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Capítulo 15: Un padre arrepentido


Después de haberlos dejado esperando, al fin llegó el momento.

Mal y Hades se verán frente a frente luego de mucho tiempo💙🔥💜👑🐉

Antes de que comiencen a leer...¿Cómo creen que reaccionará al verla?

Los leo💕

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Mal's POV:.
Terminé de bajar las escaleras, quedando a algunos metros de él. Sé que lo más seguro es que no esperara verme. Después de todo, nunca respondí sus cartas. No tenía el valor para hacerlo.

Apartó lo más rápido que pudo la lágrima que acababa de caer sobre su mejilla. Se acercó a mí lentamente.

-¿En serio estás aquí o mi mente comienza a jugarme malas pasadas?-dudó.

-Estoy aquí, papá.

Ya se encontraba a menos de un metro de mí. Deshizo la poca distancia entre nosotros rodeándome con sus brazos de una manera paternal.

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

-Lo siento, no debí...-dijo.

Lo apreté más contra mí.

-Había esperado esto durante casi veintidós años-susurré.

Sé que no sabia como reaccionar a lo que le dije. Las pocas conversaciones que hemos tenidos en los últimos cuatro años no han terminado de la mejor manera.

Me alejé de él y sequé rápidamente mi rostro.

-Sí leíste mis cartas-dijo ilusionado.

Sonreí y caminé hacia el sillón. Lo miré y él asintió, indicándome que podía sentarme.

-Así es. Dejaste en claro muchas cosas que no conocía de ti.

Llegó hasta donde yo estaba y se sentó lo más alejado que pudo de mí. No quería incomodarme.

-Te debo muchas cosas. Más que todo explicaciones.

-Eso es cierto.

Suspiró.

-¿Qué es lo primero que quieres saber?-preguntó.

Miré hacia arriba. Ben me hizo señas para darme ánimos de que le preguntara y volvió a alejarse.

-En una de tus cartas dijiste que querías abandonar a mi mamá pero no a mí. ¿Por qué quisiste dejarla? Y más importante aún,¿por qué terminaste abandonándonos a las dos?

Se tomó unos segundos antes de hablar.

-Creo que para llegar a eso, debo decirte cómo comenzó todo entre los dos y porqué terminó.

Asentí. Metí mi mano dentro de uno de los bolsillos de la chaqueta y apreté el collar.

-Verás, pasaron algunos meses hasta que yo quisiera salir de esta cueva luego de que tus suegros nos encerraran a todos en este lugar. Por mi mente pasaban las mil maneras de cómo escapar de aquí e ir al Olimpo, donde merecía estar. No podía creer que no había logrado nada para sacar a mi hermano del trono, ni siquiera pude deshacerme de mi propio sobrino para lograrlo. Aquí aún podía y puedo manejar el Inframundo, pero no es lo mismo que estando afuera.

<<La primera vez que salí me encontré con Facilier, podría decirse que desde ese día somos "amigos"-hizo comillas con los dedos- Me ponía al día de lo que pasaba en la Isla y lo poco que se sabia del exterior. Mi interés principal era el Olimpo. Hasta que un día, en el que nos encontrábamos vagando por las calles oímos varios gritos.

<<Eran dos mujeres, tu madre y la Reina Malvada. Desde hacía días que peleaban por quién gobernaría este mugriento, aunque ya no tanto, lugar. Se llegó al acuerdo de que los habitantes escogerían a su gobernante. Pero ninguna de las dos cumplió y tú madre aprovechó la primera oportunidad que tuvo para auto proclamarse reina de la Isla. Aunque no lo creas, los primeros días fue cuando más gritó dando órdenes.

-Oh, claro que lo creo. Su actividad favorita era gritarle a toda persona que estuviera a su alrededor.

Él sonrió por lo que dije.

-Logré acercarme a ella un día. A pesar de que era la peor de todas, había algo en ella que me decía que debía aunque sea hacer el intento de hablarle. Yo ya había oído de ella, lo que un villano considera que son maravillas. La peor villana y uno de los peores villanos, eso sonaba muy interesante para mí. Ella sabía de mí por ser quien soy. Pensaba lo mismo que yo. La peor mezcla que podría haber, la Emperatriz del Mal y el Dios del Inframundo. Podríamos causar todo el caos que quisiéramos cuando lográramos escapar de aquí. Y conforme pasaban los días, cada vez me sentía más atraído hacia ella. Tanto por su manera de ser como por su belleza, algo que heredaste de ella.

Sonrió un poco.

-Sentía que era imposible pero era la verdad. Tu madre logró robar mi corazón. Los dos peores villanos se habían enamorado, algo que sé que es difícil de creer viniendo de tu madre.

Algo dentro de mí decía que estaba siendo honesto conmigo.

-Pasaron los años, en los cuales siempre ideábamos planes para escapar pero ninguno funcionaba. Éramos más cercanos de lo que alguna vez fuimos con alguien. Ambos reíamos por cualquier cosa o maldad que hiciéramos. Jamás me había sentido así con nadie. El día de nuestro segundo aniversario, le pedí que se casara conmigo.

Lo miré de reojo y noté que su mirada estaba sobre algo entre sus manos. Con la poca luz, pude distinguir que eran unos anillos.

-Pensé que me costaría mucho que aceptara, pero sorprendentemente no fue así. Pocos meses después nos casamos y me proclamaron como su otro líder. Todos nos tenían mucho miedo. A veces peleábamos, algo normal por nuestras personalidades. Hubo un día que no recuerdo muy bien porque era el pleito, pero sí recuerdo todo lo que sucedió en medio. Esas palabras fueron las que cambiaron mi vida. Fue cuando me dijo que estaba embarazada de ti.

Volvió a mirarme.

-Se le escapó en medio de varios insultos que me dirigía. Así que no lo dijo de la mejor manera. Yo ya lo sospechaba gracias a que Facilier había oído una conversación que tú madre tenía con Cruella, pero no sabía si creerle o no.

<<Yo no sabía ni cómo reaccionar. En algún lugar muy pero muy dentro de mí, siempre quise tener una familia. Pero ella nunca pensó igual. Me costó mucho convencerla de que sería bueno tu llegada en nuestras vidas y de algún modo lo logré, o al menos eso creía.

Su mirada era de desilusión al decir eso.

-Ocho meses después, naciste. Era uno de los días más felices de mi vida. Recuerdo el momento exacto en que te tomé entre mis brazos por primera vez. Abriste tus ojos, iguales a los de ella, y sonreíste al verme. Sentía que me pondría a llorar, pero no lo hice. Tu madre me hubiera matado.

Reí cortamente.

-Eras la bebé más hermosa que había visto. Te amaba y cuidaba cómo podía, pero Maléfica no. Ella solo se interesaba en que crecieras rápido y que pudieras ser su seguidora, que tomaras sus mismos pasos. Eso fue una de las cosas que comenzó a crear más conflictos entre los dos. Yo quería que estuvieras bien y tuvieras una vida buena.

<<Había olvidado casi todos mis planes malvados por qué solo me preocupaban tu madre y tú. Las simples peleas comenzaron a volverse pleitos que duraban días y noches, algo que tú notabas a pesar de ser una bebé.

Por eso hace unos meses dije lo que dije de que sé que siempre peleaban. Algo dentro de mí lo tiene presente aunque yo no lo recuerde.

-Yo no quería ponerle una mano encima, eso no iba ni va conmigo. Pero ella sí se atrevía a darme cachetadas y a empujarme cada vez que podía. Hubo un día en el que no pude aguantarlo más y le dije que lo mejor sería que nos separáramos. Era más el daño que nos hacíamos que cualquier otra cosa.

Miró al suelo.

-Pero ella no estaba dispuesta a aceptarlo. Para el punto en el que habíamos llegado, solo le interesaba tenerme a su lado para hacer planes malvados y nada más. Ya nunca me veía como lo hacía antes. Por eso tuve que hacer las cosas por mi cuenta y mudarme del Castillo de las Gangas. Como te imaginarás, ella no se lo tomó nada bien. La única condición que puse para acercarme a ella era por ti, porque no quería que crecieras sin un padre.

-Los primeros días si podía, pero luego sus secuaces se encargaban de sacarme de la casa desde el momento en que ponía un pie adentro. Maléfica me evadió durante semanas. Hasta que un día al fin se dignó a verme. Me dijo que jamás me atreviera a acercarme a ustedes de nuevo o tú pagarías las consecuencias. Estaba muy consciente de lo que era capaz de hacerte y tuve que aceptar.

<<Tu madre logró romper mi corazón en millones de pedazos. Tuve que abandonarla e injustamente también a ti. A penas tenías cuatro meses, necesitabas de ella más que de mí en ese momento así que tenías que vivir con ella. No creí que no dejaría que me acercara a ti. Por alejarme de ella, las perdí a las dos.

Sus ojos se cristalizaron.

-Yo solo quería que estuvieras bien y no pensé que te haría daño ya que cumplí con mi palabra de no acercarme a ti. Sabía que me mataría si no cumplía con mi palabra y no quería dejarte sin un padre. Pero aún así rompió una de las promesas más importantes que nos hicimos. Tú eras una bebé indefensa y te dejé con un monstruo. Así que yo terminé convirtiéndome en uno también. Sobretodo por lo que te hice hace unos meses-dijo con voz entrecortada.

Para este punto, yo ya había comenzado a derramar lágrimas de nuevo.

-Cada día volvía a sentirme igual de malvado que antes. Lo único que me mantenía cuerdo era el hecho de pensar que lograrías recibir mis cartas y regalos, pero supongo que ella desechó todo lo que tuviera que ver conmigo. No pensaba con claridad y solo estaba molesto y con sed de venganza. Pensaba que eras igual a ella. Me molestaba mucho el hecho de que mi hija no hiciera el intento de buscarme.

-Pero lo hice, millones de veces lo intenté. Jamás supe que tú eres mi padre hasta la primera vez que te vi luego de dieciocho años intentando saberlo.

-Eso lo sé ahora, pero no lo pensé de ese modo hasta hace poco. Yo no sabía la verdad.

Su mirada estaba fija en el suelo.

-¿Por qué me has hecho todo lo que me has hecho en los últimos años?

Necesitaba saber eso. Necesitaba saber porqué fue capaz de hacerme tanto daño.

-Casi dieciocho años encerrado me hicieron perder la cabeza. Creía que tu madre no era mala contigo y que habías sido una traidora por haberla abandonado a ella y a todos en este pueblo. Todo mi resentimiento estaba sobre ella y sobre ti, aunque tú no tenías la culpa de nada.

<<Solo quería venganza, por eso le pedí ayuda a Facilier. Él quería vengarse de sus enemigos y de sus hijas. Yo quería vengarme por qué nunca me buscaste. Y cuando nos enteramos sobre la hija de Aurora y sus celos hacia ti, supimos que era la persona indicada para nuestro plan. Las dos veces que tú y yo nos vimos solo pensaba con odio, había olvidado todo lo que sentía estando contigo cuando eras una bebé.

Noté lo avergonzado que está por admitir todo eso en voz alta.

-Me heriste más en el momento en que me enviaste de vuelta a la Isla. Dos años después, tú vivías feliz en Auradon y no intentabas acercarte a mí en lo absoluto. Cuando tu madre logró contactarse conmigo la evité a toda costa. Me había causado daños irreparables, pero encontró maneras de convencerme. Le fue más fácil convencerme a mí y a los demás por el hecho de que todos teníamos la misma idea, cobrar nuestra venganza.

<<A pesar de todo lo que había pasado, el hechizo, su influencia en mí y mis sentimientos le hizo más fácil convencerme de hacer cosas. Cosas de las que ahora me arrepiento totalmente de hacer hecho. Me convertí en lo mismo que ella, un monstruo sin corazón. Lo peor de todo fue que rompí mi promesa de cuidarte y protegerte sin importar que. Creo que la frase del amor al odio hay un solo paso representa a esta familia más de lo que debería.

Tenía razón.

-El hechizo se deshizo en el momento en que tu madre murió.

Sé que intentó decirlo de modo que no me sintiera mal, pero era imposible que no me sintiera así.

-Yo aún pensaba mal de ti, por eso te hablé como te hablé antes de irme. Había perdido a mi hija y a la mujer que fue mi esposa. Estos meses hicieron que pudiera darme cuenta de todos los errores que he cometido. Errores que han perjudicado tu vida en más de una manera. Y no sabes cuán arrepentido estoy.

Sonaba totalmente devastado.

-En realidad, si me doy cuenta de que lo estás.

Me miró ilusionado.

-¿En serio?

-Sí.

Se quedó callado un momento.

-Igualmente, estuvo muy mal todo lo que te hice. No merezco tu perdón, o al menos no pronto. Pero igualmente me quiero disculpar contigo, hija.

Tomó mi mano unos segundos y luego la soltó.

-A pesar de todo, sé que sigues amándola como yo lo hago.  ¿Cómo es posible que no estés molesto conmigo por lo que le hice y me hayas escrito que aún me quieres y me amas?

Mi tono de voz fue descendiendo al decir eso. Los recuerdos de ese día volvieron a mí.

-Por la misma razón por la que tú la amas a pesar de todo el daño que te hizo.

Volvió a tomar mi mano y lo miré.

-Te defendiste y defendiste a tus hijos, algo que yo debí hacer desde el momento en que me fui de esa casa.

Su voz sonaba quebrada.

Nos quedamos en silencio durante varios minutos.

-Tengo tres cosas que quiero mostrarte-le dije.

Levantó su vista del suelo.

Solté su mano y saqué los dos objetos en mi bolsillo. También dejé que el collar reposara sobre mi pecho y no siguiera escondido dentro de mi chaqueta.

-¿Cuándo tomaron esta foto?

Le entregué la fotografía que había encontrado de los tres en el cuarto de mi madre.

Él sonrió con nostalgia y tristeza.

-La tomamos el día que cumpliste dos meses. Fue el momento en que milagrosamente teníamos días sin discutir.

Cuando me miró, se dio cuenta de lo que tenía puesto y sus ojos se cristalizaron. También se percató de que tenía el otro collar en mis manos.

-Creí que los había tirado.

Le entregué el collar de mi mamá. Sonrió con tristeza al ver las iniciales grabadas.

-¿Ella te dio el tuyo?-me preguntó.

Asentí.

-Me lo regaló cuando tenía cuatro. Es de las pocas cosas que me dio. Siempre pensé que era de ella, pero ayer descubrí que nos los habías dado a las dos.

-Se los di el día en que naciste. Pero luego de todo lo que pasó, no pensé que los conservaría.

-Ella usaba todos los días el suyo, rara vez se lo quitaba. Y si yo hubiera sabido antes la verdadera historia del mío, lo hubiera usado más.

Sonrió por lo que dije.

-Creo que a pesar de todo, sí seguía sintiendo algo por ti. Aunque ya no era como antes.

Nos quedamos en silencio de nuevo. Mi teléfono vibró así que lo saqué de mi bolsillo. Sonreí al ver la imagen que había recibido.

Me la había enviado el papá de Ben. Son Ava y Max sobre una manta en uno de los jardines del castillo. Tienen puesta ropa que Evie les hizo y abrazan los peluches que ella y Doug les dieron. También tienen sus chupones en sus bocas y sonríen. Se ven totalmente adorables.

-¿Esos son mis nietos?-me preguntó.

Levanté la vista de la pantalla.

-Sí.

Dejé que viera la imagen.

-Son como tú cuando bebé, lindos y adorables.

Sonreí por lo que me dijo. Le di las gracias a Adam por enviarme la foto y puse el teléfono en mi bolsillo de nuevo.

-Y hablando de tu familia en Auradon, ¿cómo están las cosas entre tu esposo y tú?

Alcé una ceja por la pregunta que me hizo.

-¿Qué? Eres mi hija y debo aprovechar que estás aquí para preguntarte sobre tu vida.

-¿Ahora vas a ser un padre celoso?-le pregunté riendo.

-Algún día tenía que pasar.

Negué con la cabeza, volviendo a reírme.

-¿Qué quieres saber?

-No lo sé...Tal vez como te trata y si es bueno contigo.

-Me trata mejor de lo que debería, a decir verdad. Él y nuestros hijos son lo mejor que pudo pasarme. Me han ayudado a superar todo lo que pasé hasta mis dieciséis años.

-No merecías nada de eso-dijo con culpabilidad.

-Ninguno de los tres lo merecía.

Él entendió a lo que me refería. Aunque en realidad, sólo no lo merecíamos nosotros dos.

-¿Qué me dices de tus suegros? ¿Te tratan bien?

-Muy bien. Me tratan como a una hija.

-Pues déjame decirte que mereces el amor y el cariño que te dan ellos tres.

Sonreí.

-¿Y mis nietos? ¿Cómo son? Porque presiento que son igual de intranquilos que tú a su edad. No podíamos dejarte ni cinco minutos sola porque ya hacías desastres teniendo una corta edad.

Reí.

Pasamos varias horas hablando sobre los niños y sobre mi vida en Auradon. Realmente estaba interesado por saber de mí y por los bebés.

Hablando con él, me di cuenta de lo arrepentido de está por todo lo que pasó.
Pero no puedo sacarlo de aquí, no luego de todo lo que hizo. Pero espero que algún día si pueda salir de aquí.

Debe haber un modo con el que pueda verlo más seguido sin infringir ninguna ley. No quiero meterlo en problemas ni tampoco a Ben.

Sé que encontraremos algo para lograrlo.

Quiere remendar todos sus errores y sé que es cierto. Todo lo que me dijo en sus cartas es real. Nunca había recibido tanta sinceridad y cariño por parte de ninguno de mis padres.

Le pregunté sobre algunas cosas de su relación con mi mamá. Preguntas que nunca pude hacerle a ella porque no me decía que Hades es mi papá.

Me sorprendía mucho oír cómo era con él. Sonaba más cariñosa y amorosa de lo que alguna vez fue conmigo. Rara vez me demostró cariño, pero lamentablemente sé que eso era lo más sentía por mí a pesar de ser su hija.

Y tampoco es que el cariño era mucho. Analizando todo lo que me está contando mi papá, sé que nunca pudo superar su rencor porque para ella su prioridad era eso, el rencor. Eliminó el poco amor que había en su corazón a través de los años. Quedándose con un corazón más frío aún.

-No tienes porque sentirte culpable por lo que pasó-me dijo.

-Pero sé que lo soy y ya no puedo hacer nada. Nadie nunca sabrá lo impotente que me sentí al verla caer frente a mí. Ni haberme despertado y darme cuenta de lo que le hice.

Reprimí las lágrimas que estaban por salir de mis ojos.

-Siento tanto que hayas pasado por todo eso, hija. Pero hiciste lo que tenías que hacer. Te protegiste a ti y a mis nietos. Lo más importante es que tú estás bien y ellos igual.

-Ben me lo ha dicho y sus padres y mis amigos también. Y sé que es verdad, pero sigue siendo doloroso y por eso me cuesta aceptarlo.

-Tardará un buen tiempo en dejar de hacerlo. Y espero que no seas como yo y guardes rencor contigo misma y con los que quieres durante muchos años.

Oí el gruñido de un animal a lo lejos y supe de quién se trataba.

-Cerbero, has silencio- dijo, el nombrado volvió a gruñir- Creo que es el momento de que vuelva a encargarme del Inframundo. Descuidé mucho mi trabajo durante varios años y espero estar haciendo las cosas bien ahora.

Hice una mueca.

-Entiendo. Aunque me hubiera gustado pasar más tiempo contigo.

-¿En serio?-preguntó dudoso.

-Sí.

Nos levantamos del sillón y caminamos hasta las escaleras.

-¿Me enviarás cartas?

-Claro que sí.

-¿Y fotos de los niños?

Sonreí ante su pregunta.

-Aunque aún no crea prudente que los veas en persona, no es como que no quisiera que sepas de mi hijos. Te has interesado mucho por ellos.

-Es una decisión muy responsable de tu parte. Sé que voy a tardar en ganarme tu confianza luego de todo lo que te hice, pero espero poder obtenerla algún día.

Metió las manos en sus bolsillos.

-Creo que lo harás.

Sonrió.

-Bueno, entonces creo que es el momento de despedirnos...

Lo abracé con fuerza. Tardó unos segundos en corresponder pero lo hizo.

-Te quiero, papá.

Pude sentir como sonreía. Dio un beso sobre mi cabeza.

-Y yo a ti, hija.

Nos separamos y quité la lágrima que cayó de mis ojos. Apretó mi mano un momento y me dejó ir.

Comencé a subir las escaleras. Al llegar al último escalón me volteé a verlo. Él sonrió, intentando ignorar el hecho de estaba apunto de llorar, y se despidió con la mano mientras que sonreía.

Imité su gesto y salí de ahí.

Luego de dar unos cuantos pasos me encontré con Ben.

-¿Todo bien?

Asentí con la cabeza. Me abrazó unos minutos.

-Estoy muy orgulloso de ti por haber venido y que hayas hablado con él.

Apartó las lágrimas que rodaban por mis mejillas y besó mis nudillos.

Me ofreció su mano y salimos de ahí para encontrarnos con los demás.

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Este capítulo lo tenía listo desde hace unos días, pero estaba esperando a que fuera este fin de semana.

Además, quería agregar el vídeo que hizo JufiJauregui aquí💜...

Es realmente genial y fue paciente al esperar que terminara este capítulo para subirlo.

Gracias Sofi💜

¿Quién lloró leyéndolo?

Yo lo hice y estuve apunto de mientras que lo escribía😂

Luego de ver cómo es Hades con Mal en D3, estuve buscando el momento para que ellos se reencontraran💙💜

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 11/10/2019.

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