Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐟𝐨𝐮𝐫𝐭𝐞𝐞𝐧






[14] 𝐞𝐬 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚


— Ese capullo se va a enterar— dijo Maggie cuando salimos de la sala del director — No sabe con quien se ha metido.

— No— dije— Ya he tenido bastante con que me castiguen por una semana y con todo lo de la fiesta.

Hice que mis amigos frenasen en medio del pasillo y me coloqué en frente de ellos.

— Pero gracias por defenderme— miré el papelito de detención y volví mi mirada a los tres, quienes estaban sonriendo tiernamente.

— Siempre nos tendrás para lo que sea — soltó Jojo.

Los tres se acercaron a mi e hicimos un abrazo colectivo, en el que durante un par de segundos  sentí como si el tiempo parase y solo nosotros cuatro importásemos.  La sirena anunció el cambio de clase, por lo que nos separamos y empezamos a caminar hacia las taquillas.
Hunter y Jo salieron corriendo ya que tenían examen de griego.

— ¿Qué toca ahora?— pregunté.

— Matemáticas— maldijo la rubia.

— Iré a cambiarme al baño— informé mientras buscaba en el neceser un desodorante.

— Te guardaré un sitio entonces— sonrió.

Fui a paso acelerado hasta el baño de chicas, el cual estaba vacío. Rápidamente me quité la ropa de gimnasia y me coloqué un vestido azul.
Encendí el grifo y mojé mi cara para quitarme alguna que otra gota de sudor, miré durante un par de segundos mi rostro reflejado en el espejo, hasta que decidí hacer una coleta alta.
Observé en el móvil que habían pasado cuatro minutos desde que sonó la sirena, maldije en alto y abrí la puerta chocándome contra el pecho de alguien bastante alto.

— Mira por donde vas— levanté mi mirada y vi esos ojos inconfundibles— ¿Aiden?

— Tenemos que hablar— me empujó suavemente al baño, cerrando detrás de él la puerta.

— ¿Hablar de que?— dije cruzándome de brazos y acercándome hasta la pileta para sentarme en ella. 

— De todo— se acercó hasta mi, poniendo sus manos encima de mis muslos, quedando cara a cara— No sé como cojones se enteraron de que dormimos juntos, pero te juro que yo no he dicho absolutamente nada.

— ¿Y como se iban a enterar sino?— aparté la mirada. El ojiverde cogió mi mentón y volvió a unirlas.

— Intentaré averiguarlo, pero yo no he sido Charlie.

— Creo que me gustaba más cuando pasaba desapercibida y nadie hablaba de mi— dije cabizbaja.

— Escúchame, no dejes que ninguno de esos pringados te haga sentir así— nos miramos durante un par de segundos y lo abracé fuertemente. Tardó unos segundos en reaccionar, pero enseguida noté como sus brazos me estaban rodeando.

— Ha sido el peor finde de la historia Aiden— sollocé— No tenía ganas de salir de cama ni de comer.

— ¿Es por lo de la fiesta? — ladeó su cabeza— ¿Que ocurrió?

— Bebí demasiado y le pegué a una chica— el ojiverde abrió sus ojos sorprendido.

— Wow mi chica es una luchadora de la UFC— mi corazón dio un brinco al escuchar mi chica por parte del moreno, sin poder evitar que sonriese como una tonta— ¿Y por eso has estado mal?

— No— mordí mi labio cabizbaja— Fueron las palabras de Brandon lo que me hizo sentir como una basura, dijo cosas muy feas de mi.

Aiden no dijo nada, se limitó a volver a arroparme con sus musculosos brazos. Escondí mi rostro en su pecho e intenté que las lágrimas no escapasen por mis ojos.

• • •

El transcurso de la mañana fue larga, entre los cambios de clase hubo algún que otro comentario que intenté evitar, pero por más que quisiera no podía dejar de pensar en aquello. La profesora de Francés había faltado por lo que mis amigos no tendrían clase a última hora, en cambio yo tendría que aguantar unos cincuenta minutos de economía.

— ¿Quién está listo para exponer su trabajo? — preguntó el profesor.

— Yo señor Williams — anunció Brooke, mientras relucía su melena caoba con unas trenzas de boxeadora.

Maldije en mi mente, iba a ser una clase lenta y aburrida. Apoyé la cabeza sobre mi mano y transporté mi mente a otro planeta, pensando en todo lo que había ocurrido durante este fin de semana y lo que me había dicho Aiden un par de horas atrás.
Una nota voló hasta mi pupitre, quitándome de mis pensamientos. Rodeé los ojos y la abrí con cuidado para que él profesor no se diese cuenta. Podía distinguir la letra, era de Finn.

— Finn— me giré y este me soltó un shh calla, para que volviese a mi posición inicial.

— Me han contado lo que te dijo ese tío en educación física— susurró, pero decidí no contestar— No creo que salga del instituto sin ningún maratón.

— ¿Qué?— me giré otra vez, para recibir la misma respuesta que antes— ¿Por qué dices eso?— volví a mirar hacia el profesor.

—Le van a pegar— en ese momento mi corazón se encogió.

• • •

Andaba por los pasillos del instituto, después de dejar los libros en mi taquilla, en busca de mis amigos, quienes me estaban esperando apoyados en una pared.

— ¿Qué tal la hora libre?— pregunté mientras nos dirigíamos al comedor.

— Mejor que si hubiésemos tenido clase con esa profesora— Maggie hizo un gesto de vomitar, con lo que todos reímos.

Al llegar vimos un papel pegado en la puerta del comedor. Era una foto mía en la fiesta de la piscina, donde estaba bailando con Maggie, en ella me estaban rodeando con un círculo en grande de color rojo en el cual escribieron el nuevo juguetito de Bradley. Hunter lo arrancó y rompió en pedazos.

— Los voy a matar— soltó Maggie furiosa.

— No Mags— comencé a decir— No entres al juego.

— ¿Como que no entre al juego?— levantó sus manos, supongo que harta de la situación— Tía esto ya es acoso.

Jojo le dedicó una mirada que hizo que la rubia se calmara. Los cuatro entramos al comedor, en el cual un par de adolescentes nos dedicaron ciertas miradas. Intenté actuar como si nada y fui a por la comida del día, ya tenía bastante con las cosas de mi hermano como para preocuparme por estas tonterías.

— ¿Y tú que cojones miras gilipollas?— espetó Maggie a una chica que no paraba de mirarnos.

— Cálmate estupida— Hunter le rodeó con su brazo— Yo también deseo partirles la cara, pero no es el momento.

Nos sentamos en la mesa de siempre y comenzamos a comer los espaguetis que habían preparado para el día de hoy. Las miradas cesaron y en aquel lugar volvieron los gritos.

— ¿Tenéis planes para mañana?— preguntó Jojo.

— Mañana empieza nuestro castigo, ¿te lo recuerdo?— Hunter unió sus cejas.

— Hay tiempo para todo— reí por el comentario de Mags.

— Yo estoy libre, una vez salgamos del castigo.

—¿Ves Hunter?— Mags me señaló mientras mantenía su mirada clavada en el moreno — Vida social, ¡Vida social!

Reí cabizbaja mientras jugaba con la comida que había en mi plato. Levanté de nuevo la mirada y mis ojos se juntaron con los de Brandon, quien estaba comiendo, como de costumbre, al fondo con sus amigos. Velozmente aparté la mirada y volví a la conversación que estaban teniendo mis amigos.

— Podríamos ir a la playa y cenar fuera — propuso Mags.

— Me gusta la idea— La morena sonrió pero el chico rodeó los ojos— ¿Y tú Lotty?

— Estará bien— sonreí y volví a mirar a mi hermano.

Durante unos segundos sentí como si un silencio enorme invadiera el comedor. Sentía toda la presión en mi pecho diciéndome que me quedara allí sentada, pero las ganas de ir hacia Brandon y abrazarlo como si el mundo se acabara eran más  grandes.
Sin decir nada, me levanté de la mesa y caminé decidida hacia el ventanal, las miradas volvieron y algún que otro silbido. Mi mellizo se dio cuenta de lo que ocurría y se levantó de su asiento, acercándose a mi, hasta que quedamos frente a frente.

— Charlotte.

— Brandon— susurré.

— Siento muchísimo todo lo que te dije el otro día, enserio— empezó a decir — De verdad que no pienso eso de ti.

— Está bien— notaba un brillo en sus ojos— Pero aún necesito mi espacio.

Brandon asintió esperanzado. Un chico pasó por detrás de mi, dándome una golpe en el culo, causando que mis mejillas se tornaran de un rojo por la vergüenza.

—Vaya culito llevas nena— silbó.

— Gilipollas— Brandon cogió con fuerza la mano de este— Repite eso que has dicho.

— ¡Vaya culito tiene la Miller, señores!— gritó causando que todas las miradas de allí se posaran en nosotros— ¡Una gran putita!

Mi cuerpo se paralizó por completo del miedo y de la asquerosidades que aquellos adolescentes me producían. Vi como el cuerpo de Aiden salía disparado de la mesa y corría en dirección al chico que tenía a mi lado, para tirarlo al suelo y darle unos cuantos golpes en la cara.
Los brazos de mi hermano me rodeaban con fuerza, mientras notaba como las lágrimas salían disparadas de mis ojos y corrían por mis pómulos. Aquel chico tenía un ojo morado y por su nariz y boca salían litros de sangre.

— Aiden para— me deshice del amarre de mi hermano y me apoyé en la espalda del ojiverde, quien seguía pegando a aquel chico — ¡Por favor Aiden!— sollocé, apretando mi cuerpo contra el suyo.

Este obedeció mis órdenes y dejó al chico en paz, quien intentó ponerse de pie, pero por falta de equilibrio volvió a caer al suelo. Una chica se acercó hasta él y le ayudó a moverse.
El moreno se dio la vuelta y me abrazó calurosamente.

— ¿Estas bien?— posó sus manos en mis mejillas y yo asentí— Bien.

Aiden saltó encima de su mesa y mediante gritos intentó captar la atención de todos los presentes allí.

— ¡Escuchadme estupidos!— dio unas palmadas— Lo que hagamos Charlotte y yo no os incumbe, ¡es nuestra vida! — Me miró durante unos segundos y luego volvió a gritarles — Así que como a alguien más se le ocurra hablar mierda de ella o hacerle algo, tendrá la cara destrozada de por vida, ¿Entendido?— nadie respondió — ¡¿Entendido?! — gritó enfurecido y vi como todos empezaban a gritar un si o a asentir con la cabeza— Pues espero que no tenga que pegarme con nadie más.

Se bajó de la mesa y se acercó hasta donde estábamos mi hermano y yo.

— Siento mucho todo esto— se disculpó — Me enteraré de quien ha empezado toda estas mierda— Asentí y vi como mis amigos venían corriendo hasta donde estábamos nosotros.

— ¿Que coño ha pasado?— preguntó Jojo y me
lancé a sus brazos, quien me correspondió.

— Muy bien Bradley, veo que vas controlando tu pene y asentando cabeza— Maggie le dio unas palmaditas en la espalda y el ojiverde rió.

• • •

Volví con Brandon a casa, aunque el trayecto fue silencioso ya que ninguno de los dos decidió entablar una conversación, algo que agradecí. Subí las escaleras y me encerré en mi habitación, como había hecho el día anterior.
Me puse el pijama y me tiré en la cama, donde decidí mensajear a Aiden para agradecerle lo de hoy y de paso preguntarle por su abuela.

No obtuve respuesta así que cogí mi portátil, y tumbada en la cama, empecé a hacer los deberes de historia del arte y economía.
No me llevó mucho tiempo  ya que no eran muchos y además eran sencillos.
Mi teléfono vibró avisándome de que tenía un par de mensajes, este me preguntó si me podría pasar sobre las seis a su casa, algo a lo que  accedí.

— Bueeeeeenas — Addison  abrió la puerta de mi habitación de golpe dándome un susto.

— Bueeeenas— imité su acento y esta rió tiernamente. La rubia se tiró en la cama a mi lado, para abrazarme fuerte— ¿Y tú tan cariñosa? ¿Que quieres?

— Llevas dos dias encerrada en la habitación— hizo pucheros— Echo de menos meterme contigo.

— Ya decía yo— reímos— ¿Que tal en la escuela?

— Bien— sonrió— Mucho mejor que Connor.

— Te he oído idiota— gritó su mellizo desde la habitación, donde estaría jugando a cualquier videojuego.

Las dos soltamos un par de carcajadas algo que alarmó a la mayor de los hermanos. Esta apareció con una sonrisa pícara dibujada en su rostro.

— ¿Estáis haciendo una tarde de hermanas sin mi? — se hizo la ofendida mientras entraba a la habitación y se sentaba en una esquina de la cama— Que mal me parece.

— Lo siento, soy su favorita— dijo la pequeña victoriosa.

— Más te gustaría— Emily comenzó a hacerle cosquillas.

Sonreí inconscientemente, a lo mejor esto era lo que necesitaba para despejarme, pasar más tiempo con mis hermanas.

• • •

El reloj de mi habitación marcaban las cinco y media. Emily se había marchado hace un rato ya que había quedado con su novio, pero Addison se encontraba dormida en mi cama con una película de Cole Sprouse de fondo.
Sigilosamente me acerqué a mi armario y cogí un pantalón largo junto a una sudadera tie dye.
Me senté en el tocador y decidí hacerme dos trenzas de raíz, así como ponerme un gloss rojo.
Anduve hasta la cama y deposité un beso en la mejilla de mi hermana pequeña. Quité el ordenador de encima de la cama y bajando la tapa de este lo coloqué en el escritorio.

Intentando no hacer ruido cerré la puerta del cuarto y bajé las escaleras, para dirigirme hasta el salón donde se encontraba mi madre con Connor.

— Hola mamá— me apoyé en el marco de la puerta.

— Hola cariño— me dedicó una sonrisa mientras jugaba con el pelo de su hijo más pequeño, en el sofá— ¿A donde vas a ir?

— Voy a casa de Aiden— dije y mi madre me lanzó una mirada pícara.

— ¡Charlotte tiene novio!— se burló Connor y Abby le dio un golpecito en el brazo.

— Bueno, pero ven a cenar a casa.

— Intentaré no llegar tarde— sonreí y salí corriendo hacia la puerta principal.

Cogí las llaves del coche de mi hermano y abrí la puerta del garaje. Me subí al Kia y me miré en el espejo retrovisor, mientras esperaba a que el portalón abriera del todo. Bajé la ventanilla y puse la radio, el viaje fue corto y silencioso.
Una llamada entró directa a mi teléfono, el cual puse en manos libres y coloqué encima del asiento del copiloto.

— Hey sister— la dulce voz de Hunter hizo que sonriese inconscientemente— ¿Estas por casa?

— Me pillas ocupada— dije centrándome en la carretera.

— Oh vaya— suspiró— Bueno, tenemos que quedar para el trabajo de historia del arte.

— Mierda— mascullé— Si, perdón. ¿Este finde?

— Perfecto— rió— Nos vemos mañana guapa.

— Adios sexy— los dos reímos y colgué la llamada.

Estacioné el Kia en la casa de Aiden, me aseguré de cerrar bien el coche y esperé ansiosa delante de la puerta principal a que el ojiverde me abriese. Miré con ayuda de la cámara del móvil si mi gloss seguía intacto.

— Charlie — sonrió y con su mano hizo un gesto para que entrara.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro