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Capítulo 11: Flores de cerezo

No quiero volver a la cárcel😂😭

Volvieron a cambiar la fecha en la que inició clases. Así que intentaré dejar varios capítulos escritos.

Espero poder seguir escribiendoles antes de los primeros días libres que tenga.

Mientras tanto, disfruten de este capítulo ❤️


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Mal's POV:
Luego del primer beso volvimos a hacerlo, solo que esta vez fue más apasionado. Tuvimos que detenernos porque teníamos a los niños con nosotros.

Ambos regulamos nuestra respiración antes de hablar.

-¿Crees que sea la noche indicada para que duerman solos por primera vez?-me preguntó Ben.

Ambos miramos a nuestros hijos. Estaban en un profundo sueño.

-Creo que sí. Igualmente hay que llevarnos uno de los monitores.

Ben asintió. Me levanté del sillón y él hizo lo mismo.

-Buenas noches, mis amores-les dije.

Besamos sus cabecitas y dejamos a cada uno sobre su respectiva cuna con mucho cuidado. Tomé la mano de Ben y salimos de la habitación, cerrando la puerta luego de eso.

Caminamos rápidamente hasta el otro lado del pasillo. Abrió la puerta y sonreí por lo que había hecho. Entramos y cerré con seguro la puerta detrás de mí.

Había llenado el suelo de la puerta hasta nuestra cama con pétalos de rosas y habían dos velas a cada lado.

-¿Ya estabas seguro de que esto pasaría?-le pregunté riéndome.

-Pensé que podría suceder.

-¿Y si hubiéramos tenido que traer a los niños con nosotros?

Se acercó a mí.

-Pues aún hubiera sido romántico, pero no hubiéramos podido hacer todo lo que tenemos en mente.

Negué con la cabeza mientras que reía. Unimos nuestras frentes.

-¿Estás lista?-me preguntó, acariciando mi mejilla.

-Muy lista-le respondí con una sonrisa.

Volvimos besarnos y sentí miles de mariposas en mi estómago. Me levantó como princesa y reí.

Me dejó con mucho cuidado sobre el colchón. Podía apreciar un brillo en sus ojos con la tenue luz de las velas. El mismo que posiblemente esté en los míos en este preciso instante.

-Te amo con todo mi corazón, Mal-besó mi frente.

-Al igual que yo, Ben.

Los pocos minutos que llevamos así son más perfectos de lo que imaginé que sería este momento. Prácticamente 5 meses sin poder estar entre los brazos del otro como lo vamos a estar ahora.

Nos besamos con mucho amor y pasión. Ben tomó el borde de mi camiseta y dejé que me la quitara. Seguido de eso quitó mi pantalón. Yo imité sus acciones. Ninguno de los dos apartaba la mirada del otro.

Se inclinó hacia mi cuello. Hizo un recorrido desde detrás de mi oreja hasta mi estómago y yo no podía evitar soltar jadeos. Cuando volvió a mis labios no le di oportunidad de que volviera a hacerme algo ya que nos di la vuelta. Besé su cuello y todo su marcado torso, recibiendo los mismos sonidos que él provocó en mí. Estiró sus brazos de modo que pudo desabrochar mi sostén.
Otra vez estaba debajo de él. Ambos quedamos despojados de toda nuestra ropa.

-Sigues viéndote igual de hermosa que la última vez-susurró cerca de mis labios.

Mis mejillas se ruborizaron ligeramente y sonreí.

-¿Crees que debemos dejarle al destino esta situación o esperamos?

Él entendió a que me refería con mi pregunta.

-Aunque me gustaría dejárselo al destino, debemos esperar un poco. Sé que estás de acuerdo conmigo si digo que ambos queremos dedicarles todo el tiempo que podamos a nuestros bebés-asentí- Están demasiado pequeños. Pero en un futuro, quiero volver a verte con una hermosa pancita y presenciar todos los cambios que habrán.

Sonreí y le di un beso corto.

Luego de estar listo, rodeó mi cintura y agarró una de mis manos. Yo la acepté y entrelacé nuestros dedos. Apoyé mi mano libre sobre su espalda.

Sentí muchas cosas a la vez en el instante en que nos unimos. No paramos de besarnos en ningún segundo. Mi mano apretaba de vez en cuando la suya y la otra recorría su espalda. Él acariciaba mis dedos y no dejó de demostrarme amor en ningún momento.

Luego de algunas horas en las que sólo nos mostramos nuestro amor, estábamos agotados. Ben acariciaba mi pelo mientras que mis manos dibujaban formas sobre su pecho. Tenía mi cabeza sobre su hombro, de modo que podíamos mirarnos.

-Esto fue demasiado perfecto-le dije.

Él sonrió y besó la punta de mi nariz.

-Los momentos así son los únicos en los que podemos demostrarnos nuestro amor plenamente.

-Para ambos, lo de hacer el amor es algo literal.

Ambos reímos por lo que dije.

-Tienes toda la razón.

Bostezamos y mis ojos comenzaron a sentirse más pesados.

-Buenas noches, cariño-dije.

Besó cortamente mis labios.

-Buenas noches, cielo.

Caímos en un sueño profundo pocos minutos después.

Los bebés nos despertaron solo una vez antes de que se hiciera de día. Alrededor de las 3 de la mañana. Teniendo en cuenta que ya habían pasado casi cinco horas desde la ultima vez que comieron, tardaron bastante. Creo que tienen el sueño tan pesado como Ben y yo.

Intenté no despertarlo para poder ir a atenderlos. Me puse mi ropa interior y la camiseta de Ben, la cual me llegaba hasta las rodillas, y salí de nuestra habitación. Obviamente dejé la puerta cerrada.

-Shhh, tranquilos mis pequeños. Mami ya está aquí.

Los llantos de ambos disminuyeron al oír mi voz. Sentí los brazos de Ben rodeándome de un lado cuando tomé a los mellizos entre los míos.

-Ambos debemos ocuparnos de ellos, amor. Deja que yo les cambie los pañales y te los doy.

Se los entregué y me senté en la misma silla que estuvimos con ellos hace unas horas. Luego de unos minutos me senté sobre las piernas de Ben mientras que amamantaba a mis dos hijos. Su pediatra y la obstetra dijeron que era un modo de que los dos no sintieran celos por el otro o que no sintieran que le daba más atención a uno de ellos.
Ben y yo los mirábamos con ternura.

Le entregué a Ava para que le sacara los gases mientras que yo hacía lo mismo con Max. Ben besaba la carita de Ava y veía como ella sonreía.

Me levanté y comencé a mecerlo. Mi esposo hizo lo mismo con ella. Pocos minutos después, cayeron rendidos.

Al igual que Ben y yo apenas nuestras cabezas rozaron las almohadas.

(...)

-Amor, ¿ya están listas? - preguntó Ben desde el pasillo.

-Allá vamos.

Ava sonrió en cuanto le di su peluche y salimos del cuarto.
Ben nos esperaba cerca de las escaleras con Mason.

-Ambas se ven hermosas-nos dijo.

Sonreí. Besó cortamente mis labios y la cabeza de la bebé.

-Ustedes dos se ven muy guapos, cielo.

Besé la frente de Max y ambos sonrieron.

Los padres de Ben ya nos esperaban en la limosina, junto con las cosas que necesitábamos llevar para los mellizos.

Los cuatros nos subimos al vehículo y este emprendió camino hacia el palacio imperial de Northern Wei. Dónde se celebraría la coronación de Lonnie.

Y se preguntarán, ¿cómo es que ella va a ser la próxima reina?

Bueno, hace muchos años atrás, luego de la boda de los padres de mi amiga, ambos fueron condecorados nuevamente por el Emperador. Pero no fue solamente eso, también las familias Fa, Li y la familia imperial de China se unieron como una, luego de todo lo que Mulán y Shang hicieron por ellos. Ambos pasaron a ser princesa y príncipe de China. Por eso es que Lonnie es princesa.

Las sucesoras al trono imperial de China eran la princesa Ting-Ting, la princesa Mei y la princesa Su, pero las tres abdicaron al trono. Es decir, renunciaron a heredar el puesto de Emperatrices o Reinas. Querían vivir una vida más o menos normal y ninguna se sentía lo suficientemente responsable como para gobernar un reino.

Cinco años después de que Bella y Adam crearan los Estados Unidos de Auradon, ya era tiempo de que el Emperador sediera el trono a su sucesor. Y en este caso, eran nada más y nada menos que Mulán y Shang, cuando su hija apenas era una bebé y su hijo era un niño. Ya que no había más familia de sangre para tomar el puesto.

Los padres de Lonnie dirigieron Northern Wei durante casi 21 años, hasta el día de hoy, ya que Lonnie tomará su puesto.

Lil' Shang, el hermano mayor de Lonnie, abdicó al trono para seguir con su carrera como jugador profesional de R. O. A. R y de Tourney. Y además, sabía que Lonnie era la indicada para el puesto.

Ella quería dedicarse profesionalmente al R.O.A.R, pero sabía que algún le tocaría tomar el trono. A pesar de eso, nunca dejó de practicar junto a Jay y los chicos ya que es su pasatiempo favorito.

Llegamos a la Ciudad Imperial luego de algunas horas de viaje. Las cuales se basaron en que mis suegros jugaran con sus nietos y hablaran con nosotros. O que tanto Ben como yo nos quedáramos dormidos, al igual que los bebés.

Al bajar de la limosina, la familia imperial, la de verdadera sangre real, nos saludó con mucho respeto. La familia de nuestra amiga los siguió. Solo que con menos formalidad.

Los padres de Ben y los de Lonnie son amigos de años y conocen a mi marido desde que es un bebé.

-¡Lonnie tenía razón, estos dos niños son de lo más adorables!-exclamó Mushu.

Ben y yo sonreímos.

El pequeño dragón se había bajado del hombro de la madre de Lonnie y se posó sobre el paraguas del coche de mis hijos.

-Tienes razón, Mushu, pero por favor no los despiertes-le pidió el ex-General Shang.

Mushu se quejó y nos reímos.

-Le gustaba hacer eso cuando Lonnie era bebé para jugar con ella. Teníamos que mantenerlo lejos mientras que nosotros no la cuidabamos-explicó Mulán.

-Le quitaban toda la diversión a tener una bebé en el castillo.

La familia de Lonnie se rió. Se despidieron de nosotros y se dirigieron a otra de las entradas.

Entramos al palacio y llegamos a la "sala" donde sería la coronación. Es decir, el patio donde años atrás Mulán y Shang se casaron. Todos nuestros amigos se encontraban ahí.

El resto de los presentes admiraba con ternura a los bebés que llevábamos con nosotros.
Saludamos a nuestros amigos y conversamos con ellos.

Evie hizo un increíble trabajo con todas nosotras.

Incluyendo a mis hijos.

A Max le hizo un esmoquin como el de Ben pero en miniatura. Y a Ava le hizo un vestido morado con flores parecidas a las del mío. Dizzy le hizo una diadema que simulaba una corona. Es muy pequeña para que le coloquemos una de verdad.

Se oyeron varias trompetas. Todos dirigimos nuestra mirada hacia la entrada.

Nuestro grupo de amigos sonrió con orgullo al ver a Lonnie comenzar a bajar las escaleras.

Ya toda su familia y Jay estaban ahí arriba desde minutos atrás. Al igual que el Hada Madrina.

Esta última se acercó a Lonnie, quien hizo una reverencia.

-Hoy todos nos encontramos aquí para presenciar la coronación imperial de la princesa Lonnie.

Se notaba a kilómetros lo orgulloso y feliz que estaba Jay. Lo noté por como está mirando a Lonnie en este momento. Justo como Ben me miró en el momento en que me coronaron.

Ella se arrodilló frente a la madre de Jane. Le quitó con delicadeza la corona a Mulán y se la colocó a su hija.

-Li Fa Lonnie-hizo una breve pausa para que le entregaran su varita- ¿Juras solemnemente, gobernar al Reino de Northern Wei con justicia y piedad, durante todo tu reinado?

-Lo juro solemnemente.

Ben y yo teníamos a los mellizos en nuestros brazos para que miraran.

-Entonces con mucho honor-posó la varita sobre su hombro derecho- y mucha alegría-la puso en su hombro izquierdo- te nombraré la reina.

Lonnie se levantó con la ayuda de su papá.

-¡Pueblo de Northern Wei, he aquí a su nueva gobernante! - exclamó Mulán.

Todos gritamos y aplaudimos.

(...)

La fiesta se está celebrando en uno de los jardines del palacio. A penas vimos a Lonnie la felicitamos.

Todos bailaban en la pista de baile, menos Evie, Doug, Ben y yo. Los cuatro estábamos sentados en una mesa. Habíamos estado con nuestros amigos hasta hace pocos minutos.

Ellos dos pararon porque a mi mejor amiga le duelen los pies por estar tanto rato de pie y en tacones. Solo sucede eso debido a su embarazo, ella es capaz de correr en tacones sin hacerse ni un rasguño.

Ben y yo porque debíamos darles de comer a nuestros hijos. Hablábamos con ellos mientras tanto.

Su boda es en cinco meses. Y es obvio que ya tienen todo listo. Evie soñaba con esto desde niña y ya tenía una clara idea de qué quería y qué no en la fiesta.

-Saben, nos gustaría que algún día de estos nos dejen cuidar a nuestra ahijada y a nuestro sobrino.

Evie asintió, estando de acuerdo con lo que Doug dijo.

Limpiamos las mejillas de nuestros hijos y los acomodamos para que estuvieran más cómodos.

-Eso sería genial-dijo Ben.

-Creo que a los dos nos vendría bien un poco de práctica faltando solo 12 semanas para el nacimiento de nuestra hija-comentó mi mejor amiga- Y hablando de ella, está dando patadas.

Evie y Doug sonrieron al sentir como mi sobrina pateaba.

-Era lindo sentir eso. Solo espero que ella no se ponga tan intensa como lo hicieron ellos durante el último mes, E. Sino a penas vas a poder dormir. Esa fue una de las cosas más difíciles del embarazo.

-Es cierto-me siguió Ben.

Los bebés llamaron nuestra atención balbuceando, como si estuvieran reclamando por lo que dijimos.

-No se molesten con su mamá. Ella misma dijo que fue lindo sentir sus patadas, mis amores.

Ben les hizo cosquillas y los dos rieron. Sonreí.

Un rato después Evie y Doug volvieron con los demás y nosotros nos quedamos durmiendo a los niños.

Los padres de Ben se sentaron con nosotros. Ellos habían estado con los padres de nuestros amigos durante gran parte de la celebración.

-¿Saben? Adam y yo esperábamos verlos así desde hace mucho tiempo.

Ben y yo miramos a sus padres.

-¿Lo dices en serio, mamá?-le preguntó él.

-Así es hijo-respondió Bella.

-Los cuatro sabemos que no tuvimos la mejor impresión de ti al principio, Mal. Pero estábamos completamente equivocados. Luego de verlos en la coronación, nos dimos cuenta de nuestro error-dijo Adam.

Ben pasó un brazo por mi hombro y yo apoyé mi cabeza en el suyo.

-Conforme avanzaba su relación, ambos nos dimos cuenta de que lo suyo es algo único y verdadero. Has sido parte de la familia desde el primer día, hija. Sabíamos que algún día formarían una hermosa familia. Y es justo lo que hicieron-le siguió la madre de Ben.

-Después de todo por lo que han pasado merecen todo lo que tienen.

Ben y yo nos miramos unos segundos. Segundos en los que nos perdimos totalmente en la mirada del otro.

-No tienen idea de lo que significa para mí el apoyo incondicional que nos han dado. Son los padres que nunca tuve. Y estoy muy agradecida por poder ser parte de esta familia.

Mi esposo besó mi cabeza. Los padres de Ben se levantaron a abrazarnos. Nos separamos y volvieron a sentarse frente a nosotros

-Nuestros nietos tienen suerte por tenerlos como padres-nos dijo Bella.

Los dos sonreímos. Max estaba apunto de quedarse dormido, pero Ava seguía tan despierta como hace unos minutos.

-Nos hubiera gustado poder tener más hijos-dijo Adam.

-Ahora que lo pienso, jamás les pregunté el porqué de eso.

-Debimos decírtelo hace un tiempo, pero no sabíamos como-dijo mi suegro.

Ava comenzó a llorar. La abracé con un poco más de fuerza y besé su frente. Poco a poco fue calmándose.

-Creo que hace mucho pudiste haber sacado la cuenta de que tardamos casi 4 años en tenerte luego de casarnos, Ben. Había una alta probabilidad de que no pudiéramos tener hijos, por eso sentimos que fue como un milagro cuando nos enteramos de que estaba embarazada.

Los ojos de Bella estaban ligeramente cristalizados.

-Años más tarde, intentamos de nuevo. Queríamos añadir a un miembro más en la familia y sabíamos cuánto querías un hermano o una hermana. Pero lamentablemente nunca se dio.

Una lágrima rodó por la mejilla de la madre de Ben. Él está oyendo todo lo que están diciéndonos con mucha atención.

-Por eso, cuando llegaste a la vida de nuestro hijo empezamos a considerarte como una hija. De algún modo, te convertiste en esa hija que no pudimos tener-dijo Bella, ya un poco más calmada.

Ahora era yo quien tenía los ojos cristalizados.

-Nuestros nietos son uno de los regalos más grandes que la vida pudo habernos dado a los cuatro. Aprovechen la oportunidad que ustedes tuvieron de tener más de un hijo.

-Todo lo que acaban de decirnos es en serio importante para nosotros. Los dos apreciamos mucho esto.

Asentí por lo que Ben había dicho y aparté las lágrimas que habían caído por mis mejillas. Bella hizo lo mismo y reímos.

-Es mejor parar todo este sentimentalismo por un rato-dijo Adam y los cuatro reímos.

-Tienes razón, papá.

-Vayan a divertirse con sus amigos, nosotros podemos cuidarlos.

Nuestras miradas se posaron en los dos bebés. Ya estaban dormidos.
Se los entregamos, teniendo cuidado de no despertarlos y nos levantamos, no sin antes besar sus cabezas.

Buscamos a los chicos pero no veíamos a ninguno. Ni siquiera a Jay y a Lonnie.

-Tal vez están caminando por ahí. Si quieres podemos hacer lo mismo.

-No tengo problema.

Nos dirigimos a la parte de los jardines que no era ocupada por la fiesta.

Habían muchos árboles de cerezo. También algunos bancos y un lago que recorría parte de los alrededores del palacio.

Llegamos a un puente y nos quedamos ahí parados. Ya era prácticamente de noche. Se apreciaban diferentes colores en el cielo.

-No esperaba nada de lo que hablamos con mis padres. Aún así, me gusta ver la confianza que te tienen.

-Jamás podré agradecerles por todo lo que han hecho por mí. Y siendote sincera, tampoco podré agradecerte a ti por lo que tú has hecho por mí.

Ben dejó de mirar el cielo para mirarme a mí. Tomé sus manos y las entrelacé con las mías.

-Has cambiado mi vida de la mejor manera que alguien puede hacerlo. Me has enseñado a amar. Me subes el ánimo y me haces sentir segura cuando estoy triste. Me haces reír como nadie lo ha hecho. Me haces sentir especial todos los días de mi vida. Me convertiste en tu esposa y en la madre de tus hijos. Nunca podré compensarte todo lo que ha hecho por mí-acaricie su mejilla- Te amo tanto.

Me puse de puntillas para alcanzar sus labios. Iba a ser un beso corto hasta que rodeó mi cintura para pegarme a él. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y me dejé llevar por la sensación que me provoca tener sus labios sobre los míos.

-Mi reina, lo único que necesito como recompensa es a ti-reí- Hago todo eso porque te lo mereces. Mereces todo lo bueno en este mundo. Has pasado por muchas cosas y aún así sigues siendo tú. Es una de las muchas cosas que amo de ti.

Rocé su nariz con la mía. Nuestras miradas estaban fijas sobre las del otro.

El viento sopló un poco y algunas de las flores de cerezo cayeron sobre nosotros.

-Ahora entiendo porque a Lonnie le encantan estas flores. Crean un ambiente muy romántico.

Reí por lo que dijo.

Nos quedamos abrazados unos minutos y sentí una paz y seguridad que solo siento con él.

Jamás me arrepentiré de lo nuestro. Ava, Mason y Ben son lo más importante y preciado que tengo en mi vida. Y siempre será así.

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Tenía que ponerle algo cursi al final😂💜💙

Tengo algunas cosas planeadas para los siguientes capítulos así que espero poder escribirselas pronto.

Espero haber explicado bien la razón por la cual Lonnie se convirtió en Reina❤️👑

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕

Publicado el 22/09/2019.

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