estás ocupado,
llámame cuando veas el mensaje"
"No quise ocultarte nada, perdón"
No me rendiría hasta hablar con él, sentía que me había equivocado
—¿No te responde?.— preguntó Juan y bajé mi mirada, sentí que pasó su brazo detrás de mí para abrazarme —Todo se resolverá, estoy seguro que no está enojado, no tendría que enojarse porque vives conmigo, solo está un poco decepcionado por qué le ocultaste eso durante todo este tiempo.—
—¿Y si ya no me habla?.— cuestioné escuchando una pequeña risa por parte de Juan —¿Te estás riendo de mi dolor?.—
—No pero tú pasaste un mes sin hablarle.— recordó —Las cosas se van a solucionar, ustedes son mejores amigos así que confía en la amistad que tienen y dale tiempo.—
Asentí dándole la razón, no quería agobiar a Juan con mis problemas y menos en este viaje. Pasaron unos minutos y el taxi se detuvo, habíamos llegado.
Bajamos, sacamos nuestro equipaje y le pagamos al taxista.
Caminamos un poco y justo antes de entrar al hotel pude visualizar a Spreen junto con otro chico, venían hacia nosotros.
—Hola chicos, tiempo sin verlos.— saludó el argentino con una sonrisa y me dió un pequeño abrazo —El es mi amigo, dile Carre.—
El chico a su lado me sonrió y yo hice lo mismo
—Ella es ______, es la amiga de la que te conté.— le dijo ahora a Carre
—Si, lo recuerdo pero no pensé que fuera tan...— empezó a hablar Carre buscando alguna palabra —Tan bonita.—
Me sentí halagada y más porque no me sentía muy linda después de 12 horas de vuelo
—Oigan también estoy aquí.— exclamó Juan ofendido y saludo a ambos con un pequeño abrazo —Y por cierto, ella sabe que es bonita, no necesita que se lo estén recordando.—
—¿Y vos qué sabes boludo? Quizás le faltaba escucharlo o hoy no lo sabía.— se burló Spreen —Los acompañamos a dejar sus maletas y vamos los cuatro juntos a desayunar ¿Qué les parece?.—
—Por mi está bien.— exclamé y Juan asintío
—Te ayudo con tu maleta.— se ofreció Spreen y le sonreí viendo como me quitaba mi maleta para llevársela él
Caminamos hasta entrar al hotel, Juan fué a la recepción para ver en qué habitaciones nos tocaban, se tardó algunos minutos y volvió a dónde estábamos
—Hay un pequeño problema.— dijo viéndome —Al parecer tendremos que compartir habitación.—
—Yo no le veo problema, Spreen y yo también compartimos.— habló Carre
—Lo que pasa es que su habitación tiene dos camas ¿no?.— cuestionó Juan y ambos asintieron —Cuando le dije a los organizadores que vendría con una invitada supongo que pensaron que era mi novia porque solo tenemos una cama.—
Sentí mis mejillas arder, tan solo imaginarme en la misma habitación que Juan me hacía temblar, ahora pensar en compartir cama me ponía mal
—¿No hay otra habitación disponible?.— pregunté y Juan negó
—Todo está reservado para los demás streamers invitados.— respondió
—A alguien le tocará dormir en el suelo ¿no lo crees Juan?.— Carre se burló —Vayamos a ver qué tan grande es su habitación, quizás puedan acomodar un colchón inflable y fin del problema.—
Tenía razón y su solución no sonaba nada mal
—Vamos.— dije y caminamos al elevador
Subimos al elevador y Juan presionó el piso dónde estaba nuestra habitación
—Ahora que lo pienso, ¿vos sos la chica hamburguesas?.— preguntó Carre mirandome —Se me olvidaba que eras la novia de Juan.—
—No, eso fué un malentendido.— aclaré nerviosa
—¿No eres su novia?.— preguntó Spreen sorprendido y Juan le dió un pequeño golpe, era obvio que él más que nadie sabía que no
El elevador llegó a nuestro destino, bajamos y caminamos a nuestra habitación.
—Los dejaremos que se instalen y cuando estén listos nos pueden enviar mensaje.— dijo Spreen antes de volver al elevador junto a Carre
Son un buen dúo, se complementan demasiado bien y realmente su amistad parece muy linda
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro