Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4ཻུ⸙͎

Hermione llegó a casa desde el trabajo unos días mas tarde. Le había hecho saber a su abogado que Ron había sido servido, finalmente, con los documentos de su divorcio y todo empezaba a moverse en la dirección correcta. Si todo iba bien, estaría divorciada en un dos por tres.

El agente inmobiliario la había contactado para decirle que tenía un comprador para su casa al fin. Iban a pagar un poco mas del precio que Hermione había impuesto. El de la inmobiliaria había subido un poco el precio en caso que los futuros compradores intentaran discutir o regatear el precio. Solo que los compradores, ni siquiera intentaron regatear.

Hermione iba a verse con la pareja que iba a comprar la casa junto con el tipo de la inmobiliaria para firmar los papeles pertinentes. Luego de eso, no solo tendría su dinero de regreso, si no que también podía cancelar la deuda con Harry, así que estaría libre de todo. Ron iba a tener que abandonar la casa y eso haría el proceso de divorcio significativamente más sencillo.

Hermione planeaba usar el dinero de la venta de la casa para tomarse unas vacaciones. Si no lo gastaba, Ron podrían intentar llevarse una parte, aunque había sido ella la que había puesto todo el dinero, no solo para comprarla, si no que para mantenerla y Ron nunca le había dado un centavo.

Tal vez no iba a quedar mucho dinero después de pagar las deudas, pero aún así, tendría suficiente para tomarse unas maravillosas vacaciones como las deseaba con lo que pudiera ahorrar.

Estaba sonriendo cuando entró en la cocina para prepararse la cena. Con un movimiento de su varita, puso las cosas en funcionamiento. Sería una cena sencilla en realidad, pero era perfecta para ella.

Desde que se había mudado allí, podía tomar todas las comidas sin sentirse mal del estómago. Lavar la ropa le llevaba muy poco tiempo de la semana también.

Encontró que ahora, desde que había dejado a Ron, tenía mucho mas tiempo y menos estrés. Incluso encontró el tiempo para leer algunos libros que había conseguido en los últimos años. Se acurrucaba en su cama o en un sillón en la biblioteca y leía toda la noche. Era la gloria.

Comió su cena y limpió el pequeño desorden. Estaba a punto de tomar un libro para leer cuando escuchó unos golpecitos en la ventana. Se acercó al cristal y abrió la hoja de la ventana. Un gran cuervo negro, que había estado posado en el alféizar, entró y se posó sobre una silla de la cocina.

Hermione frunció el ceño. ¿Quién conocía ella que usara cuervos en lugar de lechuzas? Se preguntaba ella mientras se acercaba al animal. La pequeña sabandija emplumada intentó picarle la mano cuando quiso tomar el pergamino que llevaba atado a la pata.

"Ponte en paz o no te daré nada de comer." Le dijo al ave mientras le lanzaba una mirada de advertencia. El pájaro chilló pero no volvió a intentar picarla.

Le quitó la nota de la pata y le ofreció un poco de comida. El cuervo se lo comió con avidez, pero no hizo ademán de irse. Hermione suspiró. Debía tener instrucciones de quedarse para regresar con una respuesta. Genial.

Hermione desenrolló el pergamino y le echó una mirada a la firma. El nombre 'Severus Snape' estaba al pie de la página. El corazón de la chica aceleró el paso significativamente, pero se esforzó por calmarse antes de leer mas de la carta. No quería ponerse nerviosa con falsas expectativas Que él le enviara una carta con era motivo para ponerse nerviosa.

Tal vez le había enviado la nota para decirle que ya no lo molestara o algo por el estilo. Lo dudaba. ¿Por qué iba a molestarse en enviarle una carta para que ya no lo molestara? Además, había sido él quien la había besado a ella. Una vez que se hubo calmado, comenzó a leer.

"Querida Hermione, pensé que llamarte Srta. Granger sería un poco tonto de mi parte y no estoy seguro que llamarte Sra. Weasley sea apropiado. Dijiste que podríamos reunirnos para beber algo. Te escribo para saber si la noche del viernes es conveniente para ti. Yo estaré libre des de las ocho de la noche. El cuervo esperará por la respuesta. Dime dónde te gustaría que nos encontremos. Sinceramente, Severus Snape.

Era una misiva corta, formal y muy Snape. Ella tendría que haber sabido que no podía esperar menos de él. Era un hombre rígido y raramente se doblegaba o demostraba algún tipo de bondad hacia la gente. Hermione pensó que haría bien en recordar esa parte.

Con eso en mente, volvió a pensar en lo ocurrido aquella noche. ¿Por qué lo había dejado besarla la segunda vez? ¿Por qué ella había retornado el beso y luego le había dicho que le enviara una lechuza para salir? Era como si no fuera ella misma.

Se quedó allí pensando por varios minutos sobre lo que debería hacer. Encogiéndose de hombros, pensó que una noche no sería tan malo, después de todo, solo iban a beber algo. No era como si fueran a cogerse o algo así. Ella todavía estaba oficialmente casada y tampoco era ese tipo de mujer. Ella no se acostaba con un tipo en la primera cita. ¿O sí?

En realidad, no había salido con nadie, además de Ron. Tampoco había tenido sexo con nadie, además de Ron. Sabía que estaba necesitando una buena cogida, ¿pero con Severus Snape?

Suspiró. No tenía que tomar ninguna decisión esa misma noche. Podía esperar y ver que pasaba. Si las cosas no iban bien, entonces no tenía importancia. Si las cosas se ponían buenas...bueno, entonces vería que tan lejos iban.

Sacó un trozo de pergamino y escribió la respuesta, diciéndole que el viernes a las ocho estaba bien y que podía llamarla Hermione si él le permitía llamarlo Severus. Le preguntó en la carta, ¿'Por qué ser tan formales?'

Se detuvo en su escritura. ¡Qué buena pregunta! Él ya la había sentido cerca, así que sería tonto apegarse a las formalidades después de lo que había ocurrido entre ellos.

Sonrió mientras terminaba de escribir su firma al pie del pergamino. Hermione Granger. Pronto sería la Srta. Granger nuevamente, así que, ¿por qué no comenzar ahora?

Ató la nota a la pata del cuervo y le obsequió otro bocado de comida por no volver a intentar picarla. Luego, el animal salió. Ella tomó su libro y se fue a leer en paz, preguntándose brevemente qué se pondría para su cita con él.

Severus vio llegar a su cuervo y cuando se posó, tomó el pergamino que traía en su pata. El animalejo sabía que no debía intentar picar a su amo y Severus se preguntó por un momento si el pequeño diablillo emplumado había intentado picar a Hermione. Sonrió con solo pensar en la reacción que pudo haber tenido ella. Habrá regañado al ave o habrá intentado quitarle el pergamino si ser picada demasiadas veces.

Miró al cuervo una vez mas y se puso a leer la nota. Una verdadera sonrisa apareció en sus labios mientras la leía. Le gustaba que a ella no le importaran las formalidades en medio. También le gustaba que hubiera firmado con su nombre de soltera.

Todavía estaba sonriendo cuando se fue a la cama. Esperaba que la semana pasara rápido. No podía esperar a que llegara el viernes.

Llegó el viernes y Hermione estaba muy excitada. Había firmado la venta de su casa y el pago llegaría muy pronto. Podría pagar la hipoteca y luego irse de vacaciones.

El abogado le había dicho que tomaría al menos un mes mas para que el divorcio fuera definitivo, pero como no había nada por lo que pelear, sería mucho más fácil. Hermione nunca se sintió más tranquila por no haber tenido hijos con Ron.

Salió del trabajo, canturreando mientras esperaba su turno para ingresar en la red Floo. Algunos de sus colegas la miraban con curiosidad, pero ella solo les sonreía y seguía canturreando suavemente para sí misma.

Llegó a casa y se preparó una cena ligera. Luego se fue a tomar un largo baño de espuma. Llenó la tina con sus sales de baño favoritas. Lavanda con un dejo de vainilla. Eso la calmaba y la hacía sentir muy femenina.

Se quedó en la tina hasta que la piel se puso rosada y arrugada. Luego salió y se envolvió con toallón grande y afelpado. Se puso una loción con las mismas esencias de las sales, siempre canturreando con suavidad.

Abrió el closet y observó la montaña de cosas en el interior. De verdad había caído en una locura de compras, pero la verdad era que hacía mucho tiempo que no se compraba ropas nuevas.

Sacó un vestido negro con un corte oblicuo, que comenzaba a la mitad de su muslo izquierdo y terminaba justo debajo de la rodilla derecha. Era muy ajustado y realzaba muy bien sus curvas. Rebuscó entre la ropa para encontrar algo que ponerse arriba y encontró una musculosa color rojo sangre que le llegaba al cuello, hecha de un material elástico y suave. Esta prenda también quedaba bien ajustada.

No estaba segura de la clase de imagen que quería lograr, pero no se había producido tanto en mucho tiempo y quería sentirse sexy. Se puso un par e zapatos de taco bastante alto, sandalias específicamente, negros y con unas tiras que se enroscaban alrededor de sus tobillos como serpientes.

Hizo una pausa para mirarlos. Serpientes. Muy apropiado. Se rió suavemente y se los puso para luego usar un hechizo para pintar las uñas de sus pies del mismo rojo sangre de la musculosa. Añadió otro hechizo para hacer que su cabello quedara en rizos suaves.

Solo un poco de maquillaje y luego, con una mirada final, decidió que estaba lista.

Estaba canturreando de nuevo cuando sacó su varita para poner sábanas limpias en su cama. Era algo que de cualquier manera tenía que hacer. Podría haberlo hecho en la mañana, pero sabía que cuando volviera tarde a casa, apreciaría el tiempo extra para estar cómoda. Sola y cómoda.

Se apareció en un lugar cercano al establecimiento en donde le había dicho a Severus que se encontrarían. Caminando con cuidado, entró en el pub que había mencionado. De nuevo, pensó que se había producido demasiado, pero ya no le importaba.

Entró al bar y notó como varias cabezas se movían en su dirección. Fue sonriendo todo el trayecto hasta la barra. Miró a su alrededor buscando a Severus. Todavía no había llegado. Al no verlo, se sentó en un lugar que fuera visible desde la puerta.

Se tomó su tiempo para ordenar su bebida, explicándole al mesero que no tenía ni idea de lo que quería. Cuando llegó su trago, bebió un sorbo y esperó. Se tomó su tiempo para estudiar el lugar. Sus colegas le habían comentado sobre ese lugar hacía mucho tiempo, pero nunca había tenido la oportunidad de ir antes. Era un lindo lugar. La música estaba lo suficientemente alta para oírla, pero no tanto como para interrumpir una conversación.

Severus miró alrededor cuando llegó y vio que Hermione no estaba afuera del pub esperando. Se encaminó hacia la entrada y entró al bar. Inspeccionó rápidamente el lugar. Al principio no la vio. Había esperado verla como siempre la había visto. Muy conservadora.

Cuando finalmente la visualizó, casi se le cae la mandíbula. Estaba increíble. Su cabello, su cuerpo moldeado en aquellas apretadas y fantásticas ropas. Nunca se la había imaginado así. No podía verle la cara porque ella estaba muy entretenida observando los alrededores.

Lentamente, se dirigió hacia ella, esforzándose para que sus manos dejaran de temblar. Se detuvo justo a su lado y la esencia de Hermione llegó hasta su nariz. Reprimió un gemido al percibir su aroma. Era tal cual recordaba. Era un perfume que lo volvía loco.

"Hola Hermione." Saludó y su aterciopelada voz la hizo saltar en su asiento. Severus se tragó la sonrisa que amagaba en sus labios al ver los ojos de la chica enormes por la sorpresa.

Ella le sonrió gentilmente. "Hola Severus." Le señaló un asiento libre junto a ella y varios hombres que Hermione no había notado, fruncieron el ceño con desgana.

Ella tal vez no los vio, pero Severus sí. Se tragó otra sonrisa al saber que estaba sentado al lado de la mujer que muchos hombres allí desearían tener.

La miró un momento. "Así que ya estás bebiendo. ¿Qué es lo que pediste?" Preguntó, curiosos de saber lo que a ella le gustaba.

La sonrisa de ella creció. "Bueno, la verdad es que es algo triste. Nunca bebí demasiado, así que no sé lo que me gusta. He decidido que voy a probar diferentes cosas que sé que a algunas personas les gusta. De momento, estoy probando un cosmopolitan. No está mal."

Él frunció el ceño confundido. "¿Cómo es posible que no sepas lo que te gusta beber? ¿No has salido con tus amigas a beber o a hacer lo que sea que las chicas hagan?"

Ella se rió un poco. "No. He estado muy ocupada con el trabajo y, además, bueno...era muy joven cuando me casé. Es tonto si lo piensas, pero ahora, soy libre otra vez, y pretendo cambiar algunas cosas. Salir a beber unas copas es solo una de ellas."

Severus llamó al mesero y pidió un whisky de fuego. En cuestión de segundos, tenía su trago en la mano. "Creo que es un buen comienzo, asumiendo que tengas a mano una buena dotación de pociones para la resaca." Dijo él, bebiendo un sorbo de su bebida.

Ella lo miró con curiosidad. Él hizo una pausa al notar su escrutinio. "¿Qué?" Severus no estaba muy seguro de lo que ella estaba mirando tanto.

Ella señaló el whisky. "¿Está bueno eso?" Preguntó ella.

Él miró su vaso e hizo una mueca, luego volvió a mirarla. "Es lo que bebo, ¿por qué?"

Ella sonrió. "Ya me dí cuenta que es eso lo que bebes, pero, ¿es bueno, sin nada que lo acompañe?"

Él entendió y le sonrió suavemente antes de acercarle el vaso a ella. "Dale una probada."

Ella se lo llevó a los labios, pero él la detuvo, poniendo su mano sobre la de ella. Ella lo miró con esos ojos color chocolate llenos de confusión. "Sugiero que tomes un sorbo pequeño. Es bastante potente y podría ser demasiado si te aventuras a beber mas que un sorbito." Dijo él con esa voz profunda y aterciopelada que envió descargas a través de la columna de ella.

Ella asintió y Severus retiró su mano, observándola con atención. Normalmente, no dejaba que nadie probara de su vaso, pero sentía curiosidad. Ella tomó un sorbo no muy convencida y arrugó la nariz cuando el líquido impactó en su lengua.

Él aguardó. Luego, los ojos de ella se agrandaron y tosió un poco antes de dejar el vaso sobre la barra. El se rió con suavidad. "Es por eso que te advertí que tomaras un pequeño sorbo. No por nada lo llaman 'Whisky de fuego'".

Ella gimió y sintió como si se hubiera encendido una llama en su interior que quemaba su garganta y su estómago. Severus seguía con la sonrisa impresa en la cara cuando ella tomó su propio trago para calmar el ardor.

Tomó una gran inhalación cuando sintió que la quemazón se calmaba y lo miró frunciendo el ceño. "¡Es horrible! ¿Cómo puedes beber esto? ¡Se siente como si fuese a derretirte las entrañas!" Dijo ella, tomando otro sorbo de su cosmopolitan.

Severus se encogió de hombros. "A mí me gusta. Es lo que bebo. No me gustan esos tragos frutales, o las bebidas que tienen tantos diferentes tipos de alcohol que no se puede distinguir lo que se está bebiendo."

Ella se quedó mirando su vaso vacío. "Eres un maestro de pociones. Pensé que tal vez apreciarías las mezclas."

Él le sonrió de nuevo y eso fue algo que la sorprendió mucho, pero que también la hizo darse cuenta de lo mucho que le gustaba verlo. Lo hacía verse más suave, aunque dudaba que alguien pudiera considerarlo un hombre suave. También lo hacía verse más joven.

"Me gusta mezclar cosas en un caldero, pero me gustan las cosas simples para beber. No todo tiene que ser una preparación complicada." Dijo él. Ella pensó en eso por un momento. Él llevaba algo de razón.

El barman se acercó y preguntó que le podía traer ya que, previamente, ella le había explicado su problema. El hombre había sugerido el cosmopolitan. Ella arrugó los labios mientras pensaba en algo y Severus se tuvo que aguantar las ganas de pasar los dedos sobre esos tiernos labios de ella.

"¿Mojito?" Preguntó ella.

El barman sonrió. "Lo siento, amor, no tenemos menta."

Hermione frunció el ceño y de repente sonrió como si la inspiración la hubiera asaltado de golpe.

"¿Té isleño?"

El hombre sonrió y se retiró para preparar su trago. Severus estaba riéndose un poco de ella y Hermione le dedicó una hermosa sonrisa.

"Así que, estoy segura que sabes por qué estaba el otro día en el establecimiento de Madame Laura, la última vez que nos vimos." Dijo ella.

Él sonrió otra vez. "Para darle a ese idiota los papeles, o eso parece."

Hermione se carcajeó un poco son suavidad. "Si...estaba tratando de hacer que aceptara esos estúpidos papeles de divorcio. Lo he estado intentando por los últimos seis meses, con abogados, por supuesto. Al final, lo tuve que hacer yo misma. Era eso o esperar seis meses más."

Como él no dijo nada, ella continuó. Hermione había sentido curiosidad y parecía que esta era un buen momento para preguntar. "Así que...¿por qué me besaste?"

Severus trató de no suspirar. No quería decirle la verdad. No quería que ella supiera que no se había dado cuenta que no era ella realmente, que estaba convencido que era una de esas chicas a las que les pagaba para verse como ella. Entonces, ¿qué podía decirle que fuera aceptable?

"Estaba oscuro...creí que eras...alguien mas...al principio." Dijo él y era algo así como la verdad.

Ella sonrió y miró su trago cuando llegó. "¿Y la segunda vez?" Preguntó ella, sin dejar de mirar su bebida.

Esta vez, Severus no pudo evitar suspirar. "No estoy seguro." Era verdad. No había tenido la real intención, pero lo cierto era que no había sido capaz de contenerse.

Ella lo miró con un breve fruncimiento en los labios. "¿Tu...no...querías...hacerlo?"

Él sonrió. "Oh, no, si quería hacerlo. Solo no estaba seguro si tú me deseabas."

Ella se mordió el labio inferior. Algo que Severus también había extrañado a lo largo de los años. "Yo tampoco estaba segura de desearlo. Al menos hasta que lo hiciste...me...me gustó besarte. Fue...lindo." Bebió un trago de su té isleño. ¡Carajo! ¡Cuanto alcohol tiene esta cosa!

Él abrió la boca para decir algo pero se detuvo al verla estremecerse, sin saber que decir. La vio hacer una mueca y luego empujar su bebida, mientras sonreía. Así que era eso. No le gustaba su trago. No había sido el recuerdo de su beso lo que había hecho que se estremeciera de esa manera. Le hizo una seña al barman.

"Creo que a la señorita le gustaría probar algo diferente." Dijo él. Los ojos de Hermione se encontraron con los oscuros ojos de él y le sonrió antes de asentir en dirección del barman.

"Si, creo que si me gustaría. ¿Qué tal un...?" No estaba segura de lo que quería pedir.

El hombre le sonrió. La chica le caía bien, así que decidió darle una mano. "¿Qué le gustaría probar? ¿Dulce o ácido? ¿Fuerte o suave?

Hermione pensó un poco. "Me gustaría algo dulce, tal vez un poco frutal y suave. No me gusta saborear toneladas de alcohol."

El barman asintió y se alejó sin mediar palabra. Ella volvió a mirar a Severus. "Así que, ¿qué ibas a decirme antes de ese terrible trago?"

Él movió a un lado su cabeza y la miró. Se la veía sonrojada por el efecto de las bebidas, prueba irrefutable que el alcohol no le era habitual. ¿Por qué seguir dilatando las cosas? ¿Por qué no decirle de una vez lo que estaba pensando? O al menos, una parte. Dudaba que ella apreciara que le dijera que lo que quería hacerle en ese preciso momento, era cogerla hasta el cansancio.

"A mí también me gustó besarte. Y espero poder besarte otra vez antes que la noche termine." Él se quedó mirándola, aguardando por su reacción, sorprendiéndose por como reaccionó.

"Creo que eso puede arreglarse." Respondió ella mientras el barman regresaba con su trago nuevo. Ella desvió la mirada para beber de su trago y sonrió. "Me encanta. ¿Qué es?"

El hombre del bar sonrió, encantado por haber encontrado algo que le gustara. "Se llama Brisa de Malibu Bay. Dulce, pero un poco frutal y muy suave."

Hermione bebió otro sorbo. "Es perfecto. Gracias."

Cuando el barman se alejó, Hermione volvió a mirar a Severus y se encontró con intensa mirada de él, que la observaba en silencio. Ella tuvo que hacer pasar el repentino nudo que se le había formado en la garganta. No estaba habituada a ser observada tan intensamente. Ron apenas la había mirado después del primer año. Era un poco inquietante, pero también un poco erótico.

Hermione encontró su voz nuevamente y habló. "Me alegra haber encontrado uno que me guste, finalmente. Ya me estaba quedando sin opciones. El otro trago que conozco es el sexo en la playa." Dijo, riéndose suavemente.

Él ladeó la cabeza de nuevo, con una sonrisita curvándole los labios. ¿Por qué no? Pensó. "Creo que eso puede arreglarse." Dijo él, usando las palabras que ella ya había usado.

La risa murió lentamente en los labios de ella, dando lugar a un tenue sonrojamiento que se hizo mas y más intenso. Desvió la mirada, pero la mano de él en su mentón, la guió con suavidad para que lo mirara.

"¿Te molesta la idea?" Preguntó él, con una mezcla de curiosidad y un poco de temor.

Hermione se lamió los labios otra vez. ¿Cómo iba a responder a eso? Si decía que le molestaba, él se alejaría. Si decía que no, lo tomaría como que quería irse con él a la cama en ese instante. "No...no me molesta. Es solo que no estoy segura de estar lista para eso ahora mismo."

Pareció que a Severus le gustó esa respuesta, así que le obsequió otra sonrisa. "Puedo vivir con eso."

Ella inclinó su cabeza como lo había hecho él anteriormente, estudiándolo. No había esperado que se lo tomara tan bien. Había esperado que intentara convencerla de ir a acostarse con él. "¿Así que, qué es lo que estás buscando Severus? Eres uno de esos hombres que se acuestan con una distinta cada noche? ¿O estás buscando algo distinto? ¿Algo mas?"

Él soltó la carita de ella, pero Hermione entrelazó sus dedos con los de él, sin dejarlo ir. Severus se quedó mirando las manos de ambos antes de volver a mirarla a los ojos. ¿Qué tanto arriesgaba si le decía? ¿Estaba acaso, lista para escucharlo? "Creo que he sido conocido por mis aventuras aquí y allá. La verdad es que nunca tuve la oportunidad de tener algo distinto, así que es algo nuevo para mi. ¿Qué es lo que estás buscando tú, Hermione?"

Ella no respondió de inmediato. La única palabra que se le vino a la mente fue. "Mas."

Él guardó silencio y ella continuó. "Quiero mas de lo que tuve. Quiero...calor...y pasión. Quiero...ser deseada. No me he sentido deseada en un largo tiempo. Quiero desear también. De hecho, no me he sentido excitada por ver a un hombre por un muy largo tiempo. Así que sí, quiero mas. Si todo lo que puedo tener por ahora es solo una noche...creo que lo aceptaría, por ahora. Pero, lo que quiero es...todo. Un hogar, familia, pasión, amor, felicidad. Dios sabe que no he tenido nada de eso y es parcialmente, mi culpa. No quiero aceptar nada menos que lo que tuve. Nunca mas."

Cuando hubo terminado, él estaba solo mirándola, asimilando todo lo que había dicho. Mientras pensaba en la mejor manera de responderle, seguía mirándola a los ojos. Vio que se estaba poniendo nerviosa por su demora al contestarle. Severus lo tomó como una buena señal.

Finalmente, se acercó un poco hacia ella y dejó que sus labios rozaran los de ella, antes de alejarse un poco de nuevo. Solo un toque, en realidad, una manera de avivar el fuego de la chica. Cuando la miró a los ojos nuevamente, vio lo que quería ver. Pasión. Deseo. Anhelo.

"Suena como algo muy bueno para desear. ¿Y con quién te gustaría tener todo eso?" Preguntó él con suavidad.

Hermione tragó saliva, todavía con los ojos pegados a los de él. "Depende quién sea el que se ofrece con sinceridad."

Severus señaló el trago de Hermione. "¿Te vas a terminar eso?"

Ella miró su vaso medio lleno. La bebida ya no se veía tan atractiva como antes, pero, ¿estaba lista para algo así? ¿Para él? Ella volvió a mirarlo y sonrió cuando la respuesta llegó a él, mientras el calor le llenaba la mirada. "No, ya no quiero beber mas."

Él asintió y llamó al barman para pagar la cuenta. Pagó rápidamente y la tomó de la mano para ayudarla a ponerse de pie. Siempre un caballero, pensó ella, aunque nunca lo había visto en esa postura para con ella. Severus mantuvo la mano de Hermione entre la suya mientras dejaban el bar.

Él hizo ademán de sacar su varita, pero ella lo detuvo. Ella le dedicó otra sonrisa y sacó su propia varita. "Vamos a mi casa." Dijo ella suavemente, sonrojándose un poco.

Él se detuvo. "¿No vives con Potter y su familia?" Preguntó confundido. De verdad no tenía ganas de vérselas con eso cuando pretendía regresar a su casa tarde esa noche o mejor, en algún momento de la mañana.

Ella hizo una mueca. "No, Harry vive en Godrick's Hollow. Yo estoy en Grimmauld Place. Está vacía, excepto por mí, claro está."

Los labios de él se curvaron havia arriba. "Muy bien, entonces."

Ella lo acercó a su cuerpo y él le plantó devastador beso que le dejó la mente nublada. Cuando se separaron, Severus sonrió nuevamente al darse cuenta que Hermione necesitaba un momento para enfocarse nuevamente hacia donde debía aparecerse. Luego, ambos desaparecieron con un ruido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro