ㅤ▸ O16
Los gritos perturbadores se escuchan por todo el castillo, y Beomgyu estaba realmente arrepentido de haber metido al joven en un problema tan grande, odiaba ver como Taehyun torturaba al pobre Jungwon para que este le dijera donde estaba Sunoo.
Claro que se negó y rotundamente no le importó si Taehyun lo mandó a torturar, todo para que soltara la verdad.
—¡¿Vas a decirme donde está o vas a morir de esta forma?! —exclamaba con rabia.
Jungwon negó querer decir una sola palabra, a pesar de sentir como sus huesos se rompían a pedazos cuando este le golpeaba con el barrote, Beomgyu ya estaba harto de ver como hacía todo para encontrar al príncipe, de todas formas si lo encontraba iba ser peor para su hijo.
—Si lo vas a castigar de esa manera porque no quiere decirte en donde esta, yo también merezco ser castigado. —sentenció enojado pidiendo a los guardias que lo ataran al igual que a Jungwon y que también se desquitaran con el.
Claro que para el rey alfa no era nada gracioso, ni mucho menos le hacía sentir alegre, solo lo miraba con frialdad sin entender porque todavía defendía con garras y dientes a Sunoo, cuando los traicionó, debería ponerse de su lado pero no, estaba ahí pidiendo a gritos que le hicieran lo mismo, ya que ninguno de los dos iban hablar, y preferían llevarse el secreto en la tumba.
Yang también estaba sorprendido por las palabras de su rey, sin embargo, prefería llevarse el castigo todo él solo, tampoco le importaba morir lentamente, porque ese no era su peor castigo.
—No digas tonterías. —reclamó a su esposo. —Tu no sabes nada, solo quieres ayudar a este traicionero. —señalo a Yang.
—Estoy diciendo la verdad, si vas a castigar a Yang yo también lo merezco por cómplice.
—Estás delirando, cuando encontremos a Sunoo lo tendrás aquí como siempre deseaste.
—¡Pero no lo tendré en la forma que yo quiero! —no le importaba mucho hacer enojar o poner en su contra a Taehyun, definitivamente había dejado de amar al alfa que solía darle felicidad. —¿Que vas hacer cuando lo encuentres?.
Taehyun se quedó callado, había escuchado cuando Yang le dijo a su esposo que Sunoo estaba en "dulce espera" aquello no le gustó para nada, porque si el pueblo llegara a enterarse de esto, entonces ningún reino ganaría algo que los Kang y los Choi han esperado por años, si ese mocoso o mocosa llegara a nacer, lo —o la— convertiría en el próximo rey de ambos reinos.
No le iba a decir a Beomgyu ni siquiera lo que tenía pensado hacer, iba a llevar a su hijo con Riki, y cuando tuviera al bastado(a) lo abandonarían o lo tirarían lejos, después mataría a Sunghoon como parte de su victoria y el apellido del reino se expandiría. Ya había ganado con la muerte del omega de Choi, pero todavía quería ganar más y estaba orgulloso de lo que había logrado.
El silencio entre los dos creaba un aura tétrico.
—Si supieras apuesto a que me odiarías. —soltó con una leve sonrisa.
—De haber sabido que para eso querías un heredero, ¡Jamás hubiera pedido ese deseo! —Taehyun lo tomó de forma brusca para que dejara de decir tonterías, porque todos los días el omega decía cualquier estupidez.
—Vas a seguir con esas tonterías!? Nuestro hijo no nació del "deseo que pediste", si fuera así ¿porque no deseas que tu hijo sea feliz? ¡No puedes porque para que Sunoo sea feliz necesito morirme primero y eso jamás se va a cumplir porque la maldita diosa no existe! —Taehyun soltó con brusquedad al omega, quien cayó al suelo hecho lágrimas, jamás le había levantando la voz y mucho menos tan enojado por algo que el simplemente dijo.
Yang también estaba perplejo, pero más cuando el rey sólo dio la orden de encerrar a Beomgyu en su habitación y que la tortura de Jungwon no terminaría hasta que hablara o diera mínimo la descripción del lugar.
Sin embargo, las palabras de Taehyun fueron escuchadas, y pronto la furia de la diosa se presentaría para hacer de las suyas.
Pero también Jungwon tenía pensando hacerle una trampa a Taehyun, cual le daría tiempo de escapar antes de que se diera cuenta y cuando saldría, le daría aviso a Sunoo de la situación.
—Te diré donde están.
El rey paró con una sonrisa, ahora volteando hacia Yang, Beomgyu le suplicaba que no dijera nada, pero el joven alfa solo le dio una sonrisa, de que confiara en el.
—Te escucho.
Jamás había visto al omega tan sonriente jugando entre la nieve, Yuqi siempre veía a Sunoo aburrido viendo siempre a la ventana queriendo salir a jugar con los copos de nieve, pero Sunghoon nunca se lo permitía por el miedo de que cierto reino los encontrará y le quitaran a su omega.
Por ello Yuqi y Lucas salieron con él. Estaban algo alejados de casa, el alfa salió temprano junto a otros integrantes de la manada a conseguir agua al pueblo más cercano (del Reino Lee), los dos sólo se quedaron con Sunoo para "protegerlo" aunque estaban confiados de que ningún guardia o alguien los encontraría, menos para hacerle daño al omega en cinta.
—Mira noona. —dijo tiernamente el omega al ver cómo un copo de nieve cayó en su pancita.
Yuqi sonrió también pero también tomó la mano del omega. —Te enseñaré algo mucho más impresionante. —y ella llevó al omega en otra dirección.
Pero Sunoo se detuvo, Lucas estaba detrás de ellos y el también negó, haciendo que la beta enarcara una ceja porque ambos no querían ir al camino donde los quería llevar.
Tenían un límite para alejarse de su hogar y prácticamente Yuqi no le gustaba obedecer las reglas, pero a Sunoo si, además de que si iban por el camino contrario a ver algo "impresionante" tenían que pasar por le bosque que estaba junto al reino Choi; todos en la manada sabían lo que pasaban con ambos ex príncipes, por eso es que protegían también mucho a Sunoo.
—No es buena idea. —comentó Lucas con una mueca.
—¡Vamos, no sean cobardes! —dijo la beta extrovertida, pero Sunoo solo soltó su mano queriendo regresar de donde habían venido.
—Perdón noona pero no. —el omega sólo comenzó alejarse con miedo, mientas Yuqi formó un puchero.
Lucas la regañó diciendo que no debía obligar a Sunoo a tener que ir, incluso le volvió a explicar la situación y era demasiado riesgoso si alguien los reconocía, esto hizo cambiar de opinión a Yuqi y sólo asintió, quería enseñarle que en esa parte del bosque había una lluvia cristalina entre los árboles congelados y la vista era hermosa ya que vió emocionado a Sunoo cuando este vio los copos de nieve caer.
—Está bien, entonces juguemos a las escondidas. —dice Yuqi corriendo a esconderse entre los árboles, Lucas sólo sonríe ante el juego.
Sunoo no podía correr todavía por su estómago lo que hace que forme un puchero en estar en desacuerdo, pero quería jugar.
Claro que el beta notó la preocupación de Sunoo por el juego.
—Yo los buscaré, te daré tiempo para esconderte ¿Esta bien? —Lucas queda encantando como el omega asiente con una gran sonrisa para correr como puede entre los árboles para esconderse.
Entonces cuando ve que ambos se han alejado lo suficiente (no tan lejos pero ni tan cerca) es que decide comenzar a buscarlos ya que nos lo puede ver desde su punto de vista.
Mientras tanto Sunoo sigue buscando un escondite logrando encontrar una roca cubierta de nieve, sonríe satisfecho escondiéndose tras de ella, no mira por los lados pero no encuentra a Yuqi, por lo que piensa que ella se ha escondido perfectamente bien para no ser encontrada tan fácilmente, y en todos lados había muchos árboles cubiertos de nieve blanca, el evita reírse pues escucha como Lucas trataba de gritarles para que estos se rieran y fuera más fácil encontrarlos.
—Espero que noona sea encontrada primero. —dijo en un susurro.
Escucha como la voz de Lucas se aleja, por lo que el comienza a suponer que había encontrado a Yuqi en otro lado, sin embargo pasaban los minutos en los que comenzó a asustarse, pues no escuchaba a Lucas otra vez acercarse; el salió dispuesto a rendirse pues ya no le gustaba el juego. Al salir de su escondite trató de encontrar a Lucas por alguna parte.
Comenzó a caminar donde sus huellas le hacían el camino, aunque prefirió seguir las de Lucas.
—¡Ya no quiero jugar! —intentó rendirse entre gritos, acercándose más al camino donde lo guiaban las huellas pero no recibía respuesta. —¿Yuqi noona? ¿Hyung? —pero todavía no quería pensar nada malo pues estos dos podrían haberle creado una broma de mal gusto. —¡No estoy listo para bromas! —dijo casi asustado.
Pero toda la tranquilidad se desvaneció y el miedo había conseguido invadirle, al ver al suelo la nieve tenía algunas gotas de sangre y las huellas cada vez eran pocas, pensó en lo peor, como si su lobo se lo advirtiera; le decía que no debía seguir con su búsqueda pero su lado humano quería ayudar a sus amigos si es que estaban en peligro.
Y como es lo típico en una situación preocupante el sigue con su camino, esperando encontrar a sus amigos.
Pero solo veía más sangre mancharse entre la nieve, hasta el punto en que vió una roca manchada de la misma sangre, escuchó las ramas crujir a la lejanía, y sus miedo sólo lo estaba matando.
—¿Hay alguien ahí...? —preguntó asustado de pronto ve cómo alguien se acerca entre los árboles y sus ojos se abrieron más al ver a Lucas débil. —¡Hyung!
Trató de acercarse pero este le negó, la sangre no era de el porque el se veía asustado... Entonces... Era.... De....
—¡Corre! —le gritó lo último, Sunoo no entendía pero una flecha sale del pecho de Lucas dando entender que alguien los había encontrado.
A lo lejos reconoce a los caballeros del reino Choi, quienes lo habían visto, no hubo tiempo para nada, ni siquiera podía correr de esa manera, así que tuvo que transformarse en su lobo, el cual al salir corrió lo que podía lejos de los caballero quienes lo seguían atrás con sus caballos, aún con sus arcos tratando de dispararle.
Esos idiotas mataron a Lucas y a Yuqi...
—¡Denle en el estómago! —gritó un guardia en forma de orden a los demás quienes trataron de apuntar sus flechas en el lugar indicado.
El lobo de color blanco con negro, solo pensó en una cosa:
Proteger a su cachorro.
Esquivaba todas las flechas que trataban de matarlo, nadie sabía que el estaba en estado pero al verlo sabían que lo estaba y debían matar a ambos, sin dejar rastro.
Ninguno parecía rendirse pues entre más el lobo evitaba las flechas, más era la insistencia, Sunoo quedó acorralado cuando frenó de repente, ya que no podía cruzar el acantilado: lo habían guiado allí para que este no tuviera escapatoria.
Sacó sus colmillos dispuesto a defenderse de ellos, cuando pensó que todo estaba perdido al menos intentaría salir vivo de ahí, todos apuntaron y dispararon sus flechas al lobo acorralado, el lobo cierra los ojos asustado.
Pero no sintió ningún dolor, y de nuevo abre los ojos, encontrándose con un lobo color marrón, de ojos celestes, quien había recibido las flechas, sin embargo todavía tenía muchas energías para atacar a los guardias, el lobo era más grande que el omega, y Sunoo no sintió miedo pues reconocía a su fiel amigo.
Los lobos se comunicaban de varias maneras, y este solo atacó a los guardias mordiendo a uno, la sangre pronto pintó la nieve y este se comunicó con el lobo de Sunoo por aullidos "Vete antes de que lleguen los demás".
El lobo negro com blanco no podía dejar a su amigo ahí solo hasta chillo preocupado, pero el otro solo le gruñó haciendo que terminará por irse, corriendo sin dejar que los guardias tuvieran oportunidad alguna, el lobo omega ni siquiera miró atrás pues tenía que regresar a casa y contarle a todos lo sucedido, mientras tanto Jungwon había logrado escapar del reino, los Kang cayeron en su trampa pero también estaba en alerta.
Porque los Choi ya habían encontrado al omega, cuando el iba solo a avisarle que se fuera lejos, lo cual fue desastroso ver a Sunoo acorralado, así que no importaba si tenía que morir atacando a los guardias, lo importante era que naciera... Su futuro rey.
Sunoo corría sin hacer ningún aullido pues tenía un pésimo presentimiento de que algo muy malo iba a pasar, sabía que estar en su forma lobuna afectaba su estado, pero no tenía otra alternativa cuando se trataba de proteger a su cachorro.
Escuchó varios caballos y el no dudó en esconderse, al parecer habían más guardias vigilando por alrededor del bosque.
—¿Tenemos que esperar? —escuchó a uno de aquellos hombres.
—El rey quiere ver el cadáver del cachorro. —respondió el otro. —Junto con el príncipe Kang.
El lobo omega solo bajó sus orejas asustado de tal idea, a la lejanía se escuchaban más lobos correr, aullando por todos lados. De pronto los guardias fueron atacados por los mismos, quienes trataron de defenderse de ellos, pero eran más fuertes ya que si alguien se metía con un integrante de la manada... Se metían con toda la manada.
El lobo gris de Sunghoon buscaba desesperadamente a su omega, pues ellos habían sido atraídos por el aullido del lobo de Jungwon advirtiendo la situación, la manada no tardó en transformarse en sus lobos para defenderlos, aunque lo de Yuqi y Lucas fue una lamentable perdida para ellos, por la misma razón atacaban sin pudor a los guardias.
Cuando el lobo omega lo reconoció chilló feliz corriendo al lobo gris y este al verlo también emocionado, estaba aliviado de que nadie lo había lastimado.
Los lobos betas y sus instintos se ponen alerta y escuchan a varios caballos llegar, y entienden que esta vez eran más que ellos y no podían enfrentarse de esa manera.
"Vámonos". aulló uno de los lobos betas, los demás lo siguieron comenzando a correr junto a la pareja.
Los Kang se habían enterado de la situación, y estaban aliados con los Choi en encontrar a sus respectivos príncipes y eliminar al posible rey.
Kazuha corría velozmente entre los árboles viendo sorprendida la cantidad de guardias de ambos reinos junto a los guardias japoneses del Reino Nishimura (el Reino comprometido con Kang) estaban corriendo para alcanzar los lobos.
Ella no dudó en ir a proteger al sol y su luna.
Con solo mover sus manos, los árboles se caían sobre ellos dando tiempo a los lobos de huir, igual derribaba nieve sobre ellos y grandes vientos se hicieron presentes debido al enojo de Kazuha.
Los lobos terminaron llegando al castillo a salvo notando la gran tormenta, sin saber que o quien lo había provocado.
Regresando a sus formas humanas también se preparaban para la guerra y el escape, la abuela de Yuqi estaba desconsolada porque ambos de sus nietos terminaron muertos por solo jugar con el omega en el bosque. Sunghoon, por otra parte, estaba agradecido con Jungwon por proteger a su omega pero también está dolido porque tal vez el ya había terminado peor.
—Tenemos que irnos de aquí, o si no vendrán por nosotros. —aclaró el hombre.
A pesar de que no les incumbe aquel problema, para ellos la pareja eran parte de su familia y debían ahora estas más unidos que nunca.
Sunoo estaba bastante mal respecto a la situación, jamás pensó que iba a pasar todo ello.
—Maldición hay una tormenta peor que la de hace días. —maldijo Hyuna, todos estaban más que abrigados pues adentro también se estaban congelando.
—No podemos irnos... La tormenta no es apta para los cachorros.
Tenía razón Soyeon, cuanta maldita razón tenía, estaban en serios problemas hasta los mismos niños estaban en peligro. La anciana estaba pensando en cómo poder estar a salvo ya que estaban solos en eso.
—Si llegan... Dejaremos a los cachorros en el sótano subterráneo... —dijo la anciana, ya que ahí nadie se daría cuenta. —Tu también debes estar ahí Sunoo. —dijo mirándolo.
Sunghoon estaba de acuerdo, los demás pelearían o intentarían proteger lo suyo. Esperaban que la tormenta fuera lo suficientemente fuerte para mantener a los guaridas lejos, pero también esperaban que terminara para poder irse.
El sótano subterráneo era una de las cosas ocultas que nadie usaba en ese castillo abandonado pero ahora sería útil.
Sunoo cae de rodillas al suelo mientras toca su vientre con dolor, Sunghoon se preocupa mirándolo como este comienza a quejarse.
—D-Duele... —pronuncia con dificultad.
La anciana se preocupa.
Mientras que por otro lado Kazuha en medio de la tormenta sonríe viendo el último pétalo caer.
Y en toda Corea se oscurece de repente, dejando a todos sin palabras... Porque de la nada un eclipse se había formado en pleno invierno...
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