Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26: Un día para recordar

Lo sé, deben querer matarme después de que llevo más o menos un mes sin actualizar y faltando tan poco para el final, yo también quiero hacerlo.

Pero no solo fue por el colegio. He estado muy corta de inspiración para escribir y eso me frustra.

Me gusta escribir y que además sea un buen contenido lo que lean. Y espero poder cumplir con sus expectativas, y hasta con las mías, en estos próximos capítulos 💕

Gracias por ser tan pacientes😅❤️

------------------------------------------
Mal's POV:
Ha pasado casi un mes desde que Yen Sid nos reveló todo lo que causó que mi madre volviera a tener sus poderes.
Y han pasado muchas cosas desde entonces.

Ben y yo hemos estado bastante ocupados con el reino. Se han estado implementando nuevas mejoras en la Isla. Hemos ido a varias reuniones y eventos.

Además de que junto al Hada Madrina, Jane, Genio, Merlín, Elsa y Yen Sid, estamos terminando de arreglar algunos detalles con respecto a la educación mágica para los niños y adolescentes del reino.

Me alegra que Elsa se haya ofrecido para ayudarnos con todo esto. Ella ha pasado por lo mismo que yo con mis poderes. El ser juzgada por tener magia y tener descontrol en tus poderes a pesar de que no quieras que pase.

Los pocos momentos libres que hemos tenido, los hemos usado para pasar tiempo con los niños, mis suegros y nuestros amigos.

Ava y Mason cumplieron cinco meses hace dos semanas. Cada vez se vuelven más adorables, ya están aprendiendo a sentarse con ayuda y levantan los brazos cuando quieren que los carguemos.

También he estado mucho con Evie. Su boda con Doug es dentro de cinco semanas, así que la he estado ayudando a terminar de organizar todo.

Emma debería de nacer en los próximos días, lo que significa que también he tenido que ayudarla a relajarse.

Se ha estresado mucho organizando todo para que las cosas salgan bien. Terminó de arreglar el cuarto de mi ahijada hace unos días y ha insistido en que ella y Doug cuiden más a los mellizos.

Y con respecto a mi papá, le he escrito dos veces a la semana y él ha respondido sin falta. De hecho, le envío un regalo a los niños en su cumplemes.

Son unos dijes con un especie de árbol genealógico. Tiene su nombre, el de mi mamá y los de Bella y Adam en la parte de más arriba, el mío y el de Ben en el medio y más abajo los de ellos dos.

Le agradecí repetidas veces por ese gesto. Es de las cosas más lindas que ha hecho por mí y por sus nietos.

-¿Amor?

Levanté la vista del dibujo que estaba haciendo y miré a Ben.

-¿Sí?

-Ya se durmieron-me dijo en voz baja.

Dejé mis cosas sobre el sillón y me acerqué a ellos.

Me puse a dibujar con las piernas en alto en el sillón mientras que Ben leía en la cama. Ava y Max están al lado de él.

No lográbamos dormirlos, así que dejamos que lo hicieran solos. Y funcionó.

Me metí debajo de las sábanas y Ben colocó su libro sobre la mesa de noche. Puse unas almohadas hacia el borde la cama y dejé a los bebés a mi lado.

Ben apagó la luz y rodeó mi cintura con sus brazos.

-Buenas noches, princesa-besó mi frente.

Bostecé y escondí mi rostro en su pecho.

-Buenas noches, príncipe.

(...)

Gruñí al oír el sonido de la alarma proviniente del teléfono de Ben.

-Ben.

Hizo un ruido incomprensible.

-Apaga esa cosa, por favor.

Hizo caso omiso a lo que dije. Hundió su cara en mi cabello y me abrazó más fuerte.

-Hazlo antes de que los niños se despierten.

-Pero quiero seguir durmiendo. No tenemos nada que hacer hasta el medio día.

-Benjamin...

Se estiró y apagó la alarma al oír mi tono de molestia.

Intenté darme la vuelta pero los brazos de mi esposo me lo impidieron.

-Si no vamos a seguir durmiendo, al menos quedémonos así unos minutos más.

Levanté un poco mi cabeza, logrando ver su rostro. Tiene los ojos cerrados y mechones de cabello sobre su frente.

Los aparté y me alcé un poco para poder besarlo. Me siguió el beso sin siquiera pensarlo.

Me reí al ver la expresión que tenía su rostro.

-¿Qué? - pregunté riéndome.

-Jamás me cansaré de despertarme así-dijo.

Al fin abrió los ojos y su mirada se conectó con la mía.

Sonreí y acaricié su cabello. Seguimos varios minutos abrazados.

-Parece que dos personitas más quieren unirse al abrazo.

Dejó que me diera la vuelta y reí.

Ava y Mason tenían sus bracitos extendidos hacia nosotros para que los cargaramos.

Los acerqué más a mí y besé sus frentes.

-¿Cómo amanecieron los niños de mamá y papá?

Los dos se rieron. Ava comenzó a balbucear, indicándome que quiere comer.

Me senté y la tomé en mis brazos.
Ben se levantó y tomó a Mason en los suyos.

-Mientras que la princesita come, iré a cambiar a Max. Alguien huele muy mal-dijo haciendo una mueca y tapándose la nariz.

Mi pequeño se rió. Solté una risita y vi como Ben salía de nuestra habitación.

Alrededor de una hora después, ya estuvimos listos y bajamos a desayunar.

Mis suegros han estado de viaje durante las últimas dos semanas y llegan hoy como a las dos de la tarde.

Aprovecharon que Ben y yo no necesitábamos salir de la ciudad para poder tomarse unos días de vacaciones.

Ellos nos ayudan a diario tanto con el reino como con los niños, así que tienen más que merecido tener vacaciones de vez en cuando.

Y al ser verano, la mayoría de las personas que trabajan acá en el castillo tienen días libres.

No es como que no hagamos nada por nosotros mismos. Los padres de Ben siempre han tenido la gente justa y necesaria para ayudar, nunca hay personas de más.

Lumière y Ding Dong están recorriendo algunos lugares del reino. Mientras que la Señora Potts pasará unos días en Atlántida.

Nos costó mucho que aceptara tomarse unos días de descanso. La ex-nana de Ben es muy testaruda cuando se lo propone.

Pero luego de decirle que sería una gran oportunidad de pasar tiempo con su hijo y con su nuera, logramos convencerla.

Chip y Melody acaban de volver de su luna de miel, así que fue la excusa perfecta.

Los únicos en el castillo en estos momentos somos Ben, los niños, algunos guardias y yo.

Ben está haciendo el desayuno mientras que yo entretengo a los niños.

Dejé a los bebés en sus sillas para comer y me levanté, luego de asegurarme de que estuvieran en una buena posición.

Me puse de puntillas, pasé mis brazos por la espalda de Ben y apoyé mi mentón en su hombro.

-¿Necesitas ayuda?

-Ya estoy terminando, pero si quieres hacer el jugo de fresa no tengo problema.

-Ok.

Besé su mejilla y lo solté.

Saqué las fresas, las lavé, las corté e hice el jugo.

Dejé unas a parte para comerlas con los waffles que Ben está haciendo y unas para los niños.

-Se supone que esas las apartaste para ellos-me dijo.

Le saqué la lengua y me comí una segunda fresa.

La pediatra nos dijo que comenzamos a darles cosas como esta a la hora de comer.

Además, al tener mi parte de hada y de semi diosa, hay ciertas cosas en su desarrollo que suceden más rápido qué en el de un bebé normal.

Cuando me distraje triturando las fresas, Ben me llenó la mejilla de harina.

-Hey.

Él se rió. Aproveché su distracción para llenarle la cara con la fruta triturada.

Me reí a carcajadas hasta que comenzó a acercarse a mí. Tomó más harina en sus manos y comenzó a perseguirme por toda la cocina hasta que logró alcanzarme.

-Ben, no-dije riéndome.

Me dejó en el suelo y me puso un poco más de harina en el rostro.

-Ahora estamos a mano.

Nos reímos.

Limpié mi rostro y me senté al lado de los niños. Ben puso los platos sobre el mesón de mármol y se sentó junto a mí.

-Princesita.

Ava me miró.

-Al fin vas a poder probar esto.

Ella aplaudió contenta y abrió la boca cuando acerqué la cuchara.

Al principio hizo una mueca por el sabor amargo y luego volvió a abrir la boca para que le diera más.

Ben y yo nos reímos.

Él hizo lo mismo con Max y sucedió algo parecido.

-Te dije que ambos heredarían tu adicción por las fresas.

Reí.

(...)

Descansamos un buen rato y decidimos que sería bueno trabajar en el jardín.

Así estaríamos al aire libre y los niños pueden jugar sobre una manta al lado de nosotros.

-¿Cómo están los nietos más lindos del mundo?

Ben y yo levantamos la vista de nuestras laptops al oír esa voz y las risas de los niños.

La que habló fue Bella.

Sonreí al ver como mis suegros se agachaban y cargaban a mis pequeños.

Nos levantamos para saludarlos.

-¿Adivinen quiénes tendrán juguetes nuevos? - preguntó Adam mirando a los bebés.

Ellos balbucearon y nos reímos.

Se sentaron frente a nosotros. Bella tiene a Max y Adam a Ava.

-Si siguen consintiéndolos así, los malcriarán ustedes y no nosotros-les dijo Ben.

Reí.

-Cariño, déjalos que consientan a sus nietos.

-Gracias por el apoyo, querida-me dijo Bella.

-A veces olvido lo peligroso que puede ser que ustedes dos se lleven tan bien.

Los cuatro nos reímos por lo que dijo mi esposo.

Ben y yo buscamos té helado y galletas que había dejado hechas la Señora Potts y nos quedamos hablando un buen rato sobre su viaje por Agrabah.

Nos hubiera encantado ir con ellos, pero necesitaban un tiempo solo para los dos. Además de que teníamos que hacernos cargo del reino. Y el clima tan caluroso del verano en Agrabah no es muy bueno para nuestros hijos.

Eso no impidió que nos encantaran las vistas que habían en los lugares a los que visitaron. Tomaron muchas fotos y vídeos de recuerdo.

Fue muy lindo pasar ese tiempo en familia, más que todo teniendo en cuenta que hoy hace un año fue la coronación de Audrey y sucedió todo lo que sucedió durante esa semana.

Y hablando de Audrey, su boda con Chad es en diez días. Haremos la despedida de soltera de ella en el castillo de su familia y los chicos harán la de Chad en Charmington.

Justamente estoy hablando de esto con Ben antes de dormir.

-Espero que eso y el nacimiento de mi sobrina me ayuden a olvidar lo de mi mamá-le dije.

La boda es unos días después de que se cumpla el primer año de la muerte de mi madre.

-Sé que estos días serán algo duros para ti. Pero sabes que cuentas conmigo para lo que necesites. ¿Verdad?

Acarició mi mejilla y sonreí.

-Lo sé-respondí, jugando con nuestras manos entrelazadas.

-A pesar de todo, lo positivo en todo esto es que también se cumple un año desde que nos enteramos de que tendríamos a nuestros pequeños...

-Y que además serían mellizos-completé.

-Exactamente.

Me sonrió y besó mi coronilla.

-Los amo mucho-dijo.

Bostecé y poco a poco mis ojos fueron cerrándose por el sueño.

-Y nosotros a ti.

(...)

Ya han pasado dos días desde la llegada de los padres de Ben.

Y lo único relevante que hicimos fue ir a una reunión con el Consejo de Segundones y el almuerzo que Jay y Lonnie hicieron ayer.

Pero hoy es un día especial.

Solté una risita al ver como Ben le hace cosquillas a Max mientras que lo seca con una toalla.

Vinimos al Lago Encantado y en un rato volveremos a casa.

Nos pareció que venir para acá era la mejor opción para celebrar este día.

Ben se sentó junto a mí y pasó su brazo libre por mi cintura, atrayéndome hacia él.

Ava lleva unos minutos dormida entre mis brazos. Tiene su rostro en mi pecho y sus manitas rodean parte de mi torso.

Salí del agua con ella primero que Ben y Max ya que a mi pequeña le dio sueño.

Apoyé mi cabeza en el hombro de mi esposo y vi como Max iba quedándose dormido.

-Y pensar que casi tuve un ataque de ansiedad al enterarme de que estaba embarazada. Aunque a pesar de eso, realmente no cambiará el momento en que supe que ellos vendrían a nuestras vidas. Ustedes tres son lo mejor que pudo haberme pasado.

Ben besó mi frente.

-Fuiste muy fuerte a pesar de todo. Tenías miedo, no estaba ahí para ti y de por sí estabas agotada por lo que ya había pasado hasta ese momento. Aguantaste mucho en tan solo una semana. No sabes lo orgulloso que estuve en ese momento, y lo sigo estando.

Levanté la mirada y arrugué la nariz.

-¿En serio lo estás?

Rozó su nariz con la mía.

-Siempre lo he estado.

Lo abracé con fuerza.

-Aunque debo admitirlo, Carlos aún nos debe algo por haber hablado de más.

Me reí.

-Tranquilo, en algún momento me vengaré por eso-dije con una sonrisa maliciosa.

-Cuando pones esa cara es que tienes un plan. Y no sé si tenerte miedo o seguirte el juego.

Solté una carcajada y él también se rió.

-Te amo, Ben-le dije.

Besó mis labios y juntó su frente con la mía.

-También te amo, Mal.

(...)

Llegamos al castillo alrededor de las cuatro de la tarde.

Los niños estaban muy cansados, así que les dimos un baño y dejamos que siguieran durmiendo.

Al salir de la ducha me sequé el cabello. Salí del baño y me encontré a Ben viendo la televisión.

Sonrió al verme.

Se acercó al borde de la cama y me hizo señas para que me acercara.

Me paré frente a él y rodée su cuello con mis brazos. Pasó sus brazos por mi cintura y comenzó a trazar círculos con sus pulgares sobre mi espalda baja.

-Fue muy lindo el día de hoy-le dije.

-Pienso igual. Y espero que pronto podamos hacer algo así con los niños.

-Así será.

Junté su frente con la mía y me quedé unos segundos mirando sus ojos.

-Eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.

El sonrió.

-¿Y a qué vino esa confesión tan linda? - preguntó y me dio un toque en la nariz.

Reí.

-Me pareció muy importante decírtelo teniendo en cuenta que estamos celebrando el día en que nos enteramos de la existencia de nuestros angelitos.

Me acercó más a él y hundió su rostro en mi pecho. Apoyé mi cabeza sobre la suya y besé su coronilla.

Al separarnos un poco, acerqué mis labios a los suyos. Correspondió al instante. Nuestros labios se mueven en perfecta sincronía y siento como los latidos de mi corazón retumban en mi pecho.

Me jaló hacia abajo e hizo que me sentara en su regazo. El beso cada vez se volvió más intenso. Y ni él ni yo tenemos intenciones de parar.

Aprovechó el momento en que me distraje jugando con su cabello y nos recostó sobre el colchón.

Rozó nuestras narices y volvimos a besarnos. Suspiré al sentir sus labios descendiendo por mi cuello.

Gruñí al oír que mi teléfono sonaba.

-Sea quien sea puede esperar- me dijo.

Lo jalé hacia mí por el cuello y mordí su labio inferior antes de seguirnos besando.

Tomé mi teléfono y contesté al ver que no pararía de sonar.

-Doug, debes de tener una buena razón para interrumpirnos por que si no te...

-Evie entró en labor de parto.

Ben y yo nos separamos al oír eso.

-¿Estás seguro de que no es una falsa alarma?-le preguntó Ben.

Oímos cómo Evie gritaba de dolor por el otro lado de la línea.

-Muy seguro. Por favor vengan, Evie quiere que estén aquí. Jay y Carlos ya saben y le avisarán a los demás.

-Está bien, ya vamos saliendo para allá.

Colgué la llamada.

Ben me ayudó a sentarme.

-Seguiremos con esto al volver-me dijo.

-Eso espero. Por que si no fuera por el hecho de que se trata del nacimiento de Emma, no me estaría levantado de aquí.

Ben se rió.

Pasó un brazo por mi cintura y salimos a avisarle a los padres de Ben que iríamos al hospital por Evie. Ellos nos dijeron que cuidarán a los niños mientras que volvemos.

(...)

Apreté las manos de Ben al ver que Doug se tardaba en salir de la habitación.

Emma nació tres horas después de que llegáramos, pero valdrá la pena esperar para verla.

Primero entraron los padres de Doug, su hermano, su cuñada y su sobrina.
Luego pasaremos Ben, Jay, Carlos y yo.

Luego pasarán Dizzy y los demás en dos grupos.

-Chicos-nos llamó Doug.

Ben pasó su brazo por mi hombro y nos levantamos de nuestro asiento, al igual que mis mejores amigos.

Felicitamos al prometido de Evie y lo seguimos hasta la habitación

No pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas al ver a la bebé en los brazos de mi hermana.

Ben puso los regalos que les trajimos sobre una mesa al lado de la ventana.

Evie sonrió e hizo señas para que nos acercaramos.

-Les presento a su sobrina e ahijada, Emma Diamond.

Ben besó mi frente y sonrió al ver como estoy.

-Voy a suponer que el segundo nombre fue sugerencia de tu mamá, Doug-le dijo Carlos y nos reímos.

-Es cierto-respondió y volvimos a reírnos.

-¿Puedo cargarla?

Evie sonrió y asintió.

Doug la puso con cuidado sobre mis brazos.

-E, es hermosa.

Doug se sentó junto a la peliazul y entrelazó sus manos con las de ella.

-M, te voy a decir lo mismo que cuando nacieron los mellizos, no llores que me harás llorar a mí.

Las dos nos reímos.

Emma abrió poco a poco sus ojos. Nos miró y enrrolló su manita alrededor del pulgar de Ben.

-Le agradan-nos dijo Doug.

Jay y Carlos se acercaron. Le entregué a la bebé al hijo de Jafar.

Nos quedamos un rato hablando con ellos.

-Quisiéramos quedarnos más tiempo, pero debemos hacernos cargo de nuestros propios hijos-dijo Ben luego de ver la hora en su reloj.

-Tranquilos chicos, en serio les agradezco que hayan venido-nos dijo Evie.

Nos despedimos de todos y emprendimos camino de regreso al castillo.

(...)

Ben agarró mi mano sin soltar el volante del auto con la otra.

-Sabes, volver a ver todo esto, me hace pensar más en el hecho de que de verdad quiero que tengamos más hijos.

Sonreí por lo que dijo.

-En algún momento sucederá, te lo prometo.

Besó mis nudillos y me miró unos segundos antes de volver su vista al frente.

-Pero mientras tanto, ambos sabemos que seguiremos disfrutando de poder hacer el amor sin pensar en el hecho de que debemos tener cuidado por un bebé dentro de ti.

Solté una carcajada.

-Eres algo serio, Florean-dije riéndome.

-Lo soy gracias a ti, Igna.

Volví a reírme.

----------------------------------------------

Espero que les haya gustado este capítulo ❤️

Logré encontrar inspiración cuando comencé a escribirlo, así que agradezcan que lo tienen hoy y no el fin de semana.

Tendré unos días libres desde la próxima semana, así que intentaré escribir acá y en el libro de Liar.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 17/ 02 / 2020.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro