
𓆩🎃𓆪Cap.4//The end
⤷DOS HORAS DESPUÉS⤶
Taehyung avanzó con precaución, manteniendo el aliento contenido y los sentidos alerta. En cada paso que daba, el silencio se volvía más denso, y el ambiente se volvía más oscuro. De repente, una silueta se movió en la oscuridad, desapareciendo detrás de una puerta cerrada. Taehyung se abalanzó hacia la puerta, su corazón latiendo con fuerza mientras abría la puerta con fuerza. Sin embargo, el fantasma había desaparecido de nuevo, dejando solo el eco de sus pasos sobre el suelo.
Atravesó la casa, cada habitación más ominosa que la anterior. El silencio era ensordecedor, interrumpido solamente por los latidos de su corazón. Mientras se desplazaba por el pasillo, notó una presencia detrás de él.
Se dio la vuelta, pero no vio nada ¿Era él mismo jugando con su imaginación o el fantasma le estaba haciendo una travesura? Al final del pasillo, Taehyung vio una puerta ligeramente abierta. Con cautela, se acercó, sintiendo una sensación creciente de temor.
Taehyung se quedó helado. A través de la abertura, pudo ver una figura agachada sobre el suelo. ¿Podría ser su hermano?
-Yoongi -Taehyung llamó en voz baja. La figura se irguió de golpe, y Taehyung se dio cuenta de que su hermano estaba encorvado sobre el piso, toqueteando algo que había allí- ¿Qué estás haciendo? -preguntó con preocupación. Su hermano se dio la vuelta, y Taehyung sintió un gran alivio al ver su expresión asustada.
-Lo siento, estaba buscando algo en el suelo -Yoongi señaló el objeto sobre el suelo. Era un pequeño cofre de madera, que estaba repleto de papeles viejos y fotografías antiguas.
Taehyung se acercó para echarle un vistazo. Las fotos mostraban a sus padres cuando eran jóvenes -¿Por qué estabas buscando esto? -preguntó.
-Oh, solo estaba buscando algo. No es importante -sin embargo, Taehyung no estaba tan seguro.
Taehyung se acercó al cofre y lo tomó con cuidado. Abrió la tapa, y se encontró frente a un montón de fotografías antiguas. En las fotografías, un joven sonriente aparecía, pero no era el tipo de sonrisa que transmitía felicidad. Era más bien una sonrisa maliciosa, como si supiera algo que el resto del mundo no. Mientras miraba las fotografías, Taehyung sintió un escalofrío en la espalda ¿Eran estas las imágenes del fantasma que habitaba en la casa?
De pronto, Taehyung vio algo que lo sobresaltó aún más. Entre las fotografías del joven misterioso, había varias fotos de él mismo cuando era un niño. Taehyung las miró con desconcierto ¿Cómo habían llegado allí? ¿Y por qué había fotos de él? Estaba muy confundido.
Miró a su hermano, pero este no lo miraba. Tenía la vista clavada en el suelo, como si hubiera visto algo que le preocupara. Taehyung sintió una sensación extraña en la habitación, como si hubiera alguien más allí.
Taehyung caminó hasta la ventana y miró afuera, intentando comprender lo que estaba sucediendo. Mientras observaba, vio una niebla extraña empezando a formarse. Se estremeció al ver que la niebla se alzaba del suelo, lentamente empezando a envolver el jardín.
De pronto, la niebla se agitó y se dispersó. Taehyung estaba confundido. No había ninguna razón para que hubiera niebla. Al volverse hacia la sala, se dio cuenta de que su hermano había desaparecido. Desesperado, llamó su nombre, pero no hubo respuesta.
El relato se detiene bruscamente con esas palabras. Todo se torna oscuro y silencioso. Taehyung siente como si todo estuviera acabado. Se pregunta si había sido todo un sueño, o si su hermano estaba bien. Lo único que queda es el misterioso fantasma y su extraño mensaje.
"Toc toc, el tiempo se acaba"
De repente, Taehyung nota una presencia detrás de él. Una sensación de alguien que lo observa. Su corazón late con fuerza y su mente se vuelve loca. Se da la vuelta y mira, pero no hay nadie allí. Sólo las fotos colgadas en la pared, como si estuvieran observándolo.
La sensación de ser observado se intensifica y empieza a sentir que el fantasma lo está observando, tal vez aprendiendo sobre él a través de las fotos. Se siente indefenso y preocupado, y busca alguna forma de escapar.
Como si reaccionara a su deseo de escapar, Taehyung escucha unos gritos afuera de la casa. Parece que hay un hombre allí, gritando su nombre y buscando. La ilusión de seguridad que ofrece la voz del hombre es tentadora, pero Taehyung no puede olvidar la sensación de que hay algo más en la casa, algo que no es del todo humano. Temiendo lo peor, se desliza silenciosamente por la casa, en busca de una salida.
-¡Esto no es un juego! -gritó Jungkook.
Se dio cuenta de que la situación estaba tomando un giro inquietante y trató de mantener la calma. Sin embargo, tenía la sensación de que el fantasma lo estaba siguiendo. Podía sentir su presencia, como una presión sobre él ¿Qué quería el fantasma? ¿Era bueno o malo? Y más importante aún ¿Podría escapar de allí?
Al oír estas palabras, Tae se sobresaltó -¿Por qué dices eso? -preguntó, tratando de ocultar la preocupación en su voz. Se sentía como si estuviera negociando con algo desconocido y peligroso- ¿Qué quieres de mí? -insistió Tae, sin saber qué esperar en respuesta.
"Te quiero solo para mí"
Tae estaba aterrorizado por estas palabras -Pero... ¿Por qué? Yo no soy nadie especial -respondió, sintiéndose un poco mareado ante la idea de que un fantasma pudiera quererlo como propiedad o algo así- además... ¡¿Cómo puede un fantasma querer a alguien?!
"Te sorprendería saber todo lo que puedo hacer por ti"
-No quiero saberlo... -respondió Tae, tiritando de miedo. Esta situación se estaba poniendo muy extraña, y Tae estaba dispuesto a hacer lo que fuera para escapar de allí- ¿Cómo puedo salir de aquí? -preguntó, mirando alrededor, buscando una salida.
Se escucharon tocadas en una puerta.
Tae se tensó al oír el ruido. Miró hacia la puerta, temeroso de lo que podría estar ocurriendo en el otro lado. El corazón le latía fuertemente, preguntándose qué podría ser lo que hacía aquellos golpes en la puerta.
El fantasma se enojó, fue a deshacerse de aquel hombre que se quería llevar a Tarragona.
Los gritos de Tae eran música para el fantasma. No estaba seguro de si era capaz de frenar al fantasma, pero no quería que hiciera daño a nadie, y menos aún que lo hiciera por su causa. Intuía que el fantasma tenía algún tipo de motivación extraña y quizá desviada, y no quería ser la causa de ningún daño.
Tae estaba en medio de una situación verdaderamente extraña y aterradora. Entonces, como un relámpago, se le ocurrió la idea de las tres puertas: solo una llevaría a la salida, y los otros dos a una muerte segura.
El fantasma tenía un núcleo... En realidad él era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto... Ese cuerpo fue otorgado para llevar a cabo su venganza.
Acabar con su familia, uno por uno... El niño esperó una noche a que todos se duerman, para eliminar uno por uno... Esa sensación de acabar un con algo que lo torturaba por años era placentera.
Y el niño estaba disfrutando de eso... Pero, algo no estaba bien... Él necesitaba de alguien para ser feliz. Necesita a Taehyung de nuevo con él.
Taehyung respiró hondo y se acercó a las tres puertas con decisión, sabiendo que tenía que elegir sabiamente. Observó detenidamente cada una, tratando de descubrir alguna pista que lo guiara hacia la salida ¿Por cuál puerta debería ir?
Mientras observaba detenidamente cada puerta, tratando de descubrir alguna pista que pudiera guiarlo hacia la salida, Taehyung notó algo peculiar. De repente, de una de las puertas, escapaban gritos desgarradores de alguien conocido. El sonido penetrante llenó el aire, provocando un escalofrío que recorrió su espina dorsal.
Su corazón se aceleró y el impulso de entrar por esa puerta fue abrumador. Sin embargo, algo en su interior le advertía de la peligrosidad que podía ocultarse detrás de esos aterradores gritos. La cautela se apoderó de él, recordándole la importancia de avanzar con precaución en cada paso que diera.
Detrás de la puerta entreabierta yace una escena de horror. En la penumbra de la habitación se encuentra Yoongi, atado de pies y cabeza, incapaz de escapar de su cruel destino. El ambiente está cargado de una atmósfera opresiva mientras el fantasma se acerca lentamente, emanando un aura de malicia y sadismo.
Los murmullos inquietantes del espíritu llenan la habitación, resonando en cada rincón y envolviendo a Yoongi en un escalofriante tormento. Sus ojos, desbordados de terror, buscan desesperadamente una salida, pero solo encuentran las implacables cadenas de su cautiverio. El tiempo se detiene, los segundos se prolongan en agonía mientras el fantasma disfruta de su sufrimiento.
Cada instante parece una eternidad, cada movimiento del espectro provoca escalofríos que recorren la espalda de Yoongi. Sus pensamientos están llenos de desesperación y angustia, pero se aferra a una pequeña chispa de esperanza, rezando para que alguien lo encuentre y lo libre de este oscuro tormento.
-¿Realmente crees que seas capaz de salir de aquí con vida? No eres ni serás nada Yoongi -miró fijamente al otro, mientras que su sonrisa crecía cada vez más.
-Tú no eres nada sin Taehyung, solo lo quieres utilizarlo porque sabes que sin él no puedes vivir -desafío al fantasma con una voz llena de enojó.
El fantasma se sorprendió ante la resistencia de Yoongi, su sonrisa se desvaneció por un instante. Sin embargo, no se dejó intimidar y soltó una carcajada malévola -Oh, pequeño Yoongi, no sabes en qué te estás metiendo. Te aseguro que tu valentía no te llevará muy lejos. Pronto descubrirás que aquí no hay escape.
Pero Yoongi no se dejó amedrentar. Cerró los puños con determinación y respondió con voz firme -Eres un maldito psicópata, un niño aterrado con miedo a morir.
-Tú y tu familia me quitaron a Tae de mi lado, se lo llevaron ese día dejándome atrás mientras miraba el auto alejarse cada vez más de mí -soltó cada palabra con más odio- Ustedes son los palpables de lo que está pasando ahora.
-Estás verdaderamente loco si en realidad piensas que lo que sientes por Taehyung es amor... Sólo estás obsesionado con él porque sabes que es tu única salvación.
Jungkook estaba atónito ante las duras palabras de Yoongi. Sus ojos reflejaban la tristeza y el dolor. Sabía en lo más profundo de su corazón que el amor que sentía por Taehyung era real y puro. No podía permitir que nadie se interpusiera en su camino hacia la felicidad.
Mientras las palabras de Yoongi resonaban en el aire, Jungkook se tomó un momento para calmarse y reunir sus pensamientos. Respiró profundamente, recordando los preciosos momentos que había compartido con Taehyung y la ilusión que le brindaba su relación. No iba a dejar que nadie se interpusiera en su camino.
-Me aseguraré que no vuelvas a ver el sol en tu vida, Yoongi.
Esas fueron las últimas palabras que escuchó Yoongi antes de que todo se volviera negro.
Detrás de la puerta entreabierta, se encontraba Taehyung, parado en el medio del pasillo. La suave luz que provenía de la sala de estar iluminaba su figura, destacando su cabello oscuro y su mirada penetrante. Su postura era serena, pero había un brillo de curiosidad en sus ojos.
Sintió una presencia detrás de él. Un escalofrío recorrió su columna vertebral cuando notó la mano de Jungkook reposando suavemente en su hombro. El impacto repentino hizo que su cuerpo temblara involuntariamente, mientras su mente se llenaba de preguntas.
Con un rápido giro, Taehyung se enfrentó a la mirada penetrante de Jungkook, sus ojos chispeantes mostrando un destello de complicidad. La sorpresa y la intriga pintaron el rostro de Taehyung mientras se calmaba.
-El tiempo se acabó -las palabras de Jungkook flotaron en el aire como un susurró inquietante.
-Me prometiste que era antes del amanecer -sintió que su corazón se aceleraba, mientras trataba de mantener sus ojos en Jungkook.
De repente, Jungkook dejó escapar una sonrisa inquietante que hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Taehyung. La sonrisa de Jungkook parecía contener un secreto oscuro y desconocido, despertando sensaciones extrañas en él.
-No deberías confiar nunca en alguien y mucho menos en mí... Lo siento Taehyung.
Negó alejándose de él -Quiero ver a Yoongi.
-No creo que eso pase -siguió los pasos de Tae.
-¿Q-Que?
-No creo que lo puedas ver.
Las lágrimas rodaban por las mejillas de Taehyung, sin cesar, como pequeñas gotas saladas que buscaban liberar la tormenta de emociones que anidaba en su corazón. Cada lágrima era un testimonio silente de su dolor y confusión.
Sus ojos enrojecidos e hinchados reflejaban el peso de la decepción y la traición que sentía. El susurro inquietante de Jungkook resonaba en su mente una y otra vez, desgarrando las frágiles hebras de confianza que había tejido en su interior. Había creído en las promesas susurradas al caer la noche, en la promesa de un encuentro antes de que el sol se alzara sobre el horizonte. Pero ahora, esa promesa se desvanecía como un sueño efímero.
Cuando Jungkook dejó escapar aquella sonrisa inquietante, algo se quebró dentro de Taehyung. Era como si un vórtice negro se hubiera abierto en el corazón de él, revelando una faceta oculta y desconocida de su ser. El miedo se apoderó de cada fibra de su ser, erizando los vellos de su piel.
Con lágrimas aún resbalando por su rostro, Taehyung se alejó de Jungkook. Sus pasos eran pesados, pero su corazón latía con una mezcla de tristeza y esperanza. Aunque no sabía qué le deparaba el destino, tenía una firme convicción de que debía buscar a Yoongi.
Sin embargo, las palabras de Jungkook resonaron en su mente como un sombrío eco. "No creo que lo puedas ver", había dicho con una amarga certeza ¿Cómo podía ser posible? Taehyung se sentía abrumado por la incertidumbre y la angustia.
-¿A dónde vas? -preguntó al verlo alejarse a pasos lentos de él- Deberías de saber que aquí no hay escapatoria.
Se detuvo y volteó a verlo con sus ojos rojos e hinchados -A algún lugar en donde no estés, maldito monstruo -respondió con voz quebrada.
-Aún así no lograrás escapar de mí, Taehyung.
-¿No tienes conciencia? -soltó de la nada, mirándolo con furia en sus ojos- Has matado sabrá Dios cuántas personas estos años... Sólo para esto. Estás obsesionado conmigo, Jeon. Crees que yo te mantendré vivo si estoy a tu lado, pero hace mucho tiempo que te moriste para mí.
Dio un paso hacia delante -No quiero que pienses cosas malas de mí, TaeTae -el antes nombrado cerró sus ojos al escuchar ese apodo- Yo también sufrí mucho estos años sin tenerte a mi lado... Yo fui un niño indefenso que solo pensaba en buscar paz en un infierno como este. Nunca fui mal niño, pero mi familia me quería ver muerto ¿Por qué? Y-Yo... Yo solo quería ser tu amigo, pero me abandonaste.
-Hace mucho dejé de ser tu amigo, Jungkook -dio otros pasos hacia atrás, mientras que Jeon lo seguía con sus pasos lentos.
-¡Hice todo por ti, por nosotros! -exclamó desesperadamente- Entiéndelo, Taehyung.
Mientras daba unos pasos atrás, no pudo sentir la brisa fría que se colaba por la gran rotura en la pared del tercer piso. El viento soplaba intensamente, empujando la lluvia que caía sin cesar. El agua se escurría por el suelo, convirtiéndolo en un terreno resbaladizo y peligroso. La situación era desoladora, como si el cielo llorara junto con él.
-Nunca podrás vivir en paz, Jeon Jungkook -esas fueron sus últimas palabras.
Mientras caminaba, dio un último paso y de repente resbaló en el piso lleno de agua. Su cuerpo perdió el equilibrio y comenzó a caer hacia atrás, sin poder mantener el control. Sus brazos se extendieron para agarrar algo, pero fue en bazo. En ese preciso momento, atravesó la gran rotura de la pared, provocando un estruendo ensordecedor. Un intenso grito escapó de sus labios, mientras caía en picada hacia el suelo mojado.
Jungkook avanzó lentamente hacia la rotura de la pared. El cuerpo tendido en el suelo se veía a simple vista, sintió una gran satisfacción al ver cómo logró lo que quería. La lluvia caía sin piedad sobre su figura, empapando su ropa y oscureciendo el ambiente, un charco de sangre se formaba alrededor de la cabeza del individuo, creando un macabro contraste con el agua que lo rodeaba. El silencio sólo era interrumpido por el sonido de la lluvia golpeando el suelo, y Jungkook sonriéndole a la nada.
-Al único lugar en donde no estaré contigo es la muerte, porque yo soy la muerte.
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Los años pasaban tan rápido como un suspiro, llevándose consigo los momentos y recuerdos que habíamos acumulado. La familia, una vez compuesta por cinco miembros, ahora se reducía a sólo tres. El cambio era evidente, especialmente en aquellas vacaciones que solían compartir. Todo había sido transformado en una fragancia nostálgica y melancólica, recordó los días de risas y alegría que solían llenar sus vida.
La familia se encontraba ahora en la ciudad, rodeada de bullicio y nuevos horizontes. A medida que los años pasaban, el pequeño bebé que una vez fue el centro de atención, comenzaba a crecer y a explorar el mundo a su alrededor. Con sus seis años y medio, se había convertido en un niño curioso y llenó de vida.
Cada día era una aventura para él. Ya no necesitaba ser cargado en brazos, sino que corría por las calles y se maravillaba ante cada descubrimiento. Sus ojos brillaban con entusiasmo mientras exploraba los parques, se subía a los columpios y se deslizaba por los toboganes. Cada risa resonaba alegremente, contagiando a todos los que lo rodeaban.
Él se había sumido en un mundo propio, donde los recuerdos de sus otros hermanos se desvanecían lentamente. A medida que crecía, parecía haber olvidado por completo su existencia, mientras mamá y papá luchaban por mantener el equilibrio en la familia.
Desafortunadamente, la familia de este niño de cinco años y medio guardaba un secreto. Sus padres se esforzaban por evitar hablar de sus hermanos. Tal vez lo hacían pensando en el bienestar de todos, pero para el pequeño, esos hermanos eran invisibles. Él creía ser el único en la familia.
El pequeño de cinco y medio se encontraba inmerso en la tarea de limpiar su habitación, siguiendo las instrucciones de su madre. Sacaba y guardaba cuidadosamente cada objeto en su lugar correspondiente. Mientras avanzaba, una sensación de intriga se apoderó de él al notar una caja antigua y desgastada que se encontraba en el fondo de su armario.
Intrigado por el misterio que envolvía aquella caja, la tomó entre sus manos con precaución. Su aspecto descuidado y el polvo acumulado en su superficie denotaban años de olvido. Con dedos curiosos, comenzó a limpiarla delicadamente, liberándola del velo de suciedad que la cubría.
El pequeño no podía contener su emoción. Con dedos temblorosos, abrió cuidadosamente la tapa de la caja. Dentro de la caja, descubrió papeles desgastados que quizás para él eran importantes. Mientras más buscaba, encontró un peluche rosado muy viejo y sucio, era un conejito con orejas largas y una de ellas cortada en la punta. En su pecho tenía una nota que parecía ser nueva a comparación de los otros papeles. La tomó con su manito y con dificultades pudo leer "Hola de nuevo"... Al voltear la nota, pudo leer el nombre de... ¿Taehyung? ¿Quién era Taehyung?
Con la mayor curiosidad, el nene tomó al peluche y a la nota en sus manitas, salió de la habitación y fue corriendo a la cocina a buscar a su mami. Al llegar a la cocina, encontró a su mami ocupada haciendo la comida.
Con ojos brillantes y una sonrisa de emoción, le mostró el peluche y la nota -Mami, mira este peluche, lo encontré limpiando... Pero, estoy confundido ¿Dónde está Taehyung?
La madre sintió el mundo caer sobre ella al escuchar a su hijo mencionar esas palabras. Al ver el peluche sabía de quién era y a quien buscaba. Con un nudo en la garganta, tomó a su hijo en brazos.
-¿Quién es Taehyung? -Le preguntó con voz entrecortada.
⤷FIN⤶
⋆ ̟@Kᴏᴏɪ_Tᴀᴇ𔘓
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