𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐓𝐖𝐎

E l   d i a b l o   n o   n e g o c i a

2| EL DIABLO NO NEGOCIA

Matar debe sentirse bien para Dios también, él lo hace todo el tiempo, ¿acaso nosotros no fuimos creados a su imagen?

¿Por qué somos tan ciegos para ver que los únicos heridos somos tú y yo?

Nos hacíamos daño, pero nos amábamos con un amor que era más que el amor, con un amor que los serafines del cielo nos codiciaban. Pero nuestro amor era mucho más fuerte que el de aquellos mayores o más sabios que nosotros. Y ni los ángeles arriba en el cielo, ni los demonios debajo del mar jamás podrán separar nuestras almas.

PROXIMAMENTE:

C a p í t u l o 12