Capítulo 24: Estando juntos, somos más fuertes
Les voy anunciando que la historia está llegando a sus últimos capítulos😭😭😭.
Voy a seguir con lo que fue mi idea en un principio y serán 28 capítulos más el Epílogo.
Y si todo sale bien y mi creatividad llega hasta eso, habrá un segundo libro❤️.
Ya que ahora sabemos que el estreno de Descendientes 3 es para Agosto,estoy segura de que aquí a allá, ya tendrán para ustedes los últimos capítulos y puede que el comienzo del segundo libro 💕💕💕.
Como sea, espero que les guste este capítulo.
Voten y comenten.
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Mal's POV:
Terminé de ponerme lo que Evie me había dicho que me pusiera con un hechizo. Cada uno había traído pocas cosas y no estaba entre nuestros planes este "evento". Pero, si queremos seguirles la corriente a nuestros padres, es mejor hacer todo lo posible por aparentar que estamos de acuerdo con lo que están haciendo.
Los demás están abajo terminando de pasar el plan. Soy la única que queda en el piso de arriba. En cierto modo, agradezco tener este rato solo para mí, mi cabeza ha estado en demasiadas cosas estos días. Carlos me dijo que Ben nos va a alcanzar allá y estoy nerviosa.
Aún no sé cómo decirle que estoy embarazada sin que se altere o se preocupe más de lo que debe. No sé ni en qué momento decírselo, la idea es que esté ahí ya que debemos hacerles creer a mi padres que lo hechicé, y luego no sé si va a venirse con nosotros o no. He pensado muchas veces si debo deciserlo ahora o cuando salgamos de todo esto.
Por un lado, no quiero preocuparlo y por el otro, mi corazón quiere y necesita que se lo diga. Sé que va a estar feliz, pero no quiero que mis padres se enteren, le van a hacer más daño del que ya deben querer hacerle y saben que eso me va a afectar a mí. Además, ya todos en esta cabaña lo saben y puede que a cualquiera de ellos se le escape por error. Quiero que lo sepa por mí y no por alguien más.
Me puse frente al espejo y tomé aire.
<<Pase lo que pase, él va a estar ahí contigo, no te va a dejar sola, no es como tus padres>> Me dije esto mentalmente y sin darme cuenta, mis ojos se fueron hacia mis anillos.
Estoy segura de que una de las razones por la que ellos están haciendo esto, es por que no querían que llegara a casarme con Ben. Por que saben que eso es algo que yo quiero que pase.
Mi vista se puso encima de mi estómago. No quiero que le haga daño al bebé que está ahí.
-A pesar de la situación, sigues viéndote igual de hermosa que siempre-oí la voz de Ben y me sobresalté.
Ni si quiera me di cuenta en qué momento había llegado. Estaba parado en el marco de la puerta, con una sonrisa que me derritió por dentro.
Corrí a sus brazos y lo abracé con fuerza. Sentí una leve presión en la cabeza que se fue aliviando poco a poco.
-No sabes cuento te necesitaba acá, conmigo-le susurré y escondí mi cara en su pecho.
Me alzó un poco y unió nuestros labios.
-Créeme, lo sé porque yo quería que estuvieras conmigo-me dijo juntando nuestras frentes.
Sus brazos estaban sobre mi cintura, pero sus manos se posaron sobre mi estómago y juro que mis piernas estuvieron a punto de fallarme. Y sé que él notó mi nerviosismo.
-¿Por qué viniste antes? Pensé que no te vería hasta dentro de un rato-le pregunté, intentando no tocar el tema.
-Bueno, necesitaba verte urgentemente y hablar contigo, sin que nadie nos interrumpiera ni nos molestara-me respondió, aún no apartaba sus manos de ahí, más bien, las puso más hacia mi vientre- Estaba muy preocupado por ti y sé que con todo esto, no pudimos hablar de lo que te pasaba.
Su rostro no estaba muy lejos del mío y pude ver en sus ojos, que lo que dice es verdad.
-¿Estabas?-pregunté intentado disimular mis nervios, lo que sé que no logré.
-Amor, Carlos me dijo algo que me puso demasiado feliz-me dijo.
-¿Ah...ah sí?-pregunté tartamudeando.
Si se lo dijo, lo mato.
-Sí.
-¿Y qué...qué fue lo que te dijo?
En sus labios, los cuales estoy tentada a besar para no seguir con la conversación, se posó una gran sonrisa.
-Me dijo una de las noticas más importantes y hermosas de mi vida-me respondió, sus manos acariciaron levemente mi vientre y sentí cosquillas- Me dijo que seremos padres.
Oh, no hizo eso.
-¡Agh, este Carlos no sabe cuando cerrar la boca! ¡Voy a matarlo!-grité y me solté de su agarre, apretando los puños.
No llevaba ni diez pasos cuando Ben me tomó de la cintura y me acercó a él de nuevo.
-Quiero oírlo de ti, mi vida-me dijo.
Mi cara estaba hacia otro lado así que agarró con cuidado y ternura una de mis mejillas.
-¿Es cierto lo que él me dijo?-me preguntó con dulzura.
Suspiré. Él ya lo sabía, no podía no decirle la verdad. Cerré mis ojos.
-Sí...-susurré y abrí mis ojos, que estaban cristalizados- Ben, estoy embarazada.
Su sonrisa se ensanchó y pegó sus labios a los míos. Intenté dejarme llevar por el beso. Siento un gran alivio porque él lo sabe. Empecé a llorar un poco al recordar la razón por la cual no quería que nadie se enterará.
Se separó de mí y sus ojos estaban algo llorosos por la emoción, pero no como los míos, que lo estaban por tristeza y miedo.
-Princesa, no llores-apartó las lágrimas que rodaban por mis mejillas.
-Es que...-tomé un poco de aire para intentar calmarme, pero no lo logré-Estoy asustada-dije con un hilo de voz.
Escondí mi cara en su cuello y él me apretó más contra si. Ya no podía aguantarlo más. Sabía que cuando lo habláramos me iba a poner a llorar. Acarició mi espalda y mi cabello con delicadeza. Me dio un beso en la coronilla.
-Sé que tienes miedo de ser como ellos y que te puedan hacer algo si se enteran, pero mi amor, haré todo lo que deba hacer para defenderlos y que estén a salvo. Nadie les pondrá una mano encima- me dijo.
Saqué mi cabeza de su cuello.
-Daré mi vida si es necesario, con tal de que ustedes estén bien.
Sorbí mi nariz.
-Si quieres defiéndeme, pero por favor, no llegues tan lejos. Si no te tengo conmigo, no voy a poder perdonarme a mí misma haberte dejado hacer eso. Ahora más que nunca te necesito...-hice una pausa y puse mi mano sobre la que él tenía sobre mi vientre, lo miré directo a los ojos- te necesitamos.
Nos dimos un beso corto y rocé nuestras narices.
-Tienes razón-agarró mi mano entrelazó nuestros dedos-Si estamos juntos, seremos más fuertes.
La levantó con cuidado y me dio un beso en los nudillos.
-¿Eso significa que te vas a quedar con nosotros?-le pregunté.
-Sí.
Volví a abrazarlo.
-Lamento que no te hayas enterado por mí-le dije.
Aún no lo soltaba.
-Lo importante, es que vamos a estar juntos en esto-dijo y me dio un beso en la frente.
Entrelazamos nuestros dedos y bajamos a buscar a los demás. Todos centraron su vista en nosotros cuando nos vieron. Incluyendo al pecoso chismoso.
-¡Carlos Oscar DeVil!-grité.
Él estaba sentado junto a Jane en el sillón. Su cara se puso pálida al oírme.
-Oh no...-dijo y se levantó.
Mi miraba estaba encima de él, con los ojos brillantes. Solté la mano de Ben y me acerqué a Carlos. Él empezó a retroceder poco a poco hasta que salió corriendo.
-¡Que esté embarazada no significa que no te pueda alcanzar y darte una paliza, pecas!-grité y corrí detrás de él.
Salió disparado hacia la cocina.
-¿Ya lo sabes todo?-oí que preguntaba Evie.
-Sí-pude percibir el tono de felicidad que puso- ¿Por qué crees que Mal lo está persiguiendo?
Todos empezaron a reírse.
No pude evitar sonreír por el tono que había usado.
Unos minutos después, llegamos al castillo de los reyes de Corona, Eugen y Rapunzel.
El lugar está atestado de gente. Pude reconocer algunos rostros. La mayoría tenían vasos con bebidas que creo que tienen alcohol.
Ben y yo íbamos adelante y los demás detrás de nosotros. Todos nos miraron al llegar y luego dejaron de prestarnos atención. Nos dimos la vuelta.
-¿Porqué tienes esa cara, Carlos?- preguntó Ben en modo de burla.
-¿Será porque tu novia casi me deja sin oreja? Sabes Mal, aún me duele-se quejó sobándose el lugar nombrado.
Me reí y me encogí de hombros.
-Eso te pasa por ser chismoso-le dije.
Ben intentó aguantarse la risa, lo cual no logró. El chico de cabello bicolor nos miró mal.
-Como sea, recuerden que debemos fingir estar de acuerdo con todo esto-dije y todos me prestaron atención.
-Sí-dijeron al unísono.
-Creo que deberíamos dividirnos, así encontraremos más rápido a nuestros padres-sugirió Celia.
Ella tenía su brazo por encima del hombro de Dizzy. Adoro que estén juntas, son demasiado adorables.
-Buena idea-le dijo Uma.
-Cualquier cosa, nos veremos aquí a más tardar la medianoche-nos recordó Audrey y asentimos.
Nos fuimos en distintos grupos.
-Los vemos en un rato chicos, será mejor que intentemos encontrar a mi madre solos, no creo que debamos tener mucha compañía si lo hacemos-dijo Evie.
Doug estaba apretando su mano. Sé que Evie también tiene miedo por enfrentarse a su mamá.
-Nosotros también deberíamos hacerlo-dijo Carlos, abrazando a Jane, mientras que me miraba con algo de miedo.
Ja, me alegra haberlo asustado, se lo merece por lo que hizo.
-Es cierto-les siguió Jay.
Soltó a Lonnie y extendió su mano. Evie puso la suya y Carlos hizo lo mismo. Me salí de los brazos de Ben e hice lo mismo. Nos miramos unos segundos.
-Somos malos...-empecé.
-Desde la cuna-completaron ellos.
Nos separamos y cada uno se fue por su lado.
(...)
Aún no había rastro ni de mi mamá ni de mi papá.
Ya estaban empezando a dolerme los pies pero no podía quejarme. Ben y yos estábamos en una esquina del lugar, abrazados y besándonos. Su sonrisa coqueta también mostraba diversión.
-Recuerda que solo hacemos esto para pasar bajo perfil-le dije intentado no reírme.
Todos actuaban como gente de la Isla, lo que significaba que las parejas no estaban muy quietas que digamos.
-Claro-dijo sarcástico pero burlón- Más bien creo que encontramos la escusa perfecta para pasar tiempo a solas y la celebrar la buena noticia en medio de todo lo que está pasando-dijo y me reí.
-Puede que tengas algo de razón.
Ahora él se rió. Volvimos a besarnos hasta que oímos que alguien se aclaraba la garganta junto a nosotros.
Pasó un abrazo por mi hombro y el otro por mi cintura y yo apoyé mis manos en su pecho.
-Chicos, que bueno verlos-nos dijo Corina Potts, la prima de Chip.
-Hey-la saludé.
-No te veíamos desde hace un tiempo-le dijo Ben.
-Lo sé, las estúpidas clases de la universidad y los proyectos de voluntaria no me dejaban mucho tiempo libre, pero ahora tengo el tiempo que quiero para hacer lo que se me antoje.
Ben y yo nos dimos una mirada de reojo. Ella es unos tres años mayor que nosotros, aunque siempre es súper inocente, dulce y gentil con todo el mundo y jamás habla con insultos, malas palabras ni groserías.
Alguien la llamó en medio de toda la gente y al ver quien era, tuve que apretar los puños para controlarme. Estaba apretando con fuerza la camisa de Ben.
-La fiesta me llama. Los dejo solos para que sigan con lo suyo-se despidió y nos guiñó un ojo.
La vimos alejarse.
-Agh, lo que menos quiero ahora es tener a Alena cerca de nosotros-le dije molesta.
Si no fuera porque mis manos estaban encima de él, estarían con llamas moradas. Aunque eso no evitó que mis ojos se pusieran a brillar.
-Solo tenemos que ignorarla, ¿sí?-preguntó y asentí- Además, recuerda lo que me dijiste.
Debemos mantenernos alejados de ella por si de verdad es la secuaz de tus padres-mi vista aún estaba encima de la loca celosa.
Agarró mi rostro y me obligó a verlo a los ojos. Tomé aire y volví a relajarme.
-Ok, no debo prestarle atención. Pero eso no significa que me guste que tenerla cerca de nosotros, y más sabiendo que bueno, ya sabes.
Acordamos evitar decir lo de mi embarazo en voz alta por si alguien estaba espiándonos, que es lo más seguro.
-Lo sé, tampoco me agrada tenerla cerca.
Dejamos el tema a un lado y decidimos volver a buscar a mis padres, sin tener éxito alguno. Nos encontramos con Freddie y Ally, ambas estaban algo pasadas de bebidas. Dejamos que hablaran de cualquier tontería hasta que una de ellas me ofreció un vaso que acababan de traer.
-Ten, Malsy, creo que algo de diversión no les vendría mal-dijo Freddie extendiéndomelo y alzó las cejas.
Quité mi vista del vaso y lo acepté. Tomé un sorbo y cuando Ellas se distrajeron, se lo pasé a Ben.
-Sabes que no debes ingerir alcohol, amor-me susurró en el oído, más que como un regaño por preocupación.
-Y no lo estoy haciendo, mientras que ella hablaba lo convertí en agua-le susurré.
Comprobó lo que le dije y asintió.
-Tranquilo-tomé su rostro entre mis manos y sus ojos me observaron-, no le voy a hacer daño-le susurré y le di un beso en la mejilla.
Él se relajó. Al ver que las dos chicas seguían distraídas hablando con otras personas, nos fuimos de ahí.
Íbamos a acercarnos a Evie y a Doug, pero ellos caminaron rápidamente hacia un cuarto del lugar. Ya me imagino a quien vieron. Espero que ella tenga más suerte que yo.
Seguimos caminando y vi unas especies de luces, como las que había vista en el bosque aquella vez cuando estaba la esfera de luz azul de mi padre. Solo que esta vez, eran verdes y azules.
No podía apartar la vista de ellas, como si estuviera hipnotizada, igual que aquella vez. Solo que ahora sentí unas leves ganas de vomitar durante unos segundos. Ben agarró mi mano y salí de mi trance.
-¿Estás bien?
-Sí...Creo que deberíamos seguir aquellas luces.
Su mirada fue en dirección a lo que yo estaba viendo.
-¿Segura?
-Debo enfrentarla de una vez por todas e intentar averiguar qué es lo que planean...¿Vas a estar conmigo, verdad?-le pregunté jugando con sus dedos.
No quiero enfrentarla sola, no ahora.
-Te prometí que haríamos esto juntos. Claro que lo haré-dijo y me dio un beso en la frente.
Empezamos a seguir las luces. Nos llevaron por varios pasillos durante unos minutos hasta que llegamos a una escalera en forma de caracol. Este lado del castillo se encuentra más oscuro y frío que lo demás. Los escalones se pueden ver gracias a varias antorchas en las paredes.
-Típico de ella, todo tiene que estar sombrío-dije y rodé los ojos.
-¿Así era cuando vivían en la Isla?-me preguntó Ben.
Él iba al lado mío, sin soltar mi mano, algo que agradezco.
-No es que tuviéramos muy buena electricidad, pero tampoco es que le gustara mucho usar las luces-le respondí encogiéndome de hombros.
Las luces desaparecieron. Llegamos al final de las escaleras y nos encontramos con la puerta-de la cual salían luces verdes y azules por los bordes-de lo que al parecer es un cuarto.
Oí varios gritos y tuve que aguantar la ganas de golpearme en la frente.
-Agh, tampoco me sorprende esto-dije irritada.
Lo que me faltaba. Que estén peleando como sé que hacían siempre, no pregunten como lo sé.
Abrí la puerta de golpe y ambos miraron en nuestra dirección.
-¡Miren quién al fin se dignó a venir!-exclamó mi papá.
-Y trae compañía-dijo ella fastidiada.
-Saben cuáles son las razones por las que vine, así que no perdamos el tiempo y vayamos directo al grano.
Caminamos para acercarnos a ellos.
-Al fin te veo hablar conmigo sin terminar llorando-dijo mi mamá y se rió, seguida de mi papá.
Rodee los ojos.
-Déjame adivinar para qué viniste, ¿quieres terminar con nuestro plan destruyéndonos para luego quedar bien con su gente?-preguntó burlón mi padre y miró a Ben por lo último.
Ambos soltaron carcajadas.
-Ay querida, ya deberías saber que eso jamás va a pasar-dijo ella,
-En realidad, no vine a eso.
Los dos dejaron de reírse y me observaron.
-¿Entonces qué haces aquí?-preguntó él y se sentó a su lado.
Ella estaba en el trono que había visto detrás de ellos cuando los buscamos con el espejo de Evie, y él en el apoya brazos de este.
-Vengo a hacer un trato con ustedes. Y si no me hacen caso, llevaré a cabo mi plan por mi cuenta-les dije cruzándome de brazos.
-¿Y cuál sería ese plan?-me preguntó ella con interés.
Sabía que si decía eso daría justo en el blanco. Ben pasó un brazo por mi cintura de manera protectora.
-Se supone que él y yo nos íbamos a casar dentro de un mes...
-La idea siempre fue que eso no pasara-me interrumpió mi padre.
-¡No interrumpan!-grité y ellos me miraron sorprendidos- Luego de eso, yo tomaría el control de todo, librando a los villanos de vivir en esa prisión, y él estaría bajo un hechizo que haría que hiciera lo que me plazca. Aunque él descubrió mi plan, pero... Resulta que tiene más potencial para la maldad de lo que cualquiera creería.
Nos miramos unos segundos. Ben aún no me soltaba. Su mirada estaba seria.
-¿Cómo pretendes que te creamos luego de traicionarnos más de una vez?-preguntó mi padre.
-Y además, yo he visto tus debilidades, no serías capaz de hacerle algo a este idiota, ni siquiera hechizarlo.
-¿Ya lo hice una vez, lo olvidas?-mi papá abrió la boca para responder pero la cerró al instante.
-Aún no dices cómo quieres que te creamos, ya que si lo que dices es cierto, tardaste mucho en hacer esto-respondió mi madre.
-Fácil, la única razón por la que no lo hice antes fue porque necesitaba ganarme la confianza de todo el mundo, ver quién iba a ser capaz de seguirnos. Además, ser la reina me iba a permitir tener más acceso a muchas cosas.
Ambos nos miraron dudosos.
-Te voy a pedir que hagas algo y si de verdad lo haces, te merecerás volver a seguir mis pasos-declaró mi madre.
Mi papá carraspeó su garganta al lado de ella.
-Nuestros pasos-la corrigió.
-Sí, como sea-dijo rodando los ojos.
-Bien.
-Entonces, acércate.
Ellos se levantaron del trono y Ben y yo caminamos hacia ellos.
Nos pusimos al borde de una especie de ventana.
-Convierte a aquellas personas en piedra-me ordenó mi papá.
Mi mirada se posó sobre algunas de las nietas del Rey Tritón. Ellas estaban en el jardín del castillo. Ahí estaba Alena, así que...
Cerré los ojos un momento y llamas moradas, verdes y azules aparecieron en mis dedos.
-Nada mal-dijo ella, mirando a las cuatro chicas que ahora se encontraban como piedras- Ahora, intenta tomar mi cetro.
La miré perpleja por unos segundos.
-¿A caso no eres capaz de tal cosa?-preguntó en tono de burla.
-No subestimes mis poderes, madre.
Ella se alejó unos pasos y yo salí de los brazos de Ben.
Sus ojos se pusieron a brillar, al igual que los míos. Mientras que mis poderes seguían apareciendo de varios colores, los de ella eran verdes. No apartaba sus ojos verdes brillantes de los míos. Forcejé durante unos segundos.
Se quedó algo impresionada al ver que en tan solo 10 segundos, había logrado arrebatarlo de sus manos.
-¿Decías?-pregunté con una sonrisa llena de malicia.
Si ella va a jugar sucio, yo también lo haré. Ben me abrazó por los hombros y yo aún tenía el cetro de mi madre entre mis manos.
Se siente raro. Lo había tocado solo 2 veces. Desde que ese maldito cuervo se lo llevó en vez de dejar que yo lo hiciera junto con los chicos hace 5 años, solo que esta vez no dormí durante unos segundos por eso, no lo volví a tener hasta que se lo quitamos a Audrey.
La gema del ojo del dragón estaba brillando. Se lo lancé de vuelta y ella lo agarró.
-Veamos si puedes con esto-dijo mi padre.
Sacó la piedra azul de su bolsillo. Esta empezó a brillar y un rayo de un mismo color apuntó hacia nosotros. Con mis poderes hice un escudo y lo bloquée.
Él la bajó y yo hice lo mismo con mis manos.
-Me pregunto, ¿por qué jamás mostraste todos estos poderes cuando los encontré en la catedral?-jugó con el cetro.
Me encogí de hombros.
-No lo requería y hasta ese momento debía seguir pasando bajo perfil.
Se dio la vuelta unos segundos y cuando se volvió frente a nosotros, varias llamas verdes vinieron hacia acá.
Hice una equis con mis brazos y los bloquee.
-¿Vamos a seguir perdiendo el tiempo mientras que me pruebas o seguimos con el plan?-le pregunté poniendo una mano en mi cintura.
Mis padres me miraban dudosos. Sé que se les va a hacer imposible creerme después de todo lo que pasó en estos años, pero sé que en algún lugar de su mente creen que esto es lo más conveniente.
-Bien, por el momento te creeremos- dijo mi papá.
Contuve las ganas de suspirar del alivio.
-¿Y qué es lo que que hace él exactamente?-preguntó mi mamá viendo a Ben.
-¿A caso no le contaste lo que pasó cuando te encontramos antes de que te encerraran hace unos años?-le pregunté a mi papá.
Ella lo miró sin entender a qué me refería.
-Para refrescarte la memoria, él puedo convertirse en bestia.
Ambos se quedaron callados durante unos segundos.
-Y por si se les olvida, sigue siendo el rey y yo la futura reina. Pienso que es bastante conveniente que siga siendo así si quieren que la gente nos haga caso.
-Ok, puede que eso nos sea útil, pero aún desconfiamos de ustedes dos-dijo ella.
-Y no los culpo.
Los dos dudaron un momento hasta que volvieron a hablar.
-Necesito que te quedes aquí un momento, querida-me dijo mi mamá
- Sólo ella-aclaró al ver que ni Ben ni mi papá se iban de ahí.
Antes de que salieran del lugar, me acerqué a Ben.
-Te diga lo que diga mi padre, tú solo síguele la corriente-le susurré en el oído.
Él asintió y ambos salieron del lugar.
-Espero que tengas razón y sea un yerno digno-dijo mi mamá cruzada de brazos.
-Créeme, lo es.
-Como sea, quería hablar contigo.
Se sentó de nuevo en su trono y yo me quedé de pie frente a ella.
▶️(pueden parar el video en el minuto 3:45)...
-¿Qué quieres decirme?-pregunté poniendo mis manos en mis caderas.
-¿En serio te crees capaz de llevar a cabo el plan que creamos tu padre y yo junto a los otros villanos?
Me di la vuelta un segundo y miré hacia la ventana.
-Look at you, look at me. I don't know who to be, Mother- me voltee a mirarla.
-Is it wrong, is it right? Be the Queen for the rest of my life, Mother. Tell me what to do....
Por primera vez en mi vida, logré distinguir algo de orgullo en su mirada.
-I was once like you my Child, Slightly insecure-se levantó de su trono y caminó hacia mí.
- Argued with my mother too, Thought I was mature. But I put my heart aside-miró un segundo mi anillo de compromiso, algo irritada-, And I used my head. Now I think again it's time you learned, What dear old momma said.
-Don't you wanna be evil like me? Don't you wanna be mean? Don't you wanna make mischief your daily routine?-dio una vuelta a mi alrededor.
-Well you can spend your life attending to the poor -cantó y rodó los ojos- But when you're evil doing less is doing more-jugó con su cetro- Don't you wanna be ruthless and rotten and mad?-lamió la punta de su cetro- Don't you wanna be very, very good at being bad?
Se sentó en su trono y me senté en el apoyabrazos. Sentí un leve mareo e intenté disimularlo.
-I have tried my whole life long to do the worst I can. Clawed my way to victory- apretó el puño-, Built my master plan.
- Now the time has come my dear for you to take your place. Promise me you'll retry to be an absolute disgrace-me empujó levemente.
-Don't you wanna be evil like me?
Don't you wanna be cruel? Don't you wanna be nasty and brutal and cool?-hizo señas con su dedos.
-And when you take that crown that's when your reign begins- con su magia me puso una corona llena de cristales negros y un cetro como el de ella- Who wants an evil queen without a sack of sins?- desapareció ambas cosas.
- Don't you wanna be heartless and hardin' as stone?- hizo una pausa- Don't you wanna be finger licking' evil to the bone?
Empezó a flotar en el aire, como cuando me la imaginé en el museo. Aunque desde hace un tiempo estoy dudando de que haya sido solo mi imaginación.
-This is not for us to ponder, This was preordained. You and I shall rule together- se señaló a sí misma y a mí-, Freedom soon regain.
Bajó de nuevo al suelo.
-Mistresses of the universe, powerful and strong. Daughter, hear me. Help me, join me. Won't you sing along?-me hizo señas y caminé hacia ella.
-Now we're gonna be evil it's true, Never gonna think twice- cantamos ambas.
Extendió su cetro hacia mí.
-And we're gonna be spiteful...
-Yes, spiteful- me lo arrancó de las manos-, That's nice. In just an hour or two, Our futures are safe and sure.
-This mother, daughter act is going out on tour. If you wanna be evil and awful and free. Then you should thank your lucky star- me separó de ella y empezó a flotar.
Yo hice lo mismo con mis poderes.
-That you were born the woman you are. The daughter of an evilicious queen. Like me!-me uní a ella en la última parte.
Empezó a reírse malévolamente y yo hice lo mismo.
Ambas bajamos al suelo.
-Esa es mi chiquita cruel-dijo con orgullo y puso una mano en mi hombro.
En cierto modo, se sintió bien que tuviera ese gesto hacia mí y que haya vuelto a decirme ese apodo de nuevo.
Pero definitivamente no es lo mismo que me imaginé durante casi 21 años, esperando a que demostrara algo de orgullo hacia mí.
-Ahora si puedes irte, pero debes volver mañana para que te contemos el plan y empieces a llevar a cabo tu parte.
Sus ojos brillaron un momento, al igual que los míos. Sentí una sensación extraña.
-Ok.
Caminé hacia la puerta. Le di una mirada de reojo antes de salir.
Me quedé unos segundos pegada a la puerta. Oí una especie de explosión seguida de la voz de mi padre.
-¿La convenciste?
-Claro que sí. Y para asegurarme de que no nos traicione de nuevo, puse un hechizo sobre ella.
Sabía que había algo raro en todo esto.
-Muy ingenioso de tu parte, querida-la halagó mi papá.
-Lo sé-hizo una pausa-¿Nos vamos?
Oi que el hacía un sonido de aprobación. Luces verdes y azules salieron por debajo de la puerta, indicando que ya se habían ido.
Mis ojos se cristalizaron un poco. Aparté con brusquedad las lágrimas.
Yo estaba segura de que ella estaba fingiendo, pero una parte de mi quería al fin tener aprobación de ella.
Por eso, no me confié y puse un encantamiento sobre mí para que sus hechizos no funcionaran conmigo.
Me decepciona que en este momento que la necesito tanto hago esto, aunque ella no sepa porque la necesito. Es mi mamá.
Intenté tranquilizarme un poco antes de hacer un hechizo y volver a la fiesta.
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Ya saben que los próximos capítulos van a ser decisivos para la historia, así que espero tener su apoyo 💕.
Aún no puedo creer que el martes voy a cumplir 15😱😱😱.
No sé si voy a poder subir algún capítulo o no el proximo fin de semana ya que es la fiesta de una de mis mejores amigas.
Por pura casualidad, ambas cumplimos años el mismo día. Es como una hermana para mí y así esté enferma, voy a ir a celebrar con ella.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 04/05/2019.
Editado el 10/07/2019.
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