[3] 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫í𝐚 𝐦𝐚𝐝𝐮𝐫𝐚𝐫

— ¡Buenos días, princesa! — gritó Brandon mientras daba golpes en la puerta de mi habitación— A desayunar todo el mundo.

— Joder— maldije — ¡Ya voy!

Me levanté de la cama con un nido de pájaros en mi cabeza, o eso parecía. El peine hizo su trabajo y fui escaleras abajo para desayunar aquellas tortitas tan ricas que mi madre siempre cocinaba los sábados.

— ¿Que tal llevas los exámenes?— me preguntó mi padre mientras metía un trozo de tortita en su boca.

— Bien— me limité a decir.

— Jackson, deja a la niña en paz — soltó Mamá mientras me daba un beso de buenos días — Se acaba de levantar.

— Bueno, pero ya que hoy se va de fiesta — empezó a decir mi padre, pero lo corté secante.

—No voy a ir a la fiesta — dije y empecé a desayunar.

Emily desde el sofá gritó.

— ¡Pues me quedó yo con la entrada y el regalo que le trajeron hace un rato!

— ¿Perdón?— miré a Brandon confundida, quien estaba sentado a mi lado, pero este solo se encogió de hombros.

Salí disparada hacia el salón y le pregunté a mi hermana de que estaba hablando. Esta estaba abrazando a Addison en el sofá, y las dos me miraban muy sonrientes.
Entonces vi una bolsa de color blanco en la mesa central.

— ¿Quien lo trajo?— la cogí y saqué lo que había dentro, el vestido — Emily — susurré.

— Lee la nota — me dijo y miré dentro de la bolsa, y allí estaba.

<Esperamos verte con él puesto esta noche,Te queremos.
Mag y Jo>

— Creo que digo en nombre de todos que nos gustaría mucho que fueras hoy a la fiesta — dijo Brandon apoyado en la puerta de la cocina, captando mi atención.

— Si, cariño— mi madre me dio un caluroso abrazo por detrás— Conocerás a gente nueva.

— Me lo pensaré — me limité a decir y vi como mi hermana mayor sonreía.

— No tienes mucho tiempo para pensártelo — dijo con tono burlón Addison.

— Una tarde— le siguió la gracia Connor y rieron.

• • •

Eran tan solo las cuatro de la tarde y lo único que había hecho en toda la mañana había sido comer y ver fotos pasar en la pantalla de mi móvil. Un mensaje apareció en este, era Finn, pero lo ignoré.

— ¡Hey bitch!— gritó alguien desde el jardín y me acerqué a mi ventana. Allí estaba Maggie saludándome con cara de psicópata e intentando hacer pasos de baile.

— Trepa por el árbol — le grité desde mi ventana abierta, y así hizo.

Maggie recogió rápidamente su corta melena en una coleta baja y fue apoyando sus manos en los agujeros que habíamos hecho hace muchos años atrás para poder trepar por este.

— Joder Lotty — se quejó una vez consiguió entrar en mi habitación — Que poca resistencia tengo amiga — reí y esta se lanzó a mi cama provocando un silenció entre las dos.

— Gracias por el regalo — le dije mientras me limaba las uñas, sentada en el escritorio.

— No las des Lotty — se limitó a decir — Bueno, ¿quieres que te haga el make up para la noche?  — se levantó de la cama en la cual estaba sentada y asentí.

• • •

— Tía estás guapísima — dijo Jo mientras me veía bajar las escaleras con Maggie.

— Creo que alguien va a perder su V-card esta noche— soltó Hunter y Brandon lo asesinó con la mirada— ¿Qué? No me mires así, no es mi culpa que tu hermana se llevará los buenos genes— Brandon rodeó los ojos y mi madre no pudo evitar reírse— Bueno señoritas— Hunter se giró mirando hacia la puerta y subió los brazos para que nos enganchásemos de este—Hoy va a ser una gran noche.

— Cuídate mucho y pásalo bien— dijo mi madre y le grité un Gracias mientras corría, pisando ya el jardín principal.

Frené a mi hermano mientras el resto de mis amigos se iban montando en la parte trasera del vehículo.

— Bran— le agarré de la mano— ¿Podría conducir hoy el coche?— dije e intenté poner aquellos ojos de cordero.

— Bueno— suspiró— Está bien — dijo mientras me daba las llaves del Kia— Pero sólo hoy.

— Joder Brandon, déjame aunque sea solo hoy — dije pero miré fijamente a mis manos las cuales estaban sosteniendo las llaves del coche.— Espera, ¿Has dicho que me dejas?

—¡Si! — gritó mientras se subía al asiento del copiloto — Pero no se lo digas a Addison ni a Connor, perdería una apuesta— rió.

• • •

— Hey homie — se saludaron Cedric y Brandon, nada más entrar.

— Lotty— me abrazó Cedric— Que guapa estás  — se podría decir que sus ojos me analizaron de arriba a bajo.

Cedric Wilson, somos vecinos desde que éramos enanos. Un chico alto, de pelo castaño y unos ojos oscuros. Él junto a Finn, Aiden, Brandon y Zane forman el grupo popular del instituto o eso dicen ellos.

— Gracias— dije con las mejillas sonrojadas.

— ¡Venga, que empiece la fiesta!— gritó Maggie mientras cogía una cerveza y los dos reímos.

• • •

— ¡BadGyal! — cantabamos o gritábamos, depende de cómo lo vieras, mis amigos y yo.

Maggie movía sus caderas al ritmo de la música de Badgyal, rozando su cuerpo contra  el de Hunter. Jo y yo nos reíamos mientras intentábamos que no se nos cayesen los vasos con la bebida.

—Lotty me está subiendo el alcohol  — me gritó al oído.

— Te dije que no lo probaras— le dije sin parar de mover mis caderas.

— Lo sé—  siguió bailando y gritando— ¡Pero esta es la mejor sensación del mundo!— reí.

—Voy a por un poco más de Nestea— le dije al oído y esta asintió.

Me acerqué a la cocina e intenté coger las botellas de Nestea que estaban encima de la nevera. Apoyé las rodillas en la encimera y conseguí bajarlas sin rasguño alguno.

— ¿Qué tal lo estas pasando?  — me sorprendió Aiden, colocando sus manos en la isla central.

— Bueno, podría haber sido peor— le dije mientras bebía un sorbo de mi vaso. Él apartó la mirada y sonrió— ¿Qué? — pregunté desconcertada.

—Estás preciosa— podía notar un brillo en sus ojos. Lo miré de arriba abajo y fruncí mi ceño.

— ¿Qué pasó, ya te aburriste de la otra chica?  — dije sorprendiéndole—  Venga Aiden, los dos nos conocemos. 

Bradley rodeó los ojos y fue derecho a la pista de baile, otra vez. Giré sobre mis pies y rellené aquel vaso rojo.

— Carambas Charlotte— dijo una voz familiar a mi lado— Siempre tan ruda.

— Zane,— le sonreí — ¿No te cansas de meterte en conversaciones ajenas?

— No, la verdad es que nunca me cansaré  —  dijo y los dos reimos.

Me senté en la encimera y bebí un trago mientras veía a mi amiga bailar con un chico de tez oscura en la pista, se le veía tan contenta.

—  Creo que se ha cabreado porque lo llamaste por su nombre— Zane estaba mezclando su bebida con larios y sentí una tentación por probarlo.

— Tiene que madurar, ya tiene dieciocho años —  dije y aparté la mirada de la botella.

— Si bueno, ya sabes como es Bradley—  dijo mientras me daba unas palmaditas en la pierna—  Un placer verte aquí pequeña Miller— le sonreí.

Permanecí un rato sentada allí, observando el panorama mientras disfrutaba de la bebida. Vi como mis amigos estaban bailando en grupo y no pude evitar sonreír.

Bajé de la encimera y tiré mi vaso a la papelera, para luego subir las escaleras en busca del baño. La última vez que había estado en esta casa fue cuando yo apenas tenía los nueve años cumplidos, pero la recordaba como si viviese en ella.

Entré en el cuarto de baño y me senté en el suelo, colocando mi pelo en un moño alto. Saqué mi teléfono del bolsillo y empecé a navegar por instagram. Vi las stories de mis amigos, gente comiéndose la boca en la fiesta.

— Joder Daisy — se quejó una chica mientras abría la puerta del baño— Lo siento, no sabía  que estaba ocupado — se disculpó pero enseguida me incorporé.

— No te preocupes, solo estaba intentando evadirme— Sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

Salí del baño y vi a la supuesta Daisy, tirada en el suelo tratando de beber más alcohol de su vaso medio vacío.

— ¿Y tú que miras zorra? — soltó.

Rodeé los ojos y bajé las escaleras corriendo en busca de mis amigos. Visualicé a Hunter y a Maggie hablando con una chica.

— ¡Lotty! — me gritó mi hermano desde la otra esquina— ¡Ven, acércate!

Volví a mirar a mis amigos y luego a Brandon, me replanteé un momento las dos ideas pero un brazo me agarró por detrás impulsándome hacia la dirección de mi mellizo.

— Venga Charlotte — dijo Zane.

— Me las vas a pagar — le susurré y este me sonrió.