Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Los mejores reyes

Esta semana y la que viene estuve y estaré a full con la escuela, así que espero poder tenerles el siguiente capítulo a más tardar para el Domingo.

Pero luego tendré una semana libre y aprovecharé de escribir.

Aprecien lo tierno que se ve Ben admirando a Mal en esa imagen😍

💜💙💜💙

-----------------------------------------

Mal's POV:
Ben soltó mi mano y guardó nuestras cosas en el maletero de la limosina.

-¿Creen que podamos volver pronto? - preguntó Celia ilusionada.

Todos nos miraron a Ben y a mí.

-Esperemos que sí - le respondí.

Los padres de los chicos habían venido hace un rato a despedirse.

Nuestros amigos le dieron una última mirada a las calles de la Isla antes de entrar al vehículo. Ben estaba por entrar.

-Tenía la esperanza de que viniera luego de como nos fue el otro día-dije con tristeza.

Mi esposo besó mi cabeza.

-Seguramente surgió algo y por eso no vino.

Tomó mi mano para ayudarme a entrar a la limosina.

-¡Mal!

Me di la vuelta. Sonreí abiertamente al ver quien era. Ben soltó mi mano y me dejó ir.

Llegué a él y lo abracé con fuerza.

-Perdón por llegar tarde, hija.

-Lo importante es que viniste.

Besó mi frente.

-¿Planean volver? - me preguntó.

-Esa es la idea.

Metí mi mano en uno de los bolsillos de mi chaqueta.

-¿Qué es esto?

-Dijiste que querías tener fotos de tus nietos, así que me las arreglé para darte una personalmente.

Sonrió al ver la imagen. Era la misma que le había mostrado cuando lo visité.

Oí los pasos de Ben detrás de mí. Pasó un brazo por mis hombros.

-Espero que estés cuidando bien a mi hija y a mis nietos, lo único que merecen es ser felices-dijo mi papá.

-Créame, eso lo sé. Y prometo que siempre lo serán.

Sonreí y lo miré.

-Te espero con los demás-me susurró.

Asentí y volvió a dejarme con mi papá.

-Creo que voy a tener que volver a extrañarte.

-Gracias por venir.

Me abrazó y besé su mejilla. Nos quedamos así varios segundos. Tomó mis manos y las apretó.

-Adiós, papá.

-Hasta pronto, hija.

Me soltó. Caminé de regreso al vehículo y quité las pocas lágrimas que habían empezado a caer.

Cerré la puerta y el vehículo arrancó. Mi papá nos miró sonriendo. Dejé de verlo unos metros después.

Me abracé a Ben e hice lo mismo que los demás. Mirar por la ventana las calles del lugar en donde crecí.

Cuando estuvimos sobre el puente, apoyé mi cabeza en el hombro de Ben y me quedé dormida.

Desperté dos horas después. Abrí los ojos y vi que los chicos ya estaban preparándose para bajar.

-¿Ya llegamos? - le pregunté a Ben.

Un bostezo salió de mi boca luego de eso. Sé que evitó reírse antes de contestar.

-Así es, princesa.

Un guardia abrió la puerta y salimos de ahí.

Sonreímos al ver a nuestra familia esperándonos en la entrada. Subimos rápidamente los pocos peldaños que habían.

-Bienvenidos de vuelta-nos dijo Adam.

Él y Bella nos abrazaron. Al soltar el abrazo, nos agachamos frente al coche a su lado.

Los niños sonrieron al vernos. Tomé a nuestra pequeña entre mis brazos y Ben tomó al niño entre los suyos.

Besamos sus frentes.

-Los extrañamos tanto-les dijo Ben.

Ellos comenzaron a balbucear y nos reímos.

-No saben cuanta falta nos hicieron estos días, mis angelitos.

Les di un toque en la nariz a cada uno.

Ben me abrazó y los dos bebés quedaron entre nosotros.

Los chicos no estuvieron mucho rato acá en el castillo ya que debían volver a sus respectivos hogares. Todos estábamos cansados del viaje, en especial Evie.

Ben se sentó frente a mí y tomó mi mano. Estoy dándoles de comer a los mellizos.

-Aunque suene raro, me hizo falta esto.

-No lo es. Ambos estamos acostumbrados a pasar todo o gran parte del día con ellos desde que llegaron a nuestras vidas. Además, entiendo que este es un modo de sentirte más apegada a ellos.

Asentí, dándole la razón, y apreté su mano.

-Los amo tanto-les dije.

-Y nosotros a ti.

Sonreí al oír lo que dijo Ben.

-Estaba pensado. Ya que ayer no pudimos celebrar nuestros ocho meses de casados, ¿qué te parece si los cuatro vamos al lago encantado en un rato? ¿Te gusta ese plan?

-Me parece el plan perfecto.

(...)

Ben detuvo el auto y nos bajamos. Ava y Max vienen profundamente dormidos. Después de que terminaran de comer no tardaron mucho en hacerlo.

Nos sentamos en una manta y dejamos los portabebés a un lado de nosotros.

Les trajimos dos cobijas junto con sus peluches para que estén tranquilos.

-Amor.

Dejé de acariciar las mejillas de mis hijos.

-¿Sí?

-Ven.

Extendió sus brazos hacia mí.

Le hice caso y recosté mi cabeza sobre su pecho. Estuvimos varios minutos en un silencio cómodo.

-Soñaba con esto desde hace tanto-dijo.

-¿Con qué cosa?

Me dejó a un lado de él para que pudiera verlo a los ojos.

-Con todo lo que nos está pasando. Estar felices y más unidos que nunca. Reinando juntos, disfrutando de nuestro matrimonio y cuidando a nuestros hijos.

Sonreí y junté nuestras frentes.

-Cierra los ojos-le dije.

Alzó una ceja.

-Anda, confía en mí.

Me hizo caso. Tomé su mano, la encerré con la mía y la puse sobre mi pecho.

-¿Sientes eso?

Asintió.

-Solo con tu cercanía y tus palabras haces que mi corazón se acelere.

Abrió los ojos sonriendo.

Acercó su rostro al mío. Sentí su respiración junto con la mía y como sus latidos se juntaban con los míos.

-Tú provocas exactamente lo mismo en mí, desde el primer día.

Un escalofrío recorrió mi espalda al oír el tono que usó. No pude aguantarme más y pegué nuestros labios. En mi estómago tuve la sensación de que miles de mariposas volaban ahí adentro.

Poco después quedé debajo de él. Quitó los mechones de cabello que quedaron sobre mi cara y la llenó de besos.

Se estiró hacia un lado y tomó una de las rosas del ramo que me regaló de camino aquí. Puso los pétalos sobre mi pelo.

Me reí, embobada por todo lo que estaba haciendo.

Seguimos besándonos varios minutos. Sentía que los únicos en el mundo eramos nosotros y nuestros hijos.

Y hablando de ellos, comenzaron a llorar de un momento a otro.

-Espera un momento.

Se sentó y sacó a los niños, dejándolos al nivel de mi pecho. Volvió a recostarse frente a mí.

Pasó un brazo por mi cintura, de modo que también los abrazaba a ellos.

Comenzaron a calmarse.

-Solo querían algo de calor y cariño de parte de sus padres.

Sonreí.

Tomé las manitos de los bebés.

-Así que solo querían la atención de su mami y de su papi, ¿eh? - les pregunté.

Ellos se rieron. Ben, con su mano libre, envolvió nuestras manos. Besó mis nudillos.

-Ustedes tres son mi mundo entero.

Rocé nuestras narices.

-Y ustedes el mío.

(...)

Ya tenemos seis días de vuelta en Auradon. Hemos estado bastante ocupados. Aún así hemos encontrado tiempo y maneras de los niños estén con nosotros.

-Cariño, ¿podrías venir un momento? - me llamó.

-Allá voy.

Oí las risas de él y de Max, las cuales venían del baño.

-Ay princesita, ¿qué estarán haciendo tu papá y tu hermano?

Terminé de acomodarle sus zapatitos y la cargué.

Entré al baño, encontrándome con un Ben con la camisa toda mojada y a un Max lleno de espuma.

-¿Cuál será la vez en que pueda dejar que los bañes solo y no termines así?

Volteó a verme y me acerqué a ellos.

-Cambiate la camisa y termina de vestirte mientras que yo termino de bañarlo.

-Ok.

Le entregué a Ava y salió del baño. O eso pensaba, sentí sus labios impactar contra mi mejilla y me reí.

-Vamos a recoger el desastre que tu papá hizo, como siempre-le dije a mi bebé.

-¡Oí eso! -dijo desde nuestra habitación.

-¡Esa era la idea!

Una hora después, ya nos encontrábamos en el edificio donde se llevan a cabo las reuniones del Consejo de Segundones.

Trajimos a Max y a Ava con nosotros ya que los padres de Ben vinieron. Nadie a excepción de ellos, Evie y el Hada Madrina sabían el porqué de la reunión. El resto de nuestros amigos también está aquí.

-Como es habitual, queremos agradecerles por asistir a esta reunión, así no sea en persona-dije.

Las representantes de Atlántica, es decir, las hermanas de Ariel no pudieron venir. Pero en su lugar, asistieron Melody y Alena, quienes las está videollamando.

-Como ya saben, nosotros junto con nuestra Consejera Real-miramos a Evie- y nuestros amigos, viajamos recientemente a la Isla de los Perdidos.

-Nos complace anunciar que las proclamas para mejorar la calidad de vida y educación están siendo llevadas a cabo con éxito-me siguió Ben.

Los presentes comenzaron a aplaudir.

-Luego de varios meses, ha habido un gran progreso-dije.

-Además, tenemos información concreta de lo que sucedió meses atrás. Abran los artículos que les enviamos.

Era más fácil que los leyeran desde un dispositivo electrónico y se gastaba menos papel.

"Los sucesos ocurridos a finales de Agosto del año pasado fueron causados por Maléfica. Los otros cinco villanos- Cruella DeVil, el Doctor Facilier, Hades, Jafar y la Reina Malvada- fueron influenciados por la Emperatriz del Mal gracias a un hechizo.

Los cinco villanos admitieron haber tenido razones para querer vengarse, eso hizo que el encantamiento se hiciera más fuerte.
Lo mismo pasó con Alena de Atlántica, quien aceptó todos los cargos por su alianza. Robar documentos de la corona, robar dos artículos del Museo de Historia Cultural de Auradon y entregarle información a Maléfica.

Los encantamientos fueron rotos en el momento en el que ella falleció.

Luego de haber hablado cara a cara con los villanos, nos dimos cuenta de que quieren redimirse y enmendar sus errores. Así que, se les dará una oportunidad de cambiar sus vidas dentro de la Isla.

Y esperamos que en un futuro no muy lejano, todos los habitantes de la Isla de los Perdidos pueden venir aquí a Auradon. Creando paz y armonía en todo el reino".

Ben y yo pasamos dos días escribiendo esto. Comprobando que no hubieran errores y no ser irrespetuosos con nadie.

Fue duro escribir las partes sobre mi mamá, pero teniendo a Ben a mi lado y habiendo hablado con mi papá, no me afectó tanto como pensé que lo haría.

Cuando todos terminaron de leer el documento, el lugar se llenó de murmullos.

Ben apretó mi mano por debajo de la mesa.

-Entendemos que en estos momentos no entiendan las razones que hay detrás de nuestra decisión. Pero a largo plazo, será un beneficio mayor para el reino-dije.

-Queremos ser justos y no solo ser buenos gobernantes para Auradon, sino también para la Isla.

-¿Están conscientes de todo el caos que puede haber si eso se cumple?-preguntó Flora.

-Tomamos en cuenta eso, y por ese motivo aún no pondremos a prueba esa parte del plan. Queremos que los villanos tengan la oportunidad de mejorar estando en la Isla, y para eso hay que ayudarlos y no dejarlos de lado como gran parte del reino hizo durante más de 20 años-le respondí.

La parte hipócrita de Alena estuvo a punto de hacerse presente pero se retractó. Lo sé porque se quedó mirándonos a Ben y a mí.

Ha hecho un gran fuerzo por entender todas estas cosas por Gil. A pesar de todo, se nota que si le importa, y mucho.

Evie alzó la mano y los murmullos volvieron a desaparecer.

-Como Consejera Real y siendo alguien que vivió gran parte de su vida en la Isla, apoyo totalmente su decisión. Muchas personas están en ese lugar por sus padres y no por su propio mérito. Y comprobamos que varios villanos, incluyendo muchos de los más grandes, están intentando cambiar-dijo.

Ben y yo le agradecimos por lo bajo.

-Esos cambios no surgirán de la noche a la mañana, pero al menos están sucediendo-dijo Bella.

Evie y Doug estaban cerca de mí, al igual que el resto de los chicos. Mientras que mis suegros estaban a un lado de Ben, con el coche de los mellizos entre ellos.

-Un ejemplo claro está en los niños y adolescentes, luego de haber mejorado su sistema de educación, han habido grandes cambios de actitud en ellos-dijo Ben.

Aún no soltaba mi mano.

-La decisión de haber creado la Isla de los Perdidos y ponerle una barrera fue para protección del reino. En ese entonces era necesario. Pero mi hijo fue muy sabio y maduro al decidir que comenzaría a traer hijos de villanos. Y junto con mi nuera, han tomado la mejor decisión al querer mejorar la vida de las personas que viven ahí, fuimos muy injustos con ellos-dijo Adam.

Él y Bella nos sonrieron con orgullo. Les devolvimos la sonrisa.

-¿Y cuándo planean llevar la fase final del plan a cabo?-nos preguntó Feliz.

-Eso aún no se ha decidido. Conforme pase el tiempo y veamos el progreso, tomaremos la decisión-respondí.

La mayoría aún nos miraba con inseguridad y seguían murmurando.

-Lo que haremos a continuación no cambiará nuestra opinión, pero queremos saber la suya. ¿Quién está a favor de esto?-preguntó Ben.

La gran mayoría levantó la mano, incluso la Reina Leah, algo que me sorprendió un poco.

-Muy bien...¿Quién está en contra?-indagué.

Nadie levantó la mano.

-¿Y quiénes no tienen muy claro lo que piensan al respecto?

Dos de las hermanas de Ariel levantaron la mano, al igual que Gruñón y Doc.

-Entendemos perfectamente que no comprendan lo que queremos lograr con esto, aunque esperamos que lo entiendan algún día-les dijo Ben.

Algunos minutos después, la reunión terminó.

-Los veo en mi oficina dentro de un rato-nos dijo el Hada Madrina y asentimos.

Tenemos una reunión para hablar sobre cosas de Auradon Prep. Ella y Jane se fueron junto con Carlos y Chico.

El resto de los chicos ya se había ido a lo que debieran hacer hoy.

-Los vemos para el almuerzo-dijo Adam.

Nos despedimos de ellos y nos llevamos a los niños con nosotros.

(...)

-¿Ya no tienes más dudas?-le pregunté.

-No. Gracias por ayudarme, M, sé que estabas en algo importante.

-No fue nada, siempre tengo tiempo para ayudar a mi mejor amiga.

-Te dejo para que vuelvas a lo tuyo. ¿Nos vemos mañana en casa de Audrey?

-Sí. Adiós, Evs.

-Adiós, Mal.

Terminó la llamada. Me había llamado por unas dudas que tenía con algo de lo que compraron para el cuarto de mi ahijada.

Tuve que alejarme un poco de la oficina de la madre de Jane para no interrumpir las clases que estaban cerca. Me faltaban unos diez metros para llegar cuando tres chicas se interpusieron en mi camino.

-¿Puedo ayudarlas en algo?

-En realidad no, Mal-dijo una de ellas.

Era castaña, casi pelirroja y con ojos azules. La identifiqué como la hija menor de Anna y Kristoff, Karen. Las otras dos eran las hermanas menores de Ruby, o sea, hijas de Eugen y Rapunzel. Eleanor y Riley.

-Entonces espero que lo que tengan que decirme sea importante, debo volver a una reunión.

-No nos tomará mucho tiempo. Es algo que debes saber-dijo Riley.

Me crucé de brazos. Creo que ya sé por dónde va esto.

-Adivinaré, ¿se enteraron de que Ben me engañó con alguien?

Me miraron sorprendidas.

-No es la primera ni la última vez que alguna chica intenta engañarme con esa mentira.

-Pero no es una mentira, jamás te engañaríamos con algo así-dijo Eleanor.

-En primer lugar, no son las primera en intentarlo. Dos, trátenme con más respeto. Soy su reina, no su amiga o compañera de clases.

Noté que se sintieron ligeramente ofendidas.

-Y tres, confió ciega y plenamente en mi esposo. Es el amor de mi vida y tengo dos preciosos bebés con él. Así que si quieren evitar problemas, ni si quiera se les ocurra volver a intentar esto.

-Pero...-intentaron decir.

-Nada de peros. ¿Les quedó claro lo que dije o no?

Mis ojos brillaron por un instante cuando hice la pregunta.

Ellas asintieron asustadas.

-Bien-dije con uno sonrisa de autosuficiencia- Vuelvan a sus clases antes de que cambie de opinión sobre decirle al Hada Madrina que se escaparon.

Me di la vuelta y me encontré con que Ben y los niños me esperaban al lado de la puerta de la oficina. Sonreí y caminé hacia ellos.

-¿Nos vamos?-me preguntó y asentí.

Pasó un brazo por mi cintura, mientras que su mano libre empujaba el coche. Besó mi cabeza y sonreí.

Mi sonrisa se ensanchó, pero por malicia, cuando las tres pasaron por un lado de nosotros.

-¿Otra vez intentaban convencerte de que te engañé?-me preguntó.

-Sí, es la doceava vez que lo intentan desde que nos casamos.

-¿Nunca les has creído?

-La verdad no, tampoco es que me hayas dado razones como para pensarlo. Has sido y eres el mejor marido del mundo.

Sonrió por lo que dije y besé su mejilla.

Max estaba dormido, mientras que Ava nos miraba. Sin dejar de abrazar su peluche y jugar con su chupón.

(...)

Ya estamos almorzando con los padres de Ben. Nuestra princesa y nuestro príncipe están a un lado de nosotros, ahora los dos si están dormidos.

-¿Ya pensaron cuando harán su bautizo?-nos preguntó Adam.

Dejé mi vaso sobre la mesa.

-Bueno, no tenemos una fecha exacta-respondí.

-Solo sabemos que será cuando tengan entre seis y ocho meses.

-¿Y ya saben quién será el que los suceda en el trono?-preguntó la madre de Ben.

-Siendo sinceros, no. Lo lógico sería que Max sea el futuro rey ya que nació primero. Pero sabemos que al ser mellizos puede haber una excepción.

-Por el momento, queremos quedarnos con la duda. Todavía son demasiado pequeños como para decidir eso-me siguió Ben.

-Es comprensible. Y tienen razón, a penas tienen dos meses, no hay que decidir nada aún-dijo mi suegra.

Luego de terminar de comer nos fuimos a arreglar unas cosas.

En menos de dos semanas viajaremos a Arandelle junto con mis suegros y los niños. Estamos tomando bastantes medidas ya que allá aún es época de frío. Será la primera vez que Ava y Max irán a un lugar tan helado y además tan lejano.

Organizando todo se me ocurrió una gran idea que sé que le gustará a mi papá. Le dije que cumpliría con lo de mandarle cartas y fotos y así lo haré.

---------------------------------------------------

No sé si la parte del documento que leyeron en la reunión quedó muy bien redactada. Tal vez la edite más adelante.

Espero que hayan disfrutado los momentos románticos y tiernos 😍💙💜💙💜

¿Qué les pareció lo que hizo Mal para cerrarle la boca a las chicas esas?

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 20/10/2019.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro