𝐬𝐢𝐱
[6] 𝐩𝐨𝐫 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬
— ¡Charlotte! — escuché la voz de Emily llamarme desde la planta de abajo.
Hice caso omiso. Estaba intentando terminar el trabajo de Historia del arte, el cual tenía que entregar esta semana. Tecleé los más rápido que pude en el MacBook, sabía que en cualquier momento mi hermana mayor aparecería por esa puerta para entretenerme con alguna chorrada de sus ligues.
— ¡Charlotte, baja ahora mismo! — volvió a gritar.
— Joder — mascullé.
Cerré la tapa del portátil, mordiendo mi lengua de rabia. Emily y Brandon, la mayoría de las veces, conseguían sacarme de mis casillas.
Bajé las escaleras farfullando.
— ¿Qué quieres? — pero antes de que pudiese terminar la pregunta, vi a mi hermana apoyada en el marco de la puerta.
— Tienes visita — me interrumpió.
— Hola Charlotte — esa grave voz hizo que mi piel se erizase.
Entonces lo vi, se encontraba de pie con esa chaqueta de cuero y esos pantalones ajustados, pasando la mano por su nuca.
— Bueno— comenzó a decir la mayor de los hermanos Miller— Creo que voy a subir a mi habitación— esta chocó su hombro con el mío y me guiñó el ojo— Es muy guapo— Emily se fue corriendo escaleras arriba, causando una risa tonta en los dos.
— Si estás aquí por mi hermano, ahora mismo no está— comencé a decir— Vendrá más tarde.
Brandon había abandonado hace media hora la casa para acompañar a Daisy a la clínica para el aborto. Nunca en mi vida había visto a mi hermano tan nervioso como hace un par de horas atrás, tiritando del miedo.
— Lo sé, vengo a verte a ti— suspiró fuerte — Bueno, ¿me dejas entrar?.
— Si, claro, perdón— dije haciéndome a un lado, para que sus largas piernas entrasen en mi casa.
— Me acuerdo cuando correteábamos por aquí — señaló el salón.
— Eran los mejores tiempos.
— Si— susurró y un silencio invadió nuestro espacio.
— Aiden— capté su atención y este clavó sus ojos en mi— ¿A que has venido?
— Quería disculparme— los dos nos sentamos en el sofá— Por el comentario de esta mañana.
— No hacía falta— jugué con mis dedos — Yo tampoco reaccioné bien en ese momento.
Aiden cogió mi mano y la apretó fuerte.
— Lo digo enserio Charlie— me encanta que me llamase así. Su voz suena tan dulce cuando dice mi nombre de esa manera— De verdad que lo siento, por todo.
— Fue un simple comentario, en ese momento estaba rebelde— reí para quitarle la incomodidad al asunto. Pero este seguía con un mirada neutra.
— No lo digo solo por eso— agachó su cabeza para luego volver a juntar nuestras miradas — He sido un completo imbecil durante tantos años.
— Charlotte— gritó Addison dando saltos por el salón— ¡Oh Bradley!— abrió los ojos y volvió a gritar cuando se percató de su presencia.
— ¡Addison!— le devolvió el saludo de forma chistosa.
Aiden cogió a Addison para abrazarla fuerte y colocarla en sus piernas. Esto provocó una calurosa sonrisa en mi.
Desde que Addison era muy pequeña, Bradley la ha cuidado como si fuese su hermana, y era bonito ver a estos dos jugar en el jardín o en las fiestas de cumpleaños de los Bradley.
Nuestras familias han sido uña y carne desde tiempos inmemorables, aunque si es verdad que con el tiempo Emily y yo nos hemos distanciado de esas típicas comidas que solían realizar.
Como suele decir el mito, el instituto fue un factor importante en la separación de estas comidas. Aiden y yo ya no nos hablábamos,así como con el resto del grupo de mi hermano.
Hasta este momento. Como siempre dice mi amiga Joshepine, el Senior Year es mágico, tanto como para revivir costumbres que creías muertas.
— Tienes que venir más a menudo — dijo abrazándolo muy fuerte— Como en los viejos tiempos.
Bradley sonrió— Te veo muy crecidita, ¿cuantos años tienes ya?
— Connor y yo cumplimos 13 en unos meses — dijo orgullosa.
— Con la adolescencia pisando tus talones y aún conservas esa dulzura y alegría.
— Siempre— le besó en la mejilla para saltar al suelo — Bueno, perdón por la interrupción tortolitos, me vuelvo a mi castillo.
Addison desapareció de nuestra vista dando saltos, y enseguida unas risas invadieron el salón.
— Veo que aún conserva esa magia que tenia a los seis años— reímos dulcemente— Bueno, será mejor que me vaya— se levantó del sofá mientras peinaba su pelo— Espero que esto nos ayude para volver a cuando éramos pequeños.
— No sé— dije vacilando mientras caminábamos hacia la puerta principal— ¿Seguirás siendo tan capullo?
Bradley se giró cuando había cruzado ya la puerta, haciendo que nuestras miradas se fundiesen.
— No prometo nada — rió y sonrió cabizbajo — Lotty.
— ¿Si?— susurré esperanzada.
— También siento haberte incomodado en la fiesta del sábado— abrí mis ojos sorprendida — Por lo del beso, no era el momento.
—No te preocupes— reí— El alcohol— Lo excusé, y este negó con la cabeza. Pero por dentro los dos esperábamos que no hubiese sido por el alcohol.
Observé desde la puerta como Aiden subía en su Jeep negro y se adentraba en la carretera d la urbanización.
• • •
— Yo escojo la película— dijo Maggie mientras esperábamos en la cola del cine —¡MidnightSun!— hizo unos gestos con sus manos, como si dibujase un gran arcoíris.
Después de la mañana movidita y la charla con Aiden Bradley, mis amigos habían decidido sacarme de casa. Y aquí nos encontrábamos, a las nueve de la noche en un centro comercial para ver una película de besuqueo.
— Dos de palomitas grandes con mantequilla — le pidió Hunter educadamente a la dependienta— Y dos coca-cola's y dos aguas, por favor.
— Así serían diez con cincuenta, por favor — sonrió tiernamente mientras nuestro amigo depositaba el dinero— Muchas gracias y que disfruten de la película.
Los cuatro amigos nos adentramos en la sala entre carcajadas. Nos sentamos en las butacas del fondo y esperamos a que los anuncios comenzaran.
— ¿Oye esos no son los de la fiesta? — preguntó Maggie.
— ¿Que?— fijé mi mirada en ellos.
Eran Zane y Cedric, el rubio subía las escaleras de dos en dos haciendo el tonto mientras que Cedric parecía echarle la bronca. Este entabló la mirada conmigo, dibujando enseguida una sonrisa.
— ¡Charlotte!— gritó, provocando que algunos de los presentes en la sala le respondieran con un Shh.
— Shh tú— vaciló Zane a aquel sujeto. La pareja de amigos llegó hasta nosotros con una sonrisa dibujada en su rostro.
— ¿Y vosotros aquí?— pregunté mientras Cedric se sentaba a mi lado y Zane en la siguiente butaca.
— A este hombre de aquí le apetecía perseguir a una chica— le dio un golpe leve en el pecho — Y aquí me tiene, de pardillo— Maggie y Jo se rieron, y no pude evitar sonreír.
— Hunter — me giré para pedirle palomitas, pero vi que había conseguido ligarse a la chica que se había sentado a su lado— Bueno, ya más tarde si eso.
Los cinco reímos.
— Pensé que tu amigo era gay — dijo Zane mientras le daba un sorbo a su refresco.
— Bisexual— corrigió Hunter apartándose de los morros de la muchacha— Zane y Cedric se miraron.
— Siempre dice que puede picotear de todo — Maggie se puso las gafas de sol y Jo le empezó a echar la bronca.
— Por favor Maggie quítate esas gafas ahora mismo.
— No eres mi madre señorita Blake — dijo mientras bebía por la pajita.
— Está tía tiene mucho rollo— soltó Cedric y todos reímos.
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