Prólogo
Estoy tan feliz porque al fin puedo publicar todo lo que he estado escribiendo.
Espero que amen este libro, al igual que el anterior❤️💕.
Este capítulo empieza donde terminó el capítulo 28 del primer libro.
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Narrador Omnisciente:
La pareja real se dio un corto beso. Entrelazaron sus manos.
Ben estaba sentado en una silla al lado de ella- en donde había estado mientras despertaba- y Mal estaba recostada en la camilla. Los padres del rey se encontraban parados al lado de su hijo.
A Mal le habían hecho varios análisis mientras que estuvo inconsciente, para asegurarse de que todo estuviera en orden. Ben tuvo que pedir discreción entre las pocas personas que estaban atendiendo a su prometida, así nadie decía nada de lo que contenía la hoja que le entregaron con los análisis de sangre, que confirman clinicamente, que está embarazada.
En el momento en que Mal despertó e hicieron su revisión, pidieron que se llevara un aparato para hacerle un ultrasonido. Así podrían saber cuánto tiempo tenía su tan adorado bebé. O al menos ellos creían que era uno solo.
Les dieron las indicaciones necesarias para que supieran que era lo que se iba a hacer.
La ginecóloga y obstetra que de ahora en más se encargará del embarazo de ella, le aplicó el gel. Ella apretó la mano de su novio.
-Estoy nerviosa-le susurró.
-Yo igual-dijo y le dio un beso en los nudillos de la mano que tenía entrelazada con la suya.
Con cuidado, la doctora comenzó a pasar el aparato sobre el estómago y vientre de ella.
Después de unos minutos, la doctora habló.
-Debo felicitarlos, sus majestades, ya que no están esperando a uno, si no a dos bebés. Por lo que logro distinguir, son mellizos y ya van aproximadamente por la sexta semana del embarazo. Hasta el momento, se ve que están empezando a crecer sanos.
La boca de ambos se abrió mucho por la sorpresa. Los padres de Ben les sonrieron, felices por que van a tener dos nietos, y apretaron el hombro de su hijo.
Mal tardó en reaccionar unos cinco segundos y volteo su mirada hacia su prometido. Este no tenía expresión alguna.
-Ben-dijo para llamar su atención.
Nada. Esperó unos segundos.
-Amor-lo llamó otra vez.
Luego de casi 30 segundos, este reaccionó.
Sonrió ampliamente, haciendo que ella hiciera lo mismo-estando aliviada de que él no hubiera reaccionado de mala manera-y él le plantó un dulce y corto beso en los labios.
Ella se rió un poco al separarse, algo sonrojada por lo que él acababa de hacer enfrente de la doctora y sus futuros suegros.
La doctora les indicó que debían volver unas 3 semanas después. Ya que al ser dos, las consultas debían ser más habituales. Además de que luego pasarían dos meses antes de la siguiente revisión porque estarán en su luna de miel.
Los padres de Ben los abrazaron y felicitaron nuevamente. Estaban felices.
-Me gusta la idea de que van a ser dos pequeños los que estarán corriendo por el castillo dentro de poco tiempo-les dijo Bella.
Los cuatro se rieron.
Luego de eso, se despidieron y dijeron que les avisarían a los demás para que supieran que Mal ya despertó.
Al ver que sus progenitores habían cerrado la puerta, Ben se dio la vuelta y volvió a besar los labios de su novia.
Ella se rió de nuevo y le siguió el beso.
-Así que son dos-dijo ella sonriendo.
Tenían sus frentes unidas. Él posó una de sus manos sobre el vientre de ella y lo acarició con mucho cariño.
-Sí. Siempre quise que formaramos una familia y que nos casaramos. Y miranos, estamos a poco más de 3 semanas de casarnos y ya empezamos a agregar integrantes a la Familia Real.
Ambos se rieron. Estuvieron a punto de volver a unir sus labios hasta que oyeron voces en el pasillo.
Ya sabían quienes eran cuando tocaron la puerta.
-Pasen.
Ya que no podía haber mucha gente ahí al mismo tiempo, solo llegaron las tres personas que son como unos hermanos para la, en ese momento, futura de reina de Auradon.
-¡Mal! - exclamaron los tres.
Se acercaron y la abrazaron uno por uno. Hablaron un rato con ellos, aclarándoles las dudas que tenían sobre el estado de salud de su hermana.
-No sé si es idea mía, pero siento que hay algo que aún no nos han dicho-les dijo Carlos.
-Es verdad-dijo Jay.
-Bueno, no creo que sea algo malo. Además, ni que no supiéramos ya que ella está embarazada.
Se rieron.
-De hecho Evs, si tiene que ver con eso-le dijo Ben.
Ben y Mal se miraron un momento antes de hablar.
-Van a tener dos sobrinos-les dijo Mal.
Jay y Carlos abrieron sus bocas mientras que Evie chillaba de la emoción.
La peliazul corrió en dirección de sus dos mejores amigos. Los abrazó fuertemente y ellos se rieron por la reacción de su amiga.
Luego de soltarse del abrazo, ellos se miraron otra vez, dándose cuenta de que habían tenido la misma idea.
-Y hay algo más que queremos decirles-dijo Ben.
Los otros tres chicos asintieron, indicando que podían contarles.
-Como saben, habíamos decidido que los padrinos del bebé iban a ser Evie y Doug, pero ya que son dos...-comenzó a decir Mal.
-Nos gustaría que ustedes dos sean los padrinos del otro bebé-terminó de decir él.
Ambos miraron al chico de pelo largo y al pecoso. Evie volvió a chillar.
-¿En serio? - preguntaron ambos.
-Claro que sí.
-Son nuestros mejores amigos, prácticamente mis hermanos, no podría escoger a otras personas- les dijo Mal.
Se acercaron a ellos y los abrazaron.
-Aw-dijo Evie, haciendo que los cinco se rieran.
(...)
Luego de que los tres chicos se retiraran, pasaron el resto de sus amigos, siguiendo la orden de sólo pasar tres o cuatro a la vez.
A la mañana siguiente le dieron el alta a Mal y se fueron al castillo. Ben la consintió durante todo el día mientras que la cuidaba.
Después de ese día, ambos retomaron sus responsabilidades y empezaron a organizar todo el desastre que había quedado por lo ocurrido en los días anteriores.
El Hada Madrina, Jane y Uma ayudaron a dejar todo en orden y justo en su lugar con su magia. Mal quizo ayudarlas pero sabía que no debía, por el bien de ella y los bebés.
Todo volvió a la normalidad en tan solo tres días. Lo único que faltaba era devolver a Hades a la Isla.
No lo devolvieron el mismo día que derrotaron a los villanos ya que a Ben no le pareció prudente. Pensó que lo mejor sería que su novia decidiera que pasaría con su padre.
-¿Estás segura de que quieres ir? Porque puedo decirles a los chicos o a mis padres que se encarguen de que vuelva.
Ella se levantó de la silla de su peinadora y se sentó junto a él sobre su cama.
-Es mi padre, yo debo hacerme cargo de él. Además, quiero dejarle muy en claro las consecuencias que habrán si vuelve a meterse con el Reino-sus ojos se pusieron levemente brillantes.
-Cariño, ya sabes lo que hablamos. Debes mantener tus emociones negativas lo más bajas posibles por el bien de ustedes tres.
Sus ojos dejaron de brillar y suspiró.
-Lo sé.
Ben le dio un beso en la frente.
-¿Vamos? - preguntó y le extendió su mano.
-Sí.
Entralazaron sus dedos y emprendieron camino a la celda donde estaba Hades.
Ya se encontraban enfrente de la camioneta que lo llevaría de vuelta a la Isla de los Perdidos.
-¿No hay abrazo de despedida para tu papá? - preguntó sarcástico.
Ella se limitó a rodar los ojos.
Se soltó del fuerte agarre de Ben, ya que él no quería que ella se acercara mucho a su progenitor, y se puso frente al Dios del Inframundo.
Este ya se encontraba al lado del vehículo, siendo sujetado por los guardias.
-Quiero que tengas algo muy en claro. No van a haber más oportunidades para ti. Y si logras acercarte de nuevo al reino o a los que me importan, sufrirás el mismo destino que mi mamá. ¿Te quedó claro?
Su voz sonaba totalmente amenazante y sus ojos brillaban. Estaba ejerciendo una presión en la garganta de él con su magia, para que no pudiera respirar bien. Como este había hecho con ella días atrás.
Hades, algo asustado-aunque no lo demostrara- por las palabras de su hija, asintió.
Ella dejó de cortarle el aire y sus ojos dejaron de brillar.
-Muy bien.
Le hizo señas a Ben y él dio la orden de que lo metieran dentro de la camioneta.
Bajaron un poco la ventanilla al lado del asiento donde él estaba. Ella se acercó y le susurró.
-Y no pienses en acercarte a mi familia. Jamás conocerás a tus nietos.
Ella comenzó a caminar hacia los brazos de Ben. Este la abrazó y se fueron de ahí.
Lo último que ella oyó de su padre fueron estas palabras...
-¿¡Qué!? No puedes hacer eso, si sabes lo que te conviene no vas a dejar que eso pa...
Dejó de oírlo ya que habían vuelto a cerrar la ventanilla y los vehículos de la Guardia Real ya habían comenzado a rodar.
Ella sonrió victoriosa. Sabía que las palabras de su padre iban a ser en vano, nunca más permitiría que él se le acercara.
Al fin podría vivir su felices para siempre.
O eso era lo que ella creía.
Por qué, no creyeron que ese había sido el final de la historia. ¿Cierto?
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Como posiblemente pueden haber notado, este Prólogo es un poco más largo que el del libro anterior.
Estoy feliz ya que al fin podremos ver Descendientes 3, en tan solo una semana.
Al fin podremos aclarar todas nuestras dudas.
Estoy segura de que lloraré por más de una razón durante toda la película😂😭💔❤️.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 28/07/2019.
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