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36. 𝑶𝒏𝒍𝒚 𝒀𝒐𝒖, 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈

36. Solo tú, cariño
Autor/a: @intoxicated-chan

Resumen: Miguel comienza a preocuparse por su hijo por nacer, teniendo en cuenta su ADN de araña y su historial de pérdida de personas, le preocupa si las cosas solo están destinadas a lo peor.
Advertencias: Lectora, embarazo, angustia ligera, relación establecida, menciones de engaño, menciones de relaciones sexuales, palabrotas, poca paranoia, muy esponjoso...


Miraste la prueba positiva. Te quedaste quieta antes de volver a mirar las otras cinco pruebas positivas.
Tu respiración se hizo irregular porque sabías que Miguel estaría en casa en unas pocas horas.

Todavía te quedaba algo de tiempo, esconde la evidencia y encuentra la manera de explicárselo a Miguel. Pensó que era casi imposible dejarte embarazada, por lo que esperabas que no lo hiciera pensar en lo peor. No lo culparías si lo hiciera.

Comienzas a limpiar las cajas rotas y las pruebas usadas, tirándolas a la basura sin pensarlo dos veces. No deberías preocuparte por esto ahora, deberías preocuparte si Miguel iba a llegar a casa a tiempo o tarde, otra vez.

Pero todo el silencio te asustó de muerte ya que no había manera de calmarte. Nada te impediría pasear por la sala de estar. Lo que parecieron minutos fueron horas, y cuando tu cabeza se giró en la dirección de un ruido sordo proveniente de tu habitación compartida. Te maldijiste a ti mismo, sabiendo que solo una persona tomaría la ventana en lugar de la puerta principal.

"¡(T/n)!" Lo escuchaste gritar.

Te atragantas con tus palabras durante unos segundos antes de finalmente poder hablar, "...¡Estoy en la sala de estar!"

Prácticamente podías escucharlo soltar un suspiro de alivio al escuchar sus pasos desde tu habitación y hacia la sala de estar, al verlo aún con su disfraz, "pensé que saliste a correr de nuevo".

"Bueno, sé cuánto los odias".

"Porque los tomas durante la noche, te he dicho lo peligroso que es". Se acerca a ti y te da un beso rápido en los labios antes de retirarse: "Voy a lavarme". Camina hacia el baño, pero se detiene y mira por encima del hombro, "¿Te importaría unirte a mí?"

"Bueno, yo-"

"Está bien." Miguel te dice: "Pero me vendría bien que alguien me lavara la espalda".

"Miguel-"

Y corrió al baño, cansado pero... ¡Mierda! ¡Nunca sacaste la basura!

"¡Miguel!" Vuelve a llamar pero no responde. Llegaste demasiado tarde, ya está en el baño. ¡Todavía tenías tiempo, todo lo que necesitabas era no congelarte y abrir la maldita puerta! Pero no puedes. No tenías derecho a ocultarle esta información a Miguel, él merece saberlo.

Mientras lo dejabas en el baño, te sentabas en tu cama compartida, esperándolo...

Ha pasado media hora. No se escucha el sonido de la ducha ni nada del baño. Pero se te cae el corazón al oír que se abre la puerta y entra Miguel en la habitación, test en mano mientras sus ojos cuentan toda su expresión.

"Yo-"

"Sé que no me engañaste". Susurra, colocando la prueba en la cómoda, "¿Pero cuánto tiempo hace que lo sabes?"

"Justo esta mañana, unas horas después de que te fueras al trabajo". Contestas.

"¿Solo esta mañana?"

"Solo esta mañana". Repites, mirándolo a los ojos.

Miguel respira hondo, "Vale, vale". Pero luego toma una bolsa de lona de tu armario y la pone sobre la cama, abre tu cajón y comienza a archivar la bolsa, "No puedes quedarte aquí". Él responde antes de que digas nada.

"Escúchame, Miguel".

"No es seguro para ti aquí".

"Miguel-"

"Soy un peligro y lo sabes."

"¡Miguel!" Agarras su muñeca, "Detente. Sabes muy bien que confío en ti con mi vida. Puedes pensar que es lo peor que he dicho, pero lo digo en serio. Sé que tienes la fuerza para protegerme, te amo Miguel y yo prometí estar a tu lado pase lo que pase. Así que por favor, no me alejes"

"No es que sea un peligro para ti, no te merezco".

"Te lo mereces todo, Miguel. Y espero que me dejes dártelo todo". Sintiendo sus brazos envolverte, abrazándote con fuerza como si fuera su último día.

El siguiente par de semanas estuvo llena de visitas al médico y retrasó en casa. No es que no te hayas quedado en casa antes, es solo que Miguel quería asegurarse de que estabas en un lugar seguro y que sería tu hogar compartido.
"Tomaste-?"

"¿Mis prenatales?" Terminas su pregunta, depositando un beso en su frente, "Sí, lo hice". Lo besaste de nuevo, "No tienes que preocuparte por mí, Miguel. Con las visitas al médico y las pastillas, estoy bien".

"Lo sé." Miguel se sentó en el sofá mientras tú te sentabas en su regazo, sentías sus manos llegar a tu estómago, "¿Sabe el doctor cuándo empezarías a aparecer?"

"En un par de semanas más, pero es diferente para todos". Le dices, sintiendo cómo se acaricia en tu cuello. Sientes sus manos acariciando tu estómago, "¿Estás bien, Miguel?"

Él tararea, asintiendo en tu hombro, "Es solo que...
¿Qué pasa si soy un padre horrible?".

"¡No te atrevas a decir eso!" Te levantas, volteas tu cuerpo para quedar frente a él y vuelves a sentarte, "sé que serás un padre maravilloso, Miguel. No importa lo que digan. Y sé que este niño te amará".

Él te mira y lentamente, se forma una sonrisa, "Esto es de lo que estoy hablando". Él apoya su cabeza en tu pecho.

"¿Qué quieres decir?" Usted pregunta. Luego miras sus orejas, la punta de ellas está roja, "¿Miguel?"

"Creo que deberíamos tener más hijos".

Tus manos llegan a su cabello, "No tienes que preguntarme dos veces".

De repente agarra tus hombros con fuerza y levanta la cabeza, "¿En serio?"

Te echas a reír, "¡Por supuesto!" Hablas entre risas: "No quiero nada más que formar una familia contigo". Lo calmaste.

"¿Qué he hecho yo para merecerte?"

"Siempre me tendrás".




Pregunta, ¿qué límite de OS les gustaría que tuviera el libro? ¿80? ¿100? Quisiera saber que les gustaría

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