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Capitulo 1

CAPITULO UNO: Acciones tomadas por aburrimiento.

"Los días van y vienen, las mismas noticias se repiten constantemente, todo esto es tan ridículo. Este mundo está podrido."

Pocos queremos admitirlo, pero hay veces en las cuales no pensamos de manera diferente a los demás, por lo menos una persona puede llegar tener los mismos pensamiento al mismo tiempo que nosotros.

Es raro, pero sucede.

Aunque suele ser algo extraño que esto suceda con dos especies diferentes en dos ambientes distintos.

Shinigami y humano, al simultáneo pensaron que su mundo se pudriría lentamente hasta llegar a la decadencia. Estaban aburridos de la rutina.

La tercera ley de Newton o principio de acción-reacción establece que cuando dos partículas interactúan, la fuerza sobre una partícula es igual y opuesta a la fuerza que interactúa sobre la otra partícula. Es decir, si existe una fuerza externa, tal fuerza será contrarrestada por otra igual, pero en la dirección opuesta.

Cada acción provoca una reacción.

Es entonces cuando el Shinigami, en su desesperación por salir de la monotonía y el aburrimiento del putrefacto mundo en el que vivía, dejó caer una libreta que le daría a quien la tomara un gran poder sobre la vida humana

Es entonces cuando un humano, aburrido durante las clases, mirando a través de la ventana, logró ver como una libreta de tapa negra caía de la nada sobre el patio de su escuela, despertando su interés.

Es una historia que todos conocemos.

Pero ¿y si agregamos un participante extra al juego? Un personaje inesperado.

Para continuar, preguntaré:

¿Has oído hablar de la teoría del caos? O bien, ¿has escuchado sobre el efecto mariposa?

Dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sistema dinámico caótico, cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en las condiciones iniciales, acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente.

Eso implica que si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Es un concepto de la teoría del caos.

¿Qué sucedería si en ese tiempo en el que el humano dejó la libreta en el suelo, con el pensamiento de que se trataba de algo absurdo, alguien más la hubiera tocado?

Cuando ella vio la libreta, la levantó, tomándola entre sus manos por un corto lapso de tiempo. Ojeó sus hojas —todas en blanco—, ignorando aquellas hojas negras con palabras que parecían ser reglas de uso.

Eos vio por el rabillo del ojo como el muchacho de cabellos castaños se alejaba luego de tomar la libreta.

Era evidente que la libreta que no era suya, pero la naturaleza curiosa de Eos la orilló a caminar hacia el joven y tocar su hombro dos veces para llamar su atención.

Eos sonrió ampliamente al muchacho, quien la observaba sin interés alguno:—Disculpa por molestarte, Yamagami, pero noté que dejaste esta libreta en el suelo. No deberías dejar tus cosas por el patio tan descuidadamente —Eos acarició con delicadeza el relieve de la portada en la libreta, sonriendo con sinceridad mientras ponía aquel objeto en las manos de Light.

A light no le gustaba la idea de que su nombre estuviera atado a la posesión de un libro cuyo título era ridículamente enfermo.

—Esa libreta no es...

—Como decía, deberías ser más cuidadoso, si no quieres esa libreta simplemente tirala a la basura. Pero no la dejes en medio del patio —interrumpió Eos, sin permitir que Light terminara de expresarse—. Aunque está vacía así que creo que deberías darle alguna utilidad en vez de simplemente tirarla, como sea, me voy. Sea lo que sea que hagas con eso, no lo dejes tirado en cualquier lugar.

Eos sonrió antes de comenzar a caminar lejos de Light, quien vio la libreta en sus manos y simplemente se limitó a meterla en su bolso.

<< Debo estar loco por siquiera considerarlo. >>, pensó Light, observando por última vez como Eos se alejaba.

Acto seguido, él dio la vuelta y emprendió su camino a casa.

Al llegar a su hogar, Light se deshizo rápidamente de su uniforme, se sentó en su escritorio y comenzó a leer el contenido de las páginas negras de aquella libreta.

Esta libreta no funcionará a menos que el escritor tenga el rostro de la persona en su mente mientras escribe su nombre, por lo tanto, personas que comparten el mismo nombre no se verán afectadas.

Si la causa de muerte es escrita dentro de los cuarenta segundos siguientes al nombre de la persona, así sucederá.

Si la causa de muerte no es especificada, la persona implemente morirá de un ataque al corazón.

Tras escribir la causa de muerte, los detalles de la muerte deberán ser escritos en los siguientes seis minutos y cuarenta segundos.

—Así que, dependiendo de a quien tengas en mente, puedes matarlo rápido o dolorosamente —dijo Light para sí mismo—. Debo aceptar que esto es demasiado detallado para una simple broma.

Light se levantó de su silla, sin realmente saber que pensar sobre aquella libreta y la manera tan extraña en la que Eos —chica que no le resultaba completamente una molestia—, lo había abordado al dejar esta sobre el suelo.

Ante las preguntas que pasaban por su mente, no hizo más que recostarse en su vara mientras fijaba la vista al techo de su habitación.

—Así que si escribo un nombre esa persona..., morirá..., nadie creería algo así.

Yagami cerró los ojos por un momento, debía prepararse para la clases nocturnas, sin embargo, al abrir los ojos, no pudo evitar fijar su vista en la libreta que se encontraba sobre su escritorio.

La curiosidad de Light era grande y aquella misteriosa librera era un enigma que no hacía más que llamarlo cual canto de una sirena a un navegante.

Con el afán de resolver aquel enigma y salir de dudas, Light se levantó de su cama y se sentó de nuevo en su escritorio. Luego de abrir la libreta, tomó un portaminas que sostenía a milímetros del papel, la incertidumbre lo carcomia.

<< Un momento...>>, pensó, << Si alguien realmente muere, ¿yo sería un asesino? >>

Una sonrisa se depositó en sus labios luego de eliminar rápidamente el pensamiento, aquel hecho era algo imposible.

Entonces, como si los ángeles mismos estuvieran guiándolo para utilizar la libreta, una noticia apareció en el televisor. Un agresor había tomado rehenes en una guardería, tanto niños como maestros.

"La policía lo identifica como Kurou Otoharada, de cuarenta y dos años, desempleado. Se esperan que las negociaciones comiencen de inmediato." Habló el reportero.

Light desvió su mirada hacía la libreta y, prácticamente sin dudarlo, escribió el nombre que había escuchado mientras tenía en mente el rostro del criminal.

Rápidamente vio la hora marcada en su reloj.

<< Un ataque al corazón en cuarenta segundos, ya veremos. >>, pensó, devolviendo su atención al televisor.

"...por ahora es todo lo que la policía informó. Continuaremos reportando la situación desde aquí." Siguió hablando el reportero.

Light volvió a revisar el reloj.

<< Parece que la libreta no funciona. >>, pensó mientras apagaba la lámpara de su escritorio, << De todos modos no esperaba que lo hiciera. >>

Sin embargo, justo en el momento en el que Light se levantó y se dispuso a apagar el televisor, la locutora habló.

"Esperen, algo está pasando. "

"¡Los rehenes están saliendo y parece que no sufrieron daño! ", habló el reportero" ¡Las fuerzas especiales están ingresando! Aun no sabemos si el sospechoso fue arrestado."

"Bien, tenemos la confirmación, ¡el sospechoso fue encontrado muerto en el interior!"

Aquella declaración sorprendió a Light. ¿Pero cuáles eran las probabilidades de que aquello fuera solo una coincidencia?

<< No puede ser, es una coincidencia >>, pensó, asustado, << ¡Tiene que serlo! >>

La respiración de Light era algo irregular, por lo cual era de esperarse que se sobresaltara al escuchar la voz de su madre llamándolo:— Light —Lo llamó desde la planta baja—. ¿No tienes escuela ahora en la noche, hijo?

—¡Si, estaré listo en un segundo! —respondió, aún conmocionado por la situación.

Death Note.

Aquello era algo improbable, pero si llegara a ser real, tenía que probarlo una vez más. En cuyo caso, Light creía que debía ser otro criminal, pero si este mismo criminal era demasiado conocido aquello sería un problema.

Si usaba la Death Note y el criminal moría la noticia podría no ser revelada.

Él necesitaba ver resultados inmediatamente.

—¡Hola, Ryo, amigo! —exclamó uno de sus compañeros cerca suyo, provocando que Light dirigiera su mirada hacia quien hacia tal escándalo.

—¿Qué pasa, Sudou? —respondió Ryo.

—¿Quieres prestarme veinte dólares?

—¿Cómo? ¿Otra vez?

Sudou.

Light pensó en si debería matarlo, pero sabía que no debía matar a personas que conocía.

Aunque..., ¿en realidad importaba? ¿A alguien le molestaría que una persona como él muriera?

—¡Genial! Iremos a los video juegos esta noche —exclamó Sudou luego de que Ryo le diera el dinero que había pedido.

Al salir de la escuela nocturna, el pensamiento de lo enfermante que era mirar a su alrededor y encontrar personas tan desagradables, como las que lo rodeaban en aquel momento, pasó por su cabeza.

Light se preguntaba si le haría un favor a la sociedad al deshacerse de todos ellos.

En su camino a casa, se detuvo en una tienda, escuchando el parloteo indecente de un grupo de hombres que acosaban a una mujer. Cuando intentaron abusar de ella, Light pensó que aquel sería el momento apropiado para probar su libreta, después de todo, aquel que parecía ser el líder había mencionado su nombre.

Y tal y como había escrito, el hombre murió siendo atropellado por un camión.

<< Eso lo confirma, la Death Note es real. >>, su sorpresa era grande, mientras miraba la escena, observaba a los amigos del hombre lamentarse por lo sucedido.

Cinco días pasaron, el shinigami, aún desde aquel que era su mundo, decidió que ya era hora de bajar al mundo humano. Claro, esto sucedió luego de sorprender a otros shinigamis al declarar donde había perdido su libreta.

Fue entonces cuando, frente al portal que lo llevaría a su destino, el shinigami sacó un par de alas negras de su espalda y voló a través de él, llegando eventualmente al mundo humano para así buscar el paradero de su libreta.

Fue entonces cuando el encuentro marcado por el destino se dio.

El joven de cabellos castaños había entrado a su habitación:—Ya tengo todo lo que necesito —dijo, mientras aseguraba su puerta.

El chico caminó hasta su escritorio y tomó la libreta de portada negra y letras blanca, abriendola, observando cada nombre que había anotado mientras una risa de satisfacción salía de su boca.

—Parece que lo estás disfrutando.

Aquella voz inesperada hizo que Light se girara, observando así a un ser que por obvios motivos no podía ser un humano.

Ante la sorpresa, gritó y cayó de su silla.

—No hay razón para sorprenderse, soy el shinigami Ryuk, esa solía ser mi libreta. A juzgar por tu risa, ya te percataste que no es una libreta común y corriente.

Light lo miró por unos segundos antes de levantarse del suelo.

—Shinigami...—dijo, devolviendo la vista al shinigami—. Pues no me sorprende, de hecho, Ryuk, te estaba esperando.

Aquella declaración tomó por sorpresa al shinigami.

—Ya averigüe que esta Death Note es real, no me tomó mucho, y ahora que probé su poder, tengo aún más confianza en lo que haré.

—Que interesante. No estaba esperando algo así —confesó—. Varias Death Note han llegado al reino humano en el pasado, pero eres el primero que escribe tantos nombres, mira cuantas personas has matado en solo cinco días...La mayoría estaría renuente a escribir tal cantidad.

—Estoy preparado, usé la libreta aún sabiendo que le pertenecía a un shinigami, y ahora el shinigami ha llegado, ¿que pasará conmigo? —preguntó Light—. ¿Te llevarás mi alma, cierto?

—¿A que te refieres? ¿Por qué los humanos inventan esas fantasías? No he venido a hacerte nada.

Aquello ciertamente había sorprendido a Light, después de todo había estado esperando que aquella declaración terminara con un desenlace diferente, uno menos favorable para él.

—La libreta pertenece al mundo humano en el momento que toca la tierra, en otras palabras, la Death Note ahora es tuya —explicó Ryuk, señalando la libreta en las manos de Light—. Si no la quieres dasela a alguien más, pero no tendré otra opción más que borrar tus recuerdos sobre la Death Note.

—¿Eso quiere decir que puedo usar la Death Note todo lo que quiera sin ser castigado?

—Dejemoslo así: sentirás el miedo y el dolor solo conocido por aquellos que han tocados la libreta y cuando mueras seré yo quien escriba tu nombre en mi Death Note, pero te advierto, el humano que use la libreta no podrá cruzar el cielo ni el infierno por toda la eternidad. Es todo.

Light lo miró con sorpresa mientras Ryuk soltó una risa corta.

—Ahora ya sabes que te espera cuando mueras.

Mientras Ryuk y Light hablaban, fuera de la casa de Light, justo en un lugar en donde se podía ver a través del ventanal de la habitación de Light, se encontraba una persona observando.

Sus ojos estaban cubiertos por lentes y se protegía de la lluvia con un paraguas negro con decoraciones, algunas de encaje y otras con cadenas.

—Espero que esta sea suficiente diversión para ambos —susurró, antes de irse del lugar antes de ser notada por el Shinigami—. ¿Cómo crees que se desarrollen las cosas?

—Va a ser un buen espectáculo para observar, aunque creo que ese muchacho es muy pasivo con la manera en la que mata a los humanos —expresó el Shinigami, apareciendo de repente a un lado del portador de su Death Note.

Las cadenas del paraguas resonaron cuando el humano saltó sobre un charco de agua para luego girar su vista hacia su shinigami.

—Todo se trata de una estrategia, pero algo me dice que eso va a cambiar pronto, espero que logre mantener a su shinigami entretenido para que no lo mate.

La persona portadora de aquellos lentes de sol se giró por última vez para dar un vistazo hacia el ventanas de Light, luego, volvió a emprender su camino hacia casa.

Al llegar a casa, se deshizo del impermeable y la ropa mojada, siendo recibida por su madre.

—Oh, Dios mio, Eos. ¿Donde has estado?

—Me entretuve en el camino y las horas volaron, lo siento, mamá.

—La próxima vez avísame donde estás, por favor, hace unos días casi abusan sexualmente de la hija de la vecina.

—No me digas...—susurró, fingiendo sorpresa.

LIGHT YAGAMI.

My boy; Billie Eilish

Espero les esté gustando la historia, por ahora será bastante introductorio.

En cada capítulo les dejaré una canción que representará a los personajes, por lo menos en esta historia, la canción de hoy es para Light.

Si les gustó no duden en comentar y dejarme un voto.

Gracias por leer ♡

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