[9] 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐠𝐮𝐞, 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳

— ¡Jojo dámelo ahora mismo! — gritó Maggie desde la rinconera del sofá.

— No sin que antes me devuelvas el bol de galletas— dijo mientras corría en círculos con el móvil de la rubia en su mano.

La lección del día es que si le quitas la comida a Josephine Blake se podría acabar el mundo para ti.
Después de una tarde de compras escogiendo un modelito que acompañase nuestros bikinis para la fiesta, mis amigas me habían enredado para cenar juntas en casa. Como siempre para mis padres la presencia de Jojo y Mags era un tesoro.

— ¡En 10 minutos estará la cena! — escuchamos gritar a mi padre desde la cocina.

— ¿Oíste Jo? — Mag se subió al sofá colocando el bol encima de su cabeza— Vamos a cenar así que deja de comer, si te lo terminas no vamos a tener para la película.

Joshepine abrió la boca molesta y los ojos azules de la castaña fueron directos hacia mi.

— ¿No le vas a decir nada?— soltó ofendía y reí. Me levante del sofá quitándole el bol a Maggie y colocándolo en la mesita central.

— Chicas he visto niñas de 10 años más maduras.

— Puede ser— dijo Jo mientras entrábamos en la cocina— Pero no más divertidas.

— Touché.

Las tres supernenas nos sentamos en la isla central entre risas esperando a que mis hermanos bajasen de sus habitaciones. La primera en llegar fue Emily quien dibujó una calurosa sonrisa en su boca al ver la compañía que teníamos.

— Ya decía yo que había escuchado muchas risas en el salón— dijo mientras se sentaba al lado de Maggie— Porque un noviecito no iba a ser, eh Lotty.

Emily me guiño un ojo picarona y yo le saqué la lengua. Connor y Addison entraron discutiendo y se sentaron en frente a nosotras.

— Yo lo había cogido antes— protestó el pequeño.

— Tienes que espabilar Miller— le devolvió una sonrisa la rubia, algo que hizo que todos allí riésemos, atragantándome con el agua.

— ¿Y Brandon?— le pregunté a Mamá quien nos estaba sirviendo los espaguetis.

— Hoy dormirá con Bradley— dijo con una sonrisa forzada.

— ¿Y eso?— solté sorprendida.

— Porque si — se limitó a decir para echarle a Jo una cucharada grande de comida en el plato.

— ¿Un día por semana?— levanté mis cejas, llevando el tenedor directo a mi boca.

— Si Charlotte— Jo y Mags se miraron, dándome a entender que no era la única confusa allí.

— ¿Y no te parece un poco raro?— Noté como los ojos de mi padre se clavaban en mi, con furia.

— Cariño— se acercó por detrás de mi y me dio dos golpecitos en la espalda— Fin de la conversación.

No le di más vueltas y seguí comiendo los espaguetis. Mi madre empezó a preguntar sobre los estudios a mis amigas, algo que incomodo bastante el ambiente.

— ¿Y tenéis planes para este finde?— cambió de tema mi hermana.

— Creo que no— solté y las dos me miraron incrédulas— Bueno, nos invitaron a una fiesta.

— ¿Y vais a ir?— preguntó mi padre. Sabía que esto era una pregunta trampa, no podía ser tan fácil.

— Si— dijo Mags y Jackson, el jefe de la casa, clavó su mirada por segunda vez en mi.

— Bueno, solo si me dais permiso — esperé ansiosa la respuesta.

— Pues claro que te lo damos cariño — mi madre le dió un codazo a papá— Te recuerdo que tú también fuiste un adolescente Jackson.

Todos allí reímos.

• • •

El despertador retumbó por toda la habitación, provocando un dolor insoportable en mi cabeza. Acerqué mi mano hasta el reloj y lo apagué.

— Mierda — mascullé.

Mags y Jojo se habían marchado a las dos de la mañana, cuando terminamos la película, por lo que las horas de sueño de esta noche no llegaban ni a cuatro. Me froté los ojos y así quitar las legañas que tenía, para levantarme de cama e ir directa al armario.

Cogí una falda de lunares negra  con un crop top blanco liso, y me vestí corriendo.Ya era viernes, por lo que en cualquier momento de este finde podría ser la fiesta en la piscina.

— Buenos días — me dijo mi padre cuando me vio entrar en la cocina.

— ¿Y mama? — pregunté mientras me preparaba un bol de cereales.

— Hoy entró a trabajar a primera hora— aclaró y siguió tomando su café.

Emily entró en la habitación acompañada de los pequeños mellizos. Quienes traían una sonrisa dibujada en su rostro.

— Hoy tienes que llevarnos a clase Emily— le pedí ya que mi hermano seguía en casa de Aiden.

— Imposible, tengo examen a primera hora y la universidad está a media hora de aquí— cogió  un plátano del frutero y empezó a pelarlo.

— Genial— ironicé — ¿Papá?

— Tendréis que coger el bus.

— Que ganas— solté y seguí comiendo mis cereales.

A diferencia mía, quien tenía cero ganas de pisar un bus escolar, mis hermanos estaban más que contentos.

— Alegra esa cara Charlie— me dijo Connor y los dos mellizos empezaron a reírse.Reí falsamente y dejé mi cuenco en lavavajillas.

— Voy a terminar de prepararme — informé y subí las escaleras.

Entré en el baño para lavarme los dientes y peinarme el cabello. Cogí una scrunchie  del cajón y me recogí un poco de melena en una coleta para dejar el resto suelto y dos mechones delante.
Miré el móvil, quedaban solo quince minutos para que el bus pasase por delante de casa. Fui hacia mi habitación para calzarme con unas converse blancas altas, coger una cazadora negra vaquera y la mochila.

— He visto a tortugas prepararse más rápido — se quejó Addison mientras me veía bajar las escaleras.

— Como sigas hablándome así no volverás a ver tortugas— le dije y escuché a mi padre reñirme desde la cocina.

La pequeña rió triunfante y salimos de la casa con prisa. Los mellizos se sentaron en la acera para esperar al bus mientras que yo caminaba de un lado hacia el otro.

Vimos que pasaban coches y coches por la carretera de la urbanización, pero ni rastro del bus. Un Ford Todoterreno salió del garaje de la casa de Cedric, aparcando en frente a nosotros.
La ventanilla del coche blanco se bajó, dejándonos ver la sonrisa del castaño.

— ¿Queréis que os lleve?— se bajó las gafas de sol para hacer contacto visual y no pude evitar sonreír— No querréis llegar tarde— los tres hermanos subimos al coche y empezó el trayecto al instituto.

— ¿Y tu hermano?— preguntó mientras le bajaba el volumen a la radio.

— Durmió con Bradley, así que nos quedamos sin medio de transporte— Cedric rió.

• • •

Después de dejar a mis hermanos en el Middle School fuimos directos a clase. Cedric dejó el coche en su plaza del parking.

Aún faltaban veinte minutos para que sonara la campana anunciando el inicio de las clases, por lo que el parking estaba hasta arriba de adolescentes.

Me bajé del coche y empecé a notar las miradas de la gente hacia nuestra dirección. Cogí mi mochila del maletero y vi que los adolescentes seguían sin quitar la mirada.

— Pasa de ellos— me dijo mientras pasaba su mano por mi espalda y nos adentrábamos en el instituto— Solo quieren más rumores y más drama.

— Si— me limité a decir mientras visualizaba a mis amigos en las taquillas— Muchas gracias por acercarnos.

— No me las dees— sonrió— Si necesitas que te acerque más veces no dudes en decírmelo.

— Bueno, será mejor que vaya a por mis cosas— sonreí.

— Si, estaría guay— reímos— Nos vemos por ahí— nos separamos y fui directa hacia mi taquilla.

Abrí el locker evitando las risas y miradas de mis amigos. Cogí el libro de Historia y rodeé los ojos al cerrar la puerta de esta.

— Bueno, bueno señorita Miller— dijo Mags apoyando su espalda contra los lockers.

— Así que ya tienes otra presa— bromeó Hunter.

— Sois idiotas— empecé a caminar por el pasillo mientras que mis amigos se colocaban a mis lados— Esta vez si es de verdad, es solo mi vecino.

— Hasta que acabéis morreandoos— soltó Jojo y le di un golpe en el brazo— Vaya fuerza amiga — los cuatro reímos.

• • •

Me adentre en la clase de economía y lo vi allí sentado, detrás de mi asiento, como siempre.
Desde la fiesta del sábado no habíamos hablado del tema y con suerte cruzábamos miradas o un Hola.

— Hola— lo saludé y él me sonrió de vuelta.

Me senté en la silla y cogí mi teléfono, empecé a navegar por instagram hasta que me puse a pensar si realmente valía la pena evitar todo lo que había pasado en la fiesta entre Finn y yo.

— Mira Finn— me giré y vi que tenía su mirada hacia mi— Siento no haberte dirigido la palabra durante toda la semana, he sido una completa imbecil— en su boca se dibujó una sonrisa y sus ojos transmitían esperanza.

— Yo también lo siento, debí haberte dicho algo  y no acojonarme por Bradley.

—¿Perdón?— negué con la cabeza— ¿Que has dicho?

— No debería decirte esto, pero Bradley me dijo que tú y él estabais empezando algo— suspiró y despeinó su melena— Que yo no debía entrometerme y eso hice, pensé que si dejaba pasar un par de semanas podría volver a ser tu amigo.

— Aiden y yo no somos absolutamente nada y aunque lo fuésemos, eso no le da el derecho a decidir mis amistades— bufé.

— Entonces, ¿Amigos otra vez?— en ese momento las expresiones faciales de Anderson cambiaron de alegría a tristeza.

— Si, por supuesto — sonreí.

Después de arreglar las cosas con Finn, el profesor de economía entró en el aula con un montón de papeles en su mano. Eso solo significaba una cosa.

— ¡Examen Sorpresa! — gritó y todos empezamos a murmurar por lo bajo.

• • •

Después de dejar mis cosas en la taquilla entre sonriente en el comedor. Vi a Hunter discutir con Jo en la mesa de siempre, cogí una bandeja colocando un batido de fresa y  dejé que la señora que trabajaba allí me sirviese un sándwich de jamón y queso.

— Gracias— dije y ella me sonrió. Me senté al lado de Hunter y le di un bocado al sándwich.

— ¿Y tú tan sonriente?— me preguntó el moreno.

— Hoy va a ser buen  día— dije mientras bebía agua. Mis amigos me miraron confundidos, esperando a que les contase que estaba ocurriendo— Finn y yo somos amigos otra vez.

— Pobre— dijo Jojo dandole un sorbo a su batido de vainilla.

— ¿Pobre por qué?— uní mis cejas.

— Vamos Lotty— se quejó Hunter— Él si que parecía estar pillado de ti.

— Hasta las trancas— terminó Jojo.

— Y no como el estúpido de Bradley.

— Oye Bradley no es estúpido— me quejé mientras seguía comiendo el sándwich. Mis amigos se miraron pero cambiaron de tema y empezaron a discutir sobre historia del arte.

Mi subconsciente empezó a pensar en Aiden, y en todo lo que había pasado en las pasadas 24 horas. Realmente este curso estaba siendo un caos. Mis ojos se pasearon por todo el comedor hasta llegar al ventanal. Vi a mi hermano apagado, mientras que el resto de chicos parecían pasárselo bien entre ellos.

— Vengo ahora— les dije y escuché un vale por parte de Hunter. Me dirigí a aquella mesa y me senté en frente a mi hermano, uniendo nuestras manos— ¿Que ocurre?

— Nada— se limitó a decir mientras separaba nuestras manos y suspiraba— Los exámenes.

— Si, por supuesto— dije irónicamente. Vi a Cedric reírse de Zane y Finn quienes estaban poniendo caras raras y volví a centrar mi atención en mi mellizo— ¿Y Bradley?

Los ojos verdes de Brandon se posaron en mi por un par de segundos, para luego mirar hacia otro lado rápidamente.

— Enfermo— mintió. Lo notaba en su voz.

— Está bien Brandy, no me lo trago— suspiré y volví a mirar a mi hermano— Al llegar a casa quiero que me lo cuentes todo.

Brandon no contestó se limitó a mirar a otro lado mientras apretaba el puño. Me levanté de la mesa y me acerqué hasta mi hermano para abrazarlo y depositar un beso en su frente.

— Hasta luego chicos— les dije al resto y me devolvieron una calurosa sonrisa.