Jake y Yeosang están sentados en el pequeño sillón del departamento de Jake, compartiendo una taza de té caliente mientras la ciudad comienza a apagarse con la llegada de la noche. El silencio entre ellos es cómodo, pero cargado de una tensión que ambos saben inevitable.

Jake remueve su taza con la cucharita, como si el movimiento calmara el torbellino de pensamientos que le revuelve el pecho.

Yeosang, siempre perspicaz, se recuesta contra el respaldo, observando a su amigo con una mirada calculadora pero amable.

—Entonces, ¿quieres hablar de él? —Pregunta con una sonrisa ligera, cruzando las piernas y apoyando la cabeza en su mano.

Jake deja escapar un suspiro y aparta la vista, sintiéndose un poco vulnerable bajo la mirada de su amigo.

—No sé por dónde empezar —Admite.

Yeosang arquea una ceja, divertido.

—Comienza por lo básico. ¿Qué sientes por ese Alfa que llegó a tu vida de repente? ¿Sunghoon, cierto? —Su tono es suave pero curioso. Después de todo, él había sido quien lo trajo esa noche, observando la desesperación genuina en los ojos del joven Alfa.

Jake deja la taza sobre la mesa y frota sus manos, como si buscara algo de coraje en el calor que queda en ellas.

—Sunghoon... es diferente. —Hace una pausa breve, como si saborear el nombre en sus labios lo hiciera más real—. Cuando lo vi por primera vez, no pensé que fuera alguien que se quedaría. Alfas como él, con esa confianza y ese porte, suelen ser todo lo contrario a lo que busco.

Yeosang asiente lentamente, como recordando las mismas impresiones que tuvo al ver a Sunghoon.

—Sí, lo admito. Al principio pensé que era otro Alfa arrogante, de esos que creen que pueden tener lo que quieran —Confiesa. Luego sonríe, divertido—. Pero cuando lo vi esa noche, buscando desesperadamente la forma de explicarte todo, supe que estaba equivocado. Nunca había visto a un Alfa así de... desarmado.

Jake deja escapar una risa suave.

—Tampoco yo. Y eso es lo que me tiene así, confundido. —Se pasa una mano por el cabello, desordenándolo más—. Sunghoon es todo lo que pensé que no podría tener. Es paciente, detallista, y hace que todo lo demás parezca menos importante.

Yeosang lo observa con atención, inclinándose un poco hacia adelante.

—¿Y eso te hace feliz? ¿O te asusta?

Jake baja la mirada, una mezcla de emociones atravesando su rostro.

—Me hace feliz... pero también me asusta mucho. Pasé tanto tiempo creyendo que tal vez estaría solo, que mi Alfa destinado nunca llegaría o que ya había encontrado a alguien más. Y ahora, de la nada, aparece Sunghoon y actúa como si siempre hubiera sabido que me estaba esperando.

Yeosang suelta una pequeña risa, más de complicidad que de burla.

—¿Y tú? ¿Estás esperando que algo salga mal?

Jake suspira profundamente y lo mira con honestidad.

—No quiero, pero no puedo evitarlo. Él es todo lo que siempre quise, Yeosang. Y eso me aterra.

Yeosang apoya una mano en el hombro de Jake, transmitiéndole su apoyo sin necesidad de palabras.

—Escucha, Jake. Sunghoon se ve como alguien que no va a rendirse fácil. Y si ha pasado tanto tiempo buscándote, creo que puedes confiar en él. Pero también entiendo que quieras tomarte las cosas con calma.

Jake le dedica una sonrisa agradecida.

—Es difícil no dejarse llevar. Cada vez que estoy cerca de él, siento como si mi vida finalmente tuviera sentido. Pero al mismo tiempo, no quiero perderme en él.

Yeosang le da un leve apretón en el hombro antes de soltarlo.

—Entonces ve paso a paso, pero no lo alejes. No te hagas a la idea de que esto es demasiado bueno para ti. Tal vez, simplemente... es lo que siempre debió ser.

Jake asiente, dejando que las palabras de Yeosang lo tranquilice un poco. Por más confuso y vertiginoso que fuera todo, no puede negar que con Sunghoon, por primera vez, siente que está exactamente donde debía estar.

Justo cuando la conversación entre Jake y Yeosang comienza a relajarse, el sonido del timbre los interrumpe.

Jake se levanta con curiosidad, preguntándose quién podría ser a esa hora. Al abrir la puerta, se encuentra con un repartidor sosteniendo un ramo exuberante de girasoles y una caja elegante de postres.

—¿Jake Sim? —Pregunta el repartidor con una sonrisa amable.

—Sí, soy yo —Responde, aún más confundido.

El repartidor le entrega las flores y la caja con cuidado.

—Esto es para usted. Disfrute de su regalo.

Jake cierra la puerta lentamente, sintiendo cómo su corazón comienza a acelerarse. Gira hacia Yeosang, quien lo mira con las cejas levantadas, claramente intrigado.

—¿Quién te envía flores? —Pregunta Yeosang con una sonrisa divertida, aunque ya intuye la respuesta.

Jake abre la pequeña tarjeta que acompaña el ramo y lee en voz baja:

«Sé que hoy te ves con tu amigo, así que quise enviarte algo que alegre tu momento con él. Girasoles porque te quedan perfectos y postres porque pensé que podrías compartirlos. No puedo esperar para verte pronto»

—Sunghoon... —Susurra Jake, sintiendo cómo una sonrisa involuntaria se dibuja en sus labios.

Yeosang se inclina hacia él con una expresión traviesa.

—Vaya, este Alfa no pierde el tiempo, ¿eh? Incluso sabe que nos veríamos hoy.

Jake niega con la cabeza, pero no puede evitar que el calor suba a sus mejillas.

—Es... detallista —Admite, mirando los girasoles y la caja con cierta ternura.

—Detallista es poco. Está completamente cautivado por ti. —Yeosang le guiña un ojo y se estira hacia la caja de postres—. ¿Qué tenemos aquí? Espero que al menos haya algo con chocolate.

Jake ríe, sintiendo cómo la presencia de Sunghoon, incluso a la distancia, lo envuelve de una manera cálida e inesperada. Se siente extraño ser el centro de tanta atención, pero al mismo tiempo... se siente bien. Como si por fin alguien lo hubiera visto en su totalidad.

—Creo que podemos compartirlos —Dice, abriendo la caja y descubriendo una selección impecable de tartas, macarons y bombones, cada uno más hermoso que el anterior.

Yeosang toma un macaron con satisfacción y lo prueba.

—Si este Alfa sigue así, Jake... no me sorprendería si terminas cayendo rendido antes de lo que crees.

Jake solo sonríe, su corazón latiendo con un ritmo constante pero acelerado, como si el lazo invisible entre él y Sunghoon comenzara a apretarse un poco más. Sin duda, este Alfa está decidido a conquistarlo, paso a paso, dulce a dulce.

Un Hoon en nuestras vidas por favor 🙏

Gracias por leer la historia ❤️