Capítulo 4: El Regreso Real
Fue inevitable poner esa imagen en multimedia😂.
Sé que están impacientes por saber que son los mellizos, pero no lo sabrán hasta dentro de unos capítulos. Que de hecho, no van a ser muchos😁💜💜💙💙.
Espero que les guste este capítulo.
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Mal's POV:
Estacionamos el auto frente a la entrada principal del castillo. Pude divisar a dos personas muy conocidas esperandonos ahí.
Ben apretó mi mano.
-Ya llegamos a nuestro hogar.
-Hogar dulce hogar-dije.
Besó mi frente y salió del auto. Dio la vuelta y abrió mi puerta, ayundándome a salir luego de ello.
-Aquí están nuestros hijos-dijo Adam.
Mis suegros extendieron sus brazos hacia nosotros. Nos abrazaron a ambos.
-¡Pero que grandes están mis nietos!- exclamó Bella al separarnos.
Los 4 reímos.
-Muy grandes-dijo Ben, abrazando mi estómago y dándome un beso en la coronilla.
-No saben lo orgullosos que estamos de ustedes dos. Llevan solo dos meses de matrimonio y han hecho un gran trabajo dirigiendo al reino a pesar de no estar aquí-dijo el padre de Ben.
Ben y yo nos miramos unos segundos sonriendo.
-De no ser por su ayuda y la de Evie, no habría sido tan fácil-les dije agradecida.
-Es verdad-dijo Ben.
-Era lo menos que podíamos hacer. Y se nota que a su amiga le gusta estar en este tipo de cosas-declaró mi suegra.
Ambos reímos.
-Es la mejor-dijimos Ben y yo al unísono.
-Y hablando de Evie, ¿donde están ella y los demás? - pregunté.
-Todos los esperan en el jardín. Si quieren podemos entrar de una vez y conversamos más tarde-dijo Adam.
-Le pediremos a alguien que suba sus cosas a su habitación, así que no sé preocupen por eso.
Los dos asentimos. Caminamos junto a ellos mientras que nos hablaban un poco de lo que habían sido los eventos a los que asistieron por nosotros.
Llegamos al jardín y todos los chicos se levantaron de sus asientos para acercarse.
Todos fueron pasando a saludarnos. Primero Celia y Dizzy, luego los gemelos Smee con el Hada Madrina, Chad y Audrey. También Gil, Harry y Uma. El primero se alejó un momento ya que alguien lo llamaba y estaba muy sonriente al ver quien lo contactaba.
-Ha estado así desde hace un mes-dijo Harry.
-Todos creemos que es por la chica con la que está saliendo-completó Uma.
-Nadie nos había contado sobre eso-dijo Ben.
-No lo habíamos hecho ya que no sabemos quién es-aclaró el hijo de garfio.
-¿Ah no?-pregunté.
-Ni siquiera a nosotros nos lo ha dicho. Solo espero que averiguemos quien es pronto-dijo Uma.
Después de ellos se acercaron Jane, Lonnie, Carlos y Jay.
-Te ves hermosa, Mal-dijo Lonnie al abrazarme.
-Coincido-la siguió Jane.
-Gracias.
-Ya veo más a mis sobrinos-dijo Carlos.
Ben y yo sonreímos.
-Pecas y yo esperamos que hayas estado cuidando bien a nuestra hermanita y a los pequeños-dijo Jay.
-Así es. No tienen de que preocuparse-les aseguró Ben.
Chico se acercó hacia nosotros corriendo. Saltó a los brazos de Ben muy emocionado. Reímos.
-Hola amiguito-dije, rascándole la cabeza.
Lamió la cara de Ben y nos reímos otra vez.
Doug llegó y los chicos se fueron con los demás.
-Les agradezco que me hayan ayudado con la sorpresa para Evie y que me hayan dicho que lo hiciera en un día tan importante para ustedes-nos agradeció.
-No es nada-dijo Ben.
-Haríamos lo que sea por ustedes dos. Sobre todo por Evie.
Doug nos sonrió y se fue con los demás cuando vimos que nuestra mejor amiga corría hacia nosotros. Había estado jugando con los gemelos y con Chico.
-¡Los extrañé tanto! - exclamó y nos abrazó fuertemente.
Le devolvimos el abrazo.
-Nosotros también te extrañamos, E.
Nos separamos y ella agarró una de mis manos.
-Sabía que mis sobrinos estarían enormes cuando volvieran-dijo.
Nos reímos.
-Por eso debemos tener cuidado hasta dentro de dos semanas-dije.
-Y hablando de ese día, estoy emocionada por mostrarles todo lo que Jane, Bella y yo hemos planeado. Les encantará.
-Contamos con ello-le dijo mi esposo.
Los demás se acercaron.
-Inclinénse todos ante sus reales majestades-dijo Jay.
-Sí, su real moradeza, su azuladeza-dijo Carlos.
Todos hicieron reverencias burlonas.
-Silencio, campesinos molestos-les dije haciendo gestos con las manos.
-Como, diga mi Lady-dijo Jay.
-Su enojosidad-dijo Carlos.
Evie le dio un golpe a Jay en el brazo y otro a Carlos. Todos reímos.
La comida entre todos nuestros amigos y familia fue muy agradable. Después de tanto tiempo sin verlos, fue muy lindo pasar un rato todos juntos.
Esto no era solo por nuestra llegada, sino porque además hoy se cumplen 5 años desde que Evie, Jay, Carlos y yo llegamos a Auradon. Y es el aniversario de dos meses de casados de Ben y mío.
Luego de unas horas los únicos que quedaban eran mis mejores amigos y sus parejas. Pero aún así, Evie y Doug eran los únicos que no se iban. Se quedaron hablando con Ben y conmigo.
Evie y yo estábamos sentadas en uno de los tantos bancos que hay en el jardín y Ben y Doug se quedaron donde estábamos con los demás.
Era el modo de que Evie pudiera hablar conmigo y que Ben hablara con Doug sobre la sorpresa de ella.
-En serio no sé qué es lo que tiene, M.
-¿Han pasado tiempo juntos estos días?
-Sí. Pero es que no entiendo que le pasa. Lo noto nervioso casi todo el tiempo que estamos solos y no ha querido contarme qué es. Me está estresando eso. No sé qué hacer para que esté más tranquilo.
-Dale tiempo, E. Puede que pronto lo descubras y ya no estés tan estresada.
Tardó unos segundos en procesar lo que había dicho.
-Espera un momento... ¿¡Ben y tú lo saben y no me han contado nada!?-preguntó en modo de grito.
-Shh, no grites.
-Lo siento-se disculpó- No puedes contarme algo, aunque sea un poquito-dijo.
-Lo lamento amiga, pero no. Mis labios están sellados-hice señas, como si mi boca tuviera un cierre.
-Anda, por favor dime algo.
Negué con la cabeza.
-Porfiiii, di que sí-me suplicó poniéndome cara de perrito.
-No, ya te dije que mis labios están sellados.
Se quejó.
-Ya que no eres capaz de decirme que es lo que ocultan mi novio y ustedes dos, al menos habla de tu esposo y tú. ¿Cómo les fue?
Alzó las cejas y me daba codazos. Me reí.
Le conté un poco de todo lo que estuvimos haciendo, evidentemente omitiendo los detalles que no eran de su incumbencia.
-Definitivamente mi cuñado es todo un romántico.
Ambas reímos.
-Ay Evs, en serio no sé cómo lo hace, pero cada día me enamora más.
Me miró con ternura.
-Estoy emocionada por su aniversario.
-Yo igual, al fin podremos contarle al reino que estamos esperando a dos hijos-dije con una sonrisa.
Ella hizo lo mismo.
-Ya quiero conocer a mis sobrinos. Más por que uno de ellos va a ser mi ahijado. Y además de que haré mucha ropa para ellos-dijo ilusionada.
-Vas a ser la mejor tía.
-Eso lo sé-dijo y llevó su cabello hacia atrás.
Ambas nos reímos por su actitud.
-Y tú serás la mejor madre, estoy segura de eso amiga-sonreí- Tengo muchísimos diseños que he pensado para ropa para ellos y para ti.
-Eso esperaba-dije riéndome.
Me mostró varias fotos de bocetos que ha hecho.
-Están hermosos, E.
-Gracias.
-Hay algo en lo que quiero que Jane, Bella y tú me ayuden. Sobre todo mi suegra y tú.
-Soy toda oídos.
Le conté toda mi idea. Ya estábamos volviendo a donde estaban nuestros respectivos esposo y novio.
-¿Crees que a Ben le guste la idea? - le pregunté.
-La va a amar-dijo apretando mis hombros.
Sonreí.
Hablamos un rato más entre los cuatro y Doug e Evie se fueron ya que era de noche.
Ben y yo subimos al segundo piso.
-Te voy a mostrar los dos regalos que me faltaban por darte por nuestra boda y tu cumpleaños.
-¿Otros dos? Pensé que ya no habían más con todo lo que me has dado en estos sesenta días-le dije riéndome.
-Te dije que te iba a consertir.
Dio un beso sobre mi cabeza y sonreí. Al llegar al pasillo se puso detrás de mí, tapando mis ojos, mientras que me guiaba.
-El primero creo que te va a gustar mucho.
-Si viene de ti, va a ser más que eso.
Paramos de caminar.
-¿Lista?
Asentí. Sentí como abría la puerta frente a mí y quitó sus manos de mi rostro.
-¡Amor, esto es hermoso! Gracias, gracias, gracias.
Me lancé a sus brazos y escondí mi cara en su cuello. Él me levantó un poco mientas que se reía.
-Sabía que te gustaría. Así cuando quieras tomar un descanso mientras que trabajamos, aún puedes estar aquí conmigo.
Me dejó en el suelo. Miré todo con determinada atención. Dentro de la que ahora es la oficina de ambos, creó un gran espacio solo con cosas de dibujo para mí.
-Eres el mejor-dije mientras que volvía a abrazarlo.
Dio un corto beso sobre mis labios.
-Ahora, ¿vamos a nuestra habitación?
Asentí y me cargó como princesa. Me reí entre sus brazos.
Subimos otro piso y caminamos por los pasillos. Llegamos y abrió, sin dejar de cargarme con mucho cuidado. Entramos y cerró la puerta detrás de nosotros. Mi boca se abrió mucho por la sorpresa.
Me dejó en el suelo y me abrazó por detrás. Automáticamente me di la vuelta y lo abracé por el cuello, atrayéndolo hacia mí.
-¿Te gusta?
-Lo amo.
Nos dimos varios besos cortos. Cuando nos besamos durante más tiempo, retrocedimos un poco y me apoyó sobre la puerta. Me reí por la situación, y él hizo lo mismo.
-Felices 60 días, mi rey-le dije rozando nuestras narices.
-Felices 60 días, mi reina.
Juntamos de nuevo nuestros labios.
(...)
-¿Estás lista para tu primera reunión como reina? - me preguntó Ben.
Íbamos caminando tomados de la mano hacia la sala donde se haría la reunión con el Consejo de Segundones.
Ya han pasado cinco días desde que llegamos. Y a pesar de que ya no estamos solos, aún así me consiente mucho.
Le he dicho que no es necesario que lo haga tanto, pero aún así lo dejo porque debo admitir que amo que lo haga.
Al día siguiente de nuestra llegada fuimos a ver a la obstetra. Todo está en orden y los bebés están creciendo igual de sanos que desde el principio.
Nos decepcionó un poco que no hayamos podido saber que son nuestros hijos aún, ya que ninguno dejó verse bien.
Para el día de nuestro aniversario, cumplo las 20 semanas de embarazo. Por eso mantenemos la esperanza de que ese día podamos saber que son.
-Si te soy sincera, estoy algo nerviosa.
-Tranquila, todo saldrá bien.
Apretó mi mano para reconfortarme.
-Con ustedes los reyes de Auradon. El Rey Benjamin y la Reina Mal-anunció Lumière.
Ben dio un rápido beso sobre mis labios antes de que abrieran las puertas. Sonreí y lo miré.
Entramos y todos nos hacían reverencias. Evie nos hizo señas y sonreímos.
Nos sentamos en nuestros tronos, en unos de los extremos de la mesa, y todos los demás hicieron lo mismo en sus asientos.
Los presentes conversaron durante varios minutos hasta que Ben hizo una seña con la mano, dando a entender que la reunión comenzaba.
-Muchas gracias a todos por asistir, como siempre cumplieron-agradeció Ben.
Aun teníamos nuestras manos entrelazadas.
-También, queremos agradecerle a una persona en particular. Ella ha estado junto a ustedes durante nuestra ausencia y hoy se une oficialmente al Consejo. Hablo de nuestra amiga, Evie Queen Grimhilde, la Consejera Real-dije.
Evie, quien está en la silla al lado de la mía, nos sonrió.
Ella no va a estar en absolutamente todas las reuniones, pero era importante que estuviera en la este día.
La reunión se dio por finalizada al ver que todos los problemas de hoy se habían resuelto.
Nos ocupamos de verificar que todo lo que había indicado para mi primera proclama se estuviera cumpliendo. Esta consiste en mejorar el bienestar de todos los habitantes de la Isla de los Perdidos.
A pesar de que aún quedan personas malas ahí, muchos merecen tener una vida mejor que la que han tenido en los últimos años.
Hemos estado comunicándonos con Yen Sid, el profesor que antiguamente nos daba clases de Ciencias Extrañas a los chicos y a mí cuando asistimos a Dragon Hall. Él ha estado ocupándose de verificar que todas las reformas para la educación en la Isla se lleven a cabo.
Él estuvo en nuestra boda y estará en el día de nuestro aniversario.Él es la única persona que tiene contacto con el exterior de la Isla vía Internet.
Los demás miembros del Consejo se despidieron e Evie fue la última en irse.
-¿Quieres quedarte a almorzar con nosotros Evs? - le preguntó Ben, mientras que me abrazaba por detrás y hacia caricias sobre mi estómago.
Ahora que solo estamos con ella, no hace falta disimular nada.
-Me encantaría, pero le prometí a Doug que comería con él ya que voy a pasar el resto de la tarde trabajando en mis diseños-se disculpó.
-No importa, E, será otro día-le dije.
-Sí. Adiós, tortólos.
-Adiós, Evie.
Nos abrazó y se fue. Me di la vuelta. Apoyé las manos sobre el pecho de Ben y él me abrazó por la cintura.
-Estoy orgulloso de ti. Te dije que todo saldría bien con tu proclama.
Dio un beso en mi frente.
-Todo gracias a tu ayuda. No podría haberlo hecho sola-dije y desacomodé su corona.
Él hizo lo mismo con la mía, una de las que perteneció a su madre años atrás pero que había sido adaptada más a mi estilo. Los dos nos reímos.
-¿Me acompañarían usted y nuestros pequeños a una cita, mi bella reina? - preguntó galante.
-Claro que sí, mi guapo rey.
Besé sus labios y salimos de la sala.
Fuimos al café de los sesenta. Es un lugar con un buen ambiente y buena comida.
Evidentemente, tuvimos que evitar a los reporteros al salir.
-Rey Ben, Reina Mal, tenemos preguntas para ustedes-gritó uno.
-¿Cuándo recibirá el reino a su primer heredero?
Ben iba rodeándome para protegerme. De modo que era muy difícil que lograron mirar mi estómago y se dieran cuenta de lo que escondíamos. O más bien, a quienes escondíamos.
-Hay rumores de que el heredero al trono de Auradon ya está en camino, ¿son ciertos? - preguntó una mujer.
-Reina Mal, ¿usted tiene miedo de llegar a ser como su madre, la difunta Emperatriz del Mal, Maléfica?
La piel se me erizó y un nudo se formó en mi garganta. Intenté que no se me llenaran los ojos de lágrimas
Llegamos a la limusina.
-Les pido que por favor se retiren y nos dejen a mí y a mi esposa en paz. Fueron suficientes preguntas por hoy. Tengan más respeto hacia ella.
Me abrió la puerta y entré.
-Pero, Rey Ben... - gritaron varios.
La puerta se cerró y el vehículo comenzó a andar.
Ben me rodeó con sus brazos y me escondí en su cuello. Boté todas las lágrimas que retuve hasta ese momento.
-Tranquila, todo estará bien-me susurró a la vez que acariciaba mi espalda para relajarme.
-Cada vez que logro dejar el tema atrás o logro mantener la calma al respecto, pasa algo que lo empeora todo-dije con la voz entrecortada y seguí sollozando.
Ben me sentó en sus piernas. Dio varios besos por todo mi rostro y quitó las lágrimas con sus pulgares.
-Lograremos superarlo juntos, ¿sí?
Asentí y dejé que la calidez de sus brazos y sus caricias me relajaran.
(...)
Ahora que sé que cuento con el apoyo de Jane, mi mejor amiga y la madre de Ben, creo que es momento de contarle sobre mi sorpresa.
-¿Amor?
Levantó su vista de los documentos en los que hemos estado trabajando en la última hora.
Estamos en nuestra oficina. Conmigo sentada sobre sus piernas.
-¿Qué pasa, cariño?
Dejé los papeles sobre la mesa y abracé su cuello.
-Hay algo en lo que estado trabajando los últimos días que me gustaría contarte.
Él dejó sus papeles sobre la mesa.
-Cuéntame.
-Bueno, sé que queremos intentar averiguar el sexo de los bebés el día de nuestro aniversario-puso una de sus manos sobre mi vientre y sonreí- Pero aunque lo averiguemos o no ese día, tengo una idea para saberlo.
Miró mis ojos unos segundos y asintió, indicándome que podía seguir contándole.
-¿Qué tal si que en la cita que nos enteremos, nos dan un sobre y se lo entrego a tu mamá? La idea sería que si nos enteramos el día de nuestro aniversario, lo digamos ahí. Pero si no, planeo hacer una especie de revelación de género con la ayuda de Evie, tu mamá y Jane. Y sólo tú mamá y yo sabríamos que son. Sería una sorpresa para todos y para ti-hice una pequeña pausa- No sé si te gusta la idea.
Agarró mi mentón con cuidado y dio un corto beso sobre mis labios.
-Me encanta esa idea.
-¿En serio? - pregunté entusiasmada.
-Así es. Sé que queríamos enterarnos al mismo tiempo. Pero si en serio quieres hacerlo así, mientras que tú seas feliz, estoy dispuesto a esperar un poco más para saberlo. Aunque me cueste esperarme.
-Gracias-dije dando un beso en su frente- Gracias-en su nariz- y Gracias-uno en sus labios.
Sonrió y rozó su nariz con la mía. Nos miramos a los ojos sonriendo. Él tenía todavía su mano sobre mi vientre y yo había puesto una de las mías sobre la suya.
Rompimos el contacto visual cuando su teléfono vibró sobre la mesa.
-¿Quién es? - le pregunté.
-Es Audrey, dice que pongamos rápidamente el programa de Blancanieves.
Dejé que se levantara y me quedé en la silla. Prendió el televisor y se puso detrás de mí mientras que buscaba entre los canales. Cuando al fin lo encontró, le subió el volumen.
-Cómo ya todos saben, nuestros reyes llegaron de su larga luna de miel hace una semana. Casi no se han visto fotos de ellos durante esos días ya que mantuvieron privada su ubicación-dijo Blancanieves.
-Sí, como si hubiéramos querido a los chismosos rodeándonos cada vez que saliéramos-dije rodando los ojos.
Ben se rió y comenzó a masajear mis hombros.
-No se les has visto mucho en público desde su llegada, lo que ha dado lugar a muchos rumores. Muchas personas dicen que la Reina Mal está portando con ella al primer heredero al trono de Auradon de esta pareja Real.
<<Observen este vídeo que fue grabado hace tan solo dos días.
Pusieron un vídeo que alguien grabó el día que salimos a comer y los paparazzis nos rodearon al salir.
Mientras que el vídeo rodaba, alguien llamó al teléfono de nuestro despacho.
-¿Sus majestades?
-¿Sí, Lumière? - preguntamos al unísono.
-Hay alguien que quisiera hablar con ustedes.
Nos miramos.
-Haz que suba-dijo Ben.
Lumière cortó la comunicación. Volvimos a prestarle atención al programa.
-Ben y Mal no respondieron a ninguna de las preguntas que se les hizo. Pero si de algo estamos seguros, es de que nuestro rey protege muy bien a nuestra reina.
<<El modo en que la abrazaba mientras que llegaban a la limusina real nos ha hecho sospechar más aún sobre el posible embarazo de la reina. ¿Ustedes que piensan? ¿El reino recibirá pronto a su heredero? ¿O aún deberemos esperar más tiempo para ello?
<<Lo único que se puede confirmar hasta ahora, es que los reyes están llevando muy bien su matrimonio. Se ven tan enamorados como siempre lo han hecho. Estén atentos a nuestra próxima emisión. Y quien sabe, tal vez tengamos novedades con respecto a este tema.
Ben apagó el televisor.
-Agh, sé que es de las pocas personas de este medio que nos trata con respeto, pero me saca de quicio el hecho de que nunca podemos mantener nuestra relación privada-me quejé, cruzándome de brazos.
Ben dio un beso en mi coronilla y se agachó para que pudiera mirarlo. Agarró mi mano.
-Es algo que nos tiene cansados a los dos. Hemos tenido que aprender a vivir con ello a pesar de que no nos gusta. Pero...
Se levantó y yo me levanté con él.
-No debemos dejar que la prensa nos arruine algo que es tan importante para nosotros.
Acarició mi mejilla y sonreí. Se arrodilló enfrente de mí, sin soltar mi mano. La otra la puso sobre mi estómago.
-Ya lo saben mis amores. No importa si la gente quiere o no quiere su llegada. Lo más importante es que sus abuelos y sus tíos los van a querer mucho. Y sobre todo, su mami y su papi los amarán con todo su corazón.
Aparté una lágrima que estaba corriendo por mi mejilla y sonreí.
Se levantó, no sin antes de dar un beso sobre mi ya bastante notable barriga, y me abrazó.
Nos quedamos así unos segundos hasta que alguien tocó la puerta.
-Pase-dije.
La puerta se abrió y apreté los puños sobre la camisa de Ben.
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Chan, chan, chan.
De nuevo los dejé con la intriga😅.
Tranquilos, intentaré hacer lo mismo que la semana pasada y publicaré dos capítulos.
Todo se aclarará comenzando el próximo capítulo.
Quiero saber quién creen que fue que llegó a hablar con ellos.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 14/08/2019.
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