Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23: El ojo del dragón


Maratón 3/3

Bueno,este es el último capítulo del maratón.

Técnicamente aquí aún es Sábado,pero ya que estamos conectados por el Hype de la Fan Fest,lo estoy publicando ahora.

Estos capítulos fueron escritos hace varios días y no saben lo que tuve que aguantarme para publicarlos.

Disfrútenlo.

-----------------------------------------------

Mal's POV:
Mi respiración estaba más acelerada de lo normal. No aguanté más y me derrumbé.

Mis rodillas cayeron al suelo y seguí llorando. Evie se agachó y me abrazó. La rodee con mis brazos y escondí mi cara en su hombro. Siento un nudo en la garganta que sé que no me va a permitir hablar durante unos minutos.

Esto no puede estar pasando. Podría haber pasado en cualquier momento y no me hubiera importado. Pero, ¿por qué justo ahora?

-M, no sé qué decirte-me dijo Evie por sobre mi cabeza.

Sollocé durante muchos minutos hasta que logró que me levantara del suelo y nos sentamos en la cama.

Agarró mis manos como gesto de apoyo.

-¿No estás feliz, Mal?-me preguntó.

Ella había puesto la prueba encima de la cama, ya que yo se la había entregado. La agarré entre mis manos y volví a mirar las dos rayitas que indican que estoy embarazada.

-Ay Evie, no es que no lo esté, es que...-yo misma me interrumpí.

Lloré un poco más y sorbí mi nariz.

-Sí estoy feliz, pensar que voy a tener un hijo de Ben y mío y...

Ay no. Ben.

-¿Y qué, amiga?-preguntó.

Apretó mis manos para animarme a que siguiera.

-Él no sabe nada de esto-susurré.

Me miró extrañada.

-¿De qué hablas, M? Si él me dijo lo que me dijo cuando estabas desmayada fue por que ya habían hablado de que lo sospechabas, ¿no?-me preguntó.

Negué con la cabeza.

-¡Mal!-exclamó- Es algo de lo que ustedes tendrían que haber hablado desde el tercer día después que te "enfermaste"- dijo haciendo énfasis y comillas con los dedos en la última palabra.

-¿Cómo pretendías que se lo dijera, Evie?-le pregunté algo alterada- Ambos de verdad pensamos que solo era eso en un principio, hasta ayer...-dije susurrando lo último.

-¿Y cómo es que no se lo dijiste en la noche o cuando te despertaste?-me preguntó.

-Agh-me quejé y escondí mi cara entre mis manos- No lo sé, Evie. Y sé que debí habérselo dicho, pero no pude, yo estaba y estoy aterrada. Se dio cuenta de que estaba rara cuando estuvimos en la catedral y le prometí que lo hablaríamos en la noche, para no preocuparlo. Luego pasó todo lo que pasó y decidí no hablarle del tema. Cuando entró al cuarto y tú te fuiste, estuve a punto de entrar en pánico. Me preguntó que qué era lo que tenía y le dije que no era el momento para hablarlo, no estuvo muy convencido pero lo aceptó.

No me había interrumpido hasta ahora así que seguí.

-Y en la noche...-volvió a mi mente todo lo que hablamos y otra vez empecé a llorar- Evie, no sabes lo que me costó retener eso solo para no preocuparlo más. Dijo que hará todo lo que pueda para protegerme, sin saber que no me tiene que proteger solo a mí y está dispuesto a hacer lo que sea para que no me hagan daño-sorbí mi nariz-Y luego...

No seguí porque mis mejillas se pusieron rojas.

-¿Hicieron de las suyas y aún así no le dijiste nada?-preguntó incrédula.

-¿Y qué querías que hiciera?-le respondí con otra pregunta- No fue porque nos dejáramos llevar como suele pasar, Evie. Fue por algo más, y sé que me puedes entender ya que estoy segura de que Doug y tú estuvieron iguales.

No negó lo que dije, solo se puso algo rosada.

-Entiéndeme, ¿ok?-le dije- No es fácil pensar que vas a ser madre cuando sabes que tus propios padres, las dos personas que se supone que te dieron la vida, están haciendo hasta lo imposible por destruirte la vida a ti, a la persona que amas, a tu familia y a tus amigos.

-Ok, tienes razón-suspiró- ¿Y qué piensa él sobre esto? Me refiero a qué ha dicho de esto, si es que alguna vez lo han hablado.

Mis lágrimas empezaron a ser menos intensas. Y logré sonreír, aunque sea un poco.

-Debes creerme si te digo que veo un brillo diferente en sus ojos cuando lo hemos hablado. Ha dicho las cosas más lindas con respecto a que si fuera niña o niño, o si vinieran ambos. Ha hecho que empiece a dudar menos de mí en ese tema pero...

-Aún así, temes llegar a ser como tus papás-terminó por mí.

Creo que ella también teme eso, por ella misma.

Otra vez empecé a llorar.

-Es a lo que más le tengo miedo, E. Mi madre me llegó a hacer y decir cosas que por más que lo intente, jamás las voy a olvidar-dije intentando calmarme, lo cual no logré- Y luego, resulta que mi papá también es un monstruo como ella. ¿De dónde voy a sacar ejemplo de cómo ser buena madre cuando ellos hicieron y hacen lo que se les da la gana conmigo? No estoy lista, no quiero ser un monstruo como ellos.

Los sollozos volvieron y ella pasó un brazo por mi hombro.

Oímos unos pasos que se acercaban. Pero yo ya no estaba en condiciones para contenerme, ya no me importaba fuera quién fuese. O eso creía...

-Chicas, ¿porqué tardan tanto en volver a...?-empezó a preguntar Carlos pero se detuvo.

Él y Jay se encontraban en la puerta,  mirándome preocupados. Era muy obvio que tenía rato llorando ya que los más seguro es que tenga los ojos rojos.

-Mal, ¿qué te pasó?-me preguntó Jay.

Entraron y cerraron la puerta. Ambos empezaron a caminar hacia acá así que puse rápidamente la prueba detrás de mí y de Evie.

Chico se sentó enfrente de nosotras y luego lo siguieron nuestros mejores amigos.

-Nada, solo váyanse de aquí-les espeté fingiendo molestia.

Evie no dijo nada y me siguió el juego.

-Es evidente que algo te pasa, Mal-dijo Carlos.

Hice todo lo posible por parecer molesta.

-LÁRGUENSE-grité.

Ellos ni se inmutaron.

-No lo vamos a hacer, aunque intentes echarnos a patadas, no lo haremos-dijo Jay.

Estaba comenzado a perder la paciencia.

-Y menos lo vamos a hacer sabiendo que Evie si está enterada de lo que te ocurre. Ya que si no lo supiera, ella ya hubiera insistido en que te dejaramos sola y ya se hubiera levantado-le siguió Carlos.

-Chicos, por favor-les suplicó Evie.

-No, Evs-se negó Jay.

-Se los dije una vez y lo volveré a hacer, Jay y yo nos cansamos de que se escondan y que se guarden secretos entre ustedes-dijo Carlos.

Sé que con esa vez se refiere al día del Cotillion.

-Esta vez, estoy de acuerdo con él, chicas-dijo Jay.

Miré a Evie para que me ayudara.

-Creo que tienen razón, M. Necesitan saberlo.

Suspiré.

-Bueno, em...Yo...yo-no lograba decírselos.

Chico rodeó a Evie y empezó a oler detrás de nosotras. Oh no.

-Chico, sal de ahí-le dije al animal.

Él hizo caso omiso y siguió intentando buscar.

-No, Chico, no-lo regañó Evie.

Jay y Carlos nos miraban extrañadas.

Forcejé con él, pero el perro mordió mi dedo. Salió de detrás de nosotras moviendo la cola y con lo que no debía en la boca.

-Perro malo, perro muy malo-lo regañé mientras que sobaba mi dedo.

Ahora sí que estoy muerta.

-¿Qué tienes ahí, amiguito?-le preguntó Carlos y lo acarició.

Chico se puso enfrente de su dueño y soltó la prueba.

Mientras que Jay la agarraba, mi vista estaba sobre el perro. Si no fuera porque adoro a ese perro...Mejor ni lo pienso.

-¿Esto es una...-empezó a preguntar Jay.

-¿Mal?-preguntó Carlos.

Yo tenía la cabeza gacha. No podía mirarlos a los ojos.

-¿Qué significan las rayitas?-preguntó Jay.

Evie se llevó una mano a la frente.

-¿Se lo dices tú o se lo digo yo?- preguntó Carlos.

Hasta él lo captó más rápido que Jay, solo que no había visto el resultado.

-Una rayita es negativo y dos rayas significa qué...

-Qué estás embarazada-terminó Carlos y asentí con la cabeza.

-¿Lo estás, Mal?-preguntó Jay- ¿Estás embarazada?

Mis ojos se empañaron de nuevo.

-Sí-le respondí susurrando.

Ambos se quedaron impactados. El primero en reaccionar fue el chico de cabello largo.

-Le voy a partir la cara a ese hijo de bestia-declaró Jay levantándose de la cama.

-No, Jay. No lo vas a hacer-lo frenó Evie sin levantarse de mi lado.

-Es verdad, Jay-dijo Carlos intentando calmarlo.

Me devolvió la prueba.

El chico de cabello largo le bajó a su furia y volvió a sentarse.

-Está bien-dijo ya más calmado.

-Mal...-me llamó Carlos-¿Ben lo sabe?

Negué con la cabeza.

-¿Y cómo es que no lo hace?-preguntó Jay.

-Porque yo misma me enteré hace menos de 20 minutos. Ni siquiera es algo que hubiéramos planeado-le respondí con un hilo de voz.

Ya estaba un poco más calmada, pero no tenía muchas ganas de hablar.

-¿Qué vas a hacer?-preguntó Carlos.

-No lo sé...O sea, si quiero decirle a Ben, pero ni siquiera está aquí y no sé cuando lo voy a ver de nuevo-le respondí.

Bajé la vista a mi anillo de compromiso y al anillo de la bestia. No estaba entre nuestros planes tener hijos hasta ya estar casados. Falta casi un mes para eso, y ya ni siquiera sé si va a suceder.

-¿Tienes miedo?-me preguntó Jay.

-Estoy aterrada, pero no por el bebé-me sentí rara al decir la palabra, pero se siento bien en cierto modo- Sino por mis padres. Tengo miedo de lo que me pueden hacer a mí o a Ben si llegan a enterarse.

-M, haremos todo lo posible por ayudarlos-dijo Evie apretando mis hombros.

Juntó su cabeza con la mía. No la aparté.

-Sí. Primero tienes que hablar con él. Y nadie sabrá de esto si Ben y tú lo quieren así-dijo Carlos.

-Estamos aquí para ti-dijo Jay.

-Gracias, chicos.

Los tres me abrazaron. Sentimos como Chico se metía entre nosotros.

-Como que alguien quiere unirse al abrazo grupal-dijo Evie y nos reímos.

Guardé la prueba debajo de mis cosas y abrimos la puerta para salir. Al hacerlo, oímos las voces de varias personas quejándose.

-¿A caso estaban espiándonos?-les pregunté cruzándome de brazos.

Literalmente, todas las personas en la cabaña que no estaban presentes en este cuarto, estaban ahí afuera.

-No/Sí-dijeron todos al mismo tiempo.

Se miraron por las respuestas diferentes.

-¿Entonces, es cierto, Mal?-preguntó Dizzy.

-¿Estás embarazada?-preguntó Lonnie.

Tuve que asentir con la cabeza.

Todas las chicas empezaron a gritar.

-Nadie fuera de esta cabaña debe saberlo. ¿Sí?-les pedí.

-Ok-respondieron al unísono.

-Y háganme el favor de no decírselo a Ben, de eso debo encargarme yo.

(...)

Estábamos volviendo a organizar ciertas cosas del plan, pero yo no lograba concentrarme. Y cómo hacerlo con lo que me enteré ayer y no tener a Ben a mi lado. Ahora sé, que en serio lo necesito aquí.

Con todo esto que descubrimos al ir a la catedral,hay cosas que debemos volver a planear y hay que decírselas a él. ¿Pero cómo voy a hablar con él por teléfono sin soltarle que estoy embarazada y sin ponerme a llorar?

Aún no sé cómo voy a decirle, pero debe saberlo desde el primer momento en que nos volvamos a ver. Tengo algo de miedo en que sus padres lo sepan, aunque que sé que vamos a contar con su apoyo.

-¿Todo listo, M?-me preguntó con una sonrisita.

Sé que está feliz porque va a ser tía, pero creo que también lo está porque tenía razón en esto. Su mirada sobre mí era algo insistente y después noté porqué.

Inconscientemente, en algún momento mientras que hacíamos y repasábamos el plan, había puesto las manos sobre mi vientre.

Le sonreí de vuelta y quité mis manos de ahí negando con la cabeza. Estoy segura de que va ser de esas tías que consienten a sus sobrinos con lo que quieran. Y probablemente yo llegue a ser así con sus hijos, si es que ella y Doug llegan a eso.

-Sí, solo esperen a que deje esto allá arriba y nos vamos-dije refiriéndome a mi libro de hechizos.

Mi libro se queda aquí pero nos vamos a llevar el espejo de Evie.

-Ok-dijo y salió con los demás.

Subí rápidamente al cuarto, en el cual duermo con Evie en la cama y Doug, Jay, Lonnie, Carlos y Jane-y Chico-duermen en colchones en el suelo. Se suponía que Doug y Evie iban a dormir en la cama y yo en un colchón, pero al enterarse de mi embarazo se pusieron de exagerados a decir que yo debía dormir en la cama. Por más de que les insistí que no importaba, ellos insistieron en que sí.

Somos mucha gente, pero para la comidad de todos-ya que solo hay dos cuartos y un sillón abajo-tuvimos que hacer esto. Los demás duermen en el otro cuarto y Gil en el sofá.

Me reuní con los demás y conjuré el hechizo para que nos transportará. La nube de humo, ahora morada y verde, nos rodeo y llegamos a la escuela. Solo vinimos los VK's, a excepción de Dizzy y Celia.

La idea es ir a lugares que sepamos que van a tener gente, como Auradon Prep. Aunque cabe una posibilidad de que esté vacio. En ese caso nos vamos a ir a algún centro comercial o algo por el estilo.

Presiento que mi mamá hipnotizó a los de nuestra edad o los que son un poco mas pequeños, para averiguar quiénes tienen una actitud no muy típica de alguien de Auradon y para que no sepamos quién es su aliada.

Y según yo, podría ser cierta rubia que nos ha hecho la vida imposible a Ben y a mí, pero no estoy muy segura.

Empezamos a revisar todo el lugar en grupos, los chicos y yo y la pandilla de piratas. Nuestro punto de encuentro es la estatua del papá de Ben.

-¿Vieron a alguien?-preguntó Uma cuando volvimos a encontrarnos.

-Del lado de las habitaciones y las clases no hay ni un alma-le respondió Jay.

-¿Y en los parques y jardines?- preguntó Evie.

Sip, definitivamente había vuelto a su costumbre de estarse mirando en su espejo, ya que eso era lo que están haciendo ahora.

-Nada de nada-respondió Gil.

-Era de esperarse. Si están actuando como gente de la Isla, no querrán estar cerca de una escuela. Eso era lo que nos pasaba a nosotros cuando estábamos ahí-dijo Carlos.

Todos le dimos la razón ya que es cierto. Era de orgullo y honor faltar a clases o llegar tarde. Los profesores en Dragón Hall hasta nos felicitaban y daban puntos extra por ello.

-¿Tienes idea de a dónde ir ahora, Mal?-preguntó Harry.

-Sí,pero mejor nos transportamos en otro lugar. Tengo la extraña sensación de que nos están vigilando-le respondí.

Narrador Omnisciente:
Mientras tanto, en el Páramo, la Emperatriz del Mal y el Dios del Inframundo se encontraban vigilando a su hija a través del cetro de Maléfica. El Ojo del Dragón.

Los descendientes de los peores villanos se encontraban caminando hacia una especie de bosque, y ahí fue que los padres de Mal perdieron el rastro de los chicos.

-¡Diablos! Se suponía que ella no debía darse cuenta de eso. Nadie lo había hecho antes-se quejó el hada malvada.

Su, como decirlo, ¿ex-esposo?¿esposo?¿pareja? O ¿amante?-no es muy fácil saber cuál es la relación de estos dos- se levantó de su lado.

Ella estaba sentada en un trono hecho de ramas y él en apoya brazos de este.

-Tal vez estamos subestimando el modo de controlar su magia-le sugirió.

Los ojos de esta se pusieron a brillar de manera intensa.

-Eso es imposible. Esa chiquilla por poco supo cómo usarlos cuando te enviaron de nuevo a la Isla-le dijo irritada.

No creía que de verdad supiera manejar la magia si no eran hechizos básicos.

-Hay que tener el beneficio de la duda. Después de todo, ella jamás se había atrevido a hablarte de ese modo hasta hace dos días.

Sus ojos se pusieron de un verde más brillante aún.

-¿Y tú qué vas a saber de eso?-le preguntó molesta- Fui yo quien crío a ese mocosa. Tú no tuviste casi interés en ella hasta que te fue conveniente-le recriminó gritando.

El cabello de él empezó a prenderse fuego. Fue el turno de él para gritar.

-Oh vamos, tú ni quisiste hablarme de ella. Me tuve que enterar por el Hombre Sombra y no por su propia madre.

Las manos de ambos empezaron a brillar por la magia. Las de Maléfica en verde y las de Hades en azul.

Los gritos de ambos se oían por todo el lugar.

-Esto es mejor que una de esas tontas películas de los buenitos-dijo Jafar.

Los otros villanos estaban sentados a unos metros de ellos, observando la pelea.

-Yo le apuesto a Hades. ¿Y ustedes?-preguntó el Dr.Facilier jugando con sus cartas.

-Maléfica-dijeron los tres villanos al unísono.

Pasaron unos minutos y los progenitores de Mal, quienes se supone que son los líderes, no paraban de discutir.

-Esto ya no es entretenido-se quejó el ex-visir de Agrabah.

-No-le dijo Cruella.

-Yo me encargo-dijo la Reina Malvada y se levantó.

Caminó unos pasos y gritó.

-¡Par de idiotas, cállense de una vez o consíganse un cuarto! ¡Nos tienen hartos!-gritó.

El Dios del Inframundo y el hada malvada posaron su vista sobre ella.

-¡No te metas!-le gritaron al mismo tiempo.

Y siguieron insultándose.

-Esta va ser una tarde muy larga-dijo Cruella DeVil.

Mal's POV:
Llegamos al centro comercial. Este lugar si estaba repleto de estudiantes y ex-estudiantes de Auradon Prep.

-¿Es idea mía o parece que todos están...?-empezó a preguntar Jay.

-Hechizados-completamos los demás al unísono.

Si observábamos los rostros de todos ellos, tenían expresiones extrañas. Y si te fijabas en sus ojos,todos tenían un brillo desconcertante.

Ese brillo, me recuerda en cierto modo al que tenía Ben cuando Uma lo hechizó hace casi 4 años. En cuanto pusimos atención en su manera de actuar, en vez de parecer gente que vivió toda su vida en Auradon, parece que más bien vinieran de la Isla de los Perdidos.

-¿Qué debemos hacer?-me preguntó Harry.

-Por ahora, hay que actuar con bajo perfil. No sabemos la verdadera razón de porqué están despiertos y no actúan como ellos mismos. Háganse pasar por personas hechizadas e intenten averiguar algo sobre nuestros padres.

Nos dividimos en los mismos grupos de antes.

Era raro ver a personas como Jórdan, Aziz y Ally, burlándose e insultándose entre sí.

-Esto es realmente extraño-me susurró Evie.

Nosotras íbamos al frente y Jay y Carlos detrás.

-Sí.

Después de unos minutos, dos personas se nos acercaron. Eran Chip y Melody.

-Lady Mal-dijo Melody e hizo una reverencia.

Ok. Esto no es para nada normal. Yo la conozco a ella y a Chip desde hace más de tres años. Ben me los presentó en una cena que hicieron sus padres en el castillo, ellos estaban de visita.

Jamás me han tratado de una manera tan formal. Ellos son unos pocos años mayores que nosotros y conocen a Ben desde que es un bebé, y ni a él lo tratan así.

-Hola-los saludé.

-Su madre, Maléfica, y los padres de ustedes tres-dijo refiriéndose a mis amigos, quienes mantenían cierta distancia de ellos dos- ordenan que se presenten ante ellos a más tardar mañana en la tarde, durante la fiesta-dijo Chip.

Su voz sonaba monótona, al igual que la de ella.

-¿Fiesta?-pregunté.

Puedo jurar que los cuatro debemos tener expresiones de confusión en nuestros rostros.

-Sí, mi Lady, se dará mañana al atardecer en el castillo de los reyes Eugen y Rapunzel-respondió la pelinegra.

-Eso no tiene ningún senti...-empezaron a decir Jay y Carlos pero les di un pisotón a cada uno para que se callaran.

-¿Y cuál es el motivo de esa celebración?-les pregunté.

-Sí, ¿y quiénes son los anfitriones?- preguntó Evie siguiéndome el juego.

Debemos saber como es que va a haber una fiesta, si más de la mitad del reino o está dormido o está convertido en piedra.

-Se llevará a cabo para celebrar el regreso de la Emperatriz del Mal, el Dios del Inframundo y los cuatro villanos aliados-respondió Chip- Y los anfitriones son sus padres, su majestad.

¿Qué?

-Ok, muchas gracias por informarme. Pueden retirarse-les dije.

Ambos se fueron.

-No sé que demonios planean nuestros padres, pero sé que debemos armar un plan para saber que es lo que vamos a hacer para fingir que estamos de su lado-les dije volteandome.

Los dos tenían una expresión de molestia a causa del dolor que les provocó el pisotón que les di. Evie, en cambio estaba intentando no reírse de ellos dos.

-Estoy de acuerdo, M-dijo la peliazul.

-Creo que necesitamos saber dónde se están escondiendo, en caso de que debamos intervenir antes de tiempo-sugirió Carlos.

-Muy buena idea pecas-lo felicitó el descendiente de Jafar.

-Evs, necesitamos tu espejo-le dije.

Ella lo sacó de su bolso.

-Espejito, espejito en mis dedos, la ubicación de nuestros padres quiero-dijo.

Una imagen de ellos apareció.

-¿Alguno de ustedes sabe donde es eso?-preguntó.

Era un lugar con muchos arboles.

-Espejo, muéstrame un mapa con la ubicación-le pidió Evie al objeto.

-Un momento, ¿eso no es en...-preguntó Carlos.

-Auroria-dijeron Evie y Jay.

-Es el páramo, el lugar que mi madre gobernaba antes de que la desterraran-les dije.

Está al borde de Auradon, ya que la fortaleza del mal está ubicada cerca de las afueras de la Isla.

Estaba cansada de oírla hablar de ese lugar. Fui una o dos veces desde que llegué a acá. Y si soy sincera, me alegra de que mi mamá no haya logrado destruir ese lugar.

-Debemos buscar a Harry, Uma, Gil. Hay que volver a la cabaña-les dije.

Los tres asintieron y empezamos a buscar a los piratas.

Ben's POV:
No sé porque, pero siento que Mal me necesita. Y siendo sincero, yo la necesito a ella.

A sido raro tener que estar solo con mis padres y los demás. No tengo problema con ellos y el Hada Madrina, Squeaky y Squirmy son demasiado adorables y han estado bastante tranquilos. Pero la reina Leah...

Es demasiado incómodo estar con ella. En primer lugar, sé que no termina de aceptar a Mal, a pesar de que ella y Audrey son amigas. Luego, creo que aún sigue algo molesta conmigo por haberle pedido a Mal que fuera mi novia sin haber terminado de cortar con Audrey, algo que no es mi culpa por muchas razones. Y por último, suele ser demasiado arrogante y maleducada.

Si no fuera porque los gemelos Smee son unos niños y ya llevan un tiempo viviendo aquí, los trataría igual que como trató a Carlos, Evie, Jay y Mal cuando llegaron a Auradon.

Como sea,desde hace varias horas que debería tener noticias de mi novia y los demás, pero no he sabido nada de ellos desde que ella me teletransportó con su magia hasta aquí, hace ya casi dos días.

No tengo idea de si pudieron averiguar algo sobre sus padres o lo que planean.

Los gemelos me han tenido durante casi tres horas, enseñándoles a usar bien las espadas. Los chicos se llevaron la mayoría, aunque dejaron suficientes para nosotros.

-¿Lo estamos haciendo bien, Ben?-me preguntó Squeaky.

Salí de mis pensamientos y los observé un momento.

-Lo están haciendo excelente, chicos-les dije y los dos sonrieron.

-¿Ves, hermano? Te dije que aprenderíamos rápido-le dijo Squearmy a su gemelo.

Sonreí. Me alejé un poco de ahí. Mi teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo y lo saqué. Era Carlos así que contesté.

-Hola, amigo. ¿Todo bien por allá?-pregunté.

De fondo oía las voces de los demás.

-Evie, por milésima, ya te dije que no se lo voy contar por teléfono-oí la voz de Mal, algo lejana ya que parecía que estaban tapando el micrófono, con un tono de molestia.

¿De qué estaría hablando ella?

Hubo silencio durante unos segundos, en los que supuse que él había ido a algún lugar sin ruido, y luego oí la voz de Carlos.

-Hola, Ben. Sí, estamos bien.

-¿Qué lograron averiguar?

Me hizo un resumen de lo que habían descubierto en la catedral y cuando salieron a buscar a los demás, lo que hablaron con Chip y Melody.

-¿Están seguros de qué lo hicieron solo para confundirnos?-le pregunté.

-Yo sí lo creo, pero Mal lo está dudando-me respondió- Aunque de qué no debe estar dudando ella ahora...-dijo lo último en modo de susurro.

Creo que pensó en voz alta ya que al decir eso se quedó callado.

-¿De qué hablas, Carlos?-le pregunté.

-Ignora lo último que dije, por favor.

-Está bien...-hice una pausa, no muy convencido- ¿Cómo están ustedes? Sé que no es fácil para ninguno saber que sus padres están detrás de todo esto.

-Siéndote sincero, es bastante difícil.  Pensábamos que al haber empezado una vida aquí en Auradon, nos desharíamos de ellos y jamás tendríamos que volverlos a ver.

-Aunque no haya tenido que pasar por eso, los entiendo.

-Gracias por eso, Ben. Me alegra que Mal te tenga para hablarte de estas cosas, con nosotros es muy difícil que se abra para expresar lo que siente sobre ese tema. A pesar de todo, puede que sea la más afectada. Eso le da sentido a porque se puse así de mal cuando...

Se calló. Ya es la tercera vez que oigo algo de ella en estos minutos, y jamás me entero de qué es.

-Carlos...

-Yo...yo no dije nada-dijo nervioso.

Conociéndolo, debe estar rascándose la nuca.

-Carlos, ¿qué es lo que tiene Mal?-le pregunté.

Ya estoy empezando a preocuparme por ella.

-Na, na...Nada-respondió tartamudeando.

-¡Carlos!-le reclamé- Ya he oído tres cosas que me dan razones para preocuparme por ella. Primero dijiste que tiene varias cosas por las que dudar ahora, luego dijiste que eso le daba sentido a que ella se haya puesto así de mal. Y cuando la llamada empezó, oí que le decía algo a Evie sobre no poder contarme algo por teléfono.

-Va a matarme si te lo digo yo en vez de ella.

Ok, esto sí que me preocupa.

-¿Por qué lo haría? ¿Qué es lo que debe decirme?-pregunté.

-Yo...Yo debo irme-dijo pero lo interrumpí.

-¡No, Carlos! Estoy muy preocupado por mi prometida. Y si no fuera por todo esto, estaría ahí con ella. Así que por favor, te ruego que me digas que es lo que le pasa-le insistí.

-Ben, no es que no quiera decírtelo. Es que no me corresponde hacerlo.

-Carlos,en serio necesito saberlo porque si no lo haces, haré que el Hada Madrina me transporte hasta allá-le supliqué.

Y de verdad estaba empezando a considerar esa opción.

-Por lo que veo, en serio estás preocupado por ella y debe verdad no te ha dicho nada. Pensé que era una mentira para encubrirte.

Ahora sí que me confundió.

-Carlos...

-Ben, ella...

Se quedó callado.

-Por favor.

-Ben, sabes que ella estuvo enferma durante la última semana, y nos dijo que quería hablar contigo de eso. Pero resultó ser algo más que eso...-hizo una pausa bastante larga.

¿Está intentando decirme lo que yo creo?

No puede ser, ¿o sí?

-Prosigue.

-Ben, ella está...-hizo una pausa de nuevo-Mal está embarazada.

----------------------------------------------------

Y aquí termina el maratón.

Aún sigo en shock por todo lo que pasó ayer en la Disney Channel Fan Fest.

Pasó mucho desde que escribí un capítulo que superara las 4000 palabras.

¿Qué piensan que sintió Ben?¿Cómo creen que reaccionará Mal cuando se enteré de que fue Carlos el que le dijo?

Espero poder leer aquí sus ideas.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor,su escritora💕.

Publicado el 28/04/2019.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro