23. Pasteles Rosas parte 9
Autor/a: @feyhunter78

Descripción: Es sábado y estás en un bar deportivo con Todd, hasta que te encuentras en el techo con Spiderman.

Es sábado. Uno de tus dos días libres, y todo lo que quieres hacer es relajarte, pero aquí estás en un bar deportivo de mierda, un idiota borracho ya te ha derramado cerveza en los pantalones cortos, tu novio te ignora por completo mientras golpea su puño contra la barra. , gritando a la televisión. Su equipo está perdiendo, asumes, mientras te alejas de la barra, con una bebida en la mano, y regresas a tu mesa.

Sacas tu teléfono y revisas tu correo electrónico, respondiendo a algunos, ignorando a otros, hasta que finalmente ves una respuesta de un niño en la madre de tu clase.

Jessica Tompson: Sra. T/N, / estará disponible a las seis PM el lunes para reunirme con usted con respecto al comportamiento de Tommy. Espero llegar al fondo de este problema.

Sonríes y le envías una respuesta rápida;
Has estado tratando de conseguir una reunión con la madre de Tommy desde octubre. Tommy no era un mal chico, solo necesitaba apoyo y atención adicionales, y posiblemente algunas pruebas de TDAH. Pero sabía que las personas dudaban en evaluar a sus hijos, tenían miedo de "etiquetarlos", a pesar de que esas "etiquetas" realmente podrían ayudar a sus hijos en la escuela.

No podría contar cuántas veces ha explicado que identificar dónde los niños tienen dificultades puede brindarles acceso a las adaptaciones que necesitan para prosperar. Como tiempo adicional en las tareas o una sala más pequeña y tranquila para realizar los exámenes, para que no se distrajeran tanto. Claro, no obtendrían estas cosas para siempre, pero si las obtuvieran ahora, les ayudaría a aprender a autorregularse para el futuro.

Golpeas alegremente con los dedos la superficie de la mesa y te acercas a Todd. "Oye, adivina qué, finalmente lograré que esa mamá entre y hable conmigo".

"¿Quien?" pregunta, cerveza en mano, sus ojos pegados a la pantalla.

"La mamá de Tommy Tompson".

"Oh, la caliente con el buen estante?"

Uno de sus amigos le choca los cinco y tú pones una sonrisa tensa. "Realmente no miro así a los padres de mis alumnos, pero ¿tal vez?"

Él rueda los ojos. "Sí, sí, tengo ojos, demandadme". Luego arrojó su cerveza sobre la barra. "¿Estás jodido-eso es una mierda, Ref!"

Miguel no diría cosas así, no te ignoraría por fútbol. Te felicitaría, se deslizaría entre tus piernas, sus labios carnosos entreabiertos, su lengua rosada encontrando un hom- Te sacudes de tus pensamientos.

Esto fue una locura, no deberías haber hecho eso...
Deberías haberte limitado a fantasear con una celebridad, o bueno, deberías haber estado pensando en Todd, él es tu novio.

"¡Qué llamada de mierda, Ref!" Te haces eco de él, y eso te hace ganar una sonrisa y un brazo alrededor de tus hombros.

Solo quieres que las cosas vuelvan a ser como solían ser, pero, sinceramente, ni siquiera estás seguro de que solía ser bueno. Tal vez simplemente no sabías nada diferente, pero ahora, ¿después de todas esas pequeñas charlas en la recogida, durante las reuniones de padres y maestros y luego el día en el zoológico? ¿Cómo es que un hombre que apenas te conoce te trata mejor que tu novio de años?

Caminas a casa con Todd apoyándose pesadamente en ti, sus labios están en tu cuello, descuidados y torpes, perdiendo ese punto en tu cuello para babear por toda tu piel.

"Todd, tal vez necesitemos reducir la velocidad un poco". Dices con cuidado, tratando de quitártelo de encima.

"¿De nuevo?" Él suspira pesadamente, la molestia clara en su tono.

Tu cara se sonroja, la vergüenza te quema, y te muerdes el labio para mantener las lágrimas a raya.

Cuando empezaste a salir, eras tan nueva en todo, habías tenido algunos novios antes, pero fueron efímeros, casi castos. Todd, por otro lado, era un completo y total prostituto.

"Pensé que ya habías superado todo eso". Se queja, caminando penosamente por la acera, negándose a mirarte.

Quería todo rápido, rápido, rápido, y tú fuiste arrastrado por el viaje, ansioso y sin preparación.

"Lo estoy, lo estoy, es solo que estás borracho y te va a doler la cabeza por la mañana..." Le dices, ayudándolo a subir las escaleras y atravesar la puerta de tu apartamento.

Se dirige directamente a tu sala de estar y se deja caer en tu sofá. "Entonces, qué, te quiero, y eres mi novia, entonces".

Intentas ocultar tu mueca, pero él la ve y gime.

"Siempre eres así, lo juro, tan mojigata". Lanza un brazo sobre sus ojos y baja el cierre de sus pantalones, sacando su polla.

Palideces, no hay forma de que se vaya a masturbar, borracho, en medio de tu sala de estar, ¿verdad?
"Todd, ¿en serio?" chasqueas, agarras una almohada decorativa y se la lanzas.

Él te ignora, bombeándose, gruñe y gime derramándose de sus labios. Solías encontrarlo atractivo, siempre te ha gustado cuando hablaba, pero ¿ahora? Ahora se siente traidor escucharlo a él en lugar de a Miguel.

Pero nunca has escuchado a Miguel, tu mente solo estaba inventando cosas, eso son los sueños y las fantasías.

"Eres un idiota".

Se sentó, todavía agarrando su pene erecto. ¿Era más pequeño de lo que recordabas? "Tal vez no lo estaría si hicieras tu trabajo".

"¿Mi trabajo?" Preguntas, completamente confundido.

Señala su polla y te muerdes el interior de la mejilla para no reírte, no hay forma de que quiera decir lo que crees que quiere decir.

"Las chicas buenas chupan la polla de su novio". Lo dice con tanta certeza, que suena ridículo.

Te echas a reír, te doblas y te quedas sin aliento. "Estás tan lleno de eso".

"No lo soy, solo eres un-" luego se calla, y miras hacia arriba para verlo desmayado, con la polla todavía en la mano.

Te quedas ahí por un momento, estupefacta. No hay manera de que eso haya sucedido.

Arrojando una manta sobre Todd, te diriges a la escalera de incendios con una manta diferente en la mano, subes al techo y te sientas en el borde del techo, con los pies colgando, las manos detrás de ti apoyándote mientras te recuestas.

Dejaste escapar un suspiro, inclinando tu cabeza hacia el cielo nocturno. Se siente bien aquí, la brisa fresca, los sonidos de la ciudad por la noche, el suave arrullo de las palomas que cuida el administrador del apartamento.

Un golpe suave llama tu atención y saltas alejándote del borde y girando sobre tus talones. Solo para encontrarse cara a cara con Spiderman.

"Ojalá fuera tan fácil sacar a todos de la cornisa". Dice, con un toque de humor en su voz.

¿Recuerdas cómo se ve, y su cara, máscara? está en todas partes, pero es diferente cuando no estás aterrorizado o viendo algunas imágenes de noticias granuladas.

"Y también es gracioso". Bromeas, dándole una pequeña sonrisa.

Él inclina la cabeza, escudriñándote, luego extiende la mano y su pulgar enguantado roza tu mejilla. "¿Estabas llorando?"

¿Estabas llorando? Te tocas la cara, las puntas de tus dedos se humedecen. "Oh, ni siquiera me di cuenta, solo ha sido un día largo".

Extiendes tu manta y te sientas, con la espalda contra la pared, y acaricias el espacio que tienes delante.

"¿No se molestará tu novio si se entera de que estás compartiendo una manta con un héroe enmascarado?" Bromea, sentándose en el espacio que hiciste para él.

"Mi novio se ha desmayado borracho con la polla en la mano". Le dices, la poca luz te hace más valiente de lo que normalmente serías.

Se queda en silencio, las partes de los ojos de su máscara se ensanchan, y crees que esa es su versión de cejas levantadas.

"Estaba borracho y enojado conmigo porque no quería que me babeara el cuello, así que lo saca, y cuando le digo que se detenga, me llama mojigata y dice que debo hacer mi trabajo, lo cual Es una cosa tan idiota de decir". Se siente bien divagar, simplemente descargar todos tus sentimientos sobre este semi-extraño enmascarado.

"¿Hacer tu trabajo?" Spiderman pregunta, con los ojos entrecerrados.

"Él dijo, y cito, ¿las chicas buenas chupan la polla de su novio? Literalmente tan ridículo..." Te callas cuando Spiderman echa los hombros hacia atrás.
Por un momento estás hipnotizado por el movimiento, la pura masa muscular.

"¿zapatos?"

Te quitas de encima. "¿Perdón?"

"¿Te gustaron tus nuevos zapatos?" Él pregunta, y escuchas una sonrisa en su voz.

Wow, t/n, ¿muy grosero? Ni siquiera pensaste en agradecer al hombre que no solo salvó tu vida, sino que también reemplazó tus zapatos.

"Sí, muchas gracias, ¿cuánto te debo?" Vas a sacar tu billetera pero te das cuenta de que la dejaste en tu habitación.

"No, está bien, considéralo una disculpa por no llegar lo suficientemente rápido". Levanta las manos de manera pacificadora.

Frunzas los labios pero asientes. "Está bien, bueno, de nuevo, gracias".

Estás jugueteando con el collar que te compraron Gabi y Miguel, y parece llamar su atención. "Eso es bonito, ¿tu novio te consiguió eso?"

Sacudes la cabeza, dejando caer el colgante. "No, fue un regalo de uno de mis niños, soy maestra".

"Eso es lindo, ¿te importa si lo hago?" Él hace un leve gesto hacia él y tú te inclinas hacia adelante, dejando que lo atrape entre dos dedos largos. "Muy lindo."

"Sí, creo que es muy dulce". Le sonríes, conteniendo el aliento en tu garganta cuando suelta el colgante cerca de tu piel, la punta de su dedo roza la parte superior de tus pechos.

"Lo siento, no fue mi intención tocar..." Dice rápidamente, retrayendo su mano.

Le das una sonrisa tranquilizadora. "Está bien, fue un accidente".

"¿Qué dijo tu novio?"

"¿Sobre el regalo? No creo que se haya dado cuenta". Te burlas y te quitas el pelo de los hombros.

"No, ¿qué dijo él después de que lo rechazaras?" Su voz es más baja, más cálida, se extiende por tu piel y se filtra en tus huesos.

"Oh, bueno, trató de discutir y luego se desmayó". Te ríes, la forma enmascarada de Spiderman aún está a centímetros de ti.

Spiderman deja escapar un zumbido bajo y coloca un mechón de cabello suelto detrás de tu oreja. "Lo expresó todo mal, las chicas buenas no chupan la polla, toman la polla".