◌ ۪ ׂ ۪sіᥱ𝗍ᥱ ˳ ׂ
Los 3 jóvenes pasaron el resto del día conversando de todo un poco. Y al contrario de como solía ser Taehyun, este hablaba abiertamente y con completa confianza sobre sí mismo y otras cosas, aunque aún evitaba mencionar su orientación sexual. Tampoco es que saliera un tema de conversación donde requería comentarlo, por lo que no vió la necesidad de decirlo a pesar de haber mencionado hasta que de pequeño amaba los calzones de dinosaurios.
Se le hizo agradable ver las reacciones de Soobin y Ryujin mientras lo escuchaban atentamente. Ninguno mostraba rastro alguno de malicia o desinterés, en su lugar reían con ternura, aportando también sus propios datos aleatorios y vergonzosos para compensar.
Gracias a esto, fue fácil que los tres se sintieran muy cómodos entre ellos.
Entre la conversación también surgieron algunos temas un tanto "polémicos", pero los llevaron bastante bien. De hecho, Taehyun notó que compartían opiniones al respecto, pero tanto Ryujin como Soobin tenían sus propios argumentos.
—Los cereales saben mejor cuando están crujientes. No entiendo como existe gente que los pone antes que la leche para que se ablanden, qué asco —soltó Soobin.
Ryujin frunció el ceño—. No se trata de que estén blandos o no. La clave está en ponerlos lo último para poder saborearlo con los grumitos del colacao.
—Lo importante es que los cereales van al final —concluyó Taehyun, a lo que los primos respondieron con un pequeño 'amén'.
Luego de unos minutos más hablando de ello, la charla fue interrumpida por el timbre del hogar.
Hoseok fue quien abrió la puerta para que los menores siguieran con lo suyo, y ahí recibió a la madre de Taehyun.
—Bienvenida a mi humilde hogar, Miyawaki~
—Woah, hacía tiempo que nadie me llamaba así, que recuerdos —la chica le entregó una bolsa que traía—. Mi marido no pudo venir, pero hizo empanadas como disculpa.
—No tenía por qué, entiendo que debe ser duro para él estar por aquí —respondió el alcalde viendo el interior de esta.
—Sí, bueno, los primeros días lo llevó bien, pero parece que hoy recayó.
—Espero que se recupere —Hoseok se movió a un lado para dejar la entrada libre—. Adelante, por favor.
Sakura hizo una reverencia y caminó hasta el salón, encontrándose con los 3 jóvenes riendo.
—Hola, mamá.
—Bienvenida, señorita Miyawaki —saludaron Ryujin y Soobin al unísono.
—Oh, pero si mi Taehyunnie está aquí —la mujer se agachó para abrazar fuertemente a su hijo, avergonzándolo por ello—. Mi bebé hizo amigos~, qué orgullosa estoy.
—¡Mamá!
—Vamos a raptar a su bebé esta noche —avisó Ryujin haciendo énfasis en 'bebé', causando una leve risita por parte de Soobin—. Esperamos que no le importe.
Sakura miró a Taehyun buscando saber si este estaba conforme con ello, y se alegró al ver que su hijo asintió con una sonrisa sincera.
—Sin problema.
Soobin se levantó del suelo con notorio entusiasmo—. ¡Veremos películas de terror toooda la noche!
—¡Nooo! —exclamó Ryujin.
El alcalde Hobi llegó con una gran bandeja de picoteo y las empanadillas, la cuál dejó con cuidado en la mesa para que todos pudieran comer. Con ello, se sentó en uno de los cojines y así poder unirse a la conversación.
—Creo que tengo todas las pelis de Paranormal Activity en DVD.
—Si mañana por la mañana despiertas con 3 adolescentes en tu cama, que conste que será culpa tuya —se quejó Ryujin—. Seguro que Soobin se abraza a tus piernas, es el más cagón de aquí.
—¿Yo? ¿Cagón? Habló la que se asusta de su propia sombra…
—¡Hey, eso fue cuando tenía 4 años!
Soobin sacó la lengua en señal de burla, y todos rieron ante ese acto tan infantil. Aunque él y Ryujin tuvieran tan solo un año más que Taehyun, ambos parecían niños pequeños en cuerpos de adolescentes, y eso se le hacía más divertido.
Los jóvenes de Seúl suelen ser unos completos falsos que fingen ser quienes no son solo para estar en el típico grupito de "los populares". Una mentalidad un tanto estúpida que Taehyun cometió el error de haber tenido en algún momento, lo cual le hacía sentir avergonzado por haberse dejado llevar. Pero bueno, al final todos tienen una etapa en sus vidas que les dará vergüenza ajena, y por suerte Taehyun ya la había pasado y fue capaz de aprender de sus errores.
Ahora con los dos adultos presentes, la conversación pasó a ser únicamente de las experiencias y anécdotas de cuando estos eran jóvenes. Taehyun apenas sabía cosas sobre la vida de su madre antes de él nacer, por lo que se mostró bastante curioso cuando ella hablaba de cómo, junto a Hoseok y otros amigos, se pasaban el día jugando en la playa y haciendo todo tipo de figuras extravagantes con la arena.
—¡Deberíamos intentarlo! —exclamó Ryujin.
Sakura asintió—. Nosotros nos vamos por la tarde, así que pueden pasar la mañana en la playa.
—Solo recuerden: No-
Soobin interrumpió a Hoseok para terminar la frase—. "No tirar nada al mar", lo sabemos. Un poco más y nos lo tatúan en la frente.
Con esa frase, un interruptor pareció encenderse en la cabeza de Taehyun—. ¡Oh, cierto! —interrumpió al recordarlo. Se estaba empezando a sentir culpable por olvidar al lindo rubio cada vez que estaba con los Jung—. ¿Saben cómo puedo contactar a un chico llamado Choi Beomgyu? Antes le pregunté a mi padre, pero no llegó a responder.
—¿Choi Beomgyu? Creo haber escuchado ese nombre en algún lugar... —el señor Jung quedó pensativo hasta que logró hacer memoria—. ¡Sí! Es uno de los alumnos de la señorita Siyeon. Vive en el mar, así que será un poco complicado contactarle.
—¿No hay alguna forma de ir a su barco? —volvió a preguntar Taehyun con inocencia.
Ryujin quedó algo incrédula—. ¿Barco?
—Tae, aquí cuando decimos que alguien vive en el mar es que literalmente vive en el mar, bajo el agua —aclaró Soobin.
—¿Qué?
Sakura miró a otro lado y suspiró nerviosa—. Lo siento, aún no le he contado nada.
—Está bien, no te preocupes —soltó el señor Jung—. Si quiere, le puedo explicar ahora.
Sakura sonrió—. Quién mejor que el alcalde.
Taehyun miraba a todos con confusión, sintiéndose algo apartado por ver que era el único que no entendía.
—Taehyun —le llamó el alcalde, sacándolo de sus pensamientos.
—¡Presente! —estaba tan nervioso que se le escapó. Ryujin quería volver a comentar sobre la adorabilidad del castaño cuando se ponía nervioso, pero guardó silencio para escuchar la explicación.
—¿Sabes por qué insistimos en no tirar nada al mar? —Taehyun negó, dándole la señal al mayor para seguir hablando—. En las aguas de Udo hay un pueblo marino dónde vive gente, gente normal como nosotros, solo que sus organismos son algo distintos y pueden respirar bajo el agua. Todo lo que cae al mar les llega a ellos, y nosotros, siendo sus únicos "vecinos", nos esforzamos por mantener un buen ambiente para que vivan bien —explicó con una amplia sonrisa. Por el tono de voz se notaba que apreciaba mucho a la gente del mar—. Y todo esto es un secreto de la isla que ahora tú también debes guardar —concluyó haciendo el signo de silencio con el dedo.
—¡Te saltaste muchos detalles! —se quejó Soobin.
Taehyun quedó aún más confundido, muchas preguntas empezaron a rondar por su cabeza, pero no lograba dejar salir alguna. Recordando los pocos momentos que vió a Beomgyu piensa que tiene sentido, pero a la vez sonaba tan fantasioso que se le hacía difícil de creer.
¿Personas que viven bajo el agua? ¡Eso era surrealista, algo que sólo ve posible en el ámbito cinematográfico gracias a los efectos especiales! Aunque admite que la isla entera en sí parecía sacada de una película o serie veraniega.
Su confusión aumentó, y al notarlo, Sakura decidió interrumpir—. Taehyunnie, si conociste a alguien del mar puedes preguntarle todas tus dudas. La gente de allí suele alegrarse mucho cuándo nosotros mostramos curiosidad genuina por ellos.
—Así es. Aún recuerdo la felicidad de- ¡Ouch! —Hoseok había sido interrumpido por un leve golpe por parte de Sakura, y esta le negó con la cabeza a lo que el mayor suspiró rendido, captando rápidamente el mensaje—. Como sea, hay un acuario subterráneo donde puedes ver una pequeña parte del pueblo. Con un poco de suerte podrás ver a Beomgyu por ahí. Hay señales al lado de la playa que te indican donde está el lugar. Eso sí, ya nadie de la superficie va, así que puede que cueste un poco abrir la puerta, pero no hay nada que un buen patadón no pueda solucionar.
—Entiendo, mañana me pasaré a ver qué tal. Gracias señor Jung.
Sakura posó su vaso vacío en la mesa y se levantó del cojín—. Con todo aclarado, creo que volveré ya, mi esposito querido no puede dormir sin mimos~
Ryujin y Soobin hicieron una mueca de asco mientras Taehyun se tapó la cara con una mano. No estaba avergonzado por eso, solo no quería que su madre viera lo asqueado que se sintió al escucharla. No quería ser tan obvio como los primos.
—¡No me miren así! Verán que cuándo tengan pareja dirán cosas como esas, o incluso más vergonzosas —dijo, y luego tocó el hombro de Taehyun para llamar su atención—. Tae, ¿puedes acompañarme?
Taehyun asintió como hijo obediente que es y salió de la humilde casita detrás de su madre, avisando antes a los Jung de que volvería en un rato.
El trayecto fue silencioso, y notó que su progenitora, en vez de seguir por las calles, se desvió para tomar el camino más largo, el cuál pasaba por la playa. Pensó que lo hizo para caminar con el sonido del mar, pero no esperó que ella se detuviera en la playa sin indicios de querer moverse.
Sakura señaló unas escaleras que iban bajo tierra—. Por ahí se va al acuario —avisó con una sonrisa que Taehyun pudo ver gracias a la leve luz de las farolas.
—¿Me trajiste solo para eso? —cuestionó curioso. Cuando su madre lo alejaba de la gente de esa forma era para hablar de algo serio, la conoce perfectamente.
Sakura suspiró frustrada—. Yo que quería pasar un momento agradable madre e hijo~ —hizo un puchero con los labios, pero al ver que Taehyun la miraba con sospecha, se rindió enseguida—. Está bien, está bien. Quería comentarte algo... Bueno, creo que más bien sería pedirte un favor.
—Dime.
—Yo amo el mar y a las personas que viven en el pueblo marino, y si mañana llegas a ver a ese tal Beomgyu estaré completamente feliz de que se vuelvan amigos, pero... ¿podrías no mencionar nada al respecto delante de tu padre?
—¿Papá odia a la gente del mar?
—No exactamente, simplemente es un tema que… le trae malos recuerdos.
—Entonces, ¿el que yo le preguntara fue lo que lo puso mal? ¿Fue mi culpa? —preguntó el menor, sintiendo un leve apretón en el vientre por la pequeña y creciente culpabilidad. Después de todo, su padre se puso mal nada más mencionar a Beomgyu. Tal vez él lo conocía y le hizo revivir esos recuerdos.
—No, fue mía por no avisarte antes. No le des muchas vueltas al asunto, ¿sí? Ahora ya lo sabes y tu papá seguro que está cómodamente acostado en la cama viendo la teletienda —rió al imaginarlo—. Por cierto, ¿cómo conociste al chico del mar? Tengo entendido que no les dejan subir hasta ser mayores de edad.
Ese fue el dato que Taehyun necesitaba para dejar de pensar que Beomgyu se olvidó de él. El mayor parecía muy entusiasmado por obtener información de la superficie, y duda que quisiera perder esa oportunidad. Pensó que tal vez no encontró el momento para escabullirse.
—Me caí al mar intentando recoger un papel y apareció de la nada para ayudarme.
—Pues menos mal que quedó solo en un susto. Si mañana lo ves agradécele de mi parte por salvarle la vida a mi lindo bebé que aún no sabe nadar~ —dijo Sakura medio bromeando. Sabía que la situación fue bastante seria, podía haber perdido a su hijo y obviamente estaba preocupada, pero Taehyun parecía estar bien así que no montaría un drama por ello.
El menor rodó los ojos y ambos se quedaron viendo el pacífico mar en silencio hasta que Taehyun quiso preguntar algo que llevaba pensando desde hace unas horas.
—Mamá, ¿existe la posibilidad de que nos quedemos en Udo un poco más?
—¿Dónde quedó lo de 'No quiero ir, tengo que jugar con Hueningkai'? —cuestionó la mayor con burla.
—El pasado ya pasó. Actualízate, mah~
Sakura rió por esa respuesta—. Me alegra mucho que quieras estar más días, pero me temo que no va a ser posible. Los billetes del viaje los compré en una oferta que no me permite modificar fechas —al notar que el menor se desanimó bastante con sus palabras, propuso algo que tal vez lo animaría—. Pero si quieres el próximo año podemos pasar todas las vacaciones de verano en Udo.
—¡Sí, por favor!
La mayor rió por el entusiasmo de su hijo y le acarició la cabecita con calidez—. Cuento contigo. Desde aquí puedo seguir yo sola, vuelve con los Jung y disfruta de la noche.
Taehyun le dió un fuerte abrazo a su progenitora—. Buenas noches, regresa con cuidado —se despidió antes de regresar rápidamente con sus amigos.
Al volver a la casa del alcalde, ya habían 3 futones preparados en el salón. Las habitaciones eran muy pequeñas para estar los tres juntos, y dormir separados no era una opción para los primos. Después de todo lo consideraban su primera pijamada y estaban emocionados.
Vieron varias películas de terror, y aunque Taehyun se asustó mucho al punto de admitir que probablemente tendría pesadillas, a la hora de intentar dormir su mente olvidó por completo las películas para volver a procesar todo lo ocurrido ese día.
Pasaron bastantes cosas. Primero el malestar de su padre; luego logró conocer mejor a Ryujin y Soobin; seguidamente se enteró del secreto de la isla y que Beomgyu tal vez era incluso más único y misterioso de lo que parecía; y para terminar estaba el enterarse de que su padre tiene un pasado oscuro (o así lo llamó Taehyun) del cual lo único que sabe es que está relacionado con el pueblo marino.
Todo eso en un mismo día le hacía sentir una extraña mezcla de indescriptibles sentimientos que le hacían no poder querer creer en eso del pueblo marino, pero a la vez sí creía en ello. Tal y como se lo dijeron, sonaba algo convincente y no quería pensar que los Jung y su madre le estaban mintiendo.
Estaba muy confundido al respecto. Definitivamente necesitaba ver a Beomgyu para aclarar sus dudas, pero aún no podía y el silencio de la noche solo le hacía divagar más.
Ryujin ya se encontraba plácidamente dormida, pero Soobin aún seguía despierto viendo vídeos en el teléfono.
Taehyun movió su mano lentamente hacia el hombro del mayor para llamar su atención, y este se quitó los auriculares para escucharlo.
—Perdón, pero no puedo dormir —se disculpó el menor bastante bajito para no despertar a la chica.
—¿Quieres que te cuente algún cuento? ¿O prefieres que te cante una nana? —bromeó Soobin, cosa que hizo sonreír a Taehyun.
—¿Mejor puedes hablarme de Udo? Aunque he recorrido toda la isla siento que realmente no sé nada.
—Bueno, tampoco es que yo sepa mucho que digamos —Soobin pensó un poco para ver qué podría decirle al menor—. Ya sabes que mantenemos el mar limpio por el pueblo marino, ¿pero sabías que también es por ellos que no hay turismo?
—¿Los turistas tenían miedo de los del mar? —preguntó Taehyun con inocencia teniendo en mente varias películas sobre monstruos marinos. Aún sabiendo que en este caso no eran monstruos, fue lo primero que se le vino a la cabeza.
—No, muy pocos sabían de su existencia, pero estos tiraban cosas al mar a pesar de las advertencias. Y los pocos que se enteraron del pueblo marino, trataban a la gente de allí como objetos, y eso es algo que nadie de Udo piensa tolerar —frunció el ceño, aunque estaba tan oscuro que Taehyun no pudo notarlo—. Por eso se prohibió la entrada a la isla a no ser que sean familiares de residentes o ex-residentes.
—Parece que se llevan bien con los del mar como para preocuparse así por ellos.
—Sí, antes la gente del mar subía mucho a la superficie y habían varios festivales marinos que también se festejaban en la superficie. Era muy divertido.
—¿Antes?
—Oh, ya ahí no se mucho, estaba muy pequeño cuando ocurrió así que no me enteré de nada. Tengo entendido que hubo un gran gran gran problema, y simplemente dejaron de subir. No sé si se pelearon o algo.
—Debió ser algo intenso si llegan a ese punto, ¿quizás les hicieron una broma de mal gusto? ¿O tal vez alguien de la superficie los ofendió?
—Tal y como nos miran los pocos que suben por atención médica, cualquier cosa mala que imagines es muy probable que haya ocurrido. Si las miradas matasen, ellos habrían acabado con todo Udo en segundos —Soobin suspiró—. En fin, como mi tío dice que Ryujin y yo seremos los próximos alcaldes seguro que algún día nos contará todito.
—¿Futuros alcaldes? Espero que me den privilegios por ser su amigo —bromeó.
Hicieron una pausa al notar movimiento por parte de Ryujin. Pensaron que la habían despertado y tragaron grueso, pero por suerte no fue así.
Viendo que Ryujin seguía dormida, Soobin retomó la conversación, esta vez hablando mucho más bajito que antes—. Seremos alcaldes corruptos llenos de favoritismo, sí señor —bromeó.
Taehyun aguantó la risa para no hacer ruido, y la charla siguió sobre varios temas hasta que ambos cayeron dormidos.
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