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Capítulo 72.


El vino fue puesto en la mesa como señal de que se avecinaba una gran noticia. Jungkook tomó la mano del omega con la suya y la acarició con cariño, dándole a entender a su chico que él también estaba nervioso. Jimin suspiraba con tranquilidad. Cuando el alfa tomó una de las copas le sonrió al pelirubio, quien hizo lo mismo. Jungkook le indicó que a la señal tomara un cubierto y diera ligeros golpes para llamar la atención de todos.

-Entonces le dije: ¿Dos alfas? ¿Cómo quedará embarazado uno? -y todos comenzaron a reírse del chiste de Sun Hee. -Lo peor es que no sabíamos quién le daba a quien. -y se rieron más fuerte.

 Taehyung se tomó del estómago y se limpió una pequeña lágrima.

-Ejem...-dijo Jungkook, pero debido a las carcajadas nadie lo escuchó. Miró a Jimin y asintió.

El omega tomó el cubierto y dio dos golpes a la copa, no pudo medir lo frágil que era ésta, por lo que en el segundo golpe se rompió dejando varios trozos de vidrio en la mesa y el cristal casi completamente roto, a exceptuar la parte de abajo que estaba entre sus dedos.

Jimin miró la copa con los ojos bien abiertos. Joder... no pensó que fuera tanta fuerza. Una de las empleadas entró a la mesa para recoger el desorden e irse en pocos segundos. Sus mejillas se encendieron, bueno, por lo menos logró su objetivo; todos en la mesa los estaban viendo.

-L-Lo siento...-susurró avergonzado. Bah, sólo esas cosas le pasan a él. ¿Quién quebraba una copa tratando de hacer un brindis? Solo Jimin.

-No te preocupes. -Jungkook le acariciaba la mejilla sintiendo lo caliente que estaba por el rubor que tenía. -Necesitamos decirles algo. Pero primero, Ho Seok, sirve para algo y llena las copas de vino.

El alfa gruñó pero hizo lo que le dijo. Se puso de pie y tomó la botella. Primero llenó la copa de Tae Hyung, sirviendole poquito por precaución. Luego la de los chicos, sus tíos y por último los chicos. 

Tomó asiento junto a su omega embarazado, que pronto no sería el único en la mesa. Jimin sentía su corazón salir pero los confortables dedos de su alfa sobre su muslo le ayudaban de sobremanera. Dio una profunda respiración cuando escuchó la voz del alfa hablando.

-Tenemos una noticia que darles. -miró a Jimin con amor. -Verán, luego de mucho tiempo de espera... nosotros estamos complacidos de decirles que...-sus ojos encontraron los de su omega, enamorándose más, si es que eso era posible. -Vamos a tener un hijo.

Todos soltaron un gemido de sorpresa. Ho Seok se cayó al suelo, Tae Hyung casi sufre un infarto, sus padres escupieron el sushi y los chicos no podían creerlo. ¿Jimin embarazado? Oh Dios, esto sí que era sorprendente. 

No podían creer que el pelirubio estuviera esperando un hijo. Todos parecían emocionados, sin embargo Sun Hee y Chung Hee veían a Jungkook preocupados, pues él aún no estaba casado para heredar la empresa y tener un hijo sólo era un adelanto que personalmente ellos no estaban de acuerdo que se diera. 

Sin embargo, no podían hacer nada, iban a apoyar a su hijo y a Jimin, pero también le iban a dar una buena charla acerca de su descuido.

-¿Y ahora quien sigue? -dijo Jung Hyun con una sonrisa. -¿Ji Hyun con su novio?

-¡No es mi novio! -dijo enojado.

-Amante, lo que sea. Sólo sé que estoy a punto de gritar porque ustedes me dan ternura y yo amo como se ven y saber que van a tener un hijo me da más ternura y siento que voy a llorar como estúpido porque...-una lágrima se le escapó a la omega. -Porque ustedes son la pareja más pura que mis ojos han visto. ¡Jungkook, no te burles! -se quejó enojado.

Tae Hyung también estaba emocionado por Jimin. Ya no era el único en la familia esperando cachorros. Oh mierda, ¡oh maldita mierda! Iban a hacer un kínder ahí mismo, dos de Tae Hyung y uno de Jimin. Ho Seok se rió en sus adentros al ver que su primo siguió su consejo, sabía que Jeon no se iba a quedar con las ganas de sólo un hijo, en menos de lo que se diera cuenta iban a tener niños corriendo de aquí hacia allá, brincando y jugando entre primitos. Ay pero que lindo es todo.

-Nuestras más sinceras felicitaciones. -dijo Tae Hyung con los ojos acuosos. No lo culpen, el embarazo lo ponía sentimental.

Jimin también hace rato tenía lágrimas rodando por sus mejillas, una sonrisa que no se podía borrar en los labios y la mirada puesta en como Jungkook entrelazaba sus dedos con los de él, como si tratara de transmitirle lo orgulloso que está de que Park Jimin iba a ser el padre de sus hijos. 

Las mismas felicitaciones que con Ho Seok y Tae Hyung vinieron, dándose el gusto de brindar con ese vino sabor a uva amarga de 1948. Y por alguna razón todos lloraban, nunca en sus vidas recibir a un cachorro fue más que emocionante. 

Esto era como un sueño.



♦♦♦



-Estamos muy felices por ti hijo... pero...-Sun Hee dio un suspiro pesado. -Quebraste una regla importante.

El alfa miraba a través de la ventana con su puño en la boca. La noche era tranquila y el aire empujaba los árboles con serenidad. Jeon parpadeó pensando en lo que su madre dijo. Si bien, él no era un gran seguidor de las reglas, pero obligatoriamente tenía que seguirlas.

-Pronto nos vamos a casar. No se preocupen, el bebé habrá nacido cuando ya estemos legalmente juntos.

-El problema no es ese y lo sabes. -dijo Chung Hee. -El bebé debe de crecer cuando ya estén en sagrado matrimonio, no antes.

-Es lo mismo...

-No te atrevas a decir que es lo mismo, Señorito. -Chung Hee caminó amenazadoramente hacia él. Jungkook le sostuvo la mirada pero aun así tenía que ver unos centímetros hacia arriba para verlo a los ojos. -No quiero recordar las infinitas discusiones que hemos tenido por lo mismo; quieres llegar y cambiar las leyes que ya están establecidas y eso no se puede hacer. -dijo molesto, Jungkook bajó la mirada.

-Me alegra la forma en la que haz cambiado gracias a Jimin, pero este embarazo es un descuido muy grande. -esta vez fue Sun Hee.

-A él no lo metas...

-No nos veas como el enemigo, entiende que nosotros estamos muy felices por esto también, Dios, vamos a ser abuelos. -dijo el alfa mayor. -Nosotros seguimos reglas.

-Romperé las reglas que tenga que romper por ver a Jimin feliz. -dijo viendo enojado a su padre.

-No te comportes como un niño resentido. -dijo su padre. -Y por lo que más quieras, no nos pongas en contra de Jimin, es el último al que queremos perjudicar.

Jungkook les dedicó una última mirada antes de salir del cuarto de sus padres. Caminó por el pasillo, éste era largo y la habitación que compartía con su chico estaba un poco lejos, por lo que podía ir pensando acerca de lo que le dijeron. 

Sinceramente no entendía y le parecía estúpido lo que sus padres le estaban reclamando. Ese cachorro podía crecer perfectamente desde ahora, cuando se casen de seguro Jimin apenas tendría cinco meses o algo similar. Pero no, según sus progenitores, el bebé debe de comenzar a nacer luego de que se unan legalmente. Dio un ligero golpe en la pared provocando un ruido sordo, estaba enojado, no le importó haberse lastimado los nudillos.

Cuando llegó a su cuarto se encontró con su chico saliendo del baño. Jimin estaba pálido y se le veía cansado. El alfa lo miró preocupado y fue tras él luego de cerrar la puerta.

-¿Minnie? -dijo viendo el perfil de su chico. -Amor... ¿estás bien?

-S-Sí...-dijo apenas audible. -Sólo son nauseas. Creo que el sushi no me cayó bien...

-Tranquilo... ¿ya te sientes mejor? Vamos a la cama, yo te cuido bebé. -dijo Jungkook frotándole la espalda. El omega se dejó guiar donde su alfa lo acurrucó luego de lavarse los dientes.

Jeon tomó una botella de alcohol y se la dio a Jimin para que la oliera. Así las náuseas disminuirían. Comenzó a olerlo dando profundas inhalaciones. Los ojos del omega miraban con atención al su alfa; Jungkook se veía como en otro mundo, ido en sus pensamientos y su ceño fruncido le hacía pensar al menor que estaba molesto. Jimin se removió en disgusto. ¿Se habrá enojado con él? ¿Le había molestado que vomitara? Pronto se encontraba gimiendo de angustia. Pero la enorme mano del mayor colándose debajo de su ropa le quitó todo pensamiento. Los dedos del alfa acariciaban con tanta delicadeza el vientre del omega, alterando los nervios del castaño. Sentía las yemas de los dedos de su alfa trazar líneas invisibles.

Park alzó la mirada para ver a Jungkook sin embargo, apenas lo hizo, el alfa ya se encontraba reclamando sus labios. El alfa entrelazó sus piernas y abrazó a Jimin sin abandonar su vientre, el pelirubio buscó el final de la camisa del alfa para poder quitársela. Los labios ajenos eran sus drogas. La piel del otro era como su vicio.

-Mañana iremos donde el doctor...-dijo el alfa contra los labios del omega. -Quiero que estés perfectamente saludable.

Jimin asintió. Perdieron la noción del tiempo por saborear los labios del otro. 

Terminaron desnudos, abrazados y con los labios hinchados, dándose caricias sin la necesidad de morbo, dormidos hasta el amanecer.

Y Jimin amó la forma en la que su alfa nunca alejó la mano de su vientre.

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