—Taehyun, ¡te digo que mi hijo no está! —Beomgyu gritaba lleno de lágrimas en su rostro, desesperado de no poder encontrar a Sunoo por ninguna parte del castillo, todos los sirvientes seguían en la búsqueda, incluso algunos guardias salieron a buscarlo.

Taehyun apenas había llegado de su largo viaje desde el reino Hwang, pensó que al llegar todo estaría en orden como lo había dejado sin embargo, su omega estaba destrozado, con un gran temor en su rostro, él tampoco se iba a quedar tranquilo pensando que su hijo estaba afuera y tal vez cualquiera se darían cuenta de que el príncipe era un omega, nadie debía de enterarse sobre ello y de ser así podrían lastimar a su familia, hasta perjudicar a su reino. Demandó a todos que buscaran a soobin dentro del castillo como afuera; en el pueblo y fuera del reino.

Si no lo encontraban antes tenía que hacerlo público, incluso temía a que eso daría oportunidades de que los Choi lo buscaran para lidiar con él, todo se estaba volviendo complicado.

—Mandaré una carta a la Reina Kim Minju para que nos ayude a buscar a Sunoo, seguramente él tal vez se haya ido con su hija.

—No creo que sea necesario, mi hijo aparecerá.

—Beommie, si Sunoo salió probablemente alguien se haya dado cuenta de que es un omega, y tal vez nuestro hijo esté en peligro.

—No estaría así, si no fuera porque su padre lo oculta, y si está en peligro entonces sería tu culpa, Sunoo no tenía la obligación de nacer alfa.

—Lo oculté por su bien, si todos se dieran cuenta de que mi hijo heredero es un omega, seguramente te destierran con él, por eso preferí ocultarlo. —Taehyun ya sabía que iba a pasar cuando su hijo se hartara, y como no hacerlo, ni siquiera el que era su padre quería asumir la responsabilidad de él, solo haría que su hijo se casara con la hija de la alfa Kim para que ella fuera reina de todo y Sunoo su omega solo para que la esencia Kang permaneciera, simplemente ese plan no se lo había contando ni a su esposo y menos a su hijo.

—Mandé a los guardias a encargarse de eso.

—Lo dices como si mi hijo no importara, Taehyun. —dice Beomgyu hecho furia, pero si su alfa no haría nada más que una búsqueda rápida por su hijo, él se encargaría de encontrarlo por sí solo sin importar que lo detenga el padre de su hijo. 

El contrario ni siquiera le respondió, y con una mirada desinteresada fue como se marchó dejando al omega, Gyu sabía que Taehyun tenía rencor a sí mismo por no haber tenido un heredero alfa, como el día en que se presentó, todos estaban ansiosos por conocer la jerarquía en que se convertiría pero más el alfa por saber si su hijo era como lo que esperaba, sin embargo, al notar su aroma dulce y su cuerpo débil, toda esa felicidad desvaneció, teniéndolo que encerrar para que nadie se diera cuenta, ocultando toda su esencia en el reino, el amigo de Sunoo, Jungwon pronto ocupó el lugar de su padre como el general de la guardia real cuando se presentó como alfa pero tampoco había vuelto a ver a su amigo de cabellos azules.

Para Taehyun era una alegría que nadie reconociera a su hijo, pues había cambiado bastante desde que lo ocultó, Sunoo se convirtió en un verdadero omega físicamente, y todos pensaban que él era un alfa, así que para el todo estaría bien si nadie sabía que era un omega el que estaba perdido. 

Beomgyu no lo pensó más, sólo se iría como su hijo se fue, después de todo a Taehyun no le importaría su ausencia.  

REINO CHOI

—¡El joven príncipe ha llegado! —grita uno de los guardias, haciendo que los demás abran la puerta real para dejar entrar al rubio, pero la sorpresa de estos es ver a un omega de cabellos azules junto a este, pero se ahorran sus preguntas sobre ello. 

Sunoo siente un rotundo mal presentimiento, por lo cual ya no estaba tan confiado del alfa, solo haría lo que le dijo, Sunghoon no parecía tan preocupado pues todos tenían prohibido a enfrentar al príncipe o si quiera hablar de sus asuntos privados, al solo entrar el alfa bajo del corcel, ayudó a Sunoo a hacerlo de la misma manera, todos los sirvientes se acercaron para llevar al corcel y otros para preguntar en qué podía servirles pero sólo el rubio se limitó a ignorarlos llevando a Sunoo dentro del castillo, su única finalidad sería que sus padres no lo reconocieran. 

Entró al castillo y como siempre, estaba lleno de sirvientes haciendo su trabajo menos de la presencia de ambos padres en algún lugar, desde hace días se había hecho la declaración de que Sunghoon debía conseguir un omega para obtener el trono, así que sería más rápido si sigue su plan. Llevó a Sunoo a una habitación la cual se tenía la restricción a cualquier sirviente del castillo o persona que no fuera de la familia, el peliazul estaba desconfiando en sí el lo iba a ayudar como prometió.

—Ahora que estamos solos, seré más claro. —Sunghoon cerró la puerta con fuerza sin darle importancia al ruido.

—No sé para qué me necesitas si ya tienes todo. —dice Sunoo sin siquiera dejar de mirarlo amenazante, el omega no tenía pensando estar en el castillo del enemigo y mucho menos ayudándolo, más bien debería estar en su reino encerrado de la vergüenza de ser parte de una jerarquía débil.

—Te equivocas, no tengo todo, y es por eso que decidí aprovecharme de tu... Jerarquía. 

—Eres un idiota, ¡vas a usarme! —lo único que tiene en mente es irse en ese instante sin que nadie lo viera, pero sus intenciones son interrumpidas de nuevo por aquel rubio de mala gana.

—Seré más claro contigo, eres un omega que jamás podrá obtener sus tierras y mucho menos gobernarlas como un rey alfa, si me ayudas te aseguro que te daré todo lo que necesitas para irte lejos y  permanecer oculto. —dijo siendo claro, mirando a Sunoo como un omega inferior, él ya no tenía más que aceptar tal propuesta, ningún pueblo aceptaría que su rey fuera un débil omega sin fuerza o valentía para defender a su reino.

El omega no conocía y ni tampoco tenía la intención de saber cuáles eran sus dichos planes, sólo pensaba en la gran recompensa que ganaría al final, por si fuera poco el alfa tenía más que cierta razón, el ni aunque quisiera jamás podrá defender a su reino como tal, además solo recordaba como su padre siempre lo miraba desde que se presentó como un omega, este no le decía nada directo pero siempre sus acciones demostraba lo que tanto lo irritaba, antes todos lo trataban tan bien ya que había sido un milagro su nacimiento pero odiaba mucho ser un omega de jerarquía tan baja e inútil, encerrado tras grandes muros de roca que evitaban otra vez volver al bosque que su mejor amigo le había enseñado, Jungwon nunca se enteró de su estado y era mejor así antes de que lo tratara como todos los demás, su ahora única opción era irse lo más lejos posible pues ya no tenía sentido estar en el mismo encierro donde jamás volvería a ver el exterior, ni siquiera pensó en sus padres antes de hacerlo, Sunghoon lo estaba ayudando aunque quizás fuera extraño no se sentía amenazado, por lo cual debía aceptar.

—Dime que quieres que haga con exactitud y yo podré saber si hacerlo o no.

El contrario sonrió con ironía, el peliazul estaba siendo bastante severo, de alguna forma sabía que no podría contra él, tenía una gran habilidad para convencerlo y eso era con chantaje.

—Dame tus tierras, todo lo que tienes y así ambos tendremos lo que queremos.

—Nada de mi reino me pertenece desde hace años, no puedo ayudarte con tanta facilidad, además de saber que te pertenecerán.

—No me digas esas cosas, solo tienes que fingir ser mi omega y cuando nos casemos todo lo tuyo será mío y tú estás en libertad, ¿aceptas?

Sus palabras habían dejado perplejo a Sunoo, fingir un matrimonio con su enemigo era más que traicionar a sus tierras, pero no podía dejar a su padre otra vez en la vergüenza con su secreto, ellos tampoco estarían preocupados después de que desapareciera y seguramente tarde o temprano lo iban a poner en casamiento cuanto cumpliera los 21, era casi lo mismo, iba a perder pero al menos Sunghoon lo dejaría en libertad y eso era mejor que estar con otro cual se la iba a quitar.

—Acepto.

Ninguno de los dos había pensado que Sullyoon iba a ponerlos a prueba durante su larga guerra, como tal, el sol era Sunoo y Sunghoon la luna, ambas almas que no podrían estar juntos por mucho tiempo.