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—Kang Sunoo... ¿Aceptas a Choi Sunghoon como tu legítimo esposo? —se escuchó la pregunta en la gran iglesia.

Jungwon no esperaba a que en serio su amigo se haya atrevido hacer semejante tontería, porque en sí lo miraba como una tontería, Sunoo se iba a casar con él que suponía que era su enemigo, también quedó desconcertado cuando Sunghoon había dicho "acepto" primero pero ahí estaba, atento a lo que el omega diría.

Lo que también llamaba la atención es que además de Jungwon y los guardias, también estaba una mujer completamente desconocida que solo se encontraba ahí viendo igual la escena con una sonrisa en sus labios, como si los conociera a ambos, y de ahí solo había silencio por la espera de la respuesta de Sunoo quien solo se atrevió hacerlo.

—Acepto. —dijo finalmente Sunoo, la mujer sólo sonrió pero Yang no lo estaba.

Ni siquiera los guardias porque eso significaba que el rey se iba a enojar en cuanto supiera que el príncipe se había casado con el que menos estaba preparado para ser el esposo de su hijo.

—Entonces ya puedes besar a tu omega. —dijo el padre también con una sonrisa, no sabía que a quien estaba casando era al príncipe, sólo había aceptado, sin tampoco tomarle importancia a los guardias quienes eran los únicos invitados.

Para ambos había sido un momento incómodo y Yang pensó que ese era el final pues no pensaba que en serio iban tomar esa acción, ordenó a los guardias salir para llevarse al príncipe y al enemigo al castillo, sin embargo, su orden no fue acatada cuando todos se sorprenden al ver como Sunghoon tomó el mentón del omega y finalmente unió sus labios, Sunoo también están sorprendido pero terminó correspondiendo.

La mujer desconocida pareció aplaudir felizmente, solo sus aplausos eran los únicos, y después se unieron los guardias en cambio Jungwon seguía sin creerlo, en serio lo había hecho, ni siquiera dijo nada al respecto solo miraba seriamente disconforme con la decisión de su amigo, el rey sí que no le iba a perdonar lo que este se había atrevido hacer.

Ahora la pareja se había unido en matrimonio, luciendo aquellos brillantes anillos que Sunghoon había guardado para el esperado día en su reino, aunque no sucedió como esperaba al menos estaba satisfecho de que lograría ser rey, aunque no lo fuera en su reino, cuando el beso terminó, Sunoo fue el único que se encontraba sonrojado y Sunghoon solo estaba de forma seria algo que no demostraba "la felicidad" de estar casado, y ambos sabían que ni siquiera estaban enamorados del otro.

La ceremonia había terminado y ellos solo salieron como si nada, no fue como ellos querían hacerlo, pero eso al menos resolvería algo de sus problemas, cuando ambos salieron la mujer también lo hizo, pero ella se acercó a ambos como si los conociera, y a los guardias en serio les resultó extraño, pero ella no parecía tener malas intenciones cuando lo hizo.

—Se ve que están muy enamorados. —dijo la joven dama, portaba un vestido blanco y cabellos negros, entonces el alfa la reconoció, era la misma que había visto en el bosque pero no entendió porque se le ocurría decir semejante tontería. —Yo les deseo lo mejor, ojalá disfruten el tiempo juntos. —formó una sonrisa.

Aunque a Sunghoon le resultaba muy sarcástico de su parte, la iba a correr en ese momento para que los dejara en paz, sin embargo, Sunoo fue quien le sonrió y se atrevió a corresponderle a la dama de manera amable.

—Gracias. —fue lo único que pudo decir, ella solo asintió y se alejó.

Ellos no dijeron una palabra después, pues Jungwon ya estaba esperándolos en el carruaje, los recién casados no hicieron más que subir en aquel trasporte para ir al castillo, afortunadamente ningún aldeano los había visto o reconocido, ya que eso traería problemas antes de que Taehyun pudiera enterarse.

En Japón, la civilización de los reinos era diferente, los reinos no existían, sólo uno, el cual era la familia con el apellido Nishimura; estos solían extenderse en todos los estados pero siempre había un rey que sólo gobernará, y sólo al primogénito le concedían el trono, para la fortuna de aquella familia siempre los herederos resultaban ser alfas ya que eran de raza pura, en este caso el único heredero había resultado de igual manera ser un alfa, el cual no estaba satisfecho con gobernar en todo Japón, sino que quería expenderse, quería más poder de lo que tenía.

Y sus padres estaban de acuerdo con él.

Riki diariamente recibía a princesas omega o príncipes omegas de otros reinos con la intención de encontrar a su "pareja", y justo ahora estaba frente a una omega que era una princesa en un reino en Rusia, la cual hablaba animadamente de lo buena esposa que sería y que ella gobernaba muchos reinos más pero no le agradaba al joven escuchar tanto relleno en sus historias, no estaba interesado en casarse en una omega que solo parloteaba.

Ni siquiera la escuchaba y sus padres se vieron muy contentos e incómodos, cuando la chica rusa se fue, su padre y su madre sabían que su hijo iba a rechazar a la princesa y por eso recurrieron a otro método, sin que su hijo se diera cuenta. Ni-ki los miró extrañado, en la forma en que sus padres lo miraban de forma nerviosa.

—No quiero casarme con esa tonta rusa. —dice el joven, y sus padres niegan entendiendo a su caprichoso hijo, porque en sí, el príncipe al ser único heredero obtenía todo, era un caprichoso y un detestable príncipe.

—Nosotros... —comenzó la madre, algo nerviosa esperando a que su hijo no se enojara por la decisión que ellos habían tomado. —Hemos enviado una carta, solicitando convertirte en la pareja de un omega en Corea, ese reino es muy poderoso además de que será fácil que gobiernes porque eres alfa. —soltó la mujer.

—¿Acaso madre ese omega es como la rusa? —preguntó.

—No lo sabemos, si ellos llegan a aceptar la petición queremos que lo conozcas y en cuanto te convenzca le pedirás su mano. —afirmó el padre del príncipe esperando a que su hijo aceptará la oferta, Ni-ki era un príncipe muy característico sólo por ser alguien demasiado caprichoso, si algo no le parecía, los reyes tenían que complacerlo, y si algo quería, debían obtenerlo.

Tenía suficiente edad, quizás unos veintiún años, y aún así no había llegado a la madurez a pesar de su gran puesto, aprendió de todo menos a ganar las cosas de su propia voluntad ya que desde pequeño obtuvo todo.

Ni-ki no se mostró incómodo cuando le platicaron sobre su nueva propuesta de matrimonio, es más, sería de gran beneficio casarse con un omega coreano, el linaje asiático era lo más importante en su familia y no debía perderse, también su reino sería mucho más poderoso y se expandería en cuando se casara con él, por alguna razón se sintió orgulloso por primera vez de sus padres, que hayan tomando una buena decisión fue lo "mejor".

—Me convencieron, pero yo quiero ir solo, sin ustedes. —dijo Riki con una sonrisa.

Ambos reyes se miraron incómodos entre sí, se suponía que él ambos padres por parte de ambos lados de la futura pareja debían conocerse, sin embargo, su hijo estaba siendo demasiado egoísta queriendo dejar a sus padres lejos de sus planes.

—Hijo... Para nosotros es importante conocer a tu omega, y mucho más a los reyes progenitores de él. —aseguró la madre, tratando de convencer a su hijo.

Pero ambos sabían que su hijo no lo había aceptado, porque de pronto Ni-ki comenzó a reírse sarcásticamente frente de ellos, como si de una buena broma se tratase.

—Ni de joda los dejaré ir, el que se va a casar con un omega soy yo, no ustedes.

—Pero hijo esto es muy...

—¡Dije que ni de joda! —gritó el joven alfa callando a la mujer en un instante.

¿Cómo es que ambos reyes siendo superiores podían dejarse rebajar a su hijo? Ellos estaba tan cegados por el amor a su único heredero, ya que su otra hija había sido desterrada por traer mala suerte al reino de Japón, por ello es la razón que tuvieron que poner a su hijo bajo el trono con la urgencia de que este se casara prontamente, estaban esperando que su caprichoso hijo dejara de serlo cuando se convirtiera en un rey responsable.

Pero cada día las esperanzas eran bajas, así que un omega también sería algo difícil, suponiendo que nadie soportaba al egocentrismo que tenía el alfa.

Siempre intentaron parar sus malas decisiones, pero Ni-ki era mucho más fuerte por ser alfa puro, la última vez que lo vieron ser dulce fue hace unos meses y solo porque quería ganarse la confianza de los reyes para su beneficio al trono.

—Respetaremos tu decisión. —dice el rey rendido, su esposa no podía creer lo que su marido había dicho, pero el mismo rey no tenía otra opción, estaba demasiado viejo como para pelear con un joven egoísta.

Ni siquiera el mismo Riki agradeció, sólo se marcho, pues iba a dar las órdenes para preparar un barco hacia Corea e ir al reino deseado, todavía no era un rey pero todos sus fieles sirvientes lo trataban como uno a pesar de que no usaba corona, y eso sólo alimentaba su ego, tal vez no había recibido una carta de confirmación de parte del reino coreano donde aceptaban que él pidiera la mano de su hijo ¿pero eso a quien le importa? Si a él ni siquiera le ha importado el bienestar del reino más que el suyo, por ello es que iba a visitar el reino Kang cuanto antes. No sólo para pedir la mano al omega, claro que sólo lo haría cuando le convenciera su persona.

Pero si quería ir antes, ya que a él no le gustaba esperar en nada.

Sus padres no lo detuvieron en su nueva decisión, ya que era muy difícil convencer a su hijo de que cambiara de opinión, la única persona que lo había logrado fue su hermana... Pero ella ya no estaba para hacer que su hermano dejara de ser lo que era.

—Quiero que prepares todo para irme a Corea muy pronto. —dice Ni-ki a uno de sus fieles sirvientes quien siempre le atendía en todo, a pesar de que era algo mayor, siempre estaba atendiendo al joven.

—Claro que sí joven, ¿quiere algo más? —preguntó el adulto mientras anotaba todo lo que el príncipe pedía.

—Sí, quiero que le compres el anillo más caro de todo este reino, incluso del mundo. —Riki quería comprar un anillo de compromiso, no le importaba si gastaba mucho dinero, de igual manera tenía más de lo que obtenía, y si ese omega le agradaba, tenía que ser suyo cuanto antes.

—Como usted ordene, su majestad.

Lo primero que había hecho Taehyun al enterarse del reciente matrimonio de su hijo, fue golpear al alfa enemigo, casi matandolo hasta varios guardias tuvieron que detenerlo, aunque no fue necesario pues Sunghoon también se había defendido a pesar de que este era el padre se su esposo.

Jungwon no quería pensar en lo peor que iba a pasar, tan solo habían llegado unos minutos al castillo y parecía que todo era su culpa por dejar que eso pasara, pero Sunoo aseguró que el se iba a encargar de la situación y confiaba en su amigo omega.

—¡¿Estas en cinta?! —le pregunta enojado Taehyun, sin importar que dañaba los sentimientos de Beomgyu y Sunoo quienes estaban ofendidos por su pregunta. —Si te casaste por él porque estás en cinta, pudimos haberlo arreglado. —todavía Taehyun logró hacer que los guardias lo soltaran, ya más tranquilo pero aún enojado sin dejar de mirar a su hijo y "yerno".

—No... No lo estoy. —dice Sunoo sumiso, tenía bastante miedo, pero quería casarse antes de que su padre lo comprometiera con un alfa que él no quería.

Mínimo Sunghoon le iba a dar libertad durante su "relación" pero los otros alfas sólo lo iban a tratar mal, como si él no valiera más que para parir, por ser hijo de un reino poderoso en corea no le convendría salir con un alfa pues estos sólo lo querían por su puesto y no por lo que era, por ello había escapado de su vida de lujos.

Sunghoon estaba siendo sensible con Sunoo, después de sólo semanas de conocerlo, se dio cuenta de que el omega no era mala persona, pero las personas que lo rodeaban no confiaban en él por ser omega y justo ahora Taehyun lo mendigaba por estar en "cinta" como si fuera la única razón por la que un omega se casaba repentinamente con un alfa.

—No estoy de acuerdo con esto, ¡Te casaste con nuestro enemigo! —señaló a Sunghoon con rabia y odio.

—Fui desterrado de mi reino, eso ya no me convierte en un enemigo. —se defiende Sunghoon sin tampoco dejar de dedicarle una mirada amenazante.

—Con más razón, pensaste en casarte con mi hijo porque así tendrías todo, hasta mi lugar, que grande eres Choi. —se burla secamente Taehyun, pero por más malo que parezca muchos lo miraron con lógica, igual Jungwon dudaba de ese alfa, de hecho todos menos Sunoo lo entendían.

Los guardias apuntaron con sus armas hacia el alfa ya que este intento acercarse a Taehyun, Sunoo se separó de su padre enojado y se puso de lado de Choi, haciendo enfadar a su padre.

—No nos casamos por esa razón, también fue mi decisión. —dijo Sunoo. —Si quieres también matame.

—¿Cuál es la razón por la que lo hiciste? —Taehyun sonríe al saber que su hijo no sabría qué responderle, y la pareja sólo se había quedado callada sin saber qué decir.

Sunghoon solo sintió un gran impulso, ya que Taehyun lo estaba retando, además ya se había metido en aquel problema, debía seguir aquel juego.

—¡Porque lo amo! —gritó Sunghoon, llamando la atención de todos, incluso Sunoo estaba tan sorprendido como Taehyun.

Beomgyu sólo evitó sonreír ante la valentía del chico, Sunghoon no sintió vergüenza de sus palabras, sólo dió una sonrisa de orgullo por haber dicho lo que tenía que decir, aunque no sabía que Sullyoon estaba haciendo que se enamorara poco a poco de Sunoo sin que se diera cuenta.

Taehyun solo le irritó el comportamiento del alfa, no importa que este se haya casado con su hijo, no importa que este lo amara, no importaba si Sunoo lo odiaba por lo que iba hacer.

Sunghoon era un Choi, era de su sangre enemiga y no quería que su familia se mezclara con ese tipo de gente, así que ordenó con tal furia que los guardias lo atraparan, cosa que estos hicieron rápidamente menos Jungwon quien no podía tener una mínima intención de traicionar a su amigo, en cuanto éstos lo tomaron, el rey les ordenó que se lo llevaran al salón de torturas, donde pagará todo lo que había hecho a su hijo para engañarlo.

Sunghoon no protestó, porque ya no tenía ni siquiera a nadie por quien pelear, además, Sunoo estaría mejor.

—No se lo pueden llevar. —y Sunoo casi desesperado corría tras de los guardias, Taehyun intentó detenerlo pero no lo logró, ya que el jóven omega lo empujó y corrió hacia el alfa.

Los guardias pararon su trayecto cuando Sunoo corrió hacia ellos y abrazó al alfa, quien estaba confundido por cómo este se preocupaba por él, Taehyun de nuevo ordenó que alejaran a su hijo de aquel alfa, pero ahora Beomgyu fue quien dijo que no lo hicieran, confundiendo a los guardias.

Mientras tanto Sunoo sólo abrazaba al cuerpo del alfa con miedo, y Sunghoon sin poderlo evitar, acarició el rostro de su esposo y le dió un pequeño beso en su frente.

—Si algo nos separara, te encontraré en mi otra vida. —aquellas palabras salieron de la boca de Sunghoon con una sonrisa cálida como el sol.

Los guardias de nuevo tomaron a Sunghoon, mientras que ahora otros habían llegado para tomar a Sunoo, separándolo del rubio. Intentó ir hacia Sunghoon para evitar lo que estaba a punto de pasar, pero no lo logró y sólo se quedó ahí mirando como se lo llevaban.

Y Beomgyu sólo al ver a ambos enamorados solo pensó en una cosa: "Sullyoon está logrando que ellos se enamoren en poco tiempo".

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