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REINO KANG
Nueve meses después...
Y como había predicho la dichosa mujer jóven, Beomgyu había logrado concebir un cachorro, la gran noticia sorprendió a todo el pueblo del reino incluso a reinos que creían que el reino Choi jamás iba a tener un heredero pronto, incluso Taehyun se sentía más que feliz por saber que su omega no tendría que ser reemplazado por su infertilidad, más bien era un milagro que pudieran tener un cachorro del cual sería el futuro alfa que vencería al heredero de los Choi.
Jamás contaron de que el cachorro vendría tan pronto en cuanto su amado omega cumpliría los 9 meses, varias sirvientas corrían de un lugar a otro, mientras que la partera llegaría para ayudar con el nacimiento, aunque era recomendable de que el omega hiciera un nido para poder traer a su hijo de igual modo quería saber si su cachorro o cachorra estaban a salvo.
—¿Ya ha llegado la partera? —preguntó preocupado el rey a las sirvientas que estaban agitadas de tanto correr, las pobres omegas negaron al instante, y Taehyun no optó por otra opción. —Entonces lleven a mi omega a la habitación, y déjenlo solo.
—Su majestad, ¿está seguro? Un parto así, sería demasiado para un omega varón, además de que si hace nido usted no entrará hasta que él lo permita. —habló por fin la sirvienta de nombre Yujin, mientras las otras dos sirvientas que estaban atrás miraban preocupadas al alfa.
—Si no nace el cachorro será peor, no importa si espero. —ordenó nuevamente.
Las omegas sólo asintieron tomando la orden, el gran alfa Kang estaba desesperado, si Beomgyu no daba a luz pronto, el bebé podría morir así que su omega tendría que hacer un nido cosa que no le agradaba, los omegas eran muy territoriales y si invadían su territorio el omega se sentiría inútil por no proteger su área, eso lo llevaría a una trágica historia que para nada era agradable.
Por otro lado, a los pocos minutos las omegas hicieron lo que les ordenó el rey, dejaron a Beomgyu en la habitación sin ningún problema, así que se fueron al instante para que su otro rey pudiera dar a luz sin problemas.
Taehyun esperaba afuera de la habitación, sintiendo el rico aroma de su omega junto el aroma a leche materna, el guardia real justo se acercó a él de manera rápida, asustando al alfa para ponerse en alerta de proteger el territorio de su omega, sin embargo tuvo que tranquilizarse al saber que no tenía esas intenciones.
—Su majestad, la partera está aquí. —habló el guardia de forma respetuosa ante su superior.
—Gracias Park, por ahora informale que mi omega esta en labor. —el hombre de buena fe quien era un alfa sin problemas hizo una reverencia antes de irse para acatar la orden. Taehyun no sabía si estar enojado o feliz porque la partera llegara, uno por llegar tarde y dos al menos sabrían que hacer al momento en que nazca su cachorro, no sabía si era un niño o una niña, pero confiaba en que sus genes sin importar el género le daría un o una alfa que pudiera poner al reino, podría presumir a los demás reinos que su hijo u hija era el mejor heredero, después de aquella noche donde encontró a Beomgyu hace nueve meses en el lago al día siguiente como por arte de magia su omega estaba en cinta hasta la misma bruja del pueblo se había sorprendido ya que estaba segura de que su omega era infértil pero lo único que hizo fue disculparse por su error, incluso desde aquella noticia se cuido mucho a Beomgyu para que nada y nadie pudiera hacerle daño, ni a él ni al cachorro, fue algo que no esperaría tener "un cachorro" pero estaba agradecido que aquello sucediera.
Después hablaría con el reino Bang y con el reino Kim los cuales tenían alianza contra el Reino Choi, sus planes eran acabar con el rey Choi Yeonjun y con sus otros aliados que era el reino Lee y el reino Jung.
Habían más reinos que sólo los mencionados, pero solo Choi y Kang eran los más destacados, y enemigos desde hace miles de años, jamás hubo paz, tanto como su padre y como él odiaban al mismo Choi, ahora tocaba que su cachorro odiara el heredero de ese reino enemigo.
—Buenas tardes, Rey Kang. —una voz femenina interrumpió sus pensamientos, la mujer de cabellos negros y ropas oscuras, hizo una reverencia en manera de respeto, atrás estaba el mismo guardia quien los dejó solos unos segundos después.
—¿Usted es la partera del pueblo? —no conocía a todos sus aldeanos pero había escuchado que aquella mujer era la mejor de todo el pueblo en ayudar a los omegas en su momento de parto.
—Así es, mi nombre es Hyewon, es un gusto para mi traer al mundo al cachorro heredero de mis tierras. —dijo amablemente Hyewon.
—Mi omega está en labor, no sé en que pueda ayudarle usted. —cuestionó el alfa.
La beta traía consigo un pequeño maletín, lo cual era sus herramientas de trabajo, al escuchar sus palabras, la mujer comprendió todo pero aún así ayudaría a aquel cachorro.
—Pediré al omega permiso para ayudarle, su majestad.
REINO CHOI
—Ap... paa. —la voz suave de aquella personita pequeña resonó adorablemente para el alfa de gran orgullo.
—Es Pa... Pá, dime papá. —le respondió de buena manera corrigiendo a la personita que todavía tenía en sus piernas sentado con sumo cuidado de que no cayera, ya que aún el pobre niño no podía caminar y ni menos hablar.
Su pequeño hijo estaba creciendo muy rápido, si que los bebés crecían de manera espontánea, Sunghoon ya gateaba por el sitio, claro siendo cuidado por ellos, su cabello empezó a tornarse rubio de una manera desconocida ya que antes tenía el cabello azabache del alfa, pero como Soobin era rubio se supuso que tal vez Sunghoon tendría parecido al omega.
—Paa... Paa! —el pequeño empezó a aplaudir contento por poder decir bien sus palabras, Choi sonrió cargando al bebé con orgullo, su hijo ya lo reconocía y sabía su puesto.
En cambio Soobin siempre se desaparecía sin ninguna razón dentro del castillo, Yeonjun no evitó pensar en eso, su cachorro dejó de aplaudir cuando vió el rostro de su padre de aquella forma tan extraña y amarga, un sujeto justo en aquel momento de padre e hijo, interrumpe tocando la puerta donde el Rey hacía su trabajo que más bien no era trabajo lo que hacía ahora.
El alfa recapacita de su actitud amarga y carga a Sunghoon de nuevo, como si fuera un pequeño bebé recién nacido aunque ya no lo era pues su complexión era más grande y más pesado pero no de manera exagerada.
—Puede pasar. —informó el alfa tomando su postura como debía ser.
Momentos después la puerta se abrió y uno de los guardias de cabello negro con olor a alfa entró al lugar, parecía tener miedo de lo que su rey diría a su renuncia pero más bien Yeonjun estaba feliz de que ese alfa dejara de ser un problema para Soobin y él, así que le dió la orden de hablar al guardia sin interés, mientras que Sunghoon comenzaba a hablar incoherencias con sus palabras, Yeonjun mentalmente sonreía por eso creyendo que eran groserías para el alfa —amante del omega—.
—Mi señor. —el pelinegro hizo una reverencia antes de proseguir con sus palabras. —Le pido una disculpa de mi parte sé que usted sabe sobre... Mi aventura con..
—Con mi omega, lo sé y también que terminaste con él, el mismo día en que nació nuestro cachorro, me siento halagado de tu parte que quieras separarte de Soobin. —sonríe de mala gana hacia el guardia, quien no quita aquella expresión de miedo.
—No mi señor, por eso quería hablar con usted.
—Dime Huening, ¿qué es lo que quieres hablar conmigo? —preguntó volteando a su hijo para que viera el tremendo espectáculo que su padre haría con ese entrometido. —Ves hijo, las personas inferiores como él, nos tienen miedo. —le habló a su hijo, el pequeño bebé sin entender sonrió mostrando su dentadura que sólo poseía dos dientecitos de leche.
Kai sonrió incómodo, no estaba en su lugar tener que defenderse en ese instante por lo que tenía que renunciar antes de que su rey le cortara la cabeza por algo que no era verdad, Soobin era el único que había inventando todo y sus encuentros no eran amorosos como el omega había hecho creer pero por más que le decía al rey sobre ello, no creía en sus fieles palabras.
—Su majestad le digo la verdad sobre lo que tuve con Soobin, yo no tuve un amorío, de hecho renuncio a mi puesto porque voy a casarme con mi omega y esto que me culpan no es cosa mía sino del mismo Choi Soobin. —habló con sinceridad, Yeonjun no sabía si cortarle la cabeza o regañar al omega.
Sunghoon también decía palabras que no entendía, como si le diera opciones a Yeonjun.
—Está bien Huening, me alegra haber tenido tu servicio para el rey, yo mismo me encargaré de que Soobin no se entrometa más.
—Se lo agradezco mucho, mi rey. —Kai parecía más feliz que con el miedo que tenía hace un instante, después se retiró educadamente y justo después que Kai se fuera entró Soobin enojado mirando a Yeonjun como lo peor del mundo.
Menos el alfa que lo miraba con admiración a su omega con ese bello rostro enojado, Sunghoon estiró sus bracitos para que su padre omega lo cargara, sin embargo, su petición no fue concedida por lo cual comenzó a llorar y Yeonjun ahora sí miraba enojado al omega.
—¿Qué te pasa Soobin?
—Más bien ¿qué te pasa a ti? Tienes que correr a Hoseok solo porque yo no te aceptaré. —Soobin recalcó enojado, no había escuchado aquella conversación pero no dudaba de que el azabache tuviera que ver con su despido.
Yeonjun miró extrañado al omega, el no corrió a Huening, fue al contrario, Huening renunció por las tontas mentiras que de su omega, ya que afectaban su vida con su estado comprometido, Soobin estaba comportándose de manera infantil.
—Huening renunció, ya que quiere tener una vida estable sin tus mentiras, ahora ya no tienes pretextos para ser mi omega, puedes negarte pero eres mío.
—Está bien, admito que mentí, lo hice porque no estoy preparado para una vida con un alfa y mucho menos un cachorro, soy un mal omega y un mal padre maternal pero no vas a cambiar ese hecho, ¡Tengo 17 años! —el rubio comenzó a llorar, su vida había sido realmente distinta si jamás hubiera trabajado de simple sirviente en aquel castillo, así no hubiera conocido al alfa y menos estaría viviendo la vida que no quería, se sentía más solo que antes, pues ahora no dependía de nadie para salir de ahí, Kai era su única opción pero lo traicionó.
—Soobin, sé que eres joven pero lo hecho está hecho, yo no puedo dejarte ir por más que te ame, me aferro más a tí y no quiero que Sunghoon crezca sin una figura materna. —Yeonjun se acercó al pequeño cuerpo, quien todavía lloraba por el rechazo del omega, Soobin volteó negando querer verlo.
—No lo sé, yo dudo ser feliz a lado de ustedes dos, tampoco es como si a Sunghoon le afectara mi... —sus palabras se vieron interrumpidas cuando no negó ver aquella carita hermosa, sus ojitos cristalizados, sus bellos rasgos que eran parecidos a los de ambos padres, su lobo se sintió peor viendo a esa imagen.
Y no pudo evitar quitarle el bebé a Yeonjun abrazándolo con cariño, al mismo tiempo Sunghoon dejó de llorar sintiendo el cálido cuerpo del omega siendo tan cálido, Yeonjun también abrazó a su pequeña familia, aunque Soobin no quería aceptarlo le gustaba mínimo tener a dos personas que lo querían a pesar de tus tales mentiras.
—Voy a intentar ser un mejor padre para Sunghoon. —dijo entrecortado.
—Lo serás, Bin. —fue lo único que dijo Yeonjun al besarle aquella frente con cariño.
No podía enojarse con el omega por su comportamiento tan infantil cuando tan sólo tenía 17 año y aún era joven, tal vez le quitó toda la libertad que un joven omega tenía, y él fue egoísta sólo pensando en casarse con él y que Sunghoon naciera, así que sería paciente con él, hasta ver que sea feliz su jóven rubio.
REINO KANG
—¡Ahhhh duele! —Beomgyu gritaba con dolor en aquel nido, hace momentos Hyewon había pedido permiso para entrar y claro que fue aceptaba, ahora el pobre omega sufría de dolor, la beta intentaba con las manos en su vientre hacer que el bebé naciera de una manera rápida, como era su trabajo ya había pasado en su vida tener que hacer aquello.
—Tranquilo, respira hondo y expulsa. Todavía el bebé tiene que nacer. —la beta confíaba en que el nido iba a ayudar a atraer al bebé más rápido, pero se estaba tardando, su especialidad en partos de omega varones era tan escasa por lo cual tenía que demostrar su mejor esfuerzo en ello que era más difícil.
—¡Ahhh, duele mucho! —Beomgyu tomaba la mano de Taehyun ya que también había entrado para estar a su lado, en cambio su lobo también sufría lo de la parte humana.
—Tranquilo amor, todo va a salir bien. —Taehyun sentía como su mano era apachurrada por el omega, pero no le importaba ya que Beomgyu tenía el peor dolor.
Siguió así unos momentos, de dolor y desesperación por que todo terminara, la beta hasta parecía esforzarse en ello, Beomgyu no pudo evitar pensar en Sullyoon, aquella mujer le había prometido que tendría un hijo y no tenía que menospreciar su deseo, así que tuvo la fuerza para que naciera su bebé rápidamente, Hyewon formó una sonrisa satisfecha por el trabajo que Beomgyu estaban haciendo.
—¡Sigue así! —la mujer pareció emocionada, por lo que ordenó a las sirvientas algunas cobijas para el bebé cual rápidamente fueron por ellas.
Al instante Beomgyu hizo caso a la beta, dando sus últimas fuerzas, Taehyun a su lado le daba palabras de aliento para que no se rindiera, Beomgyu tomaba aire y expulsaba como podía, así Hyewon ya tenía preparado las cobijas para recibir al bebé.
Taehyun estaba ansioso por ver a su hija o hijo nacer, tenía tanta ilusión acumulada, pero más cuando escuchó los llantos de aquella bella personita de manera escandalosa, Gyu cayó rendido de tanto esfuerzo sin sentir aquel dolor, aún así le dio una sonrisa débil a su alfa.
—Es un hermoso varón. —dijo la beta mientras limpiaba al bebé y lo enredaba en las cobijas de seda para que no sintiera frío.
Le dió el bebé a Beomgyu y los llantos parecían parar poco a poco con la cercanía que tenía con el omega.
—Mi bebé. —Beomgyu aún sin fuerzas cargó al pequeño cuerpo, se sentía feliz de tener al cachorro en sus brazos de aquella forma jamás pensó que lograría concebir un bebé tan hermoso como el suyo, su piel blanca hermosa, sus ojos rasgaditos aún cerrados, su boca era tan pequeña y roja, mientras que en sus mejillas los hoyuelos eran marcados, sus manos eran arrugaditas como las que un recién nacido podía tener.
—Es tan hermoso, incluso el nombre que teníamos planeado no le quedaría. —Taehyun acarició la mejilla suave del pequeño bebé, hasta que su manita atrapó el dedo de su padre, cosa que fue demasiado tierna para ambos padres.
—Yo tenía un nombre para él, de hecho aquella mujer me ayudó bastante... Su nombre era Sullyoon así que quiero que mi hijo se llame Sunoo en honor a ella. —Beomgyu estaba seguro que aquel nombre era perfecto para el bebé.
Taehyun no entendió en qué le había ayudado aquella mujer pero sinceramente le había gustado aquel nombre perfecto así que asintió complaciendo al omega.
—Está perfecto el nombre Beommie, mañana informaré a todos los Reinos que el reino Kang tiene a su heredero varón el cual seguramente es un alfa.
—No estamos seguros de ello. —respondió el omega preocupado.
—Es de mi familia, seguro será un alfa como su padre. —finalmente Taehyun abandonó la habitación.
Pero Beomgyu no le importaba sus palabras, ahora tenía lo que más quería y nadie se lo iba a poder quitar ni menos hacerle daño
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