El avión perdió el control. Lottie miró a la rubia, estaba aún dormida, sabía que a pesar de todo, ella debía salvarla. Se levantó de su asiento, quitándose su bolsa de aire sin darse importancia, se movió hacia Sadie. Tomó la bolsa de aire que estaba sobre ella y le puso la mascarilla.

Sadie sintió el aire entrar a sus pulmones y notó el estado de todo, se había despertado. No tuvo tiempo de mirar a Lottie, ni de hacer nada porque ella regresó a su lugar y se puso su mascarilla de nuevo, poniéndose su cinturón rápidamente antes de que el avión se estrellara en el piso.

Las luces empezaron a parpadear. Las chicas gritaban. Había fuego en la parte trasera y una chica se quemaba. Misty logró abrir la puerta y todas salieron, excepto por Shauna, Jackie y Van, quienes estaban dentro.

Todo parecía un caos. Sadie estaba volviendo en si, su estado cambiaba con los gritos y las chicas corriendo por todos lados.

El avión se había estrellado, se había estrellado, maldita sea.

No sabía que era lo que más le revolvía el estómago, si estar tan cerca de ellas, o si era el humo que salía de la avioneta.

Se escuchó un grito alto, incluso más alto que el de las demás chicas, uno que pedía ayuda, la voz del coach Ben.

Sadie se levantó como pudo e intentó ir a ayudar junto con Misty. Era curioso, no se sentía tan incómoda con Misty porque realmente no la veía como una chica como las demás.

Lo encontraron en el piso, una parte del jet estaba sobre su pierna, el estaba sucio y ensangrentado, tratando de liberar su pierna.

Misty corrió hacia el y Sadie se quedó mirando, demasiado aturdida e impresionada por la imagen frente a ella.

—Déjeme ver...–Las demás chicas fueron acercándose. Sadie tropezó con una raíz en el suelo, pero logró estabilizarse y alejarse de ellas.

—Hola chicas...

—¿Si?

—No puedo moverla.–Todas se acercaron para ayudarlo, incluso Sadie, que se quedó al lado de Misty en todo momento, intentando jalar a el coach tomándolo de las manos.

Cuando lograron quitarlo lo vieron; la parte baja de su pierna estaba destrozada. Sadie cayó hacia atrás con ligereza, cayendo sentada. Lottie intentó acercarse, pero Sadie miró hacia otro lado para evitarla.

—¡Oh dios mío!–Gritó Lottie con terror cuando volvió a mirar al coach, quien se había desmayado.

Mari se volteó y empezó a vomitar. Sadie se aguantó las ganas, viendo fijamente hacia la extremidad cortada del hombre frente a ella.

Misty se alejó del grupo.

Van apareció junto a Jackie y Shauna, así que Taissa corrió hacia ella para abrazarla. Misty regresó minutos después, con hacha en mano.

Nadie preguntó, todas estaban demasiado aturdidas como para si quiera formular las palabras adecuadas para ella.

Levantó el hacha al aire y cortó sin piedad.

—¿Qué rayos te pasa?–Preguntó Nat.

Misty tiro el hacha y se quitó el cinturón.

—Es un torniquete...–Murmuró Sadie.

Misty se puso los lentes y amarró la herida.

—¡Ayúdenme a moverlo!–Pidió.

[...]

Sadie se alejó un poco del grupo, le había dicho a Misty que iría a buscar por alguna arma o comida.

Gracias a dios le había creído.

Había encontrado un par de cigarrillos en el avión, así que tomó uno, un cigarrillo y se alejó. Prendió el cigarrillo cuando escuchó los gritos del coach.

Empezó a fumar lentamente, pasando saliva. Todo esto iba a causarle aún más pesadillas de lo normal, incluso más si Lottie seguía queriendo acercársele.

Dejó salir el humo blanco de sus pulmones y tosió. Esto era extrañamente relajante, y sumamente dañino.

Igualmente no pararía, porque lo que la relajaba algún día iba a matarla, y que mejor que si la mataba justo en este instante, donde se sentía más que miserable.

Se escucharon un par de crujidos entre los árboles, pero no les hizo caso, si era un animal salvaje, entonces mejor que la devorara pronto y sin que ella supiera, como a los animales de granja.

Ella era como una oveja: una oveja a la que la naturaleza mataría por detrás sin que an ella le importara, si moría no gritaría, igual, nadie la esperaba en casa para la cena.

Lottie apareció de entre los árboles, Sadie subió la mirada y la volvió a bajar, sintiendo un escalofrío pasar por su cuerpo.

—Encontramos un par de maletas... y al coach en un árbol...–Ella miró hacia un lado con curiosidad, aún sin encontrar fuerza para verla, o para preguntar sobre el coach. Lottie entendió sin necesidad de escucharla–El salto del avión, Laura Lee lo encontró porque su sangre goteaba... Travis intentó bajarlo, pero el peso hizo que cayera... no deberías de fumar.

—A nadie le importa.–Logró decir después de tragar saliva, pero aún sin mirarla.

—A mi me importa.–Admitió sin temor.

—Claro que no.

—...También es de mala educación no mirar a alguien cuando te habla.–Ella le dio otra calada a su cigarrillo. Recordó todo lo que su madre le había mostrado, todo lo que le había enseñado. Su condición era una enfermedad, y estar cerca de gente como ella solo lograría que se empeorara.

Aceptar sus deseos por Lottie haría que empeorara.

—¿Y ser un metida no lo es? No te importa lo que hago o dejo de hacer yo...–Murmuró más para si misma, pero obviamente, con el silencio del bosque, Lottie logró escucharla.

Lottie sintió un dolor en su pecho, la chica de sus sueños, literalmente, estaba rechazándola, y no solo eso, la estaba tratando como una mierda.

—...Tienes razón, no me importa. Haz lo que quieras.–Empezó a alejarse de Sadie. Quien la miró apenas la castaña empezó a alejarse. Espero que estuviera lo suficientemente lejos para levantarse y pisar el cigarrillo.

—Si sigue así, sin duda me colgaré de un árbol.–Mascullo y se fue tras de ella, quedándose lo más lejos posible para no cruzar caminos.

[...]

Shauna iba con Javi, la mayoría de las chicas estaban ayudando a cargar al coach. Jackie iba más atrás, junto a Nat, Travis y Sadie. Sadie se mantenía lo más alejada de Nat que podía, aunque sabía que ya no podría evitar estar cerca de ellas.

En este punto solo podría refugiarse en el coach Ben, cuando Misty no estuviera babeando por el, con Travis, o con Javi.

—Tomen.–Nat les ofreció a Travis y a Sadie un poco de alcohol que llevaba en una petaca.

Travis fue el primero en tomar, luego se lo ofreció a Sadie, quien lo pensó por un par de segundos, pero recordó cómo su madre se ponía cada que bebía y decidió decir que no, Travis le regresó la petaca a Nat, quien tomó sin dudar.

—Todo esto está jodido.–Admitió Sadie.

—Siempre lo ha estado. Solo que ahora es más claro.–Añadió Nat.

[...]

La noche había caído, todos estaban alrededor de una fogata que Nat había encendido.

Sadie se acercó a Travis, quien a pesar de quererla alejar, sabía que no funcionaría.

—De seguro que el avión tiene un transmisor de emergencia que envió una señal de auxilio.–Aseguró Shauna. Sadie jugó con las agujetas de sus zapatos, el pánico que ellas tenían de lo del avión le ayudaba a esconder el pánico que ella tenía al estar cerca de todas las Yellowjackets y Misty.–Nos rescataran por la mañana.

—Aún así. Deberíamos de conservar comida en caso de que la ayuda llegue más tarde.–Razonó Jackie.

—¿Quieres que guardemos las nueces?–Le preguntó Van con enojo.

Nat miró hacia donde estaban Travis y Sadie, pero solo Travis le devolvió la mirada.

—¿Por qué te molesta tanto estar cerca de ellas?–Cuestiono Travis por lo bajo.

—No lo entenderías.

—Creo que lo haría. No eres la única con problemas aquí.

—No pero mis problemas son distintos a los tuyos. Mi padre no engañó a mi madre porque mi madre fue el cuerno.

—¿Cómo sabes que...?

—¿Importa? Solo lo sé. Escuchas muchas cosas cuando realmente no hablas con nadie...

—Tienes amigos.

—Tengo conocidos. Pocos pueden ser considerados amigos.–Lo miró.

—¿...Cómo sabes que alguien es tu amigo?

—Porque se que si se enteraran que estoy perdida, no estarían bien.

—Creo que no tengo amigos entonces.

—Bienvenido al club.

[...]

Todos estaban en silencio, solo se escuchaban los sonidos de la naturaleza.

—¿Estás bien Laura Lee?–Le preguntó Taissa.

—Esto es mi culpa.–Admitió.–Hice algo muy malo. Estuve fallando en mi lección de piano hace días, y la señora Bronphy me gritaba. "Esta mal, sostenido, sostenido". Y ya no pude soportar... le dije una mala palabra. En mi mente pero, dios me oyó. Y ahora nos castiga.

—¿Cómo la llamaste?

—Zorra.–Murmuró después de batallar para que su voz se escuchara. Van soltó una carcajada y después las demás empezaron a reír. Sadie miró hacia otro lado con una sonrisa.

—Yo robo ropa barata en TJ Max.–Aseguró Lottie y la sonrisa de Sadie desapareció.

—¿Qué?–Cuestiono Van.

—La regrese y me dieron créditos que nunca uso y tengo miles de dólares en TJ Max.–Todas rieron aún más, incluso Lottie, quien parecía algo avergonzada.

—Yo ahm... solía bajar en las noches cuando todos dormían y veía "el color de la noche" para... poder pausar en el miembro de Bruce Willis.–Dijo Jackie.

—Sin duda fue por eso que caímos.–Se burló Taissa y siguieron riendo. Misty se levantó y se alejó del grupo. A Sadie le dio curiosidad, pero no la suficiente como para seguirla.

—La verdad, Jeff no es malo, pero... ¡demonios! ¡Wow!

—¿Y tú, Bradley?–Sadie apenas miró a Taissa cuando le preguntó.–¿Qué mal has hecho como para que cayera el avión?

—...Yo...–Ella trato de pasar saliva, pensando en cómo podía responder a eso.

—Yo me drogue un día antes de venir, en la fiesta.–Se adelantó Nat al ver como a Sadie se le dificultaba.–Tal vez por eso y por casi cojerme a un chico es porque estamos aquí.

—¿Casi?–Se burló Jackie y rieron.–¿Que me dices tú, Shipman? ¿Algún secreto importante como para tirar un avión?

—Ahm...–Se escuchó el grito alto del coach y se terminó el juego. Todos se levantaron para ir a ver. Misty estaba sosteniendo un hierro caliente.

—¿Qué demonios Misty?–Interrogo Taissa.

—...Tenía que detener la hemorragia.

[...]

Se quedaron todas dormidas un par de minutos después. La única que se mantenía despierta y mirando al fuego era Misty.

Y la única que miraba hacia las estrellas era Sadie, fingía estar dormida, porque no podía realmente dormir.

Miró a su lado y Travis estaba completamente dormido con la boca abierta. Devolvió su mirada al cielo y suspiró con cansancio, necesitaba dormir, pero era difícil al estar tan cerca de ellas... de ella en específico.

Quien sabe, tal vez estar más cerca de ella detendría sus pesadillas.

O tal vez las empeoraría.

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