
Capítulo 9ཻུ⸙͎
Hermione descendió por las escaleras y ahora se hallaba sentada en la cocina, mirando a Ginny, quien estaba bebiendo una taza de café, ignorando a Hermione y mirando por la ventana, recargada contra la mesada. Ninguna de las dos había hablado todavía.
Hermione suspiró y fue a buscar dos tazas para llenarlas con café. Preparó una como a Severus le gustaba, con una cucharada de azúcar y sin crema. Movió su varita y la taza se desvaneció. Ella sabía que eventualmente lo encontraría. Supuso que son se había quedado en la habitación y que estaba en algún lugar, por ahí. Posiblemente, escuchando detrás de la puerta de la cocina, si lo conocía. Una vez espía, siempre espía.
Ella sabía que Ginny no había puesto ningún hechizo silenciador y se preguntó si debía ponerlos ella misma, pero decidió que no servía de nada, mientras se servía el café. El hombre era demasiado listo para su propio bien y que era mas que probable que pasara a través de sus encantamientos como si no estuvieran allí.
Al final, decidiendo que era tiempo de comenzar con el asunto, Hermione habló. "Así que, ¿me podrías explicar por qué entraste de esa manera en mi habitación y comenzaste a insultarme de esa manera antes que pudiera tomar mi café? No he sabido nada de ti en meses y ¿está es la manera que eliges para romper el silencio entre nosotras?"
Ginny la miró con desprecio. "¿Y que esperabas? Él es mi hermano. Lo amo. ¿Cómo pudiste hacerle eso, Hermione?"
Hermione ladeó la cabeza. "¿Hacerle qué Ginny? Obviamente te contó algo así que me gustaría saber qué te dijo."
La pelirroja se sentó a la mesa. "Sé que tuviste el atrevimiento de dejar a Ron, llevándote todo. Lo dejaste sin muebles y luego le quitas la casa también. Explícame eso primero si puedes."
Hermione inhaló, sentándose a la mesa también. "Si, me llevé los muebles. Si, vendí la casa. Y no, en realidad, eso no es asunto tuyo, mas bien mío. Él no se quería ir y mi abogado dijo que podía venderla, después de todo estaba a mi nombre."
Ginny maldijo. "Claro que estaba a tu nombre. Él te compró la casa. No lo dejaste comprarte otra. Y compró los muebles también, pero eso no significa que puedes quedarte con todo! Deberías haber compartido las ganancias de las ventas. ¿Estabas planeando compartirlas o te lo vas a quedar, como todo lo demás?"
Hermione se quedó mirando a su ex – cuñada. Esa pequeña comadreja mentirosa."Primero, YO compré los muebles y los vendí para poder pagarle a Harry parte de la deuda que RON creó. Segundo, YO compre la casa. Ron no la escogió, fui yo. Y Ron no puso un maldito centavo en ella. Era yo, siempre yo. Pagué la hipoteca y pagaba las cuentas. Puse la comida en la mesa, comida que yo misma compraba con mi dinero y cocinaba con mis propias dos manos. Ese bueno para nada no era capaz ni siquiera de levantar un dedo para ayudar en los quehaceres de la casa o aportando dinero para mantenerla. Todo lo que hacía era tirar su dinero en porquerías inútiles y basura de quidditch."
Ginny hizo un gesto de hastío. "Qué gracioso. Eso es exactamente lo que él dijo. Que era él el que pagaba las cuentas, y que todo lo que tú hacías era gastarte todo el dinero en ti misma, salvo por la memorabilia que le comprabas. ¿Por qué debería creerte a ti y no a él?"
Hermione lanzó una carcajada. "No le he comprado nada que tenga que ver con ese estúpido deporte desde que íbamos a la escuela. Él solo se la compró. Ginny, odio es deporte de mierda. Por qué crees que estaba tan molesta cuando tiró los 10.000 galeones que yo misma había ahorrado de mi dinero y además no endeudó por otros 10.000 con Harry para comprar esos estúpidos boletos para ir a la copa mundial y par a esa porquería de campamento de entrenamiento. 20.000 galeones. Ahí fueron las ganancias de las ventas. Lo que salió de la venta de la casa fue a cubrir lo que él tiró en un tonto juego que no soporto."
Ginny se detuvo a pensar por un momento. Ron le había dicho que había gastado el dinero en unas vacaciones para Hermione. Hermione odia el quidditch. Todo el mundo lo sabe. Ron también lo sabe. Ella tiene que estar mintiendo. "Está bien, dejemos eso a un lado por ahora, aunque sé que la casa vale mas de 20.000 galeones. ¿Qué me dices de haber estado engañando a Ron todos estos años? No siquiera te has divorciado y ya tienes a Snape en la cama."
Hermione inhaló otra vez. "Ginny, tú me conoces. Sabes que jamás le haría algo así a Ron. Le fui fiel desde el momento en el que empezamos a salir. Mierda! Incluso desde antes de comenzar a salir oficialmente con él, yo ya o veía a nadie mas que a él! Ron fue el primer hombre con el que dormí. Severus es solo el segundo."
La pelirroja se estremeció. Todavía no podía creer que Hermione se acostara con Snape. "Eso no puede ser verdad, porque Ron dice que te encontró en la cama con otro hombre y que por eso te fuiste, para estar con tu amante y para no tener que enfrentarnos cuando supiéramos la verdad."
Hermione se levantó para volver a llenar su taza de café. Suponiendo que Severus también necesitaba mas café, sacó su varita y le envió la cafetera, observando como el negro líquido descendía. Evidentemente necesitaba mucho café por la cantidad que desapareció de la cafetera. Esperaba que no le importara que no tuviera azúcar, pero no podía ir a llevarle la azucarera y una cuchara.
Estaba llenando su propia taza cuando vio que la azucarera y una cuchara desaparecían por un instante y reaparecían en la mesa. Eso la hizo sonreír. Obviamente no le gustaba sin azúcar.
Se volvió a sentar frente a Ginny. "¿Gin, como pudimos ser amigas por tanto tiempo y tú ni siquiera me conoces? Yo nunca me escondería de mis errores, asumiendo que cometí uno como ese. ¿Acaso traté de ocultar mi relación con Severus?"
Ginny hizo un gesto. "Es bastante difícil de ocultar cuando los encontré desnudos y juntos en la misma cama."
Hermione pugnó por paciencia. "Gin, sé razonable. No he tratado de ocultar nada. Si así fuera, hubiera cerrado la habitación, solo por si acaso. Hubiera silenciado la habitación. Le hubiera pedido que se fuera en el momento que supiera que había alguien mas en la casa. No hubiera salido a cenar con él tantas veces al callejón Diagon. Estaría tratando de convencerte, en vano, que solo es algo de una noche. Estaría rogándote para que mantuvieras el secreto."
Hermione inspiró. "Pero no estoy haciendo nada de eso. He estado acostándome con él desde hace...unas tres semanas. Y no me importa a quien se lo digas. ¡Diablos! ¡Iré a decirle a tu madre si te hace feliz!" Dijo ella mientras contaba los días hacia atrás para asegurarse que la línea temporal era la correcta. "No he tratado de ocultar a Severus, entonces, ¿por qué trataría de ocultar a los otros? No hay otros, Gin. Nunca engañé a mi esposo. Ahora...no estoy segura que Ron no me haya engañado, pero tampoco me importa. Solo quiero ser libre."
La mente de la pelirroja daba vueltas con toda la información. "¿Querías estar con Snape?"
Hermione sonrió. "Tú sabes que he tenido cierta atracción por él desde que estaba en la escuela, pero no lo había visto hasta que me topé con él la noche que le entregué los papeles de divorcio a Ron."
Ginny alzó la barbilla. "Ni siquiera trataste de hablar con Ron esa noche. Eso era todo lo que él quería. Quería que regresaras y tú ni siquiera lo dejaste hablar."
Hermione se volvió a reír. "Tiene una extraña manera de demostrar que quería regresar conmigo. Esa noche, lo encontré en un burdel. Estaba en las habitaciones del piso superior, saliendo de una de ellas, después de haber tenido sexo con una de las chicas, como lo estuvo haciendo varias noches por semana durante meses. Así que si, me fui sin dejarlo hablar, ¿pero me puedes culpar?"
Ginny se paró en seco. "¿Lo encontraste en un prostíbulo?" La pelirroja sacudió la cabeza, renuente a creer eso. "No. Él estaba en casa cuando le diste los papeles, no en un burdel. Me niego a creer esa basura Mione. Solo estás tratando de ponerme de tu lado."
Hermione negó con la cabeza. "¿Ginny, qué tengo que hacer para probártelo? ¿Beber suero de la verdad? Hay un Maestro de Pociones en la casa. Estoy segura que le puedo pedir un poco. ¡Carajo! ¡Puedo preparar yo misma un poco! ¿Quieres ver mis recuerdos en un pensadero? Las sacaré de mi mente justo frente a ti, pera que no dudes y pienses que las pude haber adulterado."
La voz de Hermione subía de tono a medida que hablaba. "¿Qué es lo que quieres Ginny? Dime, porque si me vuelves a llamar mentirosa o puta otra vez, le ahorraré a Severus el problema y te hechizaré yo misma."
Ginny se quedó muy quieta, sin escuchar la risita que llegó desde el otro lado de la puerta. Hermione no ofrecería esas cosas si estuviera mintiendo. Miró a la castaña frente a ella. Sabía que si hubiera sido alguien mas, en lugar de Ron, quien hubiera dicho esas cosas, ella misma lo hubiera hechizado hasta el hartazgo.
Hermione escuchó la risita y supo que Severus había escuchado lo que dijo. Se aguanto la risita que amenazaba con salir, sabiendo que si Ginny la veía no iba a ser de mucha ayuda. Sabía de antemano que Severus estaría escuchando, pero la risita se lo confirmó. No estaba segura de estar enfadada por eso o no.
Ahora estaba mas enfocada en Ginny. La observó pensar en lo que había dicho. Sabía que al final, ella le creería, de alguna forma, después de haberle ofrecido tantas herramientas para probar su inocencia.
Como la pelirroja seguía en silencio después de varios minutos, Hermione suspiró. "Regreso enseguida."
La Sra. Potter la miró levantarse y salir por la puerta de la cocina. Hermione vio a Severus sentado en las escaleras y le sonrió cuando él se quedó mirándola a medida que se acercaba.
Le dedicó una suave sonrisa antes de pasar a su lado. Escuchó que la seguía, pero no se dio vuelta para mirarlo. Tenía una misión que cumplir.
Fue hasta su habitación y rebuscó en su clóset. Escuchó a Severus pararse en la puerta, pero ella siguió buscando sin decir una palabra.
Severus tenía una idea de lo que estaba buscando. "¿De verdad vas a tomarte todas estas molestias para probarte inocente de sus acusaciones? ¿Vale la pena? Si de verdad fuera tu amiga, de verdad, creería en tu palabra. Yo sé que tú nunca has mentido."
Hermione siguió buscando. Se rió triunfalmente cuando encontró lo que buscaba. Se dio vuelta con una gran vasija entre sus manos. "Si, claro que vale la pena. Ginny ha sido mi amiga por muchos años y es su hermano del que hablamos. Estoy segura que si alguien dijera algo así de Harry, también demandaría pruebas."
Ante la confundida expresión de la cara de Severus ella sonrió con suavidad y explicó. "Harry es mi familia. Él es como un hermano para mí. EN realidad, él es la única familia que me queda. Por supuesto que pediría pruebas, así que si ella me pide pruebas, entonces se las daré. Si Ginny y yo no nos recuperamos de esto, al menos sabrá la verdad."
Severus asintió, sin terminar de entender, pero él nunca había tenido a nadie de quien preocuparse, como una familia, como lo que tenía Hermione. Si ella sentía que debía probar su inocencia, él no era quien para cuestionarla. "Muy bien. ¿Quieres que lleve eso por ti?"
Hermione se acercó a él y le dio un tierno beso en los labios. "No, gracias, yo puedo. Lamento mucho que nuestro fin de semana haya sido interrumpido de esta manera. Lamento que hayas sido expulsado de la cocina también. Estoy segura que te gustaría desayunar."
Él se encogió de hombros. "Me enviaste el café, así que estoy bien por ahora. Gracias por eso y por la segunda taza. Si necesitas el suero de la verdad, tengo un poco en mi oficina en Hogwarts. Solo dime si lo necesitas e iré por él."
Ella le sonrió otra vez, guiñándole un ojo antes de pasar a su lado y bajar por las escaleras de nuevo. Él la siguió y la detuvo en la entrada de la cocina. "¿Quieres que me aleje y les de un poco de privacidad de verdad?"
Él sabía que sus recuerdos eran privados. Tal vez ella le había contado algunas cosas, y é había escuchado otras tantas, pero no lo sabía toso sobre su matrimonio. Esas memorias podían darle mas información de la que ella quería brindar. No podía verlas por sí mismo, pero podía escuchar a Ginny hablar al respecto.
Ella negó con la cabeza. "No tengo nada que ocultar. Si quieres, puedes quedarte y escuchar. O puedes ir a leer un libro en la biblioteca. No quiero que sientas que es tu deber quedarte o algo así. Si tienes ganas de irte, hazlo. No me molestará."
Él la miró a los ojos, tratando de ver mas allá. Viendo que ella era sincera, le obsequió una pequeña sonrisa. "Me quedaré por aquí, si no te importa." Severus todavía quería quedarse cerca solo por las dudas. Todavía no había decidido si confiar o no en Ginny. Al menos no después de lo que la pelirroja le había dicho a la mujer que se suponía era su mejor amiga.
"Está bien. Si quieres entrar para...bueno...para lo que sea, solo hazlo, ¿si? No me molestará...y no me importa lo que Ginny piense." Le dijo Hermione en voz baja antes de abrir la puerta de la cocina y entrar, llevando en sus brazos la vasija de piedra.
Ginny la vio entrar con el pensadero y supo de qué se trataba. Se puso de pie y se cruzó de brazos. "Mione, no tienes que mostrarme nada. Ya no importa."
Hermione colocó el pensadero sobre la mesa. "¿Me crees?" Preguntó mientras sacaba su varita, lista para mostrarle sus recuerdos a Gin.
La pelirroja suspiró. "No sé. Él es mi hermano, Mione."
Hermione alzó una ceja. Ella no quería que pensara mal de su hermano, pero tampoco quería que creyera todas esas cosas horribles que Ron había dicho de ella. "Ya lo sé Gin. No quiero que lo odies. Solo quiero que sepas que no soy una puta codiciosa. Solo quiero liberarme de una mala situación."
Hermione pensó rápidamente en los años pasados. Seleccionó un recuerdo y lo liberó. Era de una pelea que habían tenido ella y Ron algunos años atrás. Hermione le había reclamado que nunca contribuía para pagar las cuentas o colaboraba en los quehaceres domésticos y que ella siempre tenía que pagar todo por las suyas, que él siempre terminaba gastando el dinero para las mismas porquerías de siempre.
Ginny vio la hebra plateada que Hermione sacaba de su sien y como la transfería al pensadero. La pelirroja inhaló pesadamente, sabiendo que si Hermione estaba haciendo esto, era porque sus palabras habían sido ciertas.
Ginny tomó valor y se acercó al pensadero. Con apenas una mirada y un toque fue succionada dentro del recuerdo. Hermione pudo haberla acompañado, pero dejó que su ex – cuñada vieras las cosas como eran, por ella misma. Ginny se quedó allí por unos buenos veinte minutos.
La castaña la escuchó gemir un par de veces, y vio la tristeza ganando espacio en las facciones de la chica y supo que finalmente, había entendido. O al menos, comenzaba a entender. Había sido una fea pelea. Una en la que Ron se había ido dando un portazo y no había regresado hasta bien entrada la noche. Era un sábado.
Hermione recordó como Ron había regresado muy tarde y se había sentado a hojear una revista de quidditch que había comprado mientras estaba afuera. Luego exigió saber cuando pensaba Hermione preparar la cena. No se había disculpado o siquiera pensado en la pelea que habían tenido.
Hermione había pasado el día entero limpiando el gran desastre que Ron había dejado atrás y ahora le 'exigía' que preparara la cena. La chica no había tenido ni un minuto de descanso, pero no se había quejado. Ella solo había asentido y se había ido a preparar la cena. El único sonido en la silenciosa habitación había sido un pequeño sollozo de parte de ella,
Ginny salió del recuerdo y miró a Hermione. Los ojos de la pelirroja mostraban su furia. Si Ron le hubiera hecho esa escenita a ella en lugar de a Hermione, le hubiese gritado a todo pulmón y le hubiera dicho que se vaya a preparar él mismo la cena. Ginny tampoco hubiera limpiado su desorden.
Hermione no dijo nada y removió el recuerdo del pensadero y lo reintrodujo en su mente. Retiró otro, el de la pelea final, la que había hecho que Hermione decidiera irse. El del dinero de las vacaciones tirado en el quidditch.
El que siguió fue el de ella, sacando las cosas de la casa. Hermione había dicho varias veces que los muebles le pertenecían porque los había pagado con su propio dinero. Incluso tenía los recibos con su firma y con el número de su cuenta bancaria. Ron no era parte de esa cuenta.
Ginny salió de ese recuerdo y de inmediato entró en otro. EL que mostraba a Hermione hablando con su abogado sobre lo difícil que era entregarle a Ron los papeles de divorcio, y el abogado diciéndole que era muy generosa al no drena totalmente las cuentas bancarias que todavía tenían dinero. Ella solo había sacado lo suficiente para ella y nada mas, a pesar que ese era su dinero.
Luego la dejó ver cuando contrató al detective privado para seguir a Ron. El reporte de lo que Ron había hecho desde que Hermione lo había dejado. Escuchó que Ginny gemía de nuevo y supo que había escuchado sobre las visitas al burdel.
Hermione decidió no mostrarle el recuerdo del día en el que le había entregado los papeles de divorcio. No quería que Ginny cuestionara sobre Severus estando allí o por qué lo había dejado besarla.
Ginny finalmente salió del pensadero después de ver el último recuerdo con lágrimas en los ojos. Había pasado mas de una hora. Casi dos de hecho. Hermione no había escuchado ni un ruido desde el otro lado de la puerta y se preguntó si Severus seguía allí.
La pelirroja miró a la castaña con una mueca de horror. "Mione, lo siento tanto, tanto. ¡No sabía que él...Dios! ¡Debes odiarme! Sé que no he vista nada sobre los otros hombres, pero no hay necesidad. Te creo. Si no me mentías sobre todo esto, ¿por qué mentirías sobre el resto? Lo siento tanto." Las lágrimas se derramaban sobre las mejillas de Ginny.
Hermione suspiró y se acercó a su amiga. "Gin, yo no te odio. Te lo dije muchas veces, eres como mi hermana. No te culpo por ponerte de su lado."
Ginny gimoteó. "Te dije cosas tan horribles allá arriba. ¿Cómo puedes perdonarme tan fácilmente?"
Hermione le sonrió. "Porque te amo, Gin. Además, ahora tengo pase libre para cuando haga algo de verdad estúpido y necesite que me perdones."
Ginny se rió suavemente y abrazó a su amiga. "Mi hermano es un idiota. Lo amo, pero sigue siendo un idiota. Él no te merecía. No puedo creer que lo hayas dejado irse con toda esa mierda."
Hermione se rió también. "Lo sé. Yo tampoco lo creo. Pero ya terminó. Solo quería liberarme, Pronto estaré libre de él para que pueda ir a hacerle la vida miserable a alguien mas. ¿Entonces...tu y yo, estamos bien?"
Ginny asintió. "Si tú quieres que así sea. Esperaba tener que disculparme unas cuantas veces antes que me perdonaras." De pronto, los ojos de Ginny se abrieron de par en par. "¡Oh, Dios! Las cosas que dije...al Profesor Snape...¡Hermione, me va a matar! ¡Seguro que ahora me mata!"
Hermione comenzó a reírse con muchas ganas. "Gin, si todavía no entró y te maldijo hasta el día del juicio final, estoy segura que no lo va a hacer ahora. Tal vez quieras disculparte con él. ¿Uno de tantos?"
Ginny bajó la cabeza. "Mione, perdóname por eso también. Prometo que si alguien, alguna otra vez, me dice algo así de ti, creeré en ti sin preguntar."
Hermione le sonrió, "No te pido fe ciega. No me importa que me cuestiones, solo ¿no vengas a casa a llamarme puta antes que pueda beber mi café de la mañana, hecho?"
Ginny hizo un gesto. "Hecho. ¿Así que hago ahora? ¡Mierda! Apuesto a que Ron le dijo la misma historia a mamá. Iré allá y le explicaré todo por ti. Mamá se va a poner como el carajo cuando sepa lo que hizo."
Hermione se encogió de hombros. "Gin, no tienes que hacer eso. Solo deja de evitarme y no vuelvas a dejar pasar seis meses sin verme."
"No volverá a pasar. Te lo prometo. Volveré a visitarte y tu a mí. Los niños te extrañan." Ginny hizo una pausa. "Niños. ¿Acaso Ron también mintió sobre eso? ¿Qué era tu culpa que nunca los tuvieran?"
Hermione asintió mientras bebía otro sorbo de café. "Él no quería que tuviéramos hijos todavía, a pesar que yo sí quería tenerlos. Como no podía decirle eso a Molly, le dijo que era culpa mía y de mi trabajo."
Ginny asintió y luego hizo un gesto raro. "¿Entonces tú y Snape tendrán hijos algún día?"
Los ojos de Hermione se abrieron como platos mientras su mente alcanzaba velocidades inusitadas. ¡Mierda! ¡Seguro que todavía está escuchando! La castaña eligió sus palabras con cuidado, tratando de esquivar el asunto disimuladamente. "Gin, solo hemos estado saliendo por tres semanas desde que nos reencontramos."
Vio el brillo en los ojos de su amiga y se tragó un gruñido. Ginny no se la iba a dejar pasar así de Fácil. "Tú sabes, tres semanas o no, si han estado haciendo lo que vi escaleras arriba, tendrías que..."
Hermione cambió de tema rápidamente. "Me muero de hambre. ¿Quieres quedarte a desayunar conmigo y con Severus?" La castaña rogaba a los cielos para que Severus no hubiera escuchado lo último que dijo su amiga pelirroja, o la menos, que no se diera cuenta de lo que estaba hablando. No hacía falta ser un genio para seguir la idea...
Ginny suspiró. "No, tengo que regresar con los chicos. Se supone que Harry los está cuidando ahora, así que no quiero ni saber en clase de líos se están metiendo."
La pelirroja miró hacia la puerta. Tenía que disculparse con el hombre. Se acercó a la puerta y la abrió, preguntándose si se había ido o no. Lo vio sentado en las escaleras, mirándola con su expresión habitual de hastío.
Ginny tragó saliva, dándose cuenta que ninguna de las dos había puesto un silenciador en la cocina, lo que probablemente significaba que había escuchado todo. ¡Ay, carajo! Pensó Ginny.
Ginny tragó saliva una vez mas, sintiéndose como una niña de doce otra vez, encarándolo en detención. Se esforzó por mantener la mirada al frente y verlo directamente a los brillantes ojos oscuros, aunque en realidad, lo único que quería era mirar a cualquier otro lado menos a sus ojos. "Profesor Snape…siento tanto lo que dije allá arriba. Yo…yo no d-debí decirlo. Solo espero que acepte mis disculpas, señor."
Severus alzó una ceja. Le estaba hablando como si todavía fuera su estudiante. Se aguantó las ganas de reírse. "Creo, Sra. Potter, que le debe una disculpa a Hermione, no a mí."
Ginny se puso roja. Todavía se sentía como si tuviera doce años. "Si, señor. Me he disculpado con ella, pero también le debo una a usted. No debí decir que era uno de tantos, o sobre ustedes dos cog…" Ginny se quedó callada, con las mejillas teñidas de un rojo furioso otra vez. "Lo siento."
Hermione miró a Ginny y se cubrió la boca para ahogar un amago de risa. Severus la miró a los ojos y ella vio las ganas de reírse en los ojos de su amante. Sin embargo, cuando él volvió a mirar a la pelirroja el humor desapareció y fue rápidamente reemplazado por el gesto de enfado de siempre.
Severus abrió la boca, listo para desplumarla por lo que casi había dicho, pero Hermione tosió disimuladamente. Ginny miró a su amiga castaña, sin ver el intento del profesor, observando con curiosidad a Hermione por la interrupción.
Les sonrió a los dos y volvió a mirar a Snape a los ojos. El mensaje en los claros ojos marrones era claro. Severus revoleó los ojos, pero como Ginny todavía estaba mirando a Hermione, se perdió el inusual gesto también.
Severus suspiró, mirando a la pelirroja nuevamente. Si esto era lo que ella quería, entonces haría lo que ella, en silencio, le había pedido, aunque no le gustara. "Supongo que está perdonada, Sra. Potter. Esperemos que en el futuro, piense antes de hablar." No pudo aguantarse las ganas de decir eso último.
Ginny asintió y murmuró algo con respecto a tener que irse. Hermione la abrazó otra vez y luego, con un ruido, Ginny desapareció.
Hermione miró a Severus con una sonrisa. "Gracias por dejarla ir sin destrozarla."
Él se paró y se aproximó a ella, deslizando sus brazos alrededor de la pequeña cintura de la joven castaña. "Solo hice lo que tu parecías querer que hiciera. Todavía creo que debí lanzarle una maldición."
Hermione puso sus brazos alrededor del cuello de él. "Me alegra que no lo hicieras. Hubiese sido una situación incómoda la próxima vez que viniera a visitarme."
Severus sonrió. "También hubiera sido divertido." Hermione dejo que la risa que tanto había contenido escapara con libertad.
La pareja fue a la cocina y comenzaron a preparar el desayuno juntos. Severus no habló mucho mientras cocinaba, porque sus pensamientos estaban bien absortos en lo que había escuchado. Hermione quería hijos. Los había querido tener con el idiota pelirrojo y todavía los deseaba.
Sentía curiosidad por lo que había pensado cuando Ginny le preguntó si él y ella tendrían hijos alguna vez. Hermione había esquivado la pregunta. ¿Querría él tener hijos con ella si Hermione quería tenerlos con él? No sabía la respuesta. Nunca había pensado en ser padre.
Dejó esos pensamientos a un lado y la ayudó a finalizar el desayuno. Podía pensar en eso mas tarde. Desayunaron y finalizaron su fin de semana juntos son mas interrupciones.
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