𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟑
Me quedé extrañado por la actitud de Alleria, eso por el hecho de que hace un momento estaba bien, pero luego de que se oye la explosión, resultó que se sentía mal y fue a la enfermería... algo no andaba bien y estaba decidido a seguirla, sabía que algo estaba ocultando y me interesaba saberlo, por lo que me paré de repente haciendo que varias miradas se posaran ahora en mí.
—¿Pasa algo joven? —la profesora me miró atenta.
—Profesora ¿Me da permiso a mí también de ir a la enfermería? No me siento muy bien y temo que vaya a empeorar —pregunté tocándome la frente y tratando de hacer presión en mi pupitre para no caer, la profesora se acercó rápidamente a mí.
Miré de reojo a Axel y noté que él me miró extrañado, sabía perfectamente que estaba bien, pero yo necesitaba saber que pasaba con Alleria, sin que la profesora se diera cuenta le hice señas de que me cubriera, él al entender sonrió, pero sabía que su sonrisa daba a entender que haría otra cosa, a mis adentros estaba tratando de controlarme y no darle un zape, escuchar a la profesora me sacó de mis pensamientos.
—Claro, vaya con cuidado y avíseme si tiene que regresar a casa a descansar —autorizó preocupada, ella se colocó a un lado de mi para ayudarme a salir del aula.
Cuando estuve completamente afuera del aula, vi a Alleria no muy lejos, así que decidí apresurarme, claro no tanto para que no se percatara de mi presencia, pero justo cuando estaba algo cerca de donde ella se encontraba, de repente se escuchó una explosión más fuerte haciendo que me detuviera en seco, volteé a ver lo que estaba pasando pero por el humo no lograba ver bien, hasta que poco a poco esta se fue dispersando dejándome ver lo que estaba pasando, en cuanto logré ver con claridad me quede en shock, todo estaba hecho un gran desastre por las explosiones, una risa muy macabra hizo que fijara mi mirada a un tipo de cabello negro, este atemorizaba a los estudiantes y al parecer eso le divertía mucho, rápidamente me acordé de Alleria y voltee para ver donde estaba ella, pero ya no estaba por el pasillo, la había perdido de vista, me preocupé por eso y maldecí en mis adentros hasta que de repente escuché una voz que me hizo voltear nuevamente a la dirección del tipo.
—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos ¿No crees Loan? —mencionó la chica de manera fría y cortante.
Ella estaba detrás del tipo, portaba una armadura y su espada a un lado de ella, su cabello era azul oscuro, sus ojos azules que mostraban una mirada fría y seria, aunque también podía ver que reflejaban odio y algo de tristeza, parece una especie de guerrera, pero no es de las comunes que dicen las historias, ella era diferente, nunca la había visto antes, la chica se percató de mi presencia y me miró con seriedad, provocando que me pusiera nervioso, pero no podía moverme y no entendía el porqué, después el tipo habló haciendo que ella volteara a verlo nuevamente.
—"Maldición ¿¡Por qué no puedo moverme!?" —pensé con preocupación—. "Si no salgo de aquí podría ser yo quien resulte herido"
—¿Claire? —su pregunta hizo que mi atención se centrara en ellos—. Pensé que no habías sobrevivido a la última batalla contra ese dragón dorado —comentó Loan soltando una carcajada—. Veo que te subestimé y también veo que no has cambiado, sigues siendo la misma chica hermosa que hace algunos años —dijo sorprendido y a la vez coqueto, acercándose a ella, dejando a los estudiantes quienes en cuanto vieron la oportunidad salieron corriendo, quedando solamente el chico y ella.
—roda los ojos—. Y tú sigues siendo el mismo típico chico que no es más que un simple traidor, pero al final los dos sabemos que termina perdiendo —comentó haciendo que él la mirara serio—. Lamento desilusionarte, pero sigo aquí y no me rendiré tan fácilmente, yo jamás huyo de una batalla —aclaró con seguridad mientras se acercó más a él causándole nerviosismo—. Además, aún tenemos una cuenta pendiente —habló seria mientras lo empujó haciendo que él retrocediera—. Y tú niño —me miró fríamente sin moverse de donde estaba, haciendo que yo la mirara—. Vete a refugiar con tus profesores no quiero que salga alguien herido —ordenó seria apartando su mirada para volver a ver al tipo.
—"En eso le doy la razón" —pensé sin dejar de observarla—. "Si tan solo pudiera moverme, sería más fácil"
—¿Lo corres tan pronto? Si solo iba a empezar a jugar con él —comenzó a reír macabramente intentando acercarse hacia donde estaba, causando que sintiera escalofríos y temor.
—Si fuera tu yo no lo haría, dime ¿Te quieres arriesgar? Sabes que yo no me ando con juegos —soltó seria con la espada en la mano apuntando a Loan desafiante, evitando que este se acercara hacia donde estaba.
Él observó a la chica haciendo que yo corriera en cuanto tuve oportunidad, dejé a la chica atrás, esperando que ella pudiera acabar con ese sujeto.
—"Claire" —pensé recordando a la chica.
Con que así se llama... parece una especie de guerrera, quiero saber más de ella y el motivo por el cual está aquí, pero eso será en otro momento, por lo tanto tengo que buscar a Alleria, no sé si ella se alejó de la explosión o si le afectó, quiero saber si está bien o si no le pasó nada grave, aunque no entiendo por qué me preocupo mucho por ella, digo no es nada para mí, acabo de conocerla o más bien ¡Solo la he visto! Ni siquiera he hablado con ella para decir que somos amigos o siquiera conocidos, estaba en mis pensamientos cuando choqué con alguien.
—Ah maldición —me quejé un poco y levanté la mirada algo molesto dándome cuenta de que eran los amigos de Alleria.
—A ver Ortiz ¿Te puedes fijar por dónde caminas? —reclamó él rubio enojado con los puños queriendo golpearme.
—¿Cuál es tu problema conmigo? —pregunté a la defensiva—. No te he hecho nada como para que te comportes de esta manera —lo miré molesto.
—Por tu culpa mi mejor amiga calló esta mañana ¿O acaso lo olvidaste? —recordó enojado—. Una disculpa no estaba de más idiota, pero claro tenías que hablarle de esa manera —intentó acercarse.
—Harith —lo llamó la chica de cabellos rosas mientras tomaba sus manos para detenerlo—. Detente, no hay tiempo para peleas tenemos que buscar a Alleria ¡Puede estar en peligro! solo vámonos —dijo preocupada mirando al chico sin soltar sus manos.
—respiró hondo tratando de calmarse—. Claro, no vale la pena, vamos por ella —salió corriendo en dirección hacia donde estaba Alleria antes de perderla de vista.
—"Este ha sido una mañana llena de líos" —pensé sin dejar de mirar hacia donde ellos se habían ido.
Un suspiro salió de mi boca y sin más dejé que ellos fueran a buscarla, regresé al aula notando que todos estaban ahí, aunque claro que en cuanto me vieron me preguntaron si estaba bien, y claro les dije que sí, no les conté sobre Claire porque temía que me dijeran que estaba loco, no paso mucho cuando escuché que alguien la mencionó haciendo que mi atención se centrara en aquella plática.
—Wow esa chica es hermosa e increíble debe ser una heroína, incluso su mirada es muy fría —comentó un chico con gran sorpresa.
—Tiene gran habilidad con la espada ¿Cuál era su nombre? —preguntó la chica con intriga mientras veía a sus amigos.
—Su nombre es Claire y concuerdo contigo, ella es realmente impresionante, me salvó cuando estaba a punto de ser aplastado por las paredes —respondió otro chico con emoción.
—"Sin duda alguna ella quiere que estemos a salvo" —pensé observando a aquellos chicos.
Me sorprende lo mucho que esa chica se arriesga, deberá tener algunas heridas, espero que no sean nada graves, pero ¿Por qué lo hace? ¿Qué la motiva a querer sacrificarse por salvar este mundo que nosotros mismos con el tiempo destruimos? Aunque también la pregunta es ¿Desde hace cuánto que hace esto?
Después de decirle a Jake que se fuera, me quedé peleando con Loan, ese chico si necesita que le den una lección, cada vez que intentaba atacarme lograba evitarlos con gran facilidad, aun así, no se rendía, pero tampoco iba a ceder... tenía que acabar con él antes de que ocasione más daños.
—Sigues siendo ruda y fuerte, pero ¿Qué dirían los demás si se enteraran que en realidad eres una chica tímida e insignificante? —inquirió Loan desafiante acercándose a mí.
—"Pero... ¿Cómo? —pensé algo sorprendida—. ¿Y tú como rayos sabes eso? —pregunté con frialdad—. Tú no sabes nada de mí —aclaré molesta.
—Oh vamos Claire —rio un poco—. Yo sé todo sobre ti, antes de que los traicionara te veía practicando tus transformaciones, sabías que serías elegida como guardiana y por lo tanto te preparabas, pero es una lástima que esa mentira te retenga —mencionó con una sonrisa burlona—. Quién diría que detrás de Claire tengas una personalidad tan débil.
—"Así que era por eso"—pensé seria—. ¿Me retenga? ¿Personalidad débil? ¿Crees que eso me impedirá seguir luchando por salvar a todos? ¡Estás muy equivocado si crees que me rendiré ante ti! —aclaré con confianza, dando una patada haciendo que este se estrellara contra la pared—. Además, si eso me hubiera retenido no sería guardiana ahora ¿No lo crees?
—Oh vamos, podrás ser guardiana ahora, pero tanto tu como yo sabemos que te asusta la idea de que se sepa tu secreto ¡Admítelo! —inquirió seguro tratando de levantarse y seguir peleando.
En cierto modo si me asusta, no quisiera que mamá se enterara de que pongo nuevamente mi vida en peligro, por estar salvando a todos los ciudadanos que habitan esta ciudad y no solo ellos... quizás salve a otros si logramos derrotar totalmente al enemigo, ella piensa que todo eso había acabado, aunque sé que es mi responsabilidad ya que soy la guardiana, además sé que los ciudadanos merecen vivir su vida y seguir adelante, no es correcto que alguien venga y destruya todo esto, este planeta tiene demasiada diversidad, no es justo que toda la vida que tiene la tierra sea destruida, solo porque a alguien tenga ansias de poder y se le de la gana querer deshacerse de todo, además... yo aquí nací, es mi lugar de origen, no puedo dejar que sea destruido, me quedé pensando por un momento hasta que vi la daga venir hacia mí, haciéndome reaccionar de manera rápida.
—¡TOMA ESTO! —gritó lanzando otra daga, traté de esquivarla, pero solo me rozó la mejilla.
—"Tuve suerte de esquivar la daga... de no haberlo hecho quizás habría perdido la visibilidad en un ojo" —pensé algo frustrada ante mi descuido—. Necesitarás mejorar tu puntería para herirme más —informé seriamente tomando la daga y regresándosela a su dueño de la misma manera, pero también la esquivó—. Veo que has mejorado en tus reflejos —sonreí burlona.
—Esto no se ha acabado... —habló Enojado—. Nos volveremos a ver y tu querida serás derrotada.
—Si es que lo logras —comenté con burla.
—¡Tú y tu equipo deberán prepararse! ¡¡Esta guerra ha empezado y lo sabes bien!! —me miró mientras reía de manera maniática.
—Estoy enterada... créeme que cuando vuelva a verte cumpliré lo que me dijo tu hermana Cayetana —él se tensó al oír su nombre—. ¿Aún te duele su pérdida no es así? Ella confió en ti...
—No... ¡¡Ella confió en ustedes menos en mí!! —habló con ira—. ¡¡Tú y tu patético grupo era siempre alabado por ser los mejores!! Yo siempre intenté ser como ustedes —cerró sus manos haciéndolas puño—. Pero siempre que mi hermana estaba conmigo solo los mencionaba a ustedes —me miró con odio.
—No tengo la culpa de que ella se haya dado cuenta de lo traicionero que eres —lo miré fría—. Ten en cuenta que si te vuelo a ver... estaré muy dispuesta a darte una buena golpiza por todo lo que hiciste y te arrepentirás de habernos traicionado —añadí fríamente.
—Incluso si lo llegaras a lograr... sabes que no seré al único enemigo que tengas que enfrentarte —comentó con una sonrisa burlona.
—Tienes razón, pero hasta entonces... el primero en caer serás tú —le apunté con la espada haciendo que él me mirara molesto.
Loan no dijo nada, solo desapareció entre las sombras haciendo que soltara un suspiro de alivio y a la vez de cansancio, eso estuvo cerca, si no lo hubiera esquivado hubiera sido más grave la herida, además sabía que esto iba a repetirse y no sería por mucho tiempo... fui a un lugar donde nadie me viera, era momento de regresar a ser Alleria.
Por otra Parte...
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