Aquí les voy a dejar el tercer capítulo de la historia.

Disfrútenlo.

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Mal's POV:
Mi respiración se volvió acelerada y agradecí que Ben me estuviera abrazando.

-Bueno, Maléfica...-dijo Lumière e hizo una pausa- Ella, de algún modo u otro ahora puede hablar.

-¿¡QUÉ!?-grité asustada.

No, no, no, no. No puede ser cierto.Primero sabía que iba a tener que aguantar sus miradas de decepción, ¿ahora también tengo que oírla quejarse?

-Lumière, eso es imposible-dijo Ben acariciando mis brazos para tranquilizarme.

Juro que si no lo tuviera en este momento a mi lado ya me habría desmayado.

-Pues, lamentablemente no-dijo Lumière apenado.

-¿Y cómo lo descubrieron?-preguntó Ben.

-Ya que ustedes me habían comunicado que irían a visitarla, fuí con varios guardias y me quise asegurar de que todo estuviera en orden. Pero al ingresar dos guardias a la habitación donde está Maléfica-dijo y me miró-, empezó a insultar a los guardias diciendo que eran unos insolentes.

-¿Estás seguro de lo que oyeron?-preguntó mi novio.

-Sí, su alteza. Yo mismo oí lo que dijo la madre de Lady Mal.

Todos me miraron. No lograba que ninguna palabra saliera de mi boca a causa del miedo.

-Esta bien, ¿no encontraron más nada que estuviera fuera de lo común?

Oír la voz de Ben y sentir sus brazos cuidándome eran lo único que me permitía mantener la cordura y para poder respirar.

-Em-Lumière se rascó la nuca nervioso- A todos nos pareció que había crecido unos pocos centímetros.

Oh no, no, no, no.Ben besó mi frente y revisó que yo estuviera bien.

-¿Aún quieres ir a verla, princesa?-me preguntó Ben.

-S-sí-fue lo único que logré articular.

-¿Segura?-me preguntó y asentí.

Los dos guardias iban caminando a nuestros lados y Lumière iba al frente. De solo pensar en todo lo que me puede decir me dio escalofríos. Ben me prometió que iba a entrar conmigo, y hoy más que nunca necesito que lo haga.

Lumière nos abrió la puerta y entrelacé mis dedos con los de Ben con fuerza. Entramos y los demás se quedaron afuera.

-Pero miren quién se dignó a visitarme después de 2 años-dijo mi mamá.

Un escalofrío recorrió mi espalda al oír su voz.

-Mamá...-susurré.

-¡Oh! Y además trajiste al principito estúpido, o debería decir, al rey estúpido-dijo y soltó una carcajada.

-Por favor no empieces, madre-dije intentando agarrar valor para hablarle.

-¿Porqué, Mal? Sabes que me gusta divertirme. ¿Lo recuerdas?-me reclamó con una sonrisa cínica.

Me percaté de que lo que había dicho Lumière era cierto, adquirió algunos centímetros desde la última vez que la vi.

-¿Cómo olvidarlo? Si durante 16 años tenía que oír tus gritos burlandote de la gente en el día y en la noche.

-No te hagas la inocente, hijita-me miró con desprecio- Tú te pasabas gran parte de tu tiempo burlándote de los demás y haciéndoles la vida imposible.

Miré a Ben unos segundos y agaché mi cabeza.

-No puedo mentir, claro que lo hacia y en su momento lo disfrutaba-levanté la mirada- Pero sé perfectamente que es lo que está bien y lo que está mal y eso, es algo malo. No sabes cuanto me arrepiento de haber malgastado mi tiempo en eso.

Eso era en parte mentira, ya que sé que todo lo que hacía en la Isla es lo que me hizo ser quien soy ahora.

-No digas mentiras, Mal. Ambas sabemos que la única razón por la que eres así es por que fuiste muy débil y te enamoraste, de él-dijo y miró a Ben con desprecio.

Mis ojos se pusieron de un verde intenso.

-En primer lugar, fue mi propia desición-puso sus ojos como los míos- Y en segundo lugar, no tienes que meterlo en esto. ¿Oíste, madre?

-Pero mira que ridícula te ha vuelto Auradon-apreté mis puños- No olvides que la sangre villana corre por tus venas, y eso nunca lo vas a poder cambiar.

Intenté acercarme a ella pero Ben me agarró de los hombros.

-¿Y a tu noviecito le comió la lengua el Lúcifer o qué?-dijo mirando con desprecio a Ben- En serio no puedo creer que hayas caído tan bajo, hija.

La rabia me invadió en ese momento.

-¡SUFICIENTE!-grité y Ben se sobresaltó- Me bastó con tener que aguantar todo lo que me decías y obligabas a hacer en la Isla durante gran parte de mi vida, pero no voy a permitir que hables de él así.

Sus ojos brillaron más fuerte.

-¿Cómo te atreves a hablarme así, hija?-preguntó prácticamente gritando- Estoy harta de que me faltes el respeto, soy tu madre.

La miré con incredulidad.

-¿MI MADRE?-grité- Hasta donde yo sé una verdadera madre no debería tratar a su hija como esclava y secuaz para todo lo que se le ocurre.

-¿Y tú que sabes de eso?¿A caso los insoportables padres de este mocoso te han lavado el cerebro?-preguntó.

-No hizo falta que dijeran nada, me basta con ver como son los padres acá en Auradon. Y por cierto,esta gente si te cría como se debe-<<al menos en la mayoría de los casos>>.

-¡Pero mira en lo que te has convertido! Hasta hace pocos años no hubieras ni pensado en decir eso y ahora tus pensamientos son como los de una típica princesita de este repugnante lugar-sus ojos se volvieron más brillantes de lo usual- ¿Cómo es que tú, mi hija, te has convertido en esto siendo la hija de la emperatriz del mal y el dios del inframundo?-al oír lo último me quedé helada- Eres una deshonra para mí y tu padre.

Mi vista se nubló a causa de las lágrimas que amenazaban con salir, pero no iba llorar, no frente a ella.

-Eres tan débil y ridícula, Mal. Estoy tan decepcionada de que te hayas vuelto en alguien tan despreciable.

-Mejor vayamonos de aquí, amor-me susurró Ben en el oído.

Asentí como pude y salimos de ahí.

-¡Sabes que tarde o temprano vas a tener que volver a verme, chiquita insolente!-exclamó y se cerró la puerta.

Ben me guió hasta una de las esquinas de la biblioteca. Al llegar me rodeó con sus brazos y escondí mi cara en su cuello. Empecé a soltar todas las lágrimas que retuve por las palabras de mi madre. ¿Cómo es que la persona que me dio la vida pueda odiarme tanto?

Acarició mi espalda y mi cabello para calmarme y reconfortarme.
Estuvimos así unos minutos hasta que logré calmarme.

-Sí necesitas hablar conmigo no dudes en decírmelo, Mal. No importa si es ahora o más tarde. Sabes que cuentas conmigo siempre- susurró y me besó la cabeza.

Salir de entre sus brazos era lo que menos quería en ese momento.

-Gracias...-murmuré.

Levantó mi barbilla y besó mi frente.

-¡Señor, necesito que...-Lumière se calló al percatarse de mi estado- Siento molestarlos, sus altezas, pero necesito que el rey Ben me acompañe un momento.

Hice una mueca.

-¿Justo en este momento es necesario que me vaya?-preguntó Ben mirando mis ojos.

-Lamentablemente sí, pero si es mal momento puedo encargarme yo so...

-Lumière, si necesitan de Ben es mejor que vaya, después de todo es el rey.

-¿En serio?-me preguntó Ben y asentí- Sabes que si me necesitas sólo debes llamarme, ¿ok?

-Ok.

Me dio un pequeño beso y antes de irse me dijo.

-Hablaremos más tarde, ¿sí?

-Sip, ahora ve y se el mejor rey de todos.

Río ante mi comentario y me besó la mejilla.

(...)

Mientras que esperaba que Ben volviera de su reunión con el Hada Madrina, me dispuse a caminar para ver si lograba despejar mi mente.

Durante un buen rato estuve en tranquilidad hasta que llegué a la estatua del papá de Ben.

Me quedé ahí parada unos segundos y cuando me voltee los reporteros me estaban empezando a rodear.
<<¿Tenían que llegar justo en el momento que había logrado relajarme?>> Pensé.

-¡Mal!-oí varios voces diciendo mi nombre.

Más de dos años sin tener que aguantar esto sola y justo ahora se aparecen.

-¿Cómo se siente saber que eres la futura reina de Auradon?-preguntó Blancanieves.

-¿Alguna vez imaginaste que serías reina?

-¿Porqué tan pronto tienen planes de hacer una boda?

-¿A caso Auradon ya espera a su próximo heredero?

Mi expresión de confusión en ese momento no pudo ser más grande. Iban a seguir haciendo preguntas hasta que sentí unos brazos rodeandome.

-Basta de preguntas a mi prometida, por favor-pidió Ben.

-Hay rumores de que Maléfica está adquiriendo poderes.

-¿Es eso cierto?

Lo poco que tenía de compostura en ese momento, se me comenzó a agotar.

-Basta, por favor. Dejenla en paz-dijo Ben serio.

Lo conozco muy bien y sé que si no se cayan ahora no les va a gustar lo que van a ver.

-Lady Mal es hija de la Emperatriz del mal, ¿a caso no cree-miró a Ben- que aún tiene planes de destruir el reino junto a su madre?

Mi vista se nubló por las lágrimas y oí a la gente murmurando.

-¡BASTA DE PREGUNTAS!-gritó Ben- Lady Mal es mi prometida, el amor de mi vida, y no voy a permitir que le falten el respeto de ese modo.¿OYERON?-todos lo miraban asustados- Como su futura reina, deberían de respetarla. Ya fueron suficientes preguntas por hoy.

Me volteo para quedar frente a frente. Noté preocupación en sus ojos al ver los míos. Se acercó más a mí.

-Sé que estás intentando no usar mucho tu magia, pero creo que es el momento de que vuelvas a poner en práctica lo que te enseñó el Hada Madrina-murmuró en mi oído.

Agarró mi mano.Tomé aire y asentí.
<<No quiero que estemos en este lugar, llevanos al castillo sin desesperar>>.

(No sé como hacer que un hechizo rime,así que escribí esto).

Un humo morado nos rodeó y desaparecimos de ahí. Aparecimos en medio del jardín del castillo.
Ben me rodeo con fuerza. Intentó levantar mi rostro pero no lo dejé.

-Amor.

No le respondí. Suspiró.

-¿Quieres hablar?

Negué con la cabeza.

-No voy a obligarte a que hables conmigo ahora, pero sabes que si quieres que hablemos más tarde sólo tienes que pedírmelo.

-Ok-susurré.

Me abrazó por los hombros y empezamos a caminar.

No es que no quiera hablar con él, es lo que más quiero hacer en este momento, pero no puedo hacerlo, no ahora.Si no quiero meter la pata por estar alterada es mejor esperar un rato.

Lo menos que quiero en este momento es decir algo que dañe a Ben. Lo amo, y sé que si no fuera por él y los chicos no sabría que hacer conmigo misma.

Llegamos a donde sus padres. Hablaron de muchas cosas pero yo no tenía ánimos de hablar. Y lo mismo pasó durante la cena, a penas decía unas pocas palabras y luego me quedaba completamente callada.

Mis futuros suegros me miraban preocupados, al igual que mi novio.

Después de cenar subimos a mí cuarto y encendimos la televisión. Nos mantuvimos un rato callados.

-Mal...

Le presté atención.

-¿Necesitas hablar?

Suspiré y asentí. Ben apagó el televisor.

-Es que...-tomé aire- Ha sido mucho para un solo día.

-Lo sé,princesa.

-Y...

No pude aguantarme más. Me derrumbé. Ben me abrazó y mi cara se lleno de lágrimas.

-Sé que no debería prestarles atención-sollocé-, pero no es nada fácil aguantar que la gente aún crea esas cosas de mí. Mucho menos después de lo que había oído antes de ese momento.

-Si pudiera hacer que la gente viera todo lo bueno que yo veo en ti, lo haría.

Acarició mi pelo con delicadeza.

-Y mi madre...-dije con la voz entrecortada- Ella me odia. Durante toda mi vida me hizo ver las cosas como no eran y siempre tenía que aguantar sus gritos y maltratos. Y hoy...

A penas puedo hablar en este momento.

-Todas las veces que me ha hecho sentir mal no se comparan con esta. Hoy me hizo sentir peor que nunca. Saber que piensa así de mí es lo peor.

Escondí mi rostro en el pecho de Ben.

-Quería decirle que nos vamos a casar, por que esto es lo mejor que me puede estar pasando en este momento-le dije- En ningún momento encontré el valor de decírselo. Me odia, mi propia madre me desprecia con todo su ser.

Lloré más fuerte.

-Mal, ella no te odia.

-Sí lo hace-susurré devastada.

-Yo prefiero pensar que no te odia y si lo hace no sabe de lo que se pierde.

Levanté mi cabeza y lo observé.

-Eres la mujer más fuerte, valiente y hermosa que conozco-acarició mi mejilla y cerré mis ojos- Nunca voy a permitir que nadie, ni si quiera tu madre, te haga sentir que no vales nada. Por que para mí, tú eres todo mi universo.

Una sonrisa se posó en mi rostro.

-Te amo, y si necesitas de mí siempre estaré ahí para ti, no importa el momento ni la hora, siempre voy a estar a tu lado.

Me sentó en sus piernas y lo besé. Pegamos nuestras frentes al separarnos.

-No sabes todo lo que necesitaba oír esas palabras-dije acariciando sus mejillas.

Lo abracé con mucha fuerza y apoyé mi cabeza en su hombro.

-Ahora vamos a limpiar tu perfecto rostro-dijo y me besó la frente.

Se levantó de la cama cargandome y caminó hasta el baño. Prendió la luz y me sentó en el lavamanos. Abrió el chorro de agua y empezó a limpiarme la cara.

Al terminar acarició mis mejillas y sonreí.

-Te amo.

Besó mi frente y me respondió.

-Y yo a ti, mi princesa malvada.

Mi vista bajó inconscientemente a sus labios. Noté que él también miraba los míos. Acerqué mis labios a los suyos. Al unirnos sentí un calor recorrer mi cuerpo.

Pasé mis manos por su cuello y me pegó más a él. Rodee sus caderas con mis piernas. Mordió mi labio, bajó las manos a mi trasero y gruñi. Me levantó del lavamanos y caminamos hasta mi cama.

Caímos encima de ella sin separarnos. Empezó a besar mi cuello y gemí. Lo jalé para que me mirara.

Sonreímos y besó mi mano con el anillo de compromiso. Volvimos a besarnos y levantó mi camisa. Hice lo mismo con la suya y bajé su pantalón. Nos voltee y quedé sobre él. Revolví su pelo y se río.

-¿Cómo puedes volverme tan loco sólo con un beso?-me preguntó.

-Me pregunto lo mismo-dije y alcé las cejas.

Hizo el mismo gesto y nos reímos.

Unimos nuestros labios otra vez, con bastante intensidad. Desabrochó mi sostén y lo lanzó al piso. Besé su cuello hasta llegar a su pecho. No es por nada,pero mi futuro esposo tiene unos músculos muy marcados, y eso me vuelve loca. Le quité su bóxer y nos volteo, quedando él encima de mí. Llenó todo mi cuello y pecho de besos. Deslizó mi última prenda y acarició mis piernas. Sacó un preservativo y se lo puso. Nuestros pechos están tan pegados que siento el acelerado latido de su corazón y su aliento en mi frente.

Ahogué un grito en sus labios al sentirlo dentro de mí. Agarró mi mano con el anillo y la entrelazó con la suya. Apreté su mano con fuerza y apoye la otra en su espalda,dejándole varias marcas de mi uñas.
Como una hora después me encontraba con mi cabeza en su hombro, siendo abrazada por él. Mis manos jugaban sobre su pecho trazando formas imaginarias. Con las sabanas cubriéndonos del frío.

-Gracias.

Volteo su vista a mi rostro.

-¿Por qué?-preguntó confundido.

-Por siempre estar ahí para mí-rocé mi nariz con la suya-Sin importar que tan insoportable me ponga. Aunque algunas veces cuando me desahogo te digo las cosas sin problema, sé que a veces me pongo algo necia y no te digo nada.Y aunque suene raro, siento que es bueno que a veces me "obligues"-hice comillas con mis dedos- a que te diga las cosas cuando me siento mal. Por que si no fuera por ti, no sabría qué hacer conmigo misma y mi carácter tan terco.

Me dio un corto beso. Acarició mi espalda.

-Eres el amor de mi vida, no importa cuando tenga que insistir o esperar, quiero hacerte sentir mejor y ayudarte en todo lo que necesites.

-¿Sabías que eres el mejor novio del mundo?-le pregunté.

-Sí, aunque más bien deberías decir el mejor prometido o el mejor futuro esposo.

Arrugué mi nariz.

-No tienes remedio, Florean-dije riendo.

-Pues la verdad no, Igna-se acercó a mi oído- Mi amor por ti no tiene remedio.

Me lancé a sus labios.

-Y mi amor por ti tampoco.

Nos quedamos un rato abrazados. Me distraje un rato pensando en nuestro futuro,en cómo va a ser nuestra vida después de que nos casemos. De lo único que estoy segura, es que vamos a estar más unidos que nunca.

Y además, lo hemos hablado pocas veces, pero me gustaría que formáramos una familia. No digo que muy pronto, o tal vez sí, pero cada vez que me imagino con Ben y un bebé, hay una sensación de calidez en mi corazón.

-¿En qué tantos piensas?-preguntó.

Apartó unos mechones de pelo de mi rostro. Mi cara se puso roja.

-Eh...-me puse nerviosa- ¿Qué pensarías tú de que en el algún momento formemos una familia?-pregunté tímida.

Me miró con ternura por el tono de voz que usé.

-¿Que qué pienso?-preguntó y asentí- Que sería lo mejor que nos podría pasar-sonreí- Sé que a penas tenemos 20 años, pero en serio no puedo no imaginarnos con algún hijo en el futuro. Con la única mujer que quiero formar una familia es contigo, Mal-nos miramos unos segundos.

-Hace unos años ni loca hubiera pensado en esto, pero en serio amaría que eso nos pasara en algún momento. Y voy a hacer lo que sea, por no ser como mi madre-susurré lo último .

Cerré mis ojos, no voy a volver a permitir que lo me diga me afecte. Sentí los labios de Ben sobre mi frente.

-Confía en mí, por qué estoy seguro de nunca vas a ser como ella.¿Sí?-preguntó.

-Sí.

Agarró mis manos entre las suyas y las acarició con delicadeza. Apoyé mi cabeza en su pecho y pocos minutos después me quedé dormida.

Cuando abrí los ojos me encontré con los de Ben, observándome. Tapé mi boca con mis manos y bostecé.

-Hola.

-Buenos días,cariño-dije con la voz adormilada- ¿Hoy tenemos alguna reunión o algo por el estilo?

Pensó unos segundos.

-No, por suerte hoy tenemos el día libre.

Suspiré aliviada. Quiero que nos quedemos hoy aquí, descansando.
Aunque conociéndonos la palabra "descansar" no va a ser muy cierta.

-Tengo una idea para hoy-me dijo.

Saqué de mi mente lo que me estaba imaginando.

-¿Qué tal si nos vamos de picnic?

Sonreí al recordar muchas de nuestras citas.

-Claro.

(...)

Llegamos a Auradon Prep y corrimos por los pasillos con cuidado de que nadie nos viera y llegamos al parque que hay aquí.

Estar aquí me trae algunos malos recuerdos, pero Ben y yo ya hemos venido varias veces después de que me escapara a la Isla.
Llegamos al puente sobre el agua.

-¿Quieres ver quién llega primero al kiosco?-me preguntó.

Una expresión de malicia se formó en mi rostro.

-¿Cuánto apuestas a que llego primero, Bennyboo?-le pregunté.

Me rodeó con sus brazos.

-¿Cómo sabes que no soy yo el que va a ganar?

Me acerqué lentamente a sus labios.

-Por que yo tengo más práctica que tú-dije a pocos centímetros de él.

Salí corriendo dejándolo aturdido. Empecé a reírme y oí sus pasos detrás de mí.

-¡Ja! Te dije que tengo más práctica-me burlé al llegar.

Llegó al frente de mí y me besó. Me reí y nos separamos.
Arreglamos las cosas en la mesa y nos sentamos.

Empezamos a comer y no parabamos de reírnos por cualquier tontería.

Nos paramos y apoyé mis manos en el barandal de madera. Se paró a mi lado. Puso su mano encima de las mías. Me pareció oír un ruido cerca pero no le presté atención.

-Como siempre, te ves hermosa-reí.

Hoy me puse una chaqueta de cuero negra con detalles dorados, morados y verdes, un top púrpura, una falda de cuero negra hasta un poco más arriba de las rodillas,unas medias-panties oscuras(no sé como les dirán en su país)y unas botas altas del color del top. Además de que recogí parte de mi pelo en un moño alto.

-Y tú no te ves nada mal, como siempre-río.

Me empujó con sus caderas y le seguí el juego. En cierto momento lo empujé muy fuerte y se tropezó con el barandal. Tapé mi boca con mis manos ríendome. Oí otro ruido cerca del kiosco.

-¿Estás bien, príncipe?-le pregunté intentando no reírme, en lo cual fallé.

-No te rías, ahora me duele el estómago gracias al golpe-dijo "serio".

Y digo "serio" ya que él estaba intentando no seguirme la risa.

-Lo siento. ¿Qué necesitas para que ya no te duela?

-Tal vez un beso-dijo haciendo pucheros.

Me reí y lo besé. Volví a oír un ruido y me di cuenta que Ben igual. Nos separamos y vimos un drone a unos metros de nosotros.

-Creo que es el momento de irnos-me dijo.

Agarramos nuestras cosas y corrimos. Pero a mitad del camino sentí las manos de Ben al rededor de mis piernas y me cargó al estilo princesa.

Cuando nos estábamos bajando de la moto de Ben en el castillo, sentí mi teléfono vibrando en el bolsillo de mi chaqueta. Vi el nombre de Uma en la pantalla y contesté.

-Hola, reina del drama-la saludé.

-Hola, princesita.

A pesar de todo, nos quedamos con los mismos apodos.

-¿Qué pasó, camarón?

-Por lo visto Ben y tú estuvieron divirtiéndose mucho hoy.

-¿A qué te refieres?

-Abre el link que te voy a enviar.

-Ok.

Colgó y los pocos segundos me llegó su mensaje. Ben se acercó y abrí el Link. Era un vídeo del canal de Blancanieves.

Ben y yo nos miramos confundidos.

-Hola, gente de Auradon. Aquí les traigo un nuevo vídeo sobre la pareja más importante de Auradon, Ben y Mal.

Así que ella era la que nos estaba grabando.

-Como todos saben, el rey Ben y Lady Mal se comprometieron hace tan sólo 3 días. Que por cierto dicen que fue un momento muy romántico, según algunas cosas que dijo la futura reina,  quien cumplió 20 años hace 4 días.

Le subí el volumen.

-Hoy algunos de mis informantes capturaron algunas imágenes de lo que al parecer era una cita.

Aparecieron imágenes de nosotros corriendo, abrazados, unas que eran algo comprometedoras, otras besándonos, riendo y cuando Ben me cargó para irnos de ahí.

-Uno de mis favoritas es esta.

Apareció una foto mía tapandome la boca cuando me estaba riendo.

-No sé ustedes, pero yo amo el anillo de compromiso que le dio nuestro rey a su novia-Ben me abrazó- Y ni hablar del look de la futura reina. Es algo muy Mal, pero con un toque de Auradon.

Lo puse en pausa.

-Sé que no es la hermana biólogica de Evie, pero al parecer eso del amor hacia la moda es de familia.

Ben se río y le di play al vídeo.

-Si bien pensábamos que los ex-reyes, Bella y Adam son tiernos, su hijo y su nuera no se quedan atrás-volvió a salir una imagen de nosotros al lado de ella- Creo que hablo por todo el reino si digo que son la pareja más adorable que podremos ver en nuestras vidas.

Sonreí inconscientemente.

-Este fue el vídeo de hoy, no se olviden de suscribirse si quieren saber más noticias sobre Beal y su boda. Nos vemos pronto.

Salieron varias fotos de nosotros y terminó el vídeo.

-¿Sabes? No debimos dejar que Evie,Dizzy y Celia divulgaran el nombre de pareja que nos dieron y tampoco esas fotos-dijo Ben y solté una carcajada.

Me acordé de varias fotos que nuestros amigos nos tomaron y publicaron sin decirnos y luego la gente las posteaba en todos lados con el #Beal debajo de todas.

-Esta es una de las pocas veces que no coincido contigo. Me parece bien que todas esas chicas que piensan que nos pueden separar vean que el rey de Auradon-lo señalé- es sólo mío.

Ben se río y me miró con picar día. Caminamos por los pasillos del castillo, agarrados de la mano.

-¿Sabías que te ves muy tierna cuando te pones celosa?-preguntó.

Me encogí de hombros.

-Me parece que no soy la única que se ve tierna celosa, bebé.

-¿Yo?-se señaló- ¿Celoso?Pff, por favor.

-No te hagas el inocente, Florean. ¿O quieres que te recuerde alguna de tus escenas de celos?

-Nunca te hecho una escena de celos, Igna-dijo haciéndose el inocente.

-¿Ah sí?¿Qué hay de la vez que fuimos a Atlántica y casi matas a todos los chicos que estaban ahí sólo porque me miraban?-le pregunté.

-Lo hice por que noté que algunos te miraban de más.

-¿Y qué hay de la vez que fuimos a la playa con los chicos?

Se quedó callado.

-¿Y esa vez que fuimos al cine y...

-Okay, okay-me interrumpió- Lo admito, si soy celoso.

Lo miré incrédula.

-Me parece que no oí bien. ¿Qué admitiste?-le pregunté burlandome.

-Admito que soy celoso. ¿Contenta?-me preguntó.

Me jaló hacia él.

-Como no tienes idea-dije ríendome.

Llegamos a la sala y sus padres nos miraban cómplices.

Centré mi vista en el televisivor.

¡MIER**!

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¿Qué creen que estaban viendo los padres de Ben?(no piensen mal que los conozco).

Los leo en los comentarios.

Psd: Estoy súper feliz ya que Descendientes Black Magic está en el puesto 1 de historias de D3 y en los puestos 2(Bal) y 7(Beal).

Me alegra poder estar entre los primeros diez Fanfics Beal junto a mis amigas GigiCaballero7 y ally_maldescendant5 o Aliada-Imaginativa .

¡Nos leemos pronto!

~Con amor,su escritora💕.

Publicado el 21/10/2018.

Editado el 05/07/2019.