
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒: 𝐔𝐧 𝐝í𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥
Este capítulo es especial, porque hoy se cumplen dos años desde que publiqué Descendientes:Black Magic, el primer libro de esta Trilogía💜💙
Escribir esta historia ha sido muy lindo para mí. Y me alegra que hayan seguido apoyándome ahora que vamos por el tercer libro.
Quise hacer algún capítulo extra para celebrar este día, pero no lo escribí porque no se me ocurrió nada y podía parecer de relleno o forzado, así que espero que les guste este💕
En algunos capítulos más vendrá el time skip/salto en el tiempo, de la historia.
Haré uno o dos "capítulos" para presentar a los personajes nuevos. O sea, a los hijos de Ben y Mal y de todos los demás personajes.
Disfruten del capítulo❤️❤️❤️
---------------------------------------------------------
❥♛❥
⊱ ────── {.⋅ ✯ ⋅.} ────── ⊰
⊱ ────── {.⋅ ✯ ⋅.} ────── ⊰
❥♛❥
Mal's POV:
Han pasado cuatro meses desde el cumpleaños de Ava y Mason. Cuatro meses bastante importantes para nuestra familia, porque han habido cambios en los niños.
Los dos ya pueden caminar mejor sin ayuda, aunque evidentemente les gusta que los carguemos. Entienden más lo que les decimos, así que saben cuando deben hacer algo y cuando no. Han aprendido nuevas palabras y las que conocían las dicen mejor.
Sus personalidades también se han desarrollado más.
Mason es bastante tranquilo, a veces hace una que otra travesura pero es normal para su edad. Definitivamente es una copia de Ben de bebé, ya que cada vez se parece más a él. Y su personalidad también es similar. Según el día es más apegado a mí y a Bella o a su papá y sus abuelos.
Ava tiene bastante carácter. Hace notar cuando algo no le gusta y hace bastantes travesuras. En cuanto a su personalidad y físicamente, se parece demasiado a mí. La única diferencia es que su poco cabello es castaño claro y tiene unos ligeros reflejos morados. En cuanto a quien prefiere, varía según el día. Aunque en unas cuantas ocasiones se ha puesto celosa cuando me ve con su papá.
Tengo una marca de nacimiento en el tobillo, la marca del dragón. La mayoría de las personas en la familia de mi madre la tenían. A ambos les apareció unos días después de su cumpleaños. Y digo apareció porque prácticamente ni se veían hasta entonces.
Al principio no sabíamos si era algo por lo cual tendríamos que preocuparnos o no, así que le pedimos a Yen Sid que nos ayudara a investigar. Al parecer no es nada malo, simplemente tenemos que estar pendientes de si tienen alguna alteración y ya.
De algún modo es como algo que nos asegura de que sí heredaron mis poderes.
Hemos visto bastante a los chicos. Una de las ocasiones fue por el nacimiento de Christian, el hijo de Chad y Audrey. También nos hemos reunido para que los niños convivan y nosotros podamos ponernos al día.
Bella y Adam viajaron por unas semanas y volvieron ayer. Los niños estaban muy emocionados cuando llegaron, gritaron y corrieron a abrazarlos apenas los vieron.
Esos días estuvieron super apegados a mi papá. Él se encargó de cuidarlos cuando no podíamos llevarlos a reuniones o eventos. Les ha enseñado a tratar con Cerbero, el cual aún aparenta ser un cachorro.
Y en cuanto al embarazo, todo va excelente. La bebé está sana y nacerá en los próximos días. Debió haber nacido hace cinco días, pero la doctora nos dijo que puede pasar que el parto se atrase entre media semana y dos.
Estos meses mi apetito ha aumentado y mis cambios de humor también. Del resto solo son algunos dolores de cabeza y el cansancio.
En algunas ocasiones los niños se quedan pegados a mí por horas. Jugando con mi barriga o simplemente queriendo que los abrace. A veces han terminado durmiendo con nosotros por eso.
Este es uno de eso días. Estoy en el cuarto de Max y Ava, jugando con ellos e intentando dormirlos.
Ben se quedó dormido cuando estábamos todos en nuestra habitación. No quise despertarlo porque sé que en los últimos días se ha tenido que dedicar él solo a los asuntos del reino. Me las ingenié para que los niños me siguieran hasta acá.
-Mis angelitos, saben cuanto me gusta pasar tiempo con ustedes. Pero mamá necesita dormir, y su hermana también.
Los dos simplemente se rieron. Ambos están dentro de la cuna de Mason, jugando con sus peluches. Ava se levantó y su hermano la siguió. Apoyaron sus manitas en el borde de madera. Mi pequeña señaló mi estómago.
-¿Emañita? - preguntó.
No pude evitar sonreir enternecida.
-Así es amor, su hermanita también necesita descansar.
Los dos pusieron sus manos sobre mi barriga, acariciándola. Dejaron un beso sobre ella y me sonrieron. La bebé pateó.
Muchas veces han hecho eso, y me parece el gesto más adorable.
-Hagamos un trato. Les canto una canción si me prometen que luego se irán a dormir. ¿Ok?
-Shi- respondieron, aplaudiendo con entusiasmo.
Me reí. Besé las frentes de ambos.
Coloqué a Ava en su cuna, con cuidado de que no golpeara mi estómago.
Los arropé bien, asegurándome de que tuvieron sus peluches y algún chupón por si lo querían más tarde. Apoyé mis manos en los bordes de madera, una en cada cuna.
-Su abuela no solía ser cariñosa conmigo. Sin embargo, su abuelo me dijo que un día la oyó cantándome esta canción cuando era mucho más pequeña que ustedes.
Tomé aire al recordar la escena que me había mostrado a través de proyecciones. De cierta forma, es lindo saber que al menos en pocos y contados momentos, mi madre trató de ser buena conmigo. Aunque lamentablemente no haya durado.
Miré a mis hijos y se me subió el ánimo. En definitiva, ellos y Ben son lo que más me ha ayudado a seguir adelante estos últimos años.
Max me sonrió, estirando su manito hacia mí. La tomé con cuidado y la acaricié.
(Denle play a la canción en multimedia)...
Cerré los ojos un momento. Al abrirlos, me concentré en ellos.
-Where the north wind meets the sea,
There's a moor full of memory- los dos me miraron- Sleep, my darlings, safe and sound- tomé una de las manos de Ava- For in this moor all is found.
Mason acomodó su cabeza sobre su almohada, abrazando su peluche de bestia. Aún sin soltar mi mano.
-In his trees, deep and true. Lay the answers and a path for you- toqué la punta de su nariz, haciéndolo sonreír- Dive down deep into his sound, But not too far or you'll be drowned- Ava se rió cuando le hice cosquillas en su estómago.
Solté sus manos, dejando que se acomodaran bien. Ava también abrazó a su peluche de dragón, sin dejar de mirarme.
Al momento de apoyar mis manos sobre mi estómago, sentí como otras dos rodeaban las mías. Sonreí, sabiendo quien era.
-Yes, he will sing to those who'll hear. And in his song, all magic flows. But can you brave what you most fear?
Can you face what the moor knows?
Poco a poco iban cerrando sus ojos, bostezando. Ben besó mi mejilla, admirándome embelezado.
-Where the north wind meets the sea, There's a mother full of memory- acariciamos mi barriga- Come, my darlings, homeward bound. When all is lost, then all is found.
Cuando terminé de cantar, los dos estaban profundamente dormidos. Y al parecer también logré dormir a la bebé, porque dejó de moverse.
Ben se inclinó para besar las frentes de los niños y tomó mi mano para salir del cuarto.
Cerramos la puerta y entramos a nuestra habitación.
-Lo siento si te desperté-le dije.
Me recosté con dificultad sobre la cama. Para este punto, la barriga apenas deja acostarme y levantarme bien.
-Tranquila, no lo hiciste - aseguró- Me pareció extraño no verlos junto a mí cuando abrí los ojos, así que supuse que estarían ahí.
Se puso a mi lado y lo abracé. Pasó la sabana sobre nosotros.
-Fue una linda sorpresa encontrarte cantándoles. Me contuve un rato viéndolos desde la puerta, pero no me aguanté y me acerqué a ustedes.
Reí y besé su mejilla.
-Pues menos mal que lo hiciste, porque volviste el momento aún mejor-le dije.
Ben me sonrió.
-Yo siempre supe que serías la mejor madre. Y en serio eres la mejor de todas-al decir eso, besó mi coronilla.
Puso sus brazos alrededor de mi cintura, apegándome a su pecho.
-Oh vamos, los dos sabemos que tu mamá es la mejor-dije.
Alcé mi vista hacia él.
-Amo a mi mamá, me crió y me hizo quien soy junto a mi papá. Pero después de tantas cosas por las que hemos pasado, puedo afirmar que le ganas.
Sonreí.
-Pues tú no te quedas atrás, cariño. Creeme que eres el mejor padre que podrían tener nuestros hijos. Has estado incondicionalmente para ellos y para mí, sin importar que tan ocupado o cansado estés.
-Son mi vida entera, haría lo que fuera por ustedes cuatro.
Nos miramos a los ojos, sin dejar se sonreír. Nos besamos durante unos segundos y rozamos nuestras narices al separarnos.
-Buenas noches, amor.
-Descansa, mi vida-me dijo.
Apoyé mi cabeza en su pecho. Cerré los ojos y lo abracé. Los latidos de su corazón fueron como una canción de cuna para mí, porque poco a poco fui quedándome dormida.
(...)
Ben acarició mi mano por debajo de la mesa. Estamos en una reunión con el Consejo de Segundones.
Podía quedarme en casa, pero sabía que en esta ocasión los dos debíamos estar para tomar decisiones.
Bella y Adam también vinieron, así que mi papá está cuidando a los mellizos.
-Yen Sid me ha comunicado que vendrá la próxima semana para ayudar a atender los asuntos mágicos de Camelot-dijo el Hada Madrina.
-Eso es perfecto, porque podrá asistir al Festival de Verano del reino-dijo Artie, el actual rey de Camelot.
A pesar de la apertura de la barrera, Yen Sid sigue viviendo en la Isla de los Perdidos. Nos ayuda a supervisar todas las mejoras que hemos implementado.
Se hablaron algunos temas más durante unos minutos.
-¿Hay algo más que quieran discutir? - pregunté.
Todos los presentes negaron.
-Entonces podemos dar por concluida la reunión de hoy-declaró mi esposo- Gracias por asistir, esperamos que puedan acudir a la próxima reunión dentro de dos semanas.
Los miembros del consejo se fueron levantando de sus asientos. Cada uno se fue despidiendo de nosotros y algunos salieron de la sala en grupos, hablando entre ellos.
-M, ¿aún sigue en pie la cena de hoy? - me preguntó Evie, levantándose de su silla.
Como ahora es de manera oficial una princesa de Summerlands, el reino de Blancanieves, ella asiste aún más seguido a las reuniones. Sobre todo por ser nuestra consejera.
-Claro que sí. Recuerden que deben llegar a las seis.
-Está bien.
Se despidió de mis suegros, quienes hablaban con el Hada Madrina y Merlín, y luego se acercó a nosotros.
-Emma está emocionada por ver a mi ahijada y a mi sobrino. Desde que Doug y yo hablamos de esto en el desayuno, a estado más inquieta de lo normal.
Los tres reímos.
Mi pequeña sobrina cumplió un año hace unos días. Doug y Evie le organizaron una fiesta en su casa. Estuvimos nosotros con nuestros amigos y su familia.
-Eso afirma que serán grandes amigos en el futuro-dijo Ben.
Evie rió.
-Te aseguro que sí. Los veo más tarde, chicos.
-Adiós, E-le dije.
Nos dio un beso en la mejilla a cada uno y salió de la sala.
Ben y yo nos quedamos un rato más sentados, ya que mis pies no dan para estar parada mucho rato. Cuando ya todos se habían ido, fuimos a buscar el auto para volver al castillo.
Me dieron ganas de comer helado, mi antojo más habitual en este embarazo. Ni lo padres de Ben ni él si pudieron resistir, así que terminaron comprándome uno de Oreos. Solo íbamos a menos de mitad de camino, de modo que pude dormir después de comerlo.
Sentí como las manos de Ben acariciaban mi cabello cuando desperté. Me estiré un poco, bostezando en el proceso.
-¿Cuánto dormí? - pregunté.
-Alrededor de cuarenta minutos. Ya estamos por llegar-respondió Adam, quien iba manejando.
Bella va a su lado como copiloto y nosotros vamos en el asiento de atrás.
-Te veías adorable, parecía que usabas a Ben de oso de peluche-dijo Bella.
Los cuatro reímos.
-Es que es mi oso de peluche.
Ben besó mi frente y me reí.
Al llegar al castillo, bajamos del auto y fuimos a buscar a mi papá y a los niños para comer.
Los encontramos en la sala, viendo televisión. Cerbero está al lado de los pies de mi papá, jugando con su pelota.
-Mamá, Papá- dijeron emocionados.
Los niños se pusieron inquietos. Mi padre los ayudó a bajarse del sillón. A penas tocaron el suelo corrieron hasta nosotros.
-Aquí están mis angelitos-dijo Ben, cargándolos y llenándolos de besos.
Max y Ava se rieron a carcajadas.
Besé las frentes de ambos.
-¿Y a sus abuelos no los saludan? - preguntó Bella, cruzándose de brazos y fingiendo estar seria.
Volvieron a reírse.
-Abuellos.
Ahora nosotros nos reímos.
Extendieron sus brazos hacia mis suegros. Ben les pasó a los niños y estos sonrieron.
Me senté junto a mi papá. Besó mi coronilla y me abrazó.
El perro se subió al sillón y se recostó a mi lado, lamiendo mi mano.
-¿Cómo te fue con ellos? ¿Te dieron algún problema? - pregunté.
-Se podría decir que bien. Pasamos un rato jugando en su habitación hasta que se pusieron a correr por los pasillos. Encontraron a Cerbero y él se les unió. Pueden ser dos diablillos cuando se lo proponen.
Mis hijos rieron, sabiendo que hablaba de ellos.
Bella y Adam los dejaron en el suelo. Los niños se acercaron a nosotros.
-Así que hicieron travesuras mientras que no estábamos-les dijo Ben.
-Ño - dijo Ava de manera inocente, negando con la cabeza.
La miré con una ceja alzada.
-Definitivamente eres una copia mía-dije, sentándola en mis piernas.
Ella se rió y apoyó su cabeza en mi hombro. Max estaba en los brazos de Ben, abrazándolo.
-¿Qué tal si vamos a almorzar? La Señora Potts me dijo hace un rato que todo estaría listo para cuando llegaran-dijo mi papá.
-Ok.
Todos salimos de la sala y nos fuimos al comedor.
(...)
Los chicos llegaron hace como una hora. Organizamos una especie de parrillada improvisada.
Los chicos se han estado turnando para ir preparando todo. Invitamos a todos, así que Chip y Melody también vinieron con Connor, quien ya tiene cinco meses.
Acomodamos una zona en el pasto con varias mantas para que todos los niños estén allí. Lo bueno es que se llevan bien entre ellos, así que no hay mucho de qué preocuparse.
Emma está aprendiendo a caminar, pero aún así intenta alcanzar a los mellizos.
Sonreí cuando vi que Mason caminaba hacia nosotros con unas flores pequeñas en la mano.
-¿Son para mí? - le pregunté sonriendo.
Él asintió alegremente y me las entregó.
-Gracias, mi amor- besé su mejilla y se rió.
-¿Y esas que tienes ahí? - le preguntó Ben, pasando un brazo alrededor de mis hombros.
Dudó unos segundos hasta que señaló en dirección a donde estaban los demás.
-Doug, creo que nuestra pequeña ya tiene un pretendiente-declaró Evie, riéndose.
-Parece que sus planes podrían hacerse realidad-afirmó Carlos.
Todos reímos.
-¿Quieres dárselas a Emma? - le pregunté.
-Shi.
-Entonces hazlo, pequeño.
Mason sonrió y corrió de vuelta a donde estaban los demás niños. Absolutamente todos estábamos pendientes de qué pasaría.
Se sentó al lado de mi ahijada y le entregó las flores. Ella se rió y las puso encima de su vestido. Besó la mejilla de mi hijo. Notamos como Ava aplaudía y reía mientras que los veía. Connor no entendió mucho y Christian se quedó igual.
Siguieron jugando con sus bloques y juguetes.
-Es todo un caballero-dijo Jane.
Carlos acarició su estómago con cariño. Nos dieron la noticia hace un rato cuando llegaron. Otro sobrino más para la familia.
-Igual que su padre-dije.
Ben sonrió y me dio un beso corto. Nos vimos a los ojos, perdiéndonos en la mirada del otro.
-Ya los perdimos en Bealandia-dijo Jay, con un tono entre de fastidio y burlón.
Nos reímos.
-¿Qué van a hacer para tu cumpleaños? - preguntó Harry.
Ben acomodó sus brazos sobre mi estómago, ya que la bebé ha estado algo inquieta. Eso pareció calmarla un poco.
-Por el momento, lo único que tenemos planeado es hacer una reunión aquí en el castillo. Nuestra pequeña debería de nacer dentro de poco- me sonrió-, así que no tendría sentido hacer algo grande-respondió.
-Es interesante que vaya a nacer dos semanas antes de tu cumpleaños-señaló Audrey.
-Es verdad, pero me encanta que sea así.
Sonreí y me apoyé más en su pecho.
Mi papá me trajo mi plato. Le agradecí antes de comenzar a comer. Todos estábamos en la mesa, comiendo y hablando de diferentes cosas.
-¿Cómo harán cuando los mellizos crezcan? Difícilmente querrán compartir habitación después de cierta edad-nos dijo Celia.
-Hemos pensando en arreglarles habitaciones juntas después de que tengan dos años. Cada uno tendría su espacio al igual que la bebé-empecé a decir.
-Pero por ahora es más cómodo tenerlos juntos y que la bebé duerma en la habitación de al lado-completó Ben.
Seguimos hablando por un rato más. Ya íbamos por el postre. Varias tartas de manzana que hizo Evie junto a Doug. Todo estaba en tranquilidad.
Apreté la mano de Ben e hice una mueca de dolor al sentir una presión en la parte baja de mi estómago.
-Mal-me dijo preocupado.
Cerré los ojos un momento. Los abrí de golpe al sentir algo líquido bajar por mis piernas.
-Acabo de romper fuente-dije.
Los chicos nos miraron al oírme decir eso. Mi papá, Bella y Adam se acercaron a nosotros.
-Yo busco el bolso que habían preparado. Ustedes vayan llendo al auto-dijo mi suegra.
Asentimos a lo que dijo. Ben me ayudó a levantarme, con algo de dificultad.
-Los alcanzaremos en un rato-dijo Evie.
-Suerte-nos dijeron todos.
Mi esposo me tomó en sus brazos y me cargó con cuidado. Caminamos hasta el garage. Adam abrió la puerta trasera del auto y nos dejó entrar. Ben me dejó sobre el asiento.
Bella llegó con las cosas en sus manos. Mi papá venía detrás de ella, cargando a los niños.
Volví a apretar la mano de Ben hasta que el dolor pasó un poco.
Al ser toda la familia, Adam avisó que necesitamos que nos llevaran al hospital en una de las limosinas.
Todos entraron y se sentaron. Los niños se quedaron en las piernas de mi papá, mirándome con preocupación.
Apoyé mi cabeza sobre el regazo de Ben y volví a tomar su mano.
El vehículo arrancó y emprendimos camino al hospital.
No sé cuánto rato llevamos andando, pero los minutos se me están haciendo eternos.
-Ah-grité de dolor.
-Tranquila amor, ya estamos por llegar-me dijo Ben, acariciando mi mano para relajarme.
-Es difícil tranquilizarse con este dolor-le reclamé.
Ava y Mason se habían pasado a nuestro lado. Intentaban hacerme sentir mejor jugando y dándome sus peluches. Eso me distraía un poco, al menos por unos segundos.
Volví a gritar de dolor al sentir otra contracción.
-Llegamos-anunció mi padre.
El auto se detuvo. Bella abrió la puerta y bajó con los niños. Ben volvió a tomarme en sus brazos. Mi papá y Adam venían más atrás. Caminaron con rapidez hasta la entrada del hospital. Llegamos a la recepción.
-Buenas noches, sus majestades-la recepcionista nos hizo una reverencia.
-Mi esposa está en labor de parto-dijo Ben.
Notaba la preocupación en su voz y eso solo me alteraba más.
-Pasen por aquí.
Le hizo señas a unos enfermeros y trajeron una silla de ruedas. Ben me ayudó a sentarme y se quedó a mi lado.
-Por favor cuiden bien a los niños-pedí.
-Lo haremos, pequeña-dijo mi papá, besando mi frente.
Acercó a los mellizos hacia nosotros.
-Háganle caso a sus abuelos, ¿sí?
Los dos asintieron a lo que les pidió su papá. Besamos las coronillas de ambos y nos llevaron a la sala de parto.
(...)
Me duele absolutamente todo. Estoy sudando y las lágrimas recorren gran parte de mi rostro.
Apreté la mano de Ben con fuerza.
-Solo un poco más, la cabeza está cerca-dijo la doctora.
-Tú puedes, amor-me animó.
Por lo que nos dijeron hace un rato, llevamos alrededor de cuatro horas aquí. Él no se ha apartado de mi lado en ningún segundo, sin importar lo que debe estar doliéndole su mano por agarrar la mía.
Siento que en momentos ha sido hasta más doloroso que cuando di a luz a los mellizos.
-Puja.
Grité de dolor al hacerlo. Repetí la misma acción unas cuantas veces más hasta que comenzó a oírse el llanto de la bebé.
-Una vez más.
Ben puso su otra mano sobre la mía para apoyarme. Pujé un poco más y comencé a sentirme más aliviada.
Los sollozos de nuestra hija comenzaron a hacerse más fuertes.
-Rey Ben, ¿quiere ayudarnos a limpiarla?
Me miró unos segundos, con los ojos llorosos. Sé que no quiere dejarme sola.
-Anda-le dije.
Sonrió y besó mi frente. Soltamos nuestras manos y se dirigió a donde estaba la doctora.
Apoyé mi cabeza sobre la almohada, sintiendo como poco a poco el dolor iba disminuyendo. Me quedé con los ojos cerrados un momento.
Oí los pasos de Ben a mi lado. Abrí los ojos con cansancio.
Se agachó a mi altura con la bebé en sus brazos. Se había calmado un poco al estar limpia en los brazos de su padre. Me dio ternura ver como Ben la admiraba embobado y con lágrimas en sus mejillas. El recuerdo del nacimiento de nuestros hijos volvió a mi mente y eso me hizo sentir más feliz.
La colocó con cuidado sobre mi pecho. Terminó de calmarse al estar conmigo. Besé su mejilla y la rodeé con mis brazos.
-Bienvenida al mundo, princesa.
Sonrió ligeramente y movió sus manos. Ben las agarró con suavidad y nos miramos a los ojos.
-Este es el mejor regalo que puedo recibir por mi cumpleaños. Así sea por adelantado-me dijo.
Reí levemente. Juntamos nuestras frentes y nos quedamos abrazados.
Pasó alrededor de una hora. Ya todo estaba listo a nuestro alrededor. La doctora y la enfermera se habían retirado. Ben estuvo con la bebé un rato mientras que la limpiaban mejor y le hacían todos sus controles. Aproveché ese tiempo para descansar.
Escuché dos golpes suaves en la puerta y desperté. Me estiré como pude.
-Pase.
Abrieron la puerta. Ben venía junto a la incubadora de nuestra pequeña. Cerró la puerta y se acercó a mí.
Sacó con cuidado a la bebé y me la pasó. La acomodé sobre mi pecho y empezó a comer. Es un alivio, porque lo había intentado antes de que se la llevaran y no lo lograba.
Palmé el espacio junto a mí. Ben se rió y se sentó.
-¿Pudiste descansar un poco? - me preguntó, apartando los mechones de cabello sobre mi cara.
-Sí, aunque sé que podré dormir mejor en un rato.
Él asintió.
-Doug me llamó y me dijo que todos vendrán en la mañana, es bastante tarde.
-Supuse que eso podría pasar-dije bostezando.
Pasó sus brazos a mi alrededor y besó mis labios unos segundos.
-Los niños se quedaron dormidos esperando. Tu papá me dijo que volverán a primera hora de la mañana, así ellos pueden dormir y nosotros también.
-De acuerdo.
Nos quedamos un rato más abrazados. Me ayudó a sacarle los gases a la bebé y la colocó en la incubadora, como nos lo había indicado la doctora.
-Cualquier cosa yo la atenderé, necesitas dormir-me dijo.
-Tú también lo necesitas.
-Lo sé, pero mi prioridad en este momento son ustedes dos.
Sonreí.
-Está bien, pero intenta dormir, aunque sea algunas horas.
-Ok.
Se acomodó a mi lado y acarició mi cabello para relajarme. Caí rendida con todo el cansancio de este día.
(...)
Desperté hace un rato. Había logrado dormir al menos seis horas, así que me sentía mejor que anoche.
Sonreí al ver hacia mi lado. Ben está frente a la ventana, cargando a la bebé y meciéndola.
Me sorprendió con un enorme ramo de flores y una caja repleta de fresas con chocolate. Un detalle parecido a cuando nacieron los niños, pero no deja de ser tierno.
Oímos golpes en la puerta.
-Pase-dijimos al unísono.
Al abrirse la puerta, vimos a nuestra familia. Bella y Adam traen unos globos, flores y juguetes en una cesta. Mi papá tiene a los niños en sus brazos, quienes sonrieron al vernos.
-¿Puedo ser el primero en ver a mi nieta? - preguntó mi papá.
Reí.
-Claro que sí.
Dejó a los niños en el suelo. Los dos se acercaron a donde estaba.
-Mamá.
Adam los ayudó a subirse a la camilla. Me abrazaron, apoyando sus cabezas en mis hombros.
-Tengan cuidado con su mami, niños-les pidió su padre.
Los dos asintieron, sin dejar de abrazarme.
Ben le entregó a la bebé a mi papá, con cuidado de no hacerle daño. Mi papá sonrió ampliamente al verla. Tenía los ojos cristalizados, pero sé que en este momento no le importaba.
-Hola pequeña, soy tu abuelo.
Vi como ella sonreía y abría los ojos. Rodeó su pulgar con su manito.
-Creo que todos perdimos cuando dijimos a quien se parecería-dijo.
Nos reímos.
Ben se sentó de nuevo junto a mí. Los niños fueron a abrazarlo.
Bella y Adam se pararon al lado de mi papá, admirando a su nieta.
-Se parece mucho a ti, cariño-dijo mi suegro.
Y es que tiene razón. Se parece demasiado a Bella. Tiene algunos rasgos de Ben, porque él se parece a su mamá, pero es como si fuera ella.
La madre de Ben sonrió.
-¿Cómo se llama? - nos preguntó.
-Blair Hailey Beast-respondió mi esposo.
Mi papá nos miró.
-La B por su padre y su abuela, y a la H por su abuelo-dije sonriendo.
Él sonrió y besó la frente de su nieta.
Lo miré enternecida. Sentí las manos de los niños sobre la mías.
-¿Quieren conocer a su hermanita? - les pregunté, acariciando sus mejillas.
Ambos aplaudieron con alegría. Nos reímos de nuevo.
-Está bien, pero deben de hacer lo que les digamos para no hacerle daño, ¿de acuerdo?-dijo Ben.
-Shi- respondieron al mismo tiempo.
Ben los ayudó a sentarse.
-Pongan los brazos así-los niños me imitaron- Muy bien. Tengan cuidado con su cabeza.
Mi papá se acercó a ellos. Dejó a Blair en los brazos de Ava. Ella sonrió.
-Holla Emañita- besó su mejilla.
La más pequeña sonrió. Tomó la manito de Ava con la suya.
-Son tan adorables-dijo Bella en voz baja.
Asentimos a lo que dijo.
La abrazó un poco más hasta que Ben la levantó con cuidado y la puso en los brazos de Mason. Él la abrazó y besó su frente.
-Eles muy boñita- le dijo.
Max tomó su mano y ella hizo lo mismo que con Ava. Le sonrió y la miró con cariño.
-¿Aman a su hermana? - les pregunté.
Los dos levantaron la mirada y asintieron enérgicamente. Me reí y besé sus coronillas.
Se quedaron un rato más con Blair, admirándola e intentando jugar con ella.
Nuestros amigos llegaron poco después, le trajeron regalos y la tuvieron en sus brazos. Pasamos un rato muy agradable entre todos. Luego de algunas horas, se fueron a sus respectivos hogares.
Blair y los niños necesitan dormir. Y sinceramente Ben y yo también.
-¿Quieren que nos llevemos a los niños a los buscamos en un rato? - nos preguntó mi papá.
Miramos a los mellizos. Los dos tienen sus cabezas recostadas entre mis piernas y las de Ben. Están más dormidos que despiertos.
-Necesitan dormir. Llevenlos a casa y vuelvan mañana. A todos nos hacen falta más horas de sueño-respondió el castaño.
-Ok.
Levantamos con cuidado a los niños.
-Los veremos mañana, mis angelitos. Volveremos a casa dentro de poco-les dije.
Nos sonrieron adormilados. Besamos sus mejillas y se los entregamos a los padres de Ben. Ava apoyó su cabeza en el hombro de Bella y Max en el de Adam. Nos despedimos de los tres y se fueron de la habitación.
Ben se puso a mi lado, abrazándome de costado y cargando a nuestra hija con su brazo libre.
-Gracias.
-¿Por qué? - le pregunté.
-Por darme a los hijos más especiales del universo.
Alcé mi rostro y lo besé. Rocé su nariz con la mía.
-Los amo con todo mi corazón-me dijo.
Sonreí y acaricié su mejilla.
-Y nosotros te amamos a ti.
Acomodé mi cabeza sobre su pecho, sintiéndome completa.
Han sido dos años llenos de obstáculos y pruebas. Pero nuestra relación se ha vuelto mucho más fuerte, nuestro amor es más grande y tenemos tres frutos de ello.
No podría ser más feliz teniéndolos a ellos, a mi padre, a mis suegros y a nuestro amigos. Soy lo que soy gracias a ellos. Y agradezco al destino por haberlos puesto en mi camino.
❥♛❥
--------------------------------------------------------
Gracias por su constante apoyo. Porque gracias a ustedes, esta Trilogía tiene casi 55 mil leídas en el primer libro, casi 25 mil en el segundo y poco más de 2 mil en el tercer libro en tan sólo dos años.
Descendientes es algo muy importante para mí, y saber que mi visión de este mundo les ha gustado es muy lindo.
Puede que no sea lo que se esperaban para celebrar estos dos años, pero les prometo que escribí esto con todo el amor y dedicación posible💙💜
Pronto verán a todos los hijos de los protagonistas con más edad, así que espero que estén listos para lo que está por venirse 😉
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 14/09/2020.
#2AñosDeDBM1.
Editado el 19/07/2021.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro