ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ xɪɪ
Dos semanas han pasado desde que Jisoo se enteró de que Roseanne salía con alguien más.
Dos semanas en las que sólo se limitó a mirar a su amada desde lejos, en las que esperó que llegase el día en que todo su dolor acabaría.
Estaba metida en la cama esperando la hora de salir a buscar comida. Había conseguido un trabajo de medio tiempo que a pesar de no ser la mejor paga, le ayudaba a pagar cosas básicas como la comida.
Estaba harta de esperar que llegase la hora así que directamente se salió esperando que le vaya bien y no se encuentre con algún familiar en el camino y menos encontrarse con Rosé, quien ahora estaba empezando una grata relación con Suzy.
Se puso una chaqueta y enrrolló una bufanda por el cuello, el clima de Seúl había bajado considerablemente, el invierno había llegado.
Una de sus épocas favoritas, recordó como hacían muñecos de nieve junto con su abuela y luego iba a la casa de Jennie a ver películas y pasar la noche bajo las sábanas mientras imaginaban un futuro juntas recorriendo el mundo como dos grandes artistas.
Pero curiosamente Jennie no se encontraba con ella, a la madre de Jennie esto la extrañó, puesto que ambas chicas eran inseparables de pequeñas.
Ya de vuelta de la tienda, Jisoo vio como unos chicos molestaban a una chica, ignoró esto pensando en que se trataban de tres amigos que estaban jugandose bromas.
Empezó a caminar tranquilamente hasta que oyó a alguien acercarse rápidamente.
—¡EunJi!—exclamó la voz extraña—¡Espérame por favor!.
Jisoo se giró confundida a ver de quien se trataba, era aquella chica que había ignorado.
—Gracias por esperarme Eunji—Volvió a hablar la chica.
Pero Jisoo no entendía que es lo que sucedía.
—Ayúdame por favor—susurró la chica—Esos tipos llevan siguiendome hace unas cuadras, por favor, tratame como si nos conociéramos.
Una vez más la chica pidió que por favor la ayudara, Jisoo lo hizo sin titubear.
La joven se abrazó a Jisoo quien le seguía el juego tranquilamente.
—¿Por qué tan solas por las calles?—Decía uno de los chicos—¿No tienen un poco de frío?.
Su acompañante río—¿No quieren que las hagamos entrar en calor?.
La joven sólo se apegó más a Jisoo. Esta al oírlos soltó una risa y los miró.
—Mejor larguense y déjennos en paz—Espetó.
—Vamos, será una gran noche—habló uno de ellos agarrando a la joven quien se apegaba más y más a Jisoo.
Sin miedo a lo que pueda pasarle, la mayor le plantó un puñetazo al chico que tenía en frente.
Este cayó al suelo sobandose la nariz mientras que el otro intentó golpearla, esta fue más rápida y le plantó una patada en las bajas.
Rápidamente tomó a la chica del brazo y la llevó consigo hasta un lugar con gente donde ambas puedan estar tranquilas.
Habían caminado varias cuadras sin emitir palabra alguna, cosa la cual Jisoo agradeció pues no sabía que decir ante situaciones como esa.
De repente la chica se paró y miró hacia un lugar de comida rápida y empujó a Jisoo consigo, esta se plantó en el piso y por más esfuerzo que la chica hiciese no podía moverla de su sitio.
—Está bien tu ganas—dice la chica—Al menos déjame pagarte por haberme ayudado.
—Sólo quiero que una desconocida me deje de seguir—habló Jisoo—Te ayudé a escapar de esos chicos, es todo, no seremos amigas ni nada por el estilo.
La chica la miró confundida—Sólo quería invitarte a comer algo después de ayudarme, es un precio justo.
—Ni lo sueñes, te acompañaré hasta un lugar con gente y ya—respondía la mayor.
—Por favor, me ayudaste sin conocerme, cualquiera se hubiera ido dejándo que esos tipos hagan lo que quieran conmigo—dijo.
Jisoo permaneció en silencio rumoreandose si aquella decisión que tomará será la correcta.
Finalmente vio a los ojos de aquella chica y suspiró—Está bien...—La chica soltó un chillido y se lanzó a abrazar a Jisoo quien intentaba alejarla—Pero evita el... contacto físico—soltó entre dientes.
—Oh lo siento—habló la castaña separándose de esta—Soy Chaeryeong... Lee Chaeryeong, ¿y usted?.
—Un error—respondió Jisoo—No hagas preguntas que me cuestan la existencia.
—¿Qué tanto le puede costar decirme su nombre?—preguntó en burla Chaeryeong.
Jisoo bufó—¿Quieres que te acompañe o no?—Chaeryeong asintió—Bueno, lo hacemos en silencio.
—¿Por qué eres tan amargada?.
—No soy amargada—respondió la mayor—Simplemente me veo en la obligación de no tratarte de manera cordial ya que tú maravillosa personalidad inigualable al de otro ser humano, perturba la paz de mi aura terrenal que desprende mi alma para tener la calma ante cualquier situación o problemas en el cuál nos enfrentamos diferentes tipos de criaturas que conformamos la bola de masa y energía a la que llamamos tierra... ¿Captas o no?—sonrió burlona.
Chaeryeong se quedó mirando a la mayor con una mueca buscando las palabras adecuadas para responder ante tal filosofía—Que grosera—respondió finalmente.
Jisoo no respondió.
Chaeryeong la tomó del brazo y la empujó hacia el local en donde le dijo que pidiera lo que quisiera que ella pagaba; aunque aún sentía curiosidad por saber de la castaña, quien no ha hecho nada más que tratarla mal y no dirigirle la palabra.
Cenaban en silencio mientras que el clima en las calles comenzaba a bajar considerablemente, podría ser indicios de una fuerte ventisca con lluvia incluido.
—Me temo que ya es hora de irnos—pronunció Jisoo, Chaeryeong asintió—Vamos, te acompañaré hasta tu casa.
—Oh no tienes por—fue interrumpida por la mayor.
—Me pagaste la cena y no es buena idea que andes sola por las calles después del incidente—respondió Jisoo—Te acompañaré y no se discute.
—Está bien... ¿en silencio otra vez?—preguntó. Jisoo asintió.
Y fue así como se dieron camino hasta la casa de Chaeryeong. Habían partes en las que la pequeña intentaba llamar la atención de la mayor pero esta simplemente la ignoraba. A pesar de que la menor le preguntaba cosas simples como su nombre y edad, la mayor solamente se mantenía en silencio.
El viento era cada vez más fuerte y frío lo cual hizo que Chaeryeong se abrace a si misma intentando entrar en calor; Jisoo notó esto y no lo dejó pasar, le ofreció su abrigo lo que la castaña aceptó, aunque se sentía mal por ver que su contraria aguantaba el frío por ella.
—Ya vamos a llegar—habla de repente—Está luego de esa casa—dijo señalando un edificio.
—Perfecto—respondió Jisoo—Vamos, hay que apurarnos, la tormenta está por comenzar.
Chaeryeong se puso en frente de Jisoo y empezaron a correr hasta el lugar recién señalado por la menor.
Mientras que Chaer reía y miraba detrás suyo a ver a su acompañante, Jisoo mantenía la mirada seria con la boca semiabierta intentando respirar.
Chaeryeong se alejaba más de ella a lo que la mayor tuvo que gritarle que la esperara, aún así la menor se alejaba más soltando carcajadas y burlas hacia su contraria. La menor al no ver su camino terminó chocando con un poste, Jisoo al ver esto comenzó a reír.
Chaeryeong al principio quería llorar debido al dolor y la pena que esto le causaba, pero al ver reír a carcajadas a la castaña rápidamente le siguió.
—Vamos, ya falta poco—dijo entre risas la mayor a la par que levantaba a Chaeryeong.
—Gracias—dijo esta—no pensé verte reír ¿sabes?.
Jisoo la miró extrañada, pero rápidamente se dio cuenta de lo que quiso decirle.
—Podríamos ser amigas... si me lo permites—soltó nerviosa la menor.
Jisoo se mantuvo en silencio.
¿Debía confiar?, su mejor amiga la abandonó cuando más la necesitaba, prefirió estar del lado de aquella chica que había conocido hace meses que estar del lado de su mejor amiga. Lastimó a la chica que le gusta huyendo de ella por su cobardía y abandonó a su abuela, quién fue la única que la apoyó en todo ese tiempo; la gente la odiaba por ser un fenómeno, incluso sus padres, personas que se suponían debían cuidarla.
Raramente, le agradaba Chaeryeong, mucho, pero no se arriesgaría a meterla en un lugar casi imposible de salir, no quería terminar lastimandola por culpa de sus demonios.
—Yo... entiendo...—dice la menor—no eres mi amiga, solo eres... una desconocida que me salvó.
La menor suspiró y comenzó a alejarse de esta, pero fue detenida al instante por su contraria.
Esta sonrió antes de hablar—Mi nombre... es Jisoo.
La menor sonrió y saltó a abrazarla, Jisoo extrañamente le correspondió.
A Chaer le extrañó esto, pues la castaña se había portado muy distante y grosera con ella, aún así no dijo nada y simplemente se dejó llevar.
Llegaron hasta el lugar señalado anteriormente topandose con una chica quien chocó su mirada con la de la menor y terminó con un leve sonrojo, cosa que Jisoo notó.
—C-chaer y-yo—habló nerviosa la peliazul—Es–estaba por ir a buscarte.
—Unnie yo...—respondió nerviosa la menor—Eh, yo tuve p-pro-problemas y-y Ji-Jisoo u-unnie s-se of-ofrecio a ayudarme.
La peliazul miró directamente a los ojos de Jisoo intentando intimidarla, Chaer notó esto en su mayor y la golpeó levemente en el brazo.
—Supongo que ya te vas—Espetó Ryujin.
Jisoo río—Si; de hecho, solo quiero mi abrigo—dice mientras coloca una una mano sobre el hombro de Chaeryeong.
Ryujin tensó su mandíbula al ver la acción de la castaña. Estaba por hablar cuando fue interrumpida por una tercera voz.
—¿Ryujin? ¿Chaeryeong? ¿Qué hacen fuera? Entren, la tormenta está por comenzar—ordenó la voz de adentro.
—Está bien—respondió Ryujin.
La peliazul había entrado dejando a solas a ambas castañas para que puedan despedirse.
—Una vez más gracias por ayudarme Jisoo—habló Chaeryeong entregándole su abrigo.
—No fue nada, gracias a ti por la cena—respondió sonriendo Jisoo.
—¿Llegarás bien?—Preguntó preocupada la menor.
—Sinceramente no lo sé—respondió la mayor—Pero mira el lado bueno, no me volverás a ver—ríe.
Pero a Chaeryeong esto no le causó gracia.
Jisoo al ver la mirada triste de la menor rápidamente cambió el semblante—Chaeryeong; me agradas, pero... no quiero que formes parte de mi mundo por todos los problemas que ocasiono con mi simple presencia.
—Ryujin es... casi igual de caótica y amargada que tú—ríe—si es eso a lo que te refieres...
Jisoo sólo se limitó a reír—Chaeryeong, será mejor que me vaya antes de que la tormenta ini–
—Podrías quedarte a pasar la noche aquí, digo, para no arriesgarte tanto—interrumpió la menor.
Jisoo volvió a reír—No puedo pequeña; vives con otras personas y no quiero causar molestias.
—Pero– YeJi unnie te dejará pasar la noche aquí—Suelta esperanzada la menor—Por favor JiSoo, es solo esta noche.
—No Chaeryeong, no pue–
La tormenta comenzó.
—Mierda—susurró Jisoo—Tal parece que el destino está de tu lado.
Chaeryeong dio saltitos de la emoción abrazando nuevamente a su mayor, esta rodó los ojos y entró a la sala junto con ella, donde otros cuatro pares de ojos la miraban raro.
—¿No se había marchado?—Espetó Ryujin.
—La tormenta se adelantó—respondió Chaeryeong—Tranquila unnie se quedará solo por esta noche.
—No hay problema—se metió una de ellas—No es recomdable que salgas así, lastimosamente no podemos ofrecerte una habitación cómoda pues todas compartimos cama—soltó apenada.
—No importa—responde Jisoo—Sólo será por esta noche, me conformo si eso la tranquiliza señorita...
La pelinegra sonrió—Por favor, estás en tú casa.
Jisoo no dijo nada, solo asintió levemente mientras observó a Chaeryeong.
Esta le mostró el lugar en el que dormiría, ya era bastante tarde y decidieron dormirse y descansar un poco. Aunque a Jisoo aún le costaba conciliar el sueño.
"No sé si está bien o está mal... aún asi quiero intentar encajar... ¿Estoy olvidando el lugar donde pertenezco?... adiós mi amor, hoy eres todo de lo que están hechos mis sueños... hasta que el destino nos una nuevamente..."
200 votos en este cap y actualizo Wayo.
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