
𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙
—Es hora.— volvieron Barca y Roberto a dónde estábamos —Todos ya llegaron y piden a los novios.—
Juan se levantó de dónde habíamos estado sentados y tomó mi mano para ayudarme a levantarme, tomé de nuevo aquel ramo y sonreí
—En algunas bodas antes de que entren los novios entran las damas de honor tomando la mano de los padrinos, ¿harán eso?.— se burló Juan con su risa escandalosa pero encantadora
—No.— respondió Beto y Barca negó con la cabeza
—Por favor.— pedí haciendo berrinche —Por mí.—
Beto suspiró resignado dandome a entender que lo había convencido, no se podía negar a cualquier cosa que le pidiera y menos hoy
—Iremos pero no nos tomaremos de la mano.— condicionó Barca al ver que Beto ya estaba convencido
—Me conformo.— reí
Salimos todos de la habitación donde estábamos, tanto Barca como Roberto bajaron las escaleras antes que nosotros, se veían tan elegantes que incluso sentía que eran como mi escolta
—Debo decirte algo antes de bajar.— exclamó Juan y lo miré atenta, soltó mi mano para agarrar mis mejillas y verme directamente a los ojos
—¿Qué pasa?.— pregunté al ver su seriedad
—Conservo algo de la primera vez que nos vimos.— confesó y yo seguía sin entender nada, metió la mano al bolsillo de su pantalón y saco una pequeña hoja de papel doblada —Mira.—
Me la dió y al abrirla me quedé más que asombrada, era la propaganda del lugar donde solía trabajar, después de tanto tiempo no podía creer que aún la tuviera
—La tenía guardada y apenas ayer la encontré, hoy quise llevarla conmigo para que nos diera más suerte.— rió y no pude evitar sonreír —Ahora sí, ¿vamos?.—
Me ofreció su mano para que la tomara pero yo solo le dí la propaganda, me miró confundido pero volvió a guardar aquel papel
—¿Pasa algo?.— preguntó después de unos segundos
—No, es solo que..— hice una pequeña pausa para calmar mi emoción —Te amare por siempre mi chico de las estrellas.— dije antes de tomar su mano
Juan también sonrió y empezamos a bajar juntos por aquellas escaleras que nos llevarían dónde estaban todos, escuchamos los aplausos y tanto Barca como Beto se fueron a sus respectivos lugares.
La música comenzó y empezamos el típico primer baile de esposos, para este momento habíamos elegido una canción cliché y melosa como lo era "A thousand years", Juan aún no sabía bailar tan bien pero hacía el intento y solo con eso ya era suficiente. Pasamos un rato bailando hasta que la canción terminó, después de ahí nos fuimos a sentar en lo que algunos llamaban "la mesa de honor" mientras algunos invitados empezaban a bailar
—Iré al baño, vuelvo en menos de lo que te imaginas.— avisó besando mi frente antes de irse, simplemente sonreí
Yo estaba siendo muy feliz al ver a todos divirtiéndose, era genial haber llegado hasta aquí
—Hola.— escuché la voz de Spreen junto a mí y me giré a verlo ¿Quién lo había invitado? —Vine a pedirte disculpas, a vos y a Juan.—
Jaló una silla para sentarse junto a mí, yo simplemente hice una mueca
—Me rindo boluda.— suspiró —Podés ignorarme, golpearme, acusarme, lo que se te ocurra.—
—¿Por qué debería creerte todo esto ahora?.— pregunté —Para mí tus únicas intenciones son arruinarme este día.—
—Si quisiera arruinarlo ya lo habría hecho.— rió burlón pero lo miré mal —Perdón, déjame demostrártelo con un pequeño baile.—
Se levantó y me ofreció su mano, yo no quería tomarla pero quizás era momento de intentar acabar con toda esta rivalidad
—Solo una canción, el baile de la paz.— pidió al ver que no aceptaba su invitación
Rodé un poco los ojos y me levanté para tomar su mano, pude ver a Beto haciéndome señas para darme a entender que podría intervenir si me sentía incomoda, le sonreí para que supiera que estaba bien
Empezamos a bailar y pude ver su sonrisa cálida, era como si volviera en el tiempo al momento en dónde estábamos bailando en aquel antro, antes de los premios Esland.
—¿En realidad nunca sentiste algo por mí?.— preguntó y lo miré mal dispuesta a alejarme pero rió agarrándome más fuerte —Ers una broma, no te lo tomes tan personal.—
La canción siguió y ambos ya estábamos menos tensos que antes. De repente apareció Barca a un lado de nosotros
—Es mi turno de bailar con la novia.— exclamó y Spreen no tuvo otra opción que soltarme para que yo tomara las manos de Barca
—Esta bien.— dijo y me sonrió —Fué una experiencia buenarda loca, me alegra que le podamos dar vuelta a la hoja.—
Dicho eso se fué y Barca empezó a bailar conmigo
—Antes de que lo preguntes Juan me mandó a ver qué estaba pasando.— rió —Él está con Auron y Biyin en su mesa, dijo que no quería parecer celoso frente a ellos para que no lo molestaran.—
—No me sorprende, es simplemente Juan.— sonreí
Cuando acabó la canción Barca volvió a dónde estaba Alana así que yo volví a mi mesa.
—¿Cómo se la está pasando la novia más linda del universo?.— preguntó Beto acercándose a mí y yo reí
—Todo bien, ya baile con Juan, Spreen y Barca, estoy exhausta.— respondí riéndo
—¿Y conmigo no haz bailado? Que ofensa.— dramatizó riendo también —¿Y el novio?.—
—Con Auron y sus demás amigos.— respondí viendo como Beto lo buscaba con la mirada
—Debería estar aquí contigo.— dijo pero negué de inmediato
—Está bien que esté un rato con sus amigos.— exclamé
—Amiga, es su boda, habrán otros momentos para convivir con los demás, deben celebrar este día juntos.— habló —No te preocupes, yo sé cómo solucionarlo.—
Ví como se levantó y caminó hasta donde estaba un escenario con un micrófono, lo miré intrigada
—Su atención por favor.— pidió haciendo que la música parara —Quiero proponer un brindis por los novios.—
El plan de Beto estaba funcionando, ví como Juan volvía a nuestra mesa y se sentaba junto a mí tomando mi mano
—Espero que sean felices, hoy y siempre, son personas excelentes que se merecen entre si.— siguió hablando —Juan, te llevas a la persona que considero mi hermana, amala como ella se lo merece, ama su pasado y su esencia, se su soporte en los días malos y su animador en cada uno de sus planes, dale el amor más puro que tengas, comprendela y respetala.—
Al escucharlo unas ganas de llorar volvieron a mí, Beto era increíble, él era la estrella que me había cumplido cada uno de mis deseos, la vida no me alcanzaría para pagarle todo
—______, Juan es un sujeto que vale oro, lo conoces más que cualquiera de nosotros, espero que sepas que aveces es insoportable y que será tu deber aguantarlo todos los días.— exclamó y se escucharon las risas —Amalo tanto como lo haces hasta ahora, ustedes son la definición correcta de amor, por eso hoy quiero brindar por mis amigos, ¡salud!.—
Todos levantaron sus vasos y copas para brindar, Juan y yo brindamos juntos con una gran sonrisa
—¿Recuerdas aquel viaje donde hicimos la apuesta?.— preguntó y asentí
—No puedes quejarte, cumplí con mi parte, el pastel tiene figuritas.— reí pero negó
—Iba a decirte que ahora sí podrían poner un letrero que diga "Y vivieron felices para siempre".— se burló
—¿Este es nuestro final feliz?.— pregunté entre risas
—No es el final, es el comienzo de algo totalmente nuevo.— respondió tomando mi mano para besarla
La vida me había llenado de lecciones durante todo este tiempo y por fin entendí a las personas que decían que el amor podía hacer que tu vida diera una vuelta de 180° porque fué exactamente lo que me pasó, Juan era un ser divino y día con día demostraría que lo amaba con locura.
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