༺𝟏𝟎༻
La noche está fresca, con un viento suave que agita las hojas de los árboles mientras Jake termina su turno en el bar.
Había sido una jornada larga, y aunque estaba agotado, una parte de él se siente extrañamente expectante, como si algo especial estuviera por suceder.
Al salir por la puerta trasera del local, se sorprende al ver una figura alta esperándolo, apoyada contra la pared de ladrillos.
—¿Sunghoon? —Pregunta, con los ojos ligeramente abiertos por la sorpresa.
El Alfa se endereza con una sonrisa suave. Lleva una chaqueta larga de color oscuro y su porte elegante parece fuera de lugar en ese callejón, pero la calidez en su mirada desarma cualquier objeción que Jake pudiera haber tenido.
—Te dije que tendríamos nuestra primera cita, pero no dije que solo sería una —Bromea Sunghoon.
Jake suelta una risa baja, agradecido por su presencia. El agotamiento que siente desaparece en cuanto lo ve allí, esperándolo como si fuera lo más natural del mundo.
—No tenías que venir. Podía volver solo —Murmura Jake, aunque sus palabras no tienen fuerza.
—Lo sé —Responde Sunghoon, dando un paso más cerca—. Pero quería asegurarme de que llegaras bien a casa.
Caminan en silencio por las calles tranquilas de la ciudad, iluminadas por faroles dorados y la tenue luz de la luna.
Jake no puede evitar sentirse nervioso por la cercanía del Alfa. Hay algo en la forma en que Sunghoon lo mira que hace que su corazón lata con fuerza, como si ya no pudiera escapar del destino que comparten.
Cuando llegan a la puerta de su departamento, Jake se detiene, girándose hacia Sunghoon.
—Gracias por acompañarme. De verdad.
Sunghoon lo mira a los ojos, como si estuviera memorizando cada detalle de su rostro bajo la luz de la noche.
Jake se ve perfecto: con su cabello ligeramente desordenado, su piel suave y dorada, y esos ojos cálidos que siempre lo desarman. En ese momento, Sunghoon siente un impulso que ya no puede contener.
—Jake... —Murmura, dando un paso más cerca.
El Omega siente su corazón acelerarse mientras el espacio entre ellos desaparece. Puede ver el brillo en los ojos de Sunghoon, y antes de que pudiera decir algo más, el Alfa levanta una mano y la coloca suavemente en su mejilla.
—No puedo seguir esperando. Eres mi Omega —Susurra Sunghoon, con la voz baja y cargada de emoción—. Lo supe desde el primer momento.
Jake no tiene tiempo de responder. En un movimiento lento pero decidido, Sunghoon inclina su rostro hacia él y lo besa.
Es un beso suave al principio, como un susurro, pero en cuanto los labios de ambos se encuentran, el deseo contenido entre ellos se libera.
El primer contacto es eléctrico, una chispa que recorre sus cuerpos.
Jake se siente derretirse bajo la calidez de los labios de Sunghoon, y sin pensar, se aferra a la chaqueta del Alfa, atrayéndolo más cerca.
El beso se profundiza, transformándose en algo más intenso, más desesperado, como si ambos necesitaran ese momento para confirmar lo que sus corazones ya saben.
Sunghoon desliza su otra mano hacia la cintura de Jake, sosteniéndolo con firmeza pero sin agresión, como si temiera romperlo.
El Omega deja escapar un pequeño suspiro contra los labios del Alfa, y Sunghoon lo siente como una invitación a continuar, a explorar lo que significa ser destinados el uno para el otro.
Ambos sienten el mismo deseo latente, ese anhelo profundo y silencioso que solo los destinados pueden comprender.
El beso no es solo un capricho, es la promesa de algo más, una afirmación de que están hechos para estar juntos, y de que, a partir de ese momento, no habrá vuelta atrás.
Cuando finalmente se separan, ambos respiran entrecortadamente, sus frentes apoyadas la una contra la otra.
Jake siente que su corazón va a estallar en su pecho, mientras Sunghoon sonríe con suavidad, aún sosteniéndolo por la cintura.
—Ese beso... —Jake murmura, con un leve rubor en las mejillas—. Significa mucho más de lo que pensé.
Sunghoon acaricia su mejilla con el pulgar y le dedica una mirada cargada de afecto y devoción.
—Es solo el primero de muchos, Jake. Prometo que nunca tendrás que dudar de lo que siento por ti.
Jake baja la mirada, sintiéndose invadido por una calidez desconocida, pero al mismo tiempo, una sensación de seguridad que nunca antes había experimentado.
No está solo, y ahora sabe con certeza que nunca más lo estará.
La noche había traído consigo más que solo un primer beso. Había encendido algo profundo e imparable en el corazón de Sunghoon, como si una parte de él que siempre había estado dormida finalmente despertara.
La tradición es clara: si encuentras a tu destinado, debes hacer todo lo posible para afianzar el vínculo y estar juntos. Y aunque Sunghoon había jurado ser paciente, el impulso de tener a Jake a su lado es más fuerte que cualquier promesa.
Están en la pequeña sala del departamento de Jake, ambos sentados en el sofá con las piernas ligeramente tocándose. El silencio es cómodo, pero está cargado de emoción, como si cada respiración compartida los acercara más al siguiente paso inevitable.
Jake mira sus manos con timidez, jugando con los bordes de su camiseta.
No había esperado que ese beso lo afectara tanto, pero lo había hecho. Y ahora, el solo hecho de tener a Sunghoon tan cerca hace que su pecho se llene de una calidez nueva y reconfortante.
Había temido durante mucho tiempo la posibilidad de estar solo, pero ahora que lo tiene a su lado, sabe que no quiere dejarlo ir.
Sunghoon, por su parte, está inquieto. Intenta mantener la compostura, pero su cuerpo reacciona instintivamente a la cercanía de Jake.
Es su Omega, su compañero destinado, y cada fibra de su ser le grita que debe cuidarlo, protegerlo... y tenerlo cerca siempre. Se pasa una mano por el cabello con frustración, tratando de controlar el impulso de marcar el momento.
Finalmente, incapaz de contenerse más, habla en voz baja:
—Jake... —Comienza, sintiendo que su corazón se acelera—. Sé que recién estamos empezando, y quiero hacer las cosas bien. Quiero respetar tu espacio, tu tiempo... todo. Pero...
Jake levanta la mirada, con curiosidad reflejada en sus ojos de cachorro.
—¿Pero?
Sunghoon toma aire, como si se preparara para dar un salto al vacío.
—No puedo evitar sentir que, si ya sabemos que somos destinados, no tiene sentido esperar. La tradición dice que cuando encuentras a tu pareja, haces todo para estar juntos... y eso es lo que quiero. —Se inclina un poco hacia Jake, sus ojos reflejan una mezcla de ansiedad y esperanza—. Jake, ¿qué pensarías si... encontráramos una manera de vivir juntos?
El Omega parpadea, sorprendido. No esperaba que Sunghoon fuera tan directo tan pronto, pero en lugar de asustarlo, la propuesta solo hace que su corazón se sintiera más ligero.
Es enternecedor ver a un Alfa tan contenido luchar contra sus propios instintos. No había urgencia agresiva ni imposición, solo el deseo genuino de construir algo juntos.
—¿Quieres decir... ahora? —Pregunta Jake, sin poder evitar una pequeña sonrisa.
Sunghoon asiente, con una expresión casi tímida, como si temiera que Jake se echara para atrás.
—Quiero estar cerca de ti. No significa que todo tenga que suceder de inmediato, pero... solo la idea de que te vayas a dormir en este departamento y yo en el mío me vuelve loco.
Jake se muerde el labio, intentando contener una risa suave. Es la primera vez que ve a un Alfa tan controlado perder un poco su compostura por él, y eso lo hace sentir querido de una manera que no había esperado.
—Sunghoon... —Murmura con ternura—. Eres realmente adorable.
El Alfa frunce ligeramente el ceño, como si no entendiera por qué lo está llamando adorable en lugar de responder a su propuesta.
—¿Es un sí? —Pregunta, intentando esconder la ansiedad en su voz.
Jake se inclina hacia él, sus ojos brillando con afecto.
—Creo que podemos encontrar una manera —Susurra, y coloca una mano suave sobre la de Sunghoon—. Pero solo si prometes no intentar hacerme mudarme mañana.
Sunghoon ríe, aliviado y encantado por la dulzura con la que Jake lo trata. Sin pensarlo dos veces, entrelaza sus dedos con los de su Omega, como si fuera el gesto más natural del mundo.
—Te lo prometo. Despacio, pero juntos.
Jake asiente, sintiendo cómo el peso de la soledad que había cargado durante tanto tiempo comenzaba a desvanecerse.
Sunghoon lo mira como si fuera la persona más importante del mundo, y en ese momento, Jake sabe que ha tomado la decisión correcta al permitirle entrar en su vida.
Su primer beso😢
Gracias por leer la historia ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro