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Yeosang, de pie cerca de la puerta, observa la escena con una sonrisa cómplice en los labios. Sabe que Jake ha pasado por mucho en su vida, y aunque lo conoce lo suficiente como para saber que está dudando, también ve algo en los ojos de su amigo que le dice que, tal vez, este alfa es diferente.
—Jake —Interviene Yeosang suavemente, cruzándose de brazos mientras mira a su amigo—. No es por nada, pero creo que "tu alfa" podría necesitar un respiro después de la carrera que hizo para encontrarte. ¿Qué te parece si le ofreces un poco de agua o un café? Seguro que no le caería mal después de todo lo que ha pasado esta noche.
Jake lo mira, primero a él y luego a Sunghoon, quien parece visiblemente agotado. Su corazón aún está acelerado, pero ahora que la tensión inicial se ha disipado un poco, puede ver el cansancio en el rostro del alfa.
A pesar de todo, algo en él le dice que sería cruel dejarlo irse sin antes ofrecerle algo de descanso. No está listo para abrirle completamente su corazón, pero tampoco quiere ser indiferente.
—Está bien —Responde Jake en voz baja, con un leve asentimiento—. Entra y siéntate. Puedo traerte algo de agua o café. Lo que prefieras.
Sunghoon sonríe con alivio, agradecido por el gesto. El nerviosismo en su interior comienza a calmarse, aunque sabe que aún queda mucho por decir y aclarar.
—Agua está bien, gracias —Responde Sunghoon, tratando de no sonar demasiado ansioso.
Jake asiente y se dirige hacia la pequeña cocina del apartamento, dejando a Yeosang y Sunghoon solos en la sala por unos momentos. El ambiente se vuelve más tranquilo, pero la tensión aún se siente en el aire.
Yeosang, aprovechando ese momento, se gira hacia Sunghoon y lo observa con cuidado, como si estuviera evaluando su comportamiento una vez más. A pesar de sus dudas iniciales, el alfa ha demostrado tener una verdadera preocupación por Jake, y eso no es algo que pueda ignorar.
—Escucha, Sunghoon —Dice Yeosang en un tono firme pero amigable—. Sé que Jake te está dando una oportunidad, pero debes entender que él ha pasado por mucho. No es fácil para él confiar en los alfas, especialmente en aquellos que parecen tenerlo todo. Tú, con tu ropa cara y tu actitud de clase alta, puedes parecer alguien que podría aprovecharse de él.
Sunghoon frunce el ceño, no ofendido, sino más bien comprensivo. Sabe que la impresión que da puede ser engañosa.
—Lo sé —Responde sinceramente—. Y entiendo por qué me vería de esa manera. Pero te prometo que no estoy aquí para eso. No me importa su estatus o su trabajo. Solo quiero estar con él, conocerlo mejor, y hacerle ver que no todos los alfas son iguales.
Yeosang lo observa por un largo momento, como si estuviera sopesando sus palabras. Finalmente, asiente levemente, como si hubiese llegado a una conclusión.
—Muy bien. Por ahora, te creeré. Pero debes saber que si lastimas a Jake, si lo haces sufrir de alguna manera, tendrás que lidiar conmigo. Y aunque no lo parezca, sé cómo cuidarme de un alfa.
Sunghoon sonríe de lado, apreciando la lealtad de Yeosang hacia Jake.
—Entendido —Responde con sinceridad.
En ese momento, Jake regresa con un vaso de agua en la mano y se lo ofrece a Sunghoon. Sus ojos aún reflejan la desconfianza, pero también hay una pequeña chispa de esperanza. Sunghoon toma el vaso con gratitud, bebiendo un sorbo antes de dejarlo en la mesa.
Yeosang mira a ambos por un momento antes de dar un paso hacia la puerta.
—Bueno, creo que es mi momento de irme. Tengo que volver al trabajo, pero estaré pendiente de ti, Jake —Dice con una sonrisa cómplice—. Si necesitas algo, no dudes en llamarme.
Jake le devuelve una sonrisa leve, agradecido por la intervención de su amigo.
—Gracias, Yeosang —Responde, sintiendo un poco de alivio por tener a alguien como él en su vida.
Con una última mirada de advertencia a Sunghoon, Yeosang se marcha, cerrando la puerta tras de sí. El apartamento se sumerge en un silencio tenso, solo roto por el leve sonido del vaso de agua siendo colocado en la mesa.
Ahora, con Yeosang fuera del cuadro, es solo Sunghoon y Jake. Y aunque aún queda mucho por resolver, ambos saben que este es solo el principio de una conversación que cambiará sus vidas.
El silencio entre ellos se alarga, cargado de una tensión palpable. Jake se cruza de brazos, mirando hacia la ventana, sin saber exactamente qué decir. A pesar de la frialdad que intenta proyectar, algo en su corazón late con fuerza, cada vez más consciente de la presencia de Sunghoon en el pequeño apartamento.
—Jake... —La voz de Sunghoon rompe el silencio, suave pero firme. El omega lo mira de reojo, sin estar seguro de si quiere escuchar lo que va a decir—. No sé si esto sea lo que necesitas oír en este momento, pero no puedo guardármelo más. Desde que te vi, desde que percibí tu aroma... supe que eras especial. Nunca había conocido a alguien como tú. Eres el omega más hermoso que he visto en mi vida.
El corazón de Jake se acelera. La sinceridad en las palabras de Sunghoon lo toma por sorpresa, y por un momento, las barreras que ha levantado a lo largo de los años comienzan a tambalearse. No sabe cómo responder, pero las palabras del alfa, lejos de sonar vacías o superficiales, llevan un peso que lo conmueve.
—No estoy aquí por lo que ves por fuera —Continúa Sunghoon, dando un paso hacia él, pero sin invadir su espacio—. Quiero conocerte, entender lo que te hace único, lo que te hace ser tú. Y si me das una oportunidad... te prometo que jamás te haré daño.
Jake lo mira a los ojos, con sus defensas aún presentes, pero sintiendo cómo, poco a poco, las palabras de Sunghoon comienzan a derribar cada una de ellas. Hay algo en este alfa que lo desarma, algo genuino que no había visto en otros antes. Tal vez, solo tal vez, este podría ser alguien en quien confiar. Pero aún no está listo para ceder por completo, al menos no hoy.
—Está bien —Murmura finalmente Jake, con su voz apenas audible, pero suficiente para que Sunghoon lo escuche—. Podemos empezar con eso.
Gracias por leer la historia ❤️
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