Ya pierde la cuenta de las veces en las que maldice haber salido de la paz y tranquilidad de su hogar.

Park Sunghoon no tenía escapatoria, sus incontables excusas, se convirtieron en una rutina y en una mentira muy difícil de creer para sus allegados.

La mezcla de aromas dulces a su alrededor, no generan ningún efecto en él, pues bien sabe que solo existe un único aroma en el mundo, capaz de apoderarse de sus sentidos y capaz de hacerlo perderse por completo...

O al menos, eso es lo que le habían prometido incontables veces.

El ensordecedor sonido de la música, lo distrae de sus cálculos mentales para su próxima reunión, ser el CEO de Park Industries no es tarea fácil para el joven alfa de pura sangre de veinticinco años de edad que tuvo que hacerse cargo de los negocios de su familia a una "tierna" edad.

—Vamos Sunghoon, podrías interactuar con alguien. —Escucha las quejas del beta Heeseung, uno de sus amigos más cercanos— .Eres un alfa de pura sangre, cualquier alfa, omega o beta que elijas caería rendido a tus pies, no creas que por ser un beta no puedo sentir sus feromónas alborotadas por tu presencia.

—¿Interactuar? —Le pregunta el alfa de pura sangre con una sonrisa ladina— .Con este ruido ensordecedor, es una especie de "milagro" que pueda comunicarme contigo.

—Es una discoteca, no es necesario "comunicarse" o llegar a conocer sobre la vida de alguien, la gente viene a pasar un buen rato.

—¿Un buen rato? —El alfa le cuestiona mirando con incomodidad  hacia su alrededor.

—Tu sabes, beber algo, desinhibirse, hacer cosas impensables con desconocidos y olvidarse de sus problemas del día a día.

—Yo no tengo problemas y no necesito hacer cosas impensables con desconocidos, querías que salga a beber algo contigo Heeseung, ya lo hice, no era necesario que vengamos a este lugar.

—Te la pasas trabajando o encerrado en tu departamento. —Heeseung le responde volteando los ojos con molestia— .Te estás convirtiendo en un ermitaño... O más bien ¿en un ogro?

—Joven adulto, introvertido, con fobia social, suena mejor. —Sunghoon le responde con una sonrisa, agradeciendo mentalmente los intentos de su amigo beta por sacarlo de la rutina adormecedora de su vida.

Pero Park Sunghoon no es víctima de un trastorno de ansiedad social, y por nada del mundo, se podría considerar como un alfa inseguro de sí mismo y sus habilidades sociales de interacción con otras personas.

El seductor alfa de pura sangre, se ha convertido en el soltero más codiciado de todo Seúl.

Su porte serio y aura misteriosa, le han ganado la fama de ser un alfa inalcanzable y digno de cortejar por lo que no necesita realizar ningún "esfuerzo sobrehumano" por conocer a candidatos y candidatas dispuestos y dispuestas a formar un lazo con él.

Pero Park Sunghoon también es conocido por ser un alfa exigente y por rechazar a diestra y siniestra a incontables candidatos y propuestas de formar un lazo, pues ninguno ha generado en él ese efecto tan anhelado que solo puede generarle su destinado.

—A las tres —Le dice como si sus "códigos de dirección" pudieran ser entendidos— La rubia y pelirroja ubicadas a las tres no están nada mal. —Heeseung sonríe en dirección al par de omegas que han llamado su atención y levanta coquetamente la copa de vino que luego roza entre sus labios— .Ambas miran hacia nuestra dirección.

—Rubia, pelirroja y ¿qué más? —Le responde Sunghoon desinteresado.

—¿Cómo que qué más? —Responde el beta confundido.

—Dijiste a las tres y solo mencionaste dos colores de cabello.

—¡Eres imposible! —Exclama Heeseung con molestia— .A las tres, refiere a que voltees la mirada hacia la dirección que marcarían las manecillas del reloj si fueran las tres de la tarde o de la mañana.

—Oh. —Responde Sunghoon observando su reloj de muñeca— .Es tu noche de suerte... invítales una copa de vino, sé un caballero.

—Mi amiga y yo nos preguntábamos si les gustaría bailar. —Lo interrumpe la rubia de sonrisa encantadora.

Pero antes de que pueda rechazar la oferta, el beta acepta la oferta por ambos.

No han pasado más de unos cuantos minutos y el alfa de pura sangre, maquina situaciones en su cabeza que lo ayuden a zafarse del fuerte agarre y las incesantes preguntas de la omega pelirroja.

Sus respuestas son cortantes y secas, pero la omega está dispuesta a darse una oportunidad para conquistar al evasivo alfa.

—¿Vienen muy seguido? —Le pregunta acercando seductivamente sus labios a su oído— .No recuerdo haberlos visto antes.

—No. —Responde Sunghoon haciendo contacto visual con la extraña.

—No, claro que no. —Responde la pelirroja— .De haberte visto antes, se me hubiera hecho difícil olvidarte, mi nombre es...

—Espera...

¡Omega, nuestro omega!

Su lobo interno los interrumpe y un aroma embriagante se apodera de sus sentidos y de cada célula de su cuerpo.

Sin perder más tiempo, Sunghoon se aleja de la omega, dejándose llevar por sus instintos y por la promesa que hasta hoy pensó no se cumpliría...

¡Omega, tenemos que encontrar a nuestro Omega!

Mejor tarde que nunca, gracias por leer Destined 🥰🌻❤️