Capítulo 6: Solo tú
Después de dejarlos con el suspenso, acá está el nuevo capítulo.
Voten y comenten.
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Mal's POV:
Me desperté sobresaltada y con lágrimas cayendo por mi rostro. Me senté poniendo una mano en mi pecho, notando que si tenía los anillos puestos. Mi pulso estaba demasiado acelerado y mi respiración muy agitada. Sin darme cuenta sollocé y Ben se despertó.
-¿Amor?-preguntó adormilado.
Al abrir sus ojos me miró preocupado.
-¿Mal?-no respondí.
Se sentó y me rodeó con sus brazos. Escondí mi cara en su pecho y lo abracé con mucha fuerza. Por más de que ahora sabía que había sido una pesadilla, una parte de mi mente aún se negaba a creerlo.
Acarició mi pelo y me levantó la barbilla. Sé que cuando me ve así eso lo destroza, me lo ha dicho otras veces. Lamentablemente no puedo hacer nada para que no sea así. En estos momentos lo único que quiero es que me abrace y me proteja. Posó sus labios en mi frente.
-¿Quieres contarme?-preguntó quitándome las lágrimas con las yemas de sus pulgares.
Asentí.
Me sentó en sus piernas y me aferré a sus brazos y su pecho.
-F-fue una pesadilla. Jamás había tenido una así. T-todo era tan real, como si alguien lo hubiera creado todo y me hubiera hecho soñarlo-vi confusión en sus ojos- Ni yo sé que fue, pero estoy casi segura de que eso no lo creó mi mente por sí sola.
-¿Crees que pudo haber sido tu mamá?
-No lo sé...-susurré.
El simple hecho de que mi madre pudiera hacer eso me asusta. No se sintió como una visión de algo que va a pasar. Solo como algo muy real. Pero cada vez sospecho más de que esos cambios en ella no son nada buenos.
-¿Y qué pasó en tu pesadilla? Sentí como te movías pero no lograba despertarte. Cuando al fin te quedaste tranquila me dormí.
Le conté todo, con todos los detalles que mi mente recordaba. En ciertos momentos sentía un nudo en la garganta y a penas podía hablar. Contarle estas cosas siempre hace que me quite un peso de encima, pero esta vez fue algo que va a quedar grabado en mi mente.
-Verlos a todos ustedes ahí, sin que yo pudiera hacer algo que me puso muy mal y...-intenté no volver a llorar-Verte caer inconsciente frente a mí fue lo peor. Sentí como mi corazón se rompía al verte así. Siento que fue mi culpa.
Pasó sus dedos por mi espalda, intentando tranquilizarme.
-Nada de los que soñaste fue tu culpa, princesa-me miró a los ojos--Fue una cruel pesadilla, pero estoy aquí contigo. Siempre voy a protegerte. Pase lo que pase voy a estar siempre a tu lado, en lo bueno y en lo malo.¿Sí?-preguntó.
Puso su mano en mi mejilla y cerré los ojos. Puse mi mano sobre la suya y los abrí.
-Sí.
Me besó y me dormí entre sus brazos.
A la mañana siguiente me desperté por la luz del sol. Ben seguía dormido. No lo quise molestar ya que lo desperté varias veces anoche. Intenté levantarme, pero su brazo me tenía pegada a él,suspiré. ¿Por qué tiene que ser tan malditamente tierno cuando tengo que ir al baño?
Intenté durante varios minutos hasta que al fin pude levantarme. Sin hacer ruido entré al baño y lavé mi rostro. Sentía la cara rara por las lágrimas que se secaron en mis mejillas. Volví a la cama y me metí debajo de las sábanas. Sentí los brazos de Ben rodeando mi cintura.
-Sabía que te habías levantado, me di cuenta cuando no te sentí entre mis brazos-me susurró en el oído y abrió los ojos, sonriéndome.
Imité su gesto.
-Necesitaba lavarme la cara.
Me miró unos segundos con los ojos entrecerrados. Lo miré confundida hasta que sentí mi espalda contra el colchón y sus dedos en mi estomago haciéndome cosquillas. Me reía a carcajadas.
-Para, para...-dije riéndome.
Se rió y paró.
-Así me gusta verte, con tu hermosa sonrisa y ese brillo tan lindo en tus ojos-me dijo rozando nuestras narices.
Rodee su cuello.
-Por qué lo provocas tú, mi amor-le dije sonriendo- Solo tú me hacer reír así, solo tú provocas ese brillo en mis ojos, solo tú me haces sentir tan bien, solo tú me pones feliz cuando estoy así de triste, solo tú...
No pude terminar porque sus labios estaban sobre los míos. Sonreí y le correspondí el beso. Un beso muy dulce y lleno de sentimientos. Entrelazó su mano con la que tengo los anillos, que son los objetos más preciados que tengo. Pegó nuestras frentes.
Acomodó mi cabello morado para que no estuviera en mi rostro y quedó todo esparcido encima de mi almohada. Volví a unir nuestros labios, pero esta vez el beso era más salvaje e intenso. Sus labios bajaron a mi cuello y mordí mi labio inferior para no hacer ruido. Ya es de día y cualquiera que pase por el pasillo nos va descubrir si nos oyen. Seguimos besándonos durante varios minutos. Volvió a mi cuello y a mis hombros,cuando iba a llegar más abajo oímos unos golpes en la puerta y nos sobresaltamos.
-Chicos, ya son más de la 1-dijo mi futura suegra.
-Bajen a comer, que ya se les juntó el desayuno con el almuerzo-dijo el papá de Ben.
Ben y yo nos miramos.
-Mier...-susurramos al unísono.
-¿Qué vamos a hacer? Los únicos que saben sobre este paso en nuestra relación son los chicos. Moriría de la vergüenza si nos descubren, Bennyboo-le susurré.
-Yo igual, saben que dormimos juntos, pero no creo que quieran saber que ha pasado algo más-se quedó pensando unos segundos-Ahora vamos-gritó.
-Okay.
Oímos que sus pasos se alejaban y suspiramos por el alivio. Me senté en la cama tapándome con las sabanas y él hizo lo mismo.
-Si llegan a descubrirnos, no te dejo que hagamos algo más que besarnos durante un mes-le dije cuando se estaba levantando.
-Ambos sabemos que eso es imposible-dijo riéndose.
Le lancé mi almohada y le dio en la espalda.
-Auch-se quejó, pero aún seguía riéndose.
Cuando cerró la puerta me reí negando con la cabeza, es cierto, es imposible que eso pase.
Ya arreglados, bajamos a comer y a los pocos minutos los padres de Ben llegaron.
-Durmieron bastante chicos, pensábamos que no iban a despertarse hasta mañana-dijo su papá riéndose.
-Cariño, es eso o algo nos están ocultando-dijo Bella.
Los dos nos pusimos nerviosos.
-¿Qué les estaríamos ocultando, mamá?-preguntó Ben rascándose la nuca.
Los dos nos hicimos los inocentes cuando nos miraron. Agarramos los vasos de jugo y empezamos a beber.
-Bueno,puede que tal vez tengamos nietos antes de la boda, Adam-dijo Bella mirando a su esposo.
Me ahogué con el jugo de fresa y Ben lo escupió.
-¿¡QUÉ!? ¡NO!-gritamos los dos tosiendo.
Si antes nos habíamos sonrojado frente a ellos, esta vez estábamos más rojos que en cualquier momento de nuestras vidas.
Sus padres se rieron y se fueron, dejándonos confundidos.
Nos miramos unos segundos.
-¡Yo no dije nada!-exclamamos los dos al mismo tiempo.
(...)
-¿En serio les dijo eso?-preguntó Evie por quinta vez.
Obviamente burlándose ya que estábamos hablando con ella y Doug y se oían las risas de él por el altavoz.
-SÍ-gritamos los dos a la vez, desesperados por la insistencia de nuestra mejor amiga.
¿En qué pensábamos nosotros cuando se nos ocurrió contarles esto?
-Te dije que parecen conejos, M-dijo Evie.
Me imaginé la cara burlona que tenían ellos dos en ese momento.
-Al menos nosotros no dejamos la puerta abierta, como las vez que casi los descubren los padres y el hermano de Doug-dijo Ben.
Nos reímos y chocamos los cinco. Jamás se me olvidará la cara de Evie cuando nos lo dijeron. Durante unos segundos no se escuchaba nada de parte de ellos.
-¡Oigan!-gritaron los dos a la vez.
Estallamos en carcajadas. Y así es como siempre terminamos en una guerra de burlas hacia los otros. Ya ha pasado con Harry y Uma, con Jay y Lonnie, con Chad y Audrey, con Doug y Evie, conmigo y con Ben. Y lo que más me sorprendió al principio, con Jane y Carlos.
Recuerdo lo roja que estaba Jane cuando no los dijo. ¿Y cómo no estarlo?, si ellos dos son los menores antes de Dizzy, Celia y los gemelos. Son demasiado tiernos, pero jamás imaginamos que eso pasaría antes de que nos alcanzaran en edad.
Íbamos caminando por los jardines del castillo, con Ben cargándome como caballo y yo con con el teléfono en la mano para que los dos pudiéramos oír. Paramos nuestras risas al llegar a la entrada y caminamos hacia la biblioteca, esa hermosa biblioteca que me dejó impactada la primera vez que entré.
-Hablando de ellos, ¿no tenían hoy una cena con tu familia, cuñadito?-les pregunté.
-Rayos, se nos había olvidado-se quejó Doug.
-Ay, es verdad. Tenemos que colgar, necesito arreglarme antes de irnos-dijo Evie-Adiós tórtolos-dijeron los dos.
-Adiós-nos despedimos y se cortó la llamada.
Ben me bajó de su espalda cuando entramos. Por suerte sus padres no estaban, no nos los hemos cruzado desde lo que dijeron y es mejor que sea así. No creo que sea capaz de mirarlos a la cara por el resto del día. El solo hecho de que lo sospechen me pone nerviosa.
Agarramos unos libros y nos sentamos, o más bien, Ben se sentó y yo apoyé mi cabeza sobre sus piernas. Me puse a leer Hush Hush. Si no fuera porque amo a Ben, Patch sería uno de mis amores frustrados de los libros. En esa lista hay que incluir a Peeta,Cuatro/Tobías, Jace, Agustus, Will, Harry, Ron, Percy...Y la lista sigue.
-Amor-lo llamé.
Quitó la vista de su libro de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Otra razón por la cual lo amo. Ama leer y es fan de Harry Potter. ¿Qué más puedo pedir?
-¿Sabes? Hay una frase aquí que me recuerda a algo que me dijiste una vez.
-No lo creo.
-Sí, mira.
Apoyé mi mano en el libro y le señalé la frase.
"(Nora):¿Estás loco?
(Patch):Loco por ti."
-Creo que te lo hecho dicho muchas veces y no me voy a cansar de repetírtelo, cariño-me dijo y reí.
-No tengo a Patch, pero...-hice una pausa.
-¿Pero?-preguntó.
-Pero tengo a alguien mucho mejor-le dije y me dio un pico.
Seguimos leyendo y noté que agarró su teléfono un momento, pero no le presté atención.
-¿Y qué te parece esto?-me dijo mostrándome algo en la pantalla de su celular.
Sonreí al recordar un regalo que me hizo una vez cuando leí lo que me mostraba.
"Quiero cuidarte, valorarte y amarte de tal manera que ningún hombre, jamás, podría hacer. Quiero mimar te, y que cada beso, cada caricia y cada pensamiento sean para ti. Quiero hacerte feliz. Voy a hacerte feliz todos los días. Encontré este anillo después de haber sido expulsado del cielo. Lo guardé para recordarme cuál era mi sentencia sin fin, como es que una elección tan pequeña podía ser eterna. Lo guardé por mucho tiempo. Y quiero que lo tengas tú. Rompiste mi sufrimiento. Me has dados una nueva eternidad. Sé mi chica, Nora. Sé mi todo".
Una vez que hicimos una pijamada con los chicos y me quité el anillo con la cabeza de la bestia para poder cocinar unos cupcakes. Lo busqué por todos lados y no lo encontraba. Sentía que me iba a dar un ataque si no lo encontraba. Hasta que al día siguiente, Ben me dio una nota amarrada a una caja pequeña. Cuando leí la nota, reconocí la frase al instante ya que ya había leído Finale. Obviamente decía mi nombre en vez del de Nora Grey. Abrí la caja y ahí estaba el anillo.
Al principio no entendía cómo es que él lo tenía. Me explicó que la señora Potts lo había encontrado en el suelo después de que yo lo buscara por horas. Lo abracé y me volvió a poner el anillo. A parte de la vez que me lo quite cuando me fui a la Isla, nunca me lo quitaba después de que me lo puso en el Cotillion. Y después de esa vez, jamás me lo quito al menos que sea extremadamente necesario.
Se inclinó hacia mí. Agarré sus mejillas y me lancé a sus labios. Toqué la punta de su nariz con mi dedo y se rió.
-Aún tengo la nota que me diste. Está guardada en mi cuarto.
-¿En serio?-preguntó acariciando mi rostro con sus dedos.
-Ujum, de hecho tengo esa, la que me diste con el libro de Romeo y Julieta y muchas más que me has dado. Son recuerdos importantes para mí-le dije sonriendo.
Esos simples detalles que me da como notas, flores, libros o picnics, son cosas que amo de él. Aunque la verdadera pregunta es, ¿qué no amo de él?
-Hablando de recuerdos, sé que no has usado tu libro de hechizo desde qué el Hada Madrina te ayudó con tu magia. ¿Extrañas usarlo?-me preguntó.
Hice como que lo pensé durante unos segundos y negué con la cabeza.
-Después de que lo doné al museo no lo había usado hasta ese momento. Sinceramente, no lo volví a necesitar. Aprendí a no tener que depender de mi magia. Y si no fuera por que necesitaba aprender a controlarla mejor, no lo hubiera vuelto a usar. Lo único que extraño es poder escribir cosas ahí con los chicos. Evie lo llamó "El-Libro-VK-De-Cosas-Que-No-Te-Importan"-le dije haciendo comillas.
(Esto lo saqué del libro de hechizos de Mal de Descendientes 2,así que lo traduje de modo que tuviera sentido.Así lo llamaba Evs).
-Un nombre algo largo, ¿no crees?-me dijo riéndose.
-Sí, pero ya conoces a Evie,a todo le pone un nombre a su estilo-dije encogiéndome de hombros.
-Recuerdo que cuando el Hada Madrina te lo devolvió me mostraste las cosas que habías escrito.
Así fue, le mostré todo lo que escribí cuando me sentía presionada con todo lo de ser Dama de la Corte, cuando me fui a la Isla y cuando volvimos.
-A pesar de que ya no lo uso, siempre tendrá un lugar en mi corazón. Al fin y al cabo fue de los pocos regalos que me dio mi mamá. Y en cierto momento era el lugar donde escribía para desahogarme-dije y asintió-Pero sé qué más nunca lo voy a necesitar.
Nos miramos a los ojos y sé que tuvimos el mismo recuerdo. Vimos que era la hora de cenar y nos levantamos, sabiendo que íbamos a estar incómodos por el comentario de su mamá.
-¿Crees qué van a volver a decirnos algo sobre eso?-le pregunté antes de entrar al comedor.
-Roguemos porque no digan nada-me dijo y entramos.
Para nuestra suerte no dijeron nada, aunque sí nos lanzaron miradas de complicidad y de burla. Jamás me había sentido tan incomoda estando con ellos, ni si quiera en el primer día de la familia que tuve acá en Auradon.
Nos fuimos a dormir al poco rato. Caí rendida, pero mi mente me jugó una muy mala pasada repitiendo las imágenes de mi pesadilla de anoche. No había pensado en eso hasta ahora.
Volví a ver cómo se llegaban los chicos siendo secuestrados por sus padres. A Ben estando amordazado y amarrado por mis padres. Las cosas que ellos me dijeron.
<<Ay hijita,bsi nos hubieras hecho caso cuando tuviste la oportunidad, las cosas serían mucho más fáciles>>.
<<Igual que con tus amiguitos, no siguieron el camino del mal y miralos ahora>>.
El dolor e impotencia que tuve cuando sentí esa corriente eléctrica recorriéndome.
<<¿Plan?>>.
<<Sí, mocosa insolente. Por haberme-mi papá se aclaró la garganta- ...por habernos traicionado, vamos a hacerte sufrir. Empezando por esto...>>
La sensación de no tener los anillos en mis dedos.
<<Eres débil y eso nunca va a cambiar>>.
<<Desde este momento, vas a ver como la magia negra, la magia que corre por tus venas, invade todos los rincones de este patético reino>>.
<<Lo primero, será deshacernos de tu principito>>.
Mi corazón rompiéndose al ver el dolor que reflejaban los ojos de Ben.
<<¿O qué?¿Vas a usar tu magia?Querida, bloqueamos tus poderes cuando llegamos>>.
<<Es hora de que sepas cual es el precio de renunciar a la maldad>>.
<<¡NO!>>.
Esta vez mi pesadilla no se detuvo ahí.
Ben cayó al piso y por más de que intentaba acercarme a él, no podía por qué una fuerza no me dejaba moverme de dónde estaba. Veía como todos los villanos se reían y las macabras sonrisas de mis padres.
-¡Ben! Por favor, reacciona. Te necesito-grité frustrada.
Cada vez perdía más la esperanza de que fuera a despertar. Sentía un dolor más fuerte en mi pecho y mi vista estaba nublada por las lágrimas.
-¡Esto es lo que ganas por no seguir el camino del mal!-exclamó mi mamá.
Empecé a sentir como me faltaba el aire y me desmayé.
Cuando pensé que iba a despertarme. Las imágenes de la esfera azul en medio del bosque, con la voz de mi padre volvieron a aparecer.
-Mal...
Cerré los ojos con fuerza.
-Mal...-repitió mi padre.
Intenté convencerme de que esto era una pesadilla y nada más. Un humo verde y azul me rodeo y no lograba escapar de ahí.
-Mal...-dijo otra voz.
Sentí los labios de Ben encima de los míos y desperté. Me miró preocupado cuando se separó.
-¿Otra vez tuviste una pesadilla?
-Sí-susurré.
Me refugié en sus brazos,logrando calmarme un poco.
-¿Qué pasó?
-Fue lo mismo que ayer, pero...-hice una pausa por qué sentí un nudo en mi garganta-más largo y más doloroso.
Cerré los ojos para que no se escaparan las lágrimas que estaban acumuladas en mis ojos, aunque no me había dado cuenta de que la camisa de Ben estaba húmeda por lo que ya había llorado.
-Y además, soñé con la esfera azul de mi papá.
-Pero no habías tenido ese sueño desde...-nos miramos.
-Desde antes de todo el desastre de cuando apareció-dejé salir el aire que estaba aguantando-Tengo miedo de que esto vaya a algo más allá.
-¿Crees que estos sueños si son obra de tu madre?-me preguntó.
-Espero que no, porque si es así, lo que habíamos vivido con ella y mi padre no va a ser nada comparado con esto. Tengo el mal presentimiento de que ella está obteniendo sus poderes de nuevo de alguna manera.
Sus ojos castaños observaron los míos con preocupación.
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Sé que tal vez no ha sido el mejor capítulo hasta ahora,pero tuve una especie de bloqueo creativo después de cierto punto.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor,su escritora💕.
Publicado el 04/11/2018.
Editado el 08/07/2019.
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