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Capítulo 16: ¿Magia pura o magia negra?

Sé que esto sonará fuera de lugar, pero creo que nadie se espera lo que tengo planeado para el final del libro.

Aún no tengo claro cuántos capítulos faltan, pero creo vamos más o menos por la mitad del libro.

Este capítulo tendrá algunas aclaraciones y algo de cursilería😂💜💙

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Mal's POV:
Nos bajamos de la bicicleta y Ben extendió su mano para que la tomara. Los demás esperaban donde los habíamos dejado.

-¿Y bien? ¿Cómo te fue, Mal? - preguntó Lonnie.

-En este momento no entraré en detalles sobre ello. Quiero decirles a todos al mismo tiempo.

-Está bien, entonces vamos a buscarlos. Mis pies ya no dan más-dijo Evie.

Nos dirigimos a la entrada y los guardias abrieron. La guarida está a 15 minutos de aquí.

Para nuestra suerte, la mayoría de la gente está buscando algo de comer a esta hora y lograremos evitarlos ya que no hay ningún local de comida por la ruta que tomaremos.

Ibamos tranquilos hasta que alguien nos pasó por un lado y nos chocó.

-Fíjense por donde, van ineptos.

Alcé la vista y me encontré con la persona que menos me esperaba.

Apreté la mano de Ben y mi mano libre se convirtió en un puño.

-Maddy-dije seca.

-Mal-dijo del mismo modo.

Las dos nos mirábamos de arriba a abajo.

-Mucha tiempo, ¿no es así, perdedora?

Rodeé los ojos.

-Si sabes lo que te conviene, Maddy. No querrás tener problemas como los de la última que te vimos-le advirtió Jay.

-¿Y cuál sería la gracia?

Soltó una risa que le hace mucho honor a su abuela.

-No tengo ganas de perder mi tiempo con una ex amiga falsa, así que...

Íbamos a irnos hasta que llegó alguien más.

-Amor, te estuvimos buscando por todos lad...

Genial, otra persona fastidiosa.

-Mal-dijo incómodo.

-Anthony.

-Ha pasado mucho.

-Así es, y yo aún recuerdo lo desagrable que fue la última conversación real que tuve contigo.

El niño, de aproximadamente tres años, entre sus brazos empezó a moverse.

-Sueltame papi, quiero que mamá me cargue.

Evie, Jay, Carlos y yo los miramos sorprendidos.

Dejó al niño en el suelo y fue alzado por los brazos de la chica de cabellos casi verdes.

-¿Así que ustedes dos están juntos? Eso es interesante, ya que los dos son muy parecidos en personalidad. Ambos están... locos.

Contuvimos la risa por lo que Carlos dijo.

-Como sea, no quiero tener más problemas de los que ya hubo en el pasado. Y mucho menos ahora que eres la Reina. Te debo una disculpa por lo estúpido que fui hace unos años-dijo el pelinegro.

Alcé una ceja.

-No sé si creerte.

Maddy nos miraba con los ojos entrecerrados. Está celosa. Y realmente no tiene porqué estarlo, teniendo en cuenta que a ella le ha gustado Anthony por años y a mí jamás me interesó.

-Alguien más te debe una disculpa. A ustedes cuatro, de hecho.

Tocó el hombro de la nieta de Madame Mim.

-Ah no, ni pienses que me disculparé con ella.

Se acercó y le susurró algo en el odio.

-Agh, está bien. Mal, Evie, Jay y Carlos lamento lo que hice aquella vez hace más de 4 años-él la miró- Y también lamento todas las bromas y insultos que recibiste de mi parte, Mal.

Me crucé de brazos, siendo abrazada por Ben. Él no apartaba la mirada de Anthony ya que sabía que había estado detrás de mí durante años.

-Pues deberías estarlo.

-Espero verlos de nuevo por acá pronto-dijo Anthony.

Sí como no.

Se fueron sin decir nada más. El hijo de Mad Maddy y Anthony se nos quedó mirando y oí cuando ya estaban a los lejos la pregunta que le hizo a su mamá.

-Mami, ¿ustedes conocen a la Reina?

Todo el grupo quedó mirándose entre sí.

-Esto fue extraño-dijo Doug.

-Muy extraño-dijimos los demás.

-Hay que seguir buscando a los demás antes de que nos encontremos con otras personas.

Los demás asintieron a lo que dije.

Arrojé una piedra al letrero y subimos las escaleras.

-Ha pasado tanto desde que estuvimos aquí-dijo Evie con nostalgia.

-Era genial venir aquí casi todos los días-le siguió Jay.

Los cuatro nos miramos sonriendo. Este lugar está lleno de recuerdos de los cuatro.

Entramos por la puerta y nos encontramos con Gil.
Él se puso a hablar con los demás mientras que Ben y yo hablábamos entre nosotros.

-Recuerdo la vez que estuve aquí-me dijo.

Sentí culpabilidad.

-No debí decir nada de lo que te dije aquella vez-le dije arrepentida.

Besó mi cabeza y tomó mis manos.

-Es una de las cosas que hizo nuestra relación más fuerte. Así que no debemos arrepentirnos de eso a pesar de todo.

Sonreí y lo abracé unos segundos.

Alcanzamos a los demás luego de eso.

-Mal, en serio que tienes un gran talento-me halagó Lonnie.

Ella junto a Jane y Doug admiraban todos los grafitis que llenan las paderes.

Llegamos a la sala. Luego de saludar a todos, les resumí lo que pasó con mi papá.

-Estamos tan felices por ti, Mal-me dijo Celia.

-Y muy orgullosos-le siguió Ben.

Sonreí y recosté más mi cabeza en su hombro.

-Sabiendo una gran parte de lo que pasó en la coronación de Audrey, creo que sí es prudente que vayan a ver a sus padres, chicos.

-Tiene razón-me siguió Ben.

-Gracias chicos, no saben lo importante que esto es para todos nosotros-nos dijo Uma.

-Créanme, claro que lo sé.

(...)

Ya es domingo. Lo que significa que solo nos quedan alrededor de veinticuatro horas acá.

Me moví un poco y sentí los brazos de Ben apretandome más a él.

-Amor.

Hizo leves gruñidos.

-Es hora de levantarnos.

-Pero no quiero hacerlo-se quejó como niño pequeño.

Reí y acaricié su cabello.

-¿Ni siquiera para celebrar cortamente este día tan especial?

Sus ojos se abrieron y sonrió.

-Si lo dices de ese modo, no puedo objetarte nada.

Se puso a mi altura y tomó mi rostro entre sus manos.

-Felices ocho meses, mi vida.

Rozó nuestras narices.

-Felices ocho meses, cielo.

Sus labios rozaron los míos con dulzura y amor.

Besó la punta de mi nariz al separarnos y agarró mi mano.

-No puedo creer que ya haya pasado tanto desde que deslicé este anillo por tu dedo.

Acarició el dedo donde tengo mi anillo de compromiso y el de matrimonio.

-Yo tampoco. Y tampoco puedo creer que nuestros pequeños ya tengan poco más de dos meses. Estos meses siendo tu esposa han sido los mejores de mi vida.

Sonrió por lo que dije.

-También han sido los míos.

Nos miramos durante varios minutos, sonriéndonos el uno al otro. Esta vez, yo tomé la iniciativa y junté nuestros labios.

No pasó ni un minuto cuando el beso  ya se había vuelto intenso y apasionado.

-Sé que veremos a Yen Sid durante menos de tres horas, pero quiero aprovechar parte de ese tiempo en demostrarte cuanto te amo-me dijo al oído.

Sonreí y pasé mis manos por su espalda.

-¿Entonces qué esperas, príncipe?

Su mirada se volvió coqueta y me arrebató el aliento cuando selló sus labios con los míos.

Luego de casi una hora de besos y caricias, salimos ya arreglados para encontrarnos con nuestros amigos.

-¿Seguros de que no quieren que los acompañemos? - les preguntó Ben.

-Podemos decirle a Yen Sid que lo veremos en la noche.

-No es necesario, chicos-nos dijo Dizzy.

-Para mí sí lo es, me apoyaron ayer y quiero hacer lo mismo.

-Lo entendemos, M. Pero estaremos bien y todos nos encontraremos acá antes de la noche-me dijo Evie.

Suspiré resignada. Se ha vuelta igual o más terca que yo con los cambios de humor.

-Está bien, pero deben dejar que los guardias los acompañen-dijo Ben.

-En especial a ustedes dos, E. Tú eres la que más se está arriesgando.

-Estoy de acuerdo con ella, amor-le dijo Doug.

Todos tuvieron que aceptar.

En el camino, los últimos en separarse de nosotros fueron mis mejores amigos y sus parejas.

Los demás ya se habían ido a buscar a sus padres.

No estamos muy lejos del Castillo al Otro Lado y la casa de Cruella está a pocos metros.

-Suerte, chicos-les dije.

-Creo que la necesitaremos-dijo Jay.

-Sí-le siguió Carlos.

Los cuatros nos abrazamos.

-Evie, te diga lo que te diga tu mamá, vas a ser una gran madre para esta pequeña-le dije.

-Gracias.

Sonrió y nos abrazamos.

Cada uno se fue por su lado. Ben tomó mi mano y seguimos nuestro camino. Dos guardias venían detrás de nosotros.

-Creo que estás más nerviosa que ellos.

Me encogí de hombros.

-Yo ya sabía qué esperar de mi papá, pero realmente no sé qué esperar del resto.

Rodeó mis hombros y seguimos caminando así durante varios minutos.

-Este lugar está mucho mejor que hace unos años.

Acabamos de llegar a una de las entradas de Dragon Hall.
Al ser fin de semana, no había nadie más aparte de nosotros y el mago.

Los guardias se quedaron en la entrada. Nosotros caminamos por los pasillos desolados de mi antigua escuela.

Llegamos al lugar donde estaban los casilleros de los chicos y el mío.
Me acerqué a ellos y los abrí.

-Había olvidado que el mío solo tenía latas de pintura y cosas de dibujo-dije riéndome.

-Y veo que el de Carlos está lleno de cables, el de Evie lleno de diseños de ropa y el de Jay está repleto de cosas que supongo que robó.

Los dos nos reímos.

Me extendió el bolso que llevaba en su hombro y lo abrí. Guardé las cosas que valían la pena sacar de ahí.

Seguimos caminado hasta que llegamos a la otra punta de la escuela.

-¿Es aquí?

Asentí.

Tomó el pomo de la puerta con su mano libre y lo abrió.

El hombre levantó la vista de unos libros y sonrió.

-Ben, Mal. Que gusto volver a verlos.

-Yen Sid.

Nos hizo señas y nos sentamos en las sillas frente a su escritorio.

Al igual que el resto del establecimiento, este lugar ha cambiado mucho. Recuerdo que Jay y yo veníamos seguido ya que el Doctor Facilier nos felicitaba por las maldades que hacíamos en clase.

Hablamos un buen rato del progreso que ha habido con los estudiantes aquí y en Serpent Prep, donde asistían Uma, Harry y Gil.

También nos habló de cómo ha cambiado la actitud y la vida de la gente aquí en la Isla luego de todos los cambios que hemos implementado.

-Me imagino que tus padres están muy orgullos de ustedes, Ben. Ellos siempre confiaron en que serías un buen monarca y que encontrarías a la persona indicada para que reinara a tu lado.

Ben y yo nos miramos sonriendo.

-Y tú, Mal-dijo y le presté atención- Yo siempre supe que eras diferente a tu madre. Que eres una persona con un corazón puro.

Sonreí por lo que dijo.

-El Hada Madrina nos comentó que usted averiguó mucho sobre mi herencia mágica. ¿Encontró algo? - le pregunté.

-Oh, claro que lo hice.

Se levantó y comenzó a buscar algunas cosas por la oficina.

-Hablando de el Hada Madrina, ¿cómo se encuentran mi hermana y mi sobrina? No he hablado con ellas esta semana.

-Bastante bien. Jane nos dijo que si aún queda tiempo luego de que ella y Carlos vayan a ver a Cruella, pasarán un momento por acá a saludar-le dijo Ben.

El mago hizo un ruido como respuesta. Volvió a sentarse frente a nosotros.

-Desde el momento en el que me dijo que buscaban información sobre tu magia, me puse a investigar.

Abrió un libro y lo puso enfrente de nosotros para que leyeramos.

-Después de buscar entre varios libros, encontré esto-dijo señalando la página.

Pusimos nuestra vista en ello.

-Normalmente, cuando una persona tiene un padre o una madre con poderes mágicos, es más fácil que los herede de la madre. Pero tú, al ser hija de un hada y de un dios tan poderosos, heredaste magia de ambos.

Levanté la vista del texto.

-¿Y cuál es la que más predomina en mi sangre? - pregunté.

-La de Maléfica. Por eso es que puedes convertirte en dragón y hacer hechizos como ella. Sin embargo, tu parte Hades se comenzó a manifestar hace poco.

Ben dejó de leer y nos miró.

-¿Qué cosas has notado en los últimos dos años que sean diferentes a lo que experimentabas con tu magia antes?

Ben tomó mis manos para animarme a que lo dijera.

-Bueno, luego de cumplir los veinte mis ojos brillaban de vez en cuando involuntariamente y hubo un día en el que perdí completamente el control de mis poderes.

-¿Qué sentías en esos momentos?

-La mayoría de las veces estaba tranquila y en una si estuve muy alterada. Pero creo que parte de eso se debía a los trucos que el Hombre Sombra intentaba hacer con mi mente y la influencia que mi mamá intentaba tener sobre mí. ¿Verdad?

-En parte, sí se debe a lo último.

-Pero...-dijo Ben.

-Pero no es la única razón. Verás, cuando alguien juega con su magia desde temprana edad, desarrolla sus poderes con los años. Pero tú la tenías desde pequeña y no la usaste hasta los dieciséis.

Volvió a buscar entre las páginas del libro y nos mostró una.

-La magia de un hada termina de desarrollarse a esa edad, al igual que la de los semidioses.

-¿Y qué fueron todos esos cambios de color en mis poderes?

-¿Comenzaron a ocurrir al principio de tu embarazo?

Asentí.

-Eso se debe al hecho de que tus poderes terminaban de desarrollarse. El embarazo lo que hizo fue acelerar el proceso.

-¿Eso significa que mi magia es pura o es magia negra?

Tenía miedo de saber la respuesta, pero sé que necesito saberlo.

-Tus padres han usado la mayor parte de sus vidas la magia negra. Aún así, eso no es algo hereditario. A pesar de que al principio no la usabas con las mejores intenciones, nunca hiciste ningún tipo de hechizo prohibido. Tu magia es tan pura como tu corazón.

Suspiré aliviada. Ben besó mi frente.

-Te lo dije.

Negué con la cabeza sonriendo.

-Con respecto a nuestros hijos, ¿heredarán nuestros poderes o no? - preguntó Ben.

Saber estas dos cosas es importante para los dos.

-Luego de haber leído en varios libros, llegué a la conclusión de que es más seguro de que los hereden a que no.

Mi esposo y yo nos miramos sonriendo.

-¿Qué tan seguro es? - le pregunté.

-Diría que un noventa y cinco porciento.

Hizo una pausa.

-Es probable que Mason herede tu poder, Ben. Pero también heredará los poderes de Mal. Ava sólo heredará los de ella.

-¿Cree que eso sea peligroso? - preguntó Ben.

-Realmente no. Y más sabiendo que ustedes los ayudarán a saber manejar sus poderes de buena manera.

Apreté la mano de Ben.

Hablamos un rato más con Yen Sid.

-Muchas gracias por ayudarnos a investigar sobre todo esto-le agradecí.

-Es lo menos que podía hacer.

Estrechó sus manos con las mías y las de Ben luego de que nos levantaramos de las sillas.

-¿Cuando lo volveremos a ver? - pregunté.

-Supongo que en la fiesta de aniversario de Bella y de Adam.

-De nuevo, le agradecemos por todo- dijo Ben.

-No fue nada.

-Adiós, Yen Sid.

-Adiós, chicos. Saluden a tus padres de mi parte.

-Lo haremos-le respondió Ben y la puerta se cerró.

(...)

Llegamos al Castillo de las Gangas y no había nadie.

-Creo que aún no han regresado-dije.

Ben pasó un brazo por mi cintura. Nos dirigimos a mi habitación.

-Sabes, me hubiera gustado celebrar este día de otra manera. Pero sé lo importante que es para ti haber venido y arreglado las cosas con tu papá. Y como eso te hace feliz, yo también lo soy.

Sonreí por lo que dijo. Me paré frente a él y tomé sus manos.

-¿Porqué tienes que ser tan perfecto? - pregunté rozando nuestras narices.

Soltó mis manos y posó las suyas sobre mi cintura.

-Me pregunto lo mismo sobre ti cada día.

Pasé mis brazos por su cuello.

-Quisiera que tuviéramos a los niños con nosotros.

Llevé mi vista a la pulsera que tiene sus iniciales.

-Hey, no estés triste-acunó una de mis mejillas- Mañana volveremos con ellos y les daremos todo el amor que merecen. ¿Sí?

Asentí sonriendo.

-Te amo-le dije.

-Yo también te amo.

Juntamos nuestros labios. Luego de unos minutos yo ya estaba sobre él, con mis piernas rodeandolo.

Llegamos al cuarto. Cerré la puerta y él dejó mi espalda apoyada sobre ella.

-Supongo que no tendría nada de malo celebrar de esta manera-me dijo.

Reí.

-No tiene nada de malo.

Volvimos a besarnos. Caminó hasta la cama y me dejó con cuidado sobre ella.

Nos besamos durante varios minutos. Estuvo a punto de comenzar a besar mi cuello hasta que oímos su celular sonando.

-Agh, ¿quién es? - pregunté con fastidio.

Lo sacó de su bolsillo.

-Es mi mamá.

-Podemos llamarla después, me gustaría seguir con lo que estamos haciendo.

Besé su nuca.

-Aunque me gustaría, princesa, puede ser importante. ¿Qué tal si es por algo de los niños?

Con eso logró convencerme.

-Está bien.

Contestó el teléfono.

-Hola, mamá.

Besé su mejilla y sonrió.

-Sí, está aquí conmigo... Nos fue bastante bien, les contaremos mañana. Yen Sid les mandó saludos...Sí, lo sé... ¿Cómo se han portado los mellizos? - preguntó.

-Ponlo en alta voz-le pedí.

Hizo lo que le dije.

-Son unos angelitos, no hemos tenido ningún problema. Hemos jugado con ellos y les hemos dado de comer cada vez que necesitan. Adam está haciendo eso mismo justo ahora.

Oímos la voz de el padre de Ben a lo lejos.

-Saludalo de nuestra parte.

-Claro que sí, querida.

Ahora se oyó el llanto de uno de los bebés.

-¿Es Max? - preguntó Ben.

-Sí, creo que a él le afectó que se hayan ido más que a Ava.

Ben y yo nos miramos.

-¿Podrías acercarles el teléfono, mamá? - le pidió Ben.

-Claro.

Los balbuceos de Ava se hicieron presentes y Mason estaba un poco más calmado, pero aún no paraba de llorar.

-Hola, mis amores.

Ambos comenzaron a balbucear al oír mi voz. Max dejó de llorar.

-Su mami y su papi los quieren muchísimo. Los veremos en pocas horas y los consentiremos mucho-les dijo Ben.

Oímos las risas de nuestros hijos.

-Con ustedes siempre se ponen risueños-nos dijo Adam.

Volvieron a reírse.

Hablamos unos minutos más con mis suegros. Tuvieron que colgar ya que era hora de cambiarles los pañales a los niños.

Ben me miraba sonriendo.

-¿Qué?

-Es que me encanta lo bien que te llevas con mis padres y como eres con nuestros hijos.

Sonreí y lo abracé.

Oímos voces en el pasillo así que nos levantamos.

Al llegar a la sala nos encontramos con nuestros amigos.

-Y... - dije alargando la palabra- ¿Cómo les fue?

-Bueno, creo que mi hija podrá conocer a su abuela-dijo Evie sonriendo.

Me solté del agarre de Ben y fui a abrazarla. Ella sonrió y correspondió mi gesto.

-¿Y a ustedes cómo les fue? - le preguntó Ben a los demás.

-Por muy sorprendente que sea, mi papá se ablandó al hablar con Lonnie-nos dijo Jay.

La nombrada sonrió.

-Mi madre aceptó no hacerle nada a Chico ya que sabe que me hace feliz.

-Eso es un gran progreso viniendo de Cruella-dijo Uma.

Los chicos nos dijeron uno por uno como les había ido con sus padres.

Creo que después de todo, los villanos no siempre son malos con sus hijos. Y que con el tiempo, cambian y pueden llegar a ser mejores personas.

Bueno, lo mejor que puede ser un villano.

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Sé que el principio y el final no fueron tan buenos, pero espero que hayan disfrutado leer el capítulo.

De una escala del 1 al 10, ¿cuanto aman como son Ben y Mal con sus bebés? 💜💜💙💙

En este capítulo aclaré cosas sobre los poderes de Mal y espero poder aclarar otras cosas en el próximo.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 13/10/2019.

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