Capitulo 5
CAPITULO CINCO: La muerte tambien viste de blanco.
El plumero de punta fina bailó entre sus dedos mientras ella pensaba en las palabras que escribiría.
Varias hojas arrugadas de sus intentos previos por intentar escribir algo medianamente decente yacían dentro de la basura mientras algunos de estos papeles se encontraban dispersos sobre el suelo.
Era frustrante no poder elegir las palabras apropiadas para expresar sus ideas. Se sentía insatisfecha y, aunque así pareciera, su frustración no se debía a que su léxico fuera tan limitado que no podía encontrar palabras elegantes con las cuales adornar su escrito. La realidad era que, pese a que conocía una gran abundancia de palabras rimbombantes que seguramente harían su escrito lucir elegante, sentía que pese a este extenso vocabulario realmente no existían palabras dentro de este mismo para expresar sus ideas.
Fue por ello que, luego de golpear con su bolígrafo su bloc de notas un par de veces, se dio por vencida y tomó su teléfono para alejarse del estrés provocado por su situación.
—Lo haré mañana —susurró para sí misma aquella frase que se repetía constantemente cada día.
Mientras jugaba con su teléfono, un mensaje importante y algo preocupante llegó a su teléfono.
Estoy en el hospital con Ryuuga, a mi padre le dio un paro cardiaco.
Al leer aquello, por sentido común, Eos decidió preguntarle a Light si quería que lo acompañara y fuera al hospital con él. Light no tardó mucho en responderle que sí.
Ante aquello, Eos deslizó un mechón de cabello detrás de su oreja, tomando las botas negras que se encontraban en la esquina de su habitación y colocándoselas de inmediato, acto seguido, se levantó de su escritorio, tomó su abrigo y salió de su habitación.
—¿A dónde vamos? —preguntó Kind.
—Al hospital, el padre de Light sufrió un ataque al corazón.
—Y eso nos importa porque…
—Está con Ryuuga —explicó—. Además, es un convencionalismo social no opcional preocuparse por los familiares de tus conocidos.
Al salir de casa de Eos, ambos se mantuvieron en silencio, realmente sería problemático si alguien la observara hablando con el aire.
Cuando Kind miraba a Eos cierta sensación extraña de molestia le invadía. Aunque ella era, probablemente, la portadora de una Death Note más enigmática e interesante que había conocido. Había algo en ella que a Kind le incomodaba.
No sabía si era el hecho de que, algunas veces, Eos se mantenía en silencio mientras miraba un punto fijo, como si realmente no estuviera presente en aquel lugar sino en su reino mental. Aunque, tal vez, simplemente le irritaba el hecho de que nunca lograba adivinar qué era aquello en lo que Eos estaba pensando. Sus pensamientos solo le pertenecían a ella.
Sin embargo, el shinigami no era el único que sentía aquella amargura al observar a Eos y notar lo realmente impredecible que era, Ryuuga también compartía ese extraño sentimiento con respecto a la pelirroja.
Claro, ya la había investigado.
Eos Akugami, bella, inteligente, con una familia un poco acomodada y un buen carácter, parecía reunir en su persona los mejores dones de la existencia; y había vivido cerca de diesiocho años sin que casi nada la afligiera o la enojase.
Era la menor de las dos hijas de un padre muy cariñoso e indulgente. Aunque hacía ya un tiempo que su hermana había muerto.
Lo cierto era que los verdaderos peligros de la situación de Eos eran, de una parte, que en todo podía hacer su voluntad, y de otra, que era propensa a tener una idea demasiado buena de sí misma; éstas eran las desventajas que amenazaban mezclarse con sus muchas cualidades. O por lo menos eso era lo que las personas hablaban de ella a sus espaldas. Sin embargo, por el momento el peligro era tan imperceptible que en modo alguno podían considerarse como inconvenientes suyos.
En síntesis, Eos realmente no representaba un peligro, pero la brecha entre los rumores y la realidad era tan amplia que Ryuuga prefería no confiar del todo en aquella sospechosa amiga de Light.
—¿Estás bien, Light?, ¿cómo está tu padre? —preguntó ella, mirando al castaño con preocupación que aparentaba ser genuina.
—Si, estoy bien, mi padre también está bien. Gracias por venir a apoyarme —Eos sonrió gentilmente.
Entonces una inesperada acción por su parte tomó a Light por sorpresa. Eos lo envolvió en sus brazos en un abrazo. Light, aunque confundido, no tardó en devolver aquel abrazo, logrando así sentir por primera vez la calidez del cuerpo de Eos, su aroma tenía un toque cítrico, sutil y fresco.
—¿Iban a casa antes de que yo llegara? —preguntó Eos al separarse del abrazo.
—Si, la hora de visita terminó —respondió Light con voz suave, estaba acompañando a Ryuuga hacia su auto.
Eos sonrió.
—¿Quieren que los acompañe o tienen algo privado de qué hablar?
Light miró a Ryuuga y él le devolvió la mirada, si bien debía averiguar el nombre de L y tratar —en lo posible—, de salir de la lista de sospechosos. Light realmente no quería pasar con Ryuuga más del tiempo estrictamente necesario.
—No, realmente no tenemos nada de que hablar —respondió Light, dándole una mirada rápida a L antes de centrar su atención en Eos—, déjame acompañarte a casa. Es muy tarde. Perdón por haberte citado a estas horas de la noche.
—No hay nada que perdonar, vine a apoyarte porque así lo quería y creí que lo necesitabas.
La sonrisa de Eos provocó que Light levantara las cejas, sorprendido por el gesto, era muy extraño verla sonreír de aquella manera.
—Gracias, de todos modos —respondió, desviando la mirada mientras acariciaba su nuca gracias a la extraña rafaga de calor que había sentido.
Eos también se sintió sorprendida por el gesto de Light, parpadeando un par de veces mientras lo miraba con incredulidad, ¿eso había sido fingido o había sido un gesto genuino?
Ryuuga, por su parte, les dio una última mirada antes de despedirse para tomar rumbo a su habitación de hotel y pensar un poco.
Cuando quedaron solos, ambos compartieron miradas antes de comenzar a caminar en silencio hacia la estación de policía, era extraño que ninguno de los dos hablara, pese a eso no fue incómodo para ninguno de los dos.
La fría brisa de la noche chocó suavemente con el rostro de Eos, haciendo que ella cerrara los ojos para disfrutar de aquella deliciosa sensación.
—¿Disfrutas de las caminatas nocturnas? —preguntó Light.
—Si, aunque realmente nunca hago caminatas nocturnas, es algo que disfruto bastante.
—¿Por qué no?
—Es peligroso que una chica salga sola a altas horas de la noche, ya sea para una caminata alrededor del barrio o ir de un lugar a otro, corremos riesgo de que algo nos suceda.
Eos no dijo nada más y, de nuevo, parecía haberse sumergido en un su extraño y extenso mar de pensamientos en el cual nadie más que ella tenía permitido nadar.
Fue por esto mismo que Light también se permitió aislarse en sus pensamientos por un momento. Era realmente lógico que la idea de dar paseos nocturnos completamente sola fuese algo que ella se hubiera prohibido a sí misma. Por más que Light no estuviera interesado en las relaciones, podía admitir cuando una mujer era hermosa, Light consideraba que Eos era devastadoramente bella.
Light consideraba que aquella belleza que poseía Eos era peligrosa, pues si bien muchos solo se dedicaban a verla, podía llegar a invocar los deseos más primitivos de una persona. Podría provocar la obsesión de un hombre.
Una belleza que llamaba a la muerte.
Sin haberlo notado, Light terminó por llevar a Eos hasta la puerta de su casa.
—Fue agradable verte hoy, aunque fuera por poco tiempo.
—Lo mismo digo —respondió Eos—. Espero que tu padre mejore rápidamente.
Con delicadeza, la pelirroja tomó una de las manos de Light entre sus manos y la acercó a sus labios, plantando un pequeño beso que tomó al castaño por sorpresa.
—Enviame un mensaje cuando llegues a casa —dijo ella, sonriendo antes de entrar a su casa.
Light miró la puerta de entrada por donde había desaparecido Eos antes de volver a casa.
Mientras caminaba a casa, Light pensó que podría usar a Eos para enviar a Ryuuga al infierno, pensó en la forma en la que Ryuuga la miraba y en lo obvio que era el hecho de que se sentía tan atraído por ella como él. Pero los acontecimientos de hoy lo obligaban a revisar su plan.
Si deseaba hacer aquello, Light tendría que pasar mucho tiempo rompiendo a Eos. Tenía que atarla lentamente de manos y pies. Tenía que hacerla depender de él lentamente hasta que no pudiera hacer nada por sí misma. Pero Eos no era tonta y por ello sería muy difícil para él lograrlo.
Al llegar a casa, Light se recostó sobre su cama. No podía olvidar los ojos ámbar que lo miraban directamente. Light nunca había visto una mirada tan profunda de nadie entre sus compañeros.
¿Eso siempre tuvo unos ojos tan hermosos?
—Eos…
Light se cubrió los ojos con la mano, luego, volvió a levantar la mano. Era la misma mano que Eos había besado.
—Mi hermosa muñeca.
Con su otra mano, tocó sutilmente el dorso de esa mano, luego, examinando la mano, la bajó lentamente, dejando rozar sus labios.
—¿Qué debería hacer contigo?
El revuelo que se había formado alrededor del caso de Kira aumentó exponencialmente cuando un video de un supuesto Kira fue transmitido por Sakura TV, los intentos de detener la grabación por parte de la policía terminaron por ocasionar la muerte de Hirokazu Ukita, pese a que era un suceso bastante controversial y difícil de afrontar debido a la pérdida de un oficial, esta era una situación de la cual Light se deleitaba con deliciosa felicidad.
Aquel video no solo era evidencia de que existía otro usuario de la Death Note sino que este mismo estaba a favor de los ideales de Kira.
Juzgando por cómo habían muerto los policías en las puertas de Sakura TV, Light dedujo que era probable que este falso Kira poseyera los ojos de shinigami, en pocas palabras, era un asesino mucho más eficaz que Light y pese a que podría usarlo para probar su inocencia, aun así, dado a que el hecho de matar inocentes como sacrificio podría dañar la imagen de Kira, Light decidió que lo mejor sería unirse a la investigación para tener vigilados a L y al falso Kira, pero, primero debía acercarse al falso Kira sin que este supiera su nombre ni su rostro para poder controlarlo.
Los sucesos recientes eran interesantes, por supuesto, pero también lo suficientemente peligrosos como para que Eos se sintiera amenazada.
—Mierda —susurró, frunciendo el ceño mientras mordía su pulgar y observaba la respuesta Light al video del falso Kira—. Si el falso Kira y Light se conocen, él o ella podría decirle a Light que soy un usuario de la Death Note si llegamos a cruzarnos, es obvio que estará de su lado. Tengo que hacer algo al respecto.
Era frustrante, no le gustaba sentirse amenazada, sentía como su corazón latía frenéticamente ante la vomitiva idea de que su identidad fuera revelada y su plan no diera los frutos que ella esperaba.
Sin embargo, había una salvedad que la hizo pensar en un sencillo plan para evitar cualquier complicación, ante la respuesta del falso Kira pidiéndole a Light una reunión, ella no tardó en formular en su mente posibles soluciones a su dilema. Eos llegó a una simple conclusión.
Debía hacerse pasar por Kira.
Eos debía estar en el lugar en el cual Light se encontraría con el falso Kira para así hacer que este la viera a ella primero, con los ojos del shinigami, este falso Kira no podría ver su lapso de vida restante y gracias a esto pensaría que ella era Kira.
—Kind, busca a Ryuk y pregúntale sobre la información que necesito, específicamente necesito ir a donde vaya Light antes que él. Nuestra comodidad y entretenimiento dependen de eso —ordenó ella, mirando a su shinigami—. Seguramente el falso Kira ya envió las ubicaciones, sin embargo no las publicaran hasta mañana, por eso necesito saber el lugar, pero lo más importante es la hora.
Kind no tardó mucho en obedecer la orden, pese a su naturaleza desobediente y algo tosca, cuando Eos pedía algo era porque esta petición era realmente importante para que ambos pudieran subsistir.
De esta manera, ella se enteró de los detalles del encuentro, cuando la información llegó a sus manos ella no tardó mucho en sentarse frente a su computadora y comenzar a teclear algunas cosas que para Kind no tenían sentido.
—¿Eh? así que esto es lo que tenía planeado el falso Kira…
—¿El qué?
—Veintidós, aoyama, cuaderno…—Eos apoyó la espalda en su silla mientras miraba la pantalla del computador, sonriendo—. Aoyama es enorme así que he estado buscando posibles lugares en los cuales nuestro falso Kira podría situarse para intentar buscar al verdadero y he encontrado esta cafetería en Aoyama llamada “note blue.”
—No podía esperar menos de ti —confesó el shinigami.
—Necesito que su Shinigami te vea a mi lado, quiero que sepa que un shinigami de alto rango me acompaña, no sabemos si se lo dirá a su amo o ama asi que alli tenemos algo que posiblemente no le haga dudar del hecho de que soy Kira —Eos amplió su sonrisa mientras sus ojos brillaban—. ¿Quien, además de una persona con el potencial de un dios, podría ser digno de que un shinigami de alto rango lo elija?
Kind sonrió ampliamente.
En efecto, a diferencia de Ryuk, Kind sí había elegido al portador de su Death Note. Pero esa es una historia para otro día.
Fue así como el día veintidós en Aoyama, antes de que Light pasara por allí, Eos se dispuso a caminar sola junto a Shinigami. Aquel día llevaba un vestido blanco por debajo de las rodillas, tacones y un sombrero de este mismo color, resaltando por sobre las demás personas.
Por lo menos eso fue lo que admiró Misa Amane cuando la vio pasar.
Sus ojos se ampliaron con fascinación ante la bella imagen que aparecía frente a ella, admiró los cabellos rojizos como la sangre y la hermosa apariencia que una diosa habia tomado frente a sus ojos, aquel día Misa pensó que la muerte no solo vestia de negro. La muerte también viste de blanco y tiene el rostro de un ángel.
—Te veo, Eos Akugami —susurró ella para sí misma.
Pero algo la sorprendió, no solo el hecho de que el nombre de la chica de por si ya fuera el de una diosa, sino que esta misma diosa había entrado al café y se encontraba viéndola mientras caminaba hacia ella.
—Te veo, Misa Amane —dijo ella, con un tono de voz tan suave y elegante que hizo a Misa estremecerse—, ¿te divertiste haciéndote pasar por mi?
Misa se sobresaltó.
—Tienes…—Eos asintió, anticipándose a la conclusión de Misa.
—¿Qué tal si pedimos algo de comer? —preguntó Eos, sonriente—. ¿podrías sentarte en el asiento que la de la espalda al vidrial? de esta manera podré estar un poco más cómoda, me gusta ver a las personas de mi entorno.
Misa, algo desorientada, se levantó de su asiento y obedeció a la pelirroja.
—Como usted diga, señorita —dijo ella—..., yo no creí que tuvieras los ojos.
—Por favor, llamame Eos, antes de entrar en materia, pidamos algo de beber —Eos levantó su mano hacia la mesera, quien no tardó en tomar las ordenes de ambas muchachas.
—Yo, tenía tanto que decirte, tengo tanto que agradecerte —dijo Misa, bajando la mirada.
—Podrás hablar libremente si vamos a mi casa, sin embargo, pasemos un rato más aquí. ¿Te importa eso, querida? —Misa se sonrojo ante aquel apodo.
—¡Claro que no! haré lo que sea para que estés cómoda.
—Hay algo de lo que quiero hablarte, Misa, ese es el verdadero motivo por el cual decidí aceptar tu invitación descuidada —Los cafés no tardaron en llegar, cosa que ambas chicas le agradecieron al mesero—. Pero este no es un lugar seguro para hablar del tema así que esperaré hasta que estemos en mi casa, solo te haré una pregunta.
Misa se sorprendió ante aquella declaración, negando con la cabeza.
—Misa, ¿qué quieres de mí?
—¡Yo quiero ayudarte! —exclamó Misa, instantáneamente.
—¿Por qué haces esto?
—Hace un año mis padres fueron asesinados frente a mis ojos y, aunque el juicio duró mucho, al final salieron libres. Entonces Kira vengó la muerte de mis padres por mi —dijo ella, bajando la cabeza para camuflar sus lágrimas—. Yo estaba muy agradecida…
Eos tomó la mano de Misa en señal del apoyo, haciendo que el corazón de Misa latiera, frenético, de la emoción que sentía por aquel suceso.
—Discutamos esto cuando estemos en un lugar seguro, Misa, bebamos nuestro café para poder irnos.
Eos sonrió mientras tomaba la taza de café entre sus manos, observando a través del vitral con una amplia sonrisa como Light pasaba detrás de Misa —quien acató su orden de inmediato—, siendo rodeado por una multitud. Había logrado evitar un gran problema.
MISA AMANE
Paparazzi; Lady Gaga
Última palabra escrita: 3:27 pm
Hello babys, ante todo espero que estén bien, aquí les dejo el capitulo de hoy, espero lo hayan disfrutado y me dejen sus votos y sus comentarios.
Fue un poco difícil introducir a Misa dado a que ella le daba una ventaja a Light que ni el mismo conocería y si seguía el hilo original me vería obligada a que Misa le revelara a Light que Eos era usuario de una Death Note.
Entonces me puse en el lugar de Eos y pensé: Eos es observadora, como si fuera un espectador más al igual que yo, por ende, al tener varias fuentes de información ella manejaria esta a su favor para no darle ninguna ventaja a Light sobre ella y salvarse del peligro de que revelarán su identidad. Como pudieron notar ella es muy analítica y la mínima cosa que la haga sentir amenazada la hace sentir frustrada, por eso suele resolverlos lo más pronto posible.
¿Es ese uno de sus defectos? Posiblemente.
Digo esto para aclarar que no fue por necesidad del guión sino por el tipo de personalidad de Eos.
Por otra parte tenemos el edit del principio. Intenté hacer lo mejor posible para que hacer un manip en el que Power, el personaje que está al lado de Makima, (el face claim de Eos), se viera la más parecida posible a Misa.
La app que usé para editar fue Ibis Paint. Aquí les dejo el proceso por si les interesa: (disculpen la calidad, tuve que comprimir mucho el gif)
Siendo todo por hoy...
Gracias por leer ♡
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