CAPÍTULO NUEVE: mejores amigos.

Eos metió una cuchara de helado a su boca, tratando de reprimir una carcajada luego de que Matsuda provocará que los planes de L cambiaran para adaptarse al error que el muchacho había cometido, verlo insultar a Matsuda podía ser realmente entretenido. 

Mientras la pelirroja jugaba con la silla giratoria, L se cuestionaba cómo debía proceder, analizar la situación y proceder ante los resultados de la idiotez de Matsuda parecía ser el mejor escenario hasta ahora. 

Al notar sus cuestionamientos internos, Eos no pudo evitar llamar a Misa, quien no le contestó de inmediato pero, sin embargo, no tardó mucho en devolver su llamada. 

—Hola, Eos, ¿cómo estás? No pude contestarte porque estoy trabajando. 

—En lo de la actuación, ¿cierto? Con el verdadero Hideki Ryuga —dijo en voz alta, con el propósito de que Ryuuzaki la escuchara. 

—Así es, aunque realmente no quiero besarlo. 

—Me lo imaginé..., oye, ¿de casualidad no estás con Matsuda? 

—Él es un estúpido, se fue y me dejó aquí —a través de la línea, Eos logró escuchar el timbre de un teléfono—, espera, me llaman por el otro teléfono. Es Matsu. 

Eos miró a L mientras metía una cucharada de helado a su boca:—Misa recibió una llamada de tu persona favorita. 

—Dile que junte los teléfonos para poder escuchar la llamada. 

—Misa Misa, cuando termines, ven a las oficinas del grupo Yotsuba. Tal vez seas la modelo de sus modelos comerciales —dijo Matsuda—. Aún lo estoy negociando. 

—¿Es en serio? Es maravilloso Matsu, así que por eso te fuiste corriendo, pronto iré para allá —exclamó Misa con emoción. 

Restándole importancia a la gravedad de la situación, Eos sólo miró L esperando por una respuesta. 

—Genial, el edificio está muy cerca. 

L miró a Light, tirando ligeramente de la manga de su camisa:—Escucha Light, tal vez haya una probabilidad de salvar a Matsuda, pero necesitamos la ayuda de Misa. Ella te escuchará y hará cualquier cosa que le digas. 

—Yo digo que lo dejen morir —dijo Kind, flotando a un lado de Eos, siendo la pelirroja la única que podía escucharlo.

Light miró a Eos por un momento, esperando que no malinterpretara aquellas palabras, sin embargo, ella se encontraba forzandose a sí misma a no soltar una risa ante el comentario de Kind, pensando al mismo tiempo en lo mucho que a Misa le irritaba Light y le molestaba seguir sus órdenes. De no ser por ella, probablemente Misa hubiera asesinado a Light cuando lo conoció. 

Fue así como un plan —bastante elaborado—, surgió para poder rescatar al joven detective del destino que lo encaminaba a una muerte casi segura, ¿cómo lo harían?, la idea de L no estaba muy alejada de lo que aquellos ejecutivos deseaban hacer con Matsuda.

—Se toman demasiadas molestias solo por un hombre —dijo su shinigami, Kind—, sobre todo teniendo en cuenta que es uno que evidentemente no aporta mucho a la investigación que hacen, algunos humanos son demasiado estúpidos.

Eos miró a su shinigami por un momento, los sentimientos en su mirada estaban mezclados entre darle la razón y algo más que Kind no lograba descifrar, luego ella se limitó a observar a las personas caminar de un lado a otro, realizando los preparativos para salvar a quien posiblemente había comprometido el caso y había provocado que L no pudiera realizar su plan inicial.

La pelirroja echó su cabeza hacia atrás para mirar a Light, quien no tardó mucho en notar la mirada persistente de Eos sobre él, Light arrastró a L para poder estar frente a Eos.

—Te prometo que Misa y yo no tenemos nada.

—Lo sé —dijo Eos, restando importancia y desviando la mirada.

Light tomó su mano y plantó un beso en el dorso de esta.

—Traeré a tu amiga de vuelta, sana y salva.

—No esperaría menos de ti, Light.

—¡Eos, Light! —exclamó Misa con alegría mientras los mencionados se adentraron a la habitación.

Misa los abrazó mientras ellos se miraban el uno al otro. 

Después de salvar a Matsuda y escuchar como el grupo Yotsuda planificaba varias muertes se había dado paso a una discusión entre L y Light, misma que terminó en golpes, el ambiente era bastante tenso por las acusaciones de L y las diferencias de opinión entre los miembros de aquel grupo.

—Misa Amane —interrumpió L— ¿amas a Light?

Misa miró a Eos, quien asintió ligeramente.

—Por supuesto que sí.

—Pero también idólatras a Kira…

—Si…

—¿A cuál escogerías entre Light y Kira?

—Claro que a Light —dijo Misa, corriendo y posicionándose detrás del castaño—, le agradezco a Kira, quiero conocerlo en persona. Pero eso no es amor. En definitiva escogería a Light.

L buscó estar cerca de Eos, quien los seguía con la mirada tal como un león sigue a una gacela, notar eso provocó que el estómago de L se resolviera con sentimientos —casi adrenalínicos— que no había sentido antes, sin embargo, los hizo a un lado y siguió con lo suyo.

—Pero Light quiere atrapar a Kira —dijo, fingiendo lo suficientemente bien para que Light no notara la tensión formada entre él y la pelirroja.

—Así es —apoyó Light.

L caminó hacia Misa y se posicionó frente a ella.

—Dice que atrapará a Kira, ¿que vas a hacer? 

Misa frunció el ceño.

—Si eso es lo que dice Light, lo apoyaré.

—Entiendo, si pudieras trabajar con Light, ¿aceptarías la oferta? —dijo L sin despegar la mirada.

—¡Ryuzaki! —exclamó Light.

—¡Haría lo que fuera por ayudar a Light! —exclamó Misa con emoción.

—Espera un segundo, ¿a dónde vas con esto? —dijo Light.

—Quiero que Aiber se haga pasar por Eraldo Coil de nuevo. Le dirá a los miembros de Yotsuba que mientras investigaba a L descubrió que Misa Amane tal vez sepa quien es y que L la arrestó para interrogarla bajo sospecha de ser el segundo Kira.

—En parte sí es cierto —agregó Misa.

—Si creen que Misa es la clave para llegar a L, dirán que quieren verla y usarán la oportunidad para interrogarla, gracias al error de Matsuda ya la está considerando como su vocera. Así que puede funcionar.

—Si, es cierto.

—No podemos hacer eso —intervino Light.

—¿Por qué no? —preguntó Misa.

—El plan es muy arriesgado, no sabemos que te pueda pasar —dijo Light.

—No te preocupes, no me importa hacer algo así si es para ti —dijo Misa.

—Escucha Misa, si sospechan que sabes quien es L, no sabemos que son capaces de hacer para conseguir esa información. 

—No hay problema, prometo no decir nada aunque me torturen.

L caminó hasta posicionarse a un lado de Eos.

—Puedo dar fé de eso —dijo mientras caminaba.

Eos soltó una pequeña risita que solo el azabache notó.

Pese a que no le había gustado el hecho de que L torturara a Misa, debía admitir que el azabache tenía cierto sentido del humor que le resultaba gracioso de vez en cuando.

—Pero Kira controla a las personas antes de asesinarlas, podría manipular Misa que le diga todo lo que sabe y luego podría matarla, cuando no necesite a Misa la matará para que no hable —dijo Light con el ceño fruncido.

Misa abrió la boca con impresión mientras que L le daba a Eos un caramelo que tenía en su bolsillo.

—No me gusta como suena eso —dijo la rubia, llevándose las manos a la boca.

—Light, olvidas que si le ganamos a Kira, Misa no morirá, además mientras estemos esposados tú y yo compartimos el mismo destino. Si yo muero tú también —La mueca de sorpresa de Misa no desapareció ante lo dicho por L mientras Eos miraba el ambiente, completamente entretenida—. Si eso pasa Misa será quien más lo lamente, o perdemos y morimos juntos o atrapamos a Kira, ¿Que será?

—¡Atrapamos a Kira! —exclamó Misa—. No puedo vivir en un mundo sin Light.

—Si, sería terrible.

Eos volvió a soltar una risita ante el comentario de L.

—¡Ya basta, es una locura! —dijo Light.

—Se acaba el tiempo y me estoy desesperando. En cuanto a Misa, sé que su valentía y amor por ti no tienen límites.

—Ryuzaki…—dijo Misa—, creo que te juzgue mal todo este tiempo, hasta te llamé pervertido, pero si entiendes cómo me siento.

—Si, Misa es sin discusión alguna la mujer perfecta para Light —dijo L mientras miraba a Eos.

—¡Si! —exclamó Misa, acercándose a Ryuzaki y plantando un beso en su mejilla—, eres muy tierno, gracias.

L pasó su mano por su mejilla y mientras miraba a Eos dijo:— Podría enamorarme de ti.

Aquello la sorprendió.

—Mejor no pensemos en eso, pero si podrías ser mi amigo, ¿qué te parece? —dijo Misa.

—Así que ahora tengo otro amigo.

—Cualquier amigo de Eos es amigo mío —dijo, equivocándose al mencionar a la persona que había estado visualizando todo el tiempo para poder decir aquellas cosas de Light

—Ustedes dos son muy buenas amigas —dijo L.

—Las mejores —habló Eos, con voz suave—. Lo mejor será que me retire, nos veremos en otro momento, tengo algunas tareas pendientes. Tal vez cuando toda esta locura termine podamos salir.

Ante aquella última frase, Eos miró a los dos muchachos y luego se retiró con una sonrisa plasmada en su rostro.

Y aquí no termina, por favor diríjase de manera ordenada al siguiente capítulo el cual fue publicado justo después de este.

Aclaración: Los textos que sean escritos en cursiva y están centrados en el capítulo al principio son escritos de Eos. Así será la dinámica en algunos capítulos, aviso previamente para que no queden en reversa.