Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3

CAPITULO TRES: Una compañía placentera.

Cuando la oscuridad llega a tu alma no es posible dar marcha atrás, es tan seductora y lasciva que marca cada centímetro de tu piel, cada parte de ti le pertenece. La tentación de su belleza sólo te hace querer sumergirte más en el pecado.

En cierto punto, esa avaricia de querer más, de necesitar más, te consume.

Todos tenemos oscuridad en nosotros, pero no todos somos oscuridad, si sabes controlar la ansia provocada por el pecado probablemente nunca llegues a ser consumido por ella.

Pero cuando eres consumido hasta el punto en que te conviertes en la oscuridad más absoluta, pura y elegante, es un sentimiento tan placentero que llega al punto de ser divino.

Por eso, al final llegas a perder los trozos que te hacían ser quien eras y terminas por convertirte en lo único que puede llegar a ser alguien consumido por la oscuridad, terminas por por convertirte en un monstruo.

Cuando Eos vio a Light en la parada de autobús pensó en ello por un momento.

Pensó en si la oscuridad que yacía en Light en algún punto llegaría a consumirlo, aunque sería un poco aburrido, quería ver en que clase de monstruo se convertiría si el tentador manto que corrompía su corazón llegara a envolverlo por completo.

—¿Te he hecho esperar mucho? —preguntó Eos, sonriente, acercándose a Light.

—También acabo de llegar —dijo, sonriendo.

Ryuk rió, haciendo que Light de una forma u otra se alertara por aquel hecho, pero el ver a Eos tan tranquila lo calmaba un poco. Era obvio para él que ella era incapaz de ver a Ryuk, de lo contrario, ella estaría asustada de ver una forma tan extraña flotando a un lado de Light.

—Pensé que no querías salir con nadie hasta acabar los exámenes —confesó Eos—. Por lo menos eso fue lo que te escuché decir a varias chicas.

—Pensé en tomar un descanso luego de sacar buenas notas en los prácticos —se excusó, colocando delicadamente un mechón de cabello detrás de la oreja de Eos—. A demás, tú no eres cualquier chica, eres especial.

Eos sonrió y levantó una de sus cejas, haciendo que la atención de Light se deviara por un instante a los brillantes labios rosas y carnosos de su acompañante.

—No soy especial, Light, simplemente no me muero por ti —Eos acomodó la gabardina de Light, evitando el contacto visual gracias a las inmensas ganas que tenía de reír—. Eso no me hace especial, simplemente sé que lo que busco en una pareja jamás lo encontraré contigo.

Light no era de aquellos que solía pensar que todas las chicas debían quererlo, usualmente, si alguien no estaba interesado en él no era algo que le importara demasiado. Eos no era la excepción.

Sin embargo, había algo en aquella declaración que lo molestaba, no sabía si era el tono que Eos había utilizado o si era la primera vez que alguien le hablaba de esa forma. Pero por alguna razón no encontraba respuesta a esas palabras.

—Al parecer ya llegó el autobús —dijo ella, salvando a Light de seguir con el hilo de aquella conversación.

—Primero las damas —susurró Light, haciendose a un lado para que Eos pudiera entrar primero que él.

Cuando Eos pasó frente a Light, él no pudo evitar detallarla, su largo cabello rojizo se levantaba por las ligeras corrientes de aire que había en aquel lugar, su cuerpo se encontraba perfectamente detallado por la camisa corta de color negro que llevaba y el pantalón ajustado, de ese mismo color, que ceñía sus muslos y trasero. Aunque también llevaba un abrigo de color beige este no le quitaba estilo y elegancia a su atuendo.

En general, Eos se vestía muy bien, sin embargo esta era la primera vez que Light se tomaba la molestia de analizarla con detalle.

Pero su rostro era un asunto aparte.

Eos era una mujer con una belleza de otro mundo, su cabello rojizo la hacia resaltar por sobre las demas personas, dandole aquel aire atrayente que la caracterizaba. Pero si había algo que Light podía destacar de su compañera eran sus ojos ámbar, cuasi dorados, que casi parecían los de un gato. La mayoría de las veces, ella poseía una mirada bastante tranquila y serena en su rostro haciendo parecer que analizaba cada cosa que sucedía a su alrededor.

Por ello, para Light no fue una sorpresa que el primer gesto que Eos hizo al ver al criminal Osoreda Kiichiro entrar al autobús no fuera de indiferencia o temor, sino que su primera reacción fuera fruncir el ceño y apretar la pierna de Light.

—¡Esto es un secuestro! —exclamó Kiichiro, apuntando con un arma a la cabeza del conductor.

Eos miró a Light mientras esté observaba al criminal amenazar al conductor para que llamara a las oficinas de Space Land y así poder cobrar dinero por el rescate del autobús.

Cuando ella no notó perturbaciones en su expresión corporal o facial, pudo deducir rápidamente que aquello era un plan de Light, y que, posteriormente, el criminal estaba destinado a morir.

Light tomó la mano de Eos que aún se encontraba sobre su pierna, llamando su atención para que ella leyera una nota que había escrito.

"No te preocupes, cuando el secuestrador este distraído, le atacaré en la mano con la que sujeta el arma. Mi padre me enseñó a hacerlo. El secuestrador es pequeño, seguramente podré con él."

Antes de que Eos pudiera objetar, alguien detrás de ellos la interrumpió, negándose la oportunidad de hablar.

—Eso es muy peligroso, déjame encargarme a mi de esto...—susurró alguien detrás de ellos.

—Disculpa, pero por tu acento puedo decir que no eres japonés —dijo Light.

—Si, soy japonés americano.

—¿Puedes comprobar que no eres cómplice del secuestrador?

—No es raro, aveces suele pasar, el secuestrador esconde a su cómplice entre los secuestrados. Por si sucede algo imprevisto —explicó Light, viendo a Eos.

—He escuchado de eso —susurró ella, atenta a la conversación entre los dos hombres.

—¿Y bien?

—Esta es la prueba —El hombre le pasó su identificación a Light, haciendo que Eos fuera capaz de leer lo escrito en ella.

Era una placa del FBI que lo identificaba como Raye Penber.

<< Así que pidieron ayuda del FBI. >>, pensó Eos, observando la ligera sorpresa reflejada en el rostro de Light.

—Te creo, pero me extraña que haya un agente del FBI aquí —susurró Light—. ¿Tienes un arma?

—Si.

—Entonces te lo dejaré a ti.

Eos recostó su espalda en el espaldar del asiento, de esta manera, pudo ver por el rabillo del ojo al hombre con el que había hablado Light.

Probablemente había varios agentes del FBI en Japón gracias a la investigación hacia Kira, era obvio que Raye no se encontraba allí por mera coincidencia, fue entonces que, tras unos minutos de meditación, Eos se dio cuenta que Light estaba siendo investigado.

Tal vez toda la policía estaba siendo investigada gracias a las últimas acciones de Kira.

No podía estar segura, por lo menos no hasta que Ryuk confirmara dicho teoría posteriormente.

—Oh —dijo Light repentinamente luego de haber dejado que un papel cayera de su bolsillo.

—¡Eh! Tú, no te muevas, ¿qué es ese trozo de papel? —exclamó el secuestrador, apuntando a Light con su pistola.

Light dejó el papel en el suelo y permitió que el secuestrador lo tomara.

—¿Crees que puedes pasarte notitas delante de mis narices? —Kiichiro abrió el papel y soltó una risa—. ¿Planes para una cita? Ciertamente eres un niñato.

Sin embargo, algo más sucedió cuando Kiichiro vio al fondo del autobús.

—¿¡Pero que carajos es esa cosa!? Esa cosa de ahí al fondo —exclamó, asustado—. ¿¡De donde carajos ha salido esa cosa!?

—¿Puedes verme? —preguntó Ryuk.

—¡No te muevas o te pego un tiro!

—¡Está paranoico, todo el mundo al suelo! —exclamó Raye rápidamente al ver el estado de Kiichiro.

Light obedeció, agachadose junto a Eos y protegiendola con su brazo.

—Ya veo...—dijo Ryuk, entendiendo que aquel trozo de papel había sido un trozo de la Death Note.

—¡No te me acerques!

Kiichiro comenzó a disparar, aterrado por el shinigami que se encontraba frente a él, fue así hasta que se le acabaron las balas y le ordenó al conductor detener el autobús.

Al salir, despavorido, cayó sobre el asfalto. Por ello fue inevitable en no poder salvarse del auto que lo atropelló.

Light miró su reloj.

—Tal y como lo planeé, la Death Note funciona a la perfección —susurró para sí mismo, sin contar con que Eos lo había escuchado.

Todos los pasajeros se bajaron, por ello, Raye y Light tuvieron una pequeña conversación en la que el oficial le pedía que no le dijera a nadie sobre el encuentro entre ellos dos.

—Las cosas se complicarán cuando venga la policía, así que me quitaré de en medio —dijo Raye antes de irse.

Raye no sospechaba de Light, eso le hizo ganar seguridad.

Entonces, Light desvió su mirada hacía Eos, ella simplemente veía el lugar por donde se había ido Raye. No parecía muy consternada por el secuestro.

—Sé manejar mis emociones, Light, deja de mirarme así. La histeria solo provoca más histeria.

Aquello sorprendió a Light, haciendo que su corazón saltara por un momento, no pensó que ella se daría cuenta que él la estaba mirando.

—Ciertamente tienes razón, como siempre —susurró Light—..., vaya, por una vez que íbamos a salir y secuestran nuestro autobús.

Eos sonrió.

—Bueno, tengo un par de horas libres y tampoco quiero quiero tener nada que ver con la policía, me iré a comer algo por ahí —dijo ella, dándole la espalda a Light para comenzar a caminar lentamente hacia la acera.

Ryuk soltó una risa.

—Las mujeres humanas pueden ser fuertes en este tipo de situaciones...

Light la vio caminar por un rato, era libre de irse a casa, pero algo lo orilló a correr hacia Eos para alcanzarla. No sabía bien que era, pero sentía que no debía apartarse de ella.

—¿Me permites acompañarte?

Eos sonrió, mirándolo con gracia.

—¿Temes que secuestren el restaurante al que vaya?

—Claramente, ¿quién te pasará notas si no voy contigo?

Eos comía de su pastel lentamente, saboreando cada bocado, sentía como la crema se disolvía en su boca. Era un momento tranquilo.

—Veo que tienes el mismo teléfono que yo tenía, acabo de comprar el que le sigue a ese hace poco —dijo Light, intentando crear una conversación.

—También estaba por comprarlo, pero me di cuenta que el centímetro extra del dispositivo implica un diecisiete porciento más de pantalla y la mayor resolución aumenta el número total de pixeles en ciento noventa y dos mil, solo aumenta los pixeles por pulgada cuadrada en un siete coma cinco porciento —Eos miró a Light con una sonrisa—. Así que no vale la pena porque la "nueva versión mejorada" cuesta un veinticinco porciento más y un treinta y tres porciento si le agregas el costoso seguro adicional.

Light quedó pasmado ante la respuesta de Eos.

—En realidad no gasté mucho en él, vendí el viejo y compré este..., pero por lo que dices solo tiene una mejor pantalla.

—En síntesis —Ella tomó su vaso de limonada y le dio un sorbo mientras miraba a Light a los ojos—. Por cierto, aún no me has hablado de lo que piensas hacer al salir de la escuela.

—Planeo estudiar derecho en To-Oh.

—¿Solo eso?

Light frunció el ceño.

—¿A que te refieres con "solo eso"?

Eos cruzó sus piernas, apoyando su espalda en la silla mientras miraba a Light.

—Cualquiera pensaría que el genio de la secundaria haría algo más mientras estudia su carrera universitaria, no te niego que entrar a To-Oh de por sí ya es un logro, pero supongo que se espera mucho de ti.

—Es lo normal..., ¿que planeas hacer tú?

—No me decido entre dos carreras, así que estudiaré las dos, pretendo aspirar a la misma universidad que tú. Toda mi clase aspira a eso.

—¿Que carreras tienes pensado estudiar?

—Psicología y programación.

—¿Es por eso que sabias tanto sobre el teléfono que decidiste no comprar?

—No, simplemente comparé las referencias con la información que busqué en Internet e hice mis cálculos.

<< Algo que haría cualquier persona con media neurona que no se distrajera matando criminales. >>, Pensó Eos, mirando a Light con una sonrisa.

—Hablando de Internet, ¿has escuchado sobre lo que ha sucedido recientemente?

—Muchas cosas pasan en el mundo todos los días —dijo ella, encogiendose de hombros.

—Sabes de que hablo.

—No soy estúpida, claro que lo sé, simplemente decido fingir demencia y no opinar sobre algo tan controversial como Kira.

—¿Por qué?

—Si me haces esa pregunta es porque tienes una opinión formada y has tomado un bando, independientemente de cual sea, mi respuesta hará que tu opinión hacia mi se más favorable o, por el contrario, empeore.

—Los debates son deliciosos en cierto punto y el que tengamos opiniones diferentes no significa que te vaya a juzgar duramente.

La persistencia de Light era admirable, sin embargo, aquella persistencia se originaba de su orgullo. Light quería saber que aquello que había estado haciendo estaba dando frutos.

Independientemente que muchas personas ya le daban su visto bueno a Kira, por alguna razón, tenía curiosidad sobre la opinión de Eos.

Eos, por su parte, apoyó sus codos en la mesa descansó su mejilla sobre su puño.

Le daría a Light lo que quería, pero le diría lo que quería escuchar.

—Kira no me importa en lo absoluto.

La declaración de Eos hizo que Light frunciera el ceño.

—La policía, L, Kira. Sólo son entidades que creen que su versión de la justicia es la correcta y por ellos quieren imponerla a como de lugar —explicó—. El conflicto sobre ese concepto no me afecta directamente, por ahora, la guerra entre L y Kira no es algo que llame mi atención particularmente.

—¿Por ahora?

—Basta una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos —siguió Eos—. Las mujeres debemos permanecer vigilantes durante toda nuestra vida para que nuestros derechos no vuelvan a ser erradicados, por ello, cuando sienta que esta guerra entre conceptos de justicia pueda afectar a mi género. Tomaré un bando.

—Entiendo tu postura, pero, ¿no crees que lo que Kira hace es malo? Quiero decir, mata personas, aunque ciertamente muchas personas que presumen ser buenas matan con excusas un poco más banales que las de Kira.

—El mal proviene de una falta de conocimiento —se limitó a decir, dejando la frase a interpretación de Light.

—¿Crees que Kira esté falto de conocimiento? En cierto punto, todos los seres humanos somos ignorantes, la estupidez humana es algo que todos los filósofos anuncian como infinita.

—Por extensión, entonces, todos aquellos que lo siguen o se oponen a él también son estúpidos.

—Al final todos somos humanos estúpidos y cometemos errores, ¿no?

—Esperemos que él o ella no olvide eso.

Ambos se sonrieron el uno al otro para luego seguir comiendo cada quien lo suyo.

Light por su parte, sentía su corazón la latir, estaba frenético. Aquella había sido la primera vez que alguien había sostenido una conversación realmente inteligente con él. Aunque él sólo preguntara constantemente, pocas personas hubieran respondido de aquella forma tan..., cautivadoramente asertiva.

Ignoraba por completo que ella no simpatizara con sus creencias, pronto se encargaría de que las aceptara como suyas, pero el simple hecho de tener frente a él a aquella que parecía ser su igual lo hacía sentirse inquietante eufórico.

Pero, de igual manera, ¿por qué le importaba?

No estaba seguro de ello.

Al terminar de comer, ambos salieron del local, fue allí cuando se despidieron y Eos lo tomó por sorpresa al acercase a él y besar su mejilla.

—Pasé un bueno momento a tu lado hoy, Light Yagami, a pesar de que nuestro día no comenzó de la mejor manera.

—Opino lo mismo, tu compañía es bastante placentera.

Eos sonrió, juguetona, antes de comenzar a caminar en dirección contraria a la de Light, sintiendo la mirada de este en su espalda.

—¿Lo lograste? —preguntó Eos, al estar lo suficientemente lejos como para que Light no la escuchara ni la viera.

—¿Alguna vez he fallado?

Una larga sonrisa se extendió en los labios de la pelirroja.

Buenas buenas.

Última frase escrita a las: 02:00 AM

Bueno, no tengo mucho que decir, espero hayan disfrutado el capítulo.

Por favor, no olviden dejarme su voto y sus comentarios de como les está pareciendo la historia.

Gracias por leer ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro