Capítulo 20: ¿Me extrañaron?
Hey.
Acá les traigo un nuevo capítulo.
Espero que no me quieran matar después de leerlo...
Como sea,espero que lo disfruten.
Van a haber algunas imágenes al principio.
Lo más seguro es que los próximos capítulos vean que uso los edits de @JufiJauregui, es que son geniales y le van a quedar bien a lo que se viene.
---------------------------------------------------
Mal's POV:
Todas las chicas y yo nos encontramos en el castillo de la familia de Audrey. Hoy es su coronación como la reina de Aurora, el subreino de Auradon que hasta hoy gobernaban Aurora y Felipe, los enemigos de mi mamá.
En unos meses será la coronación de Lonnie como reina de Northern Wei, el otro subreino que gobiernan Múlan y Shang.
Sin contar que, en poco más de un mes, es mi boda con Ben y mi coronación.
Evie diseñó los vestidos y looks de todas...
Y el de Audrey...
-Wow Evie, hiciste un gran trabajo con nuestros vestidos-la halagó Lonnie.
-Sí, te agradezco mucho que hayas hecho esto Evie. Y también a ti Dizzy, amo los accesorios y el peinado que me hiciste.
La habitación de Audrey es prácticamente toda rosa. Todas estaban concentradas terminando de maquillarse y peinarse mientras que yo veía mi teléfono.
-Ponte algo más de rubor M, te ves algo pálida-me dijo Evie antes de pasarme la brocha por las mejillas.
-¡Evie!-le reclamé- ¿A caso será porque hasta hace un día estuve enferma?-le pregunté con obviedad.
-A mí esa enfermedad me suena a otra cosa-canturreó Audrey mientras que terminaba de delinearse los ojos frente a su espejo.
Rodee los ojos.
-Creo que Evie, Dizzy y tú han estado muy insistentes con el tema, princesa rosa-le dije algo irritada.
Me he sentido mal desde hace una semana y desde entonces, ellas tres han estado insinuando que es por algo más.
-No las culpo, Mal. Digamos que Ben y tú no son precisamente tranquilos cuando están solos-dijo Celia antes de ponerse su labial rojo.
Voví a rodar los ojos.
-¿Qué a caso una no puede enfermarse sin que ustedes empiecen a inventar cosas?-les pregunté.
-¡No!-exclamaron las demás al mismo tiempo.
Alguien tocó la puerta. Ninguna le hizo caso.
-Claro, que vaya la que ya está lista-me quejé levantándome.
Abrí la puerta y me encontré con la abuela de Audrey.
-Hola, Lady Mal-dijo algo incómoda.
-Hola, Reina Leah-la saludé del mismo modo.
Que me lleve bien con Audrey y que su mamá y su papá me traten bien, no significa que su abuela ya esté muy convencida con respecto a mí. A pesar de haber sacado a su nieta de un encantamiento, al parecer no lo toma mucho en cuenta.
Ella pasó y buscó a su nieta con la mirada. Audrey la vio por el reflejo del espejo y se volteó.
-¿Pasó algo abuelita?
-No, solamente vengo a avisarles que ya tu carroza y las limusinas llegaron, querida.
-Gracias-le agradecimos todas y se fue.
Me dio una mirada de reojo, se retiró del cuarto y solté el aire que estaba reteniendo en mis pulmones. Definitivamente, no supera el hecho de que soy la hija de la persona que hechizó a su hija. Por favor, han pasado más de 25 años desde que pasó eso, ya va siendo hora de que se de cuenta que yo no tengo nada que ver con mi madre, al menos no en la manera de pensar.
-¿Todas están listas?-preguntó Lonnie sacándome de mis pensamientos.
-Sí-respondimos al unísono.
-Entonces vamónos, hay una princesa a la que deben coronar-dijo Uma.
Todas fuimos saliendo del cuarto. Audrey se subió en una carroza junto a sus padres, sus abuelos y Chad y nosotras en una limusina. Los chicos llegarían también en una.
Antes de montarme en la limusina, sentí un leve dolor en la cabeza. Tuve una sensación rara pero por esta vez, decidí ignorarla. Hoy es la coronación de Audrey y no se la voy a arruinar solo por suposiciones.
Unas horas antes...
Narrador Omnisciente:
En el otro lado del reino, el hada más malvada de todas esperaba su secuaz, la cual había sido hipnotizada desde hacía más de un año, llegara.
Debía confirmarle si no se había modificado la fecha de la coronación que se llevaría a cabo ese día.
Todo debía ir según lo que había planeado junto al padre de su hija. Solo debía liberarlo a él y a 4 villanos más de la Isla. Cuando el plan hubiera sido llevado a cabo, liberarían al resto de los villanos, secuaces y sus descendientes que habían sido aprisionados en ese patético lugar al que llaman Isla de los Perdidos.
La joven de 19 años entró a la pequeña habitación.
-¿Y bien?-la miró con cautela- ¿Todo sigue según lo acordado?-le preguntó.
-Sí, señora. La coronación de la hija de la reina Aurora y el rey Félipe va a tener lugar en pocas horas. En el lugar que le había dicho-le contestó con tono monótono.
Cualquiera que la oyera hablar en ese momento, se daría cuenta de que no era ella misma, aunque cuando tenía a los demás a su alrededor, volvía a la normalidad. Se suponía que su mente debía reaccionar de diferente manera frente a cierto grupo de personas.
-Ya lo sabes, cuando todos estén distraídos, buscarás las dos cosas que te pedí, y solo eso, en el museo.
-Sí.
-Entonces puedes retirarte, nadie debe saber qué viniste a verme hoy.
-Sí, señora.
Salió del lugar y la, ya con gran tamaño, lagartija usó sus poderes.
-Todo va según lo que planeamos.
Hades apareció en la pantalla del pequeño televisor en la esquina del cuarto.
-Me alegra oír eso, querida. En tan solo unas horas, destruiremos este reino y nuestra hija aprenderá lo que significa traicionar a su sangre.
-Después de tantos años, al fin aprenderá.
-Y de la mejor manera...-en sus ojos se posó un brillo malvado-Sufriendo.
Ambos soltaron carcajadas malvadas.
Volviendo a la actualidad...
Evie's POV:
Desde que entramos a la limusina, he notado que Mal estaba algo perdida en sus pensamientos. Cuando se estaba subiendo, noté un brillo verde muy extraño en sus ojos y cuando los volvió a abrir, fue como si nada hubiera pasado.
-M-la llamé susurrando.
Ella estaba sentada a mi derecha.
-Umm...
-¿Estás bien? Te noto rara desde hace un rato.
Levantó su cabeza para observarme.
-Estoy bien, E. No te preocupes por mí.
-Mal, eres como mi hermana, obviamente me preocupo por ti. Además, sé que junto a las chicas te he fastidiado bastante con respecto a que estabas enferma, pero...
Lo dejé en el aire. Es imposible que sea por lo que estoy pensando, a pesar de haberle insistido en broma que era por eso.
-¿Pero qué, Evie? No me vas a dejar con la intriga después de empezar a decirme.
Seguíamos hablando entre susurros. Me aseguré de que las demás no estuvieran oyéndonos. Y no lo hacían, estaban muy ocupadas hablando de la coronación de Audrey. Me siento algo culpable por no estar en lo mismo que ellas.
-Amiga, te conozco desde hace años y sé qué que tú te enfermes es algo que puede pasar una vez de un millón. Estoy segura de eso ya que compartimos cuarto durante dos años. ¿No crees que hay una probabilidad de que esto de verdad signifique que puedas est...
Noté que se estaba poniendo algo pálida cuando cayó en lo que estaba sugiriéndole, pero no pude terminar de preguntarle porque Jane me interrumpió.
-¡Ya llegamos!-exclamó alegre.
Si bien Audrey y ella no fueron muy unidas desde un principio, se conocen desde que son niñas, es inevitable que esté emocionada y feliz por ella.
Todas empezamos a bajarnos de nuestro transporte hasta acá. Caminamos hacia donde estaban los chicos y ella se quedó más atrás. ¡Rayos, creo que metí la pata!
Mal's POV:
Cuando llegué al lado de Ben, pasó un brazo por mi cintura y me puse nerviosa.
Miré en dirección a Evie y Doug y vi que articulaba un <<Lo siento>>. Y deberías senrtirlo E, porque ahora no sé que pensar con respecto a eso.
No puede ser cierto lo que ella está pensando, es imposible.
No me cuadra ningún momento en el que pueda haber pasado. Intenté recordar todos los momentos posibles y no recuerdo ninguno. Al menos que haya sido...No, no lo creo.
Maldita sea Evie, estoy confundida. Solo son suposiciones de mi mejor amiga, ¿cierto?
No creo ni pienso que eso sea verdad. Aunque...
-¿Amor, te sientes bien?-me preguntó Ben en el oído y por poco pego un salto.
Estaba tan concentrada en eso que no me había dado cuenta de que no le había prestado la más mínima atención a lo que mis amigos estaban hablando.
-Sí...-susurré algo insegura.
-Oyéndote usar ese tono dudo que en serio lo estés-dijo preocupado y acarició mi mano.
Justo en este momento no necesito que me conozca tan bien.
-Creo que es una conversación que debemos tener después, cariño, no es el momento ni el lugar.
Me miró extrañado. Abrió la boca para decirme algo pero Harry lo interrumpió.
-Ya es hora de entrar.
-Tiene razón, muchas personas ya se están sentando-le siguió Uma.
Todos los seguimos, quedándonos nosotros dos de últimos.
-Hablaremos de esto cuando volvamos. ¿Sí?-le pregunté para tranquilizarlo.
-Ok.
Espero que Evie no tenga razón.
(...)
Todos estábamos sentados en la segunda fila. Chad y la familia de Audrey estaban en la primera y los padres de Ben estaban detrás de nosotros dos, para ponerme más nerviosa. Los padres de Audrey se dirigieron hacia dónde estaba el Hada Madrina.
<<Ok, Mal, tranquilizante. No puede ser eso, cuando vuelvas al castillo, hablarás con Ben y te asegurarás de que solo sea una falsa alarma>>. Me dije mentalmente.
Unas trompetas sonaron y las puertas de la catedral de Auroria se abrieron. Audrey apareció detrás de ellas y todos nos levantamos.
Agarré la mano de Ben para intentar calmarme y él la apretó, creo que está funcionando. A medida que ella iba avanzando por el pasillo, todos iban haciéndole reverencias, y eso mismo hicimos nosotros cuando pasó a nuestro lado.
-Todo va a estar bien, cariño-me susurró Ben en el oído y me dio un beso en la coronilla.
Vi como Aurora y Félipe le sonreían a su hija y ella terminó de llegar a los escalones, donde el Hada Madrina la esperaba.
Toqué el collar que me regaló Ben, el cual se encontraba en mi pecho y lo miré unos segundos. Tengo un mal presentimiento, pero no logro saber que es.
Audrey levantó un poco las capaz de tela de la parte baja de su vestido para poder subir los peldaños. Ella apoyó sus rodillas en el suelo y sus ojos se posaron sobre la mujer en frente de ella. El Hada Madrina la veía sonriente, al igual que los demás.
¿Porqué si todos están tan felices y sé que esa voy a ser yo dentro de poco, siento que algo no está bien?
Sentí que el piso de movía un poco y creo que no fui la única que lo sintió. A continuación, se vio una especie de brillo que venía desde afuera y luego el cielo volvió a la normalidad. ¿Qué demonios está pasándo?
Al ver que todo volvió a estar en orden, la directora de Auradon Prep prosiguió. La madre de Audrey se inclinó un poco y la antes nombrada le quitó con cuidado la corona, para luego colocársela a la descendiente de la Bella Durmiente.
Sacaron del cristal que encerraba, como en la coronación de Ben, a la varita mágica.
-Audrey Felicity Beauty, ¿juras solemnemente, gobernar al pueblo de Auroria con bondad y honestidad, durante todo tu reinado?
La rubia sonrió.
-Lo juro solemnemente.
-Pues entonces, con mucho honor y alegría te nombro reina de Auroria-dijo el Hada Madrina bendiciéndola con su varita mágica.
Audrey se levantó con cuidado y arregló su vestido.
-¡Les presentó a la nueva reina de Auroria, la señorita, Audrey Beauty!-exclamó el Hada Madrina y todos aplaudimos y le dimos una reverencia.
En medio de todos los aplausos y silbidos, el cristal del vitral de los ahora ex-reyes de Aurora, se rompió, dejando entrar un montón de humo verde.
¡Oh, no! Oh, no, no, no. No puede ser, no puede ser ella. Pero unas carcajadas malvadas muy conocidas para mí me hicieron confirmar mis temores. Todo el mundo empezó a gritar y a alejarse.
Mis piernas estuvieran a punto de fallarme si no fuera porque Ben me levantó y me rodeó la cintura. Por un segundo tuve ganas de vomitar, pero se fueron al instante.
Audrey corrió para ponerse detrás de nosotros, al igual que sus padres y el Hada Madrina. Todo eso ocurrió en menos de cinco segundos, luego de eso, mi mamá apareció en medio de todo el humo, con su típica sonrisa malvada en el rostro.
-¡VOLVÍ!-gritó.
Me di cuenta de que tenía su cetro entre sus manos y me preocupé. ¿Cómo había logrado obtenerlo?Luego del "incidente" con Audrey, este había vuelto al museo, junto con la corona de la reina y la piedra de mi papá.
Con respecto a su forma humana, ya estaba preocupada por que eso pasara desde las dos ultimas veces que la visité.
-¿A caso no me extrañaron? Porque yo creo que sí-dijo y soltó una carcajada llena de maldad.
Empezó a caminar hacia la gente, específicamente a dónde estábamos nosotros.
-Mal, mi hija traidora, pareces una princesa-dijo en tono agudo- Te ves ridícula-espetó irritada.
Sentí la mirada de Ben, sus padres, mis amigos y todos los presentes sobre mí.
-Madre-solté seca.
Ya estaba apunto de llegar a nosotros así que Ben me puso detrás de él y me rodeó con los brazos.
-Ay, que adorable es su hijo-dijo sarcástica dirigiéndose a los padres de Ben, quienes estaban justo detrás de mí- Es un mocoso insoportable, al igual que mi inepta hija.
Sentí como la espalda de Ben se tensaba. Disimuladamente, agarré una de sus manos para tranquilizarlo.
-No voy a permitir que hable así sobre ella-le dijo molesto.
-¿Ven? Eso es de lo que hablo...-se acercó más y todos retrocedieron- Esto es solo entre mi hija y yo, niño insolente, así que te recomiendo que te apartes de ella y me dejes hablarle.
-Jamás-le gruñó irritado.
Si lo sigue provocando, sé lo que le va a pasar a Ben.
-Como quieras-dijo y salió un brillo verde de la mano que no sostenía el cetro.
Pero me aparté de él y me interpuse, bloqueando su hechizo con mi magia.
-¡Estoy harta de ti, madre!-grité molesta y oí los murmullos de la gente-¡No voy a dejar que dañes a nadie, mucho menos a Ben!
-No me provoque, niñata, sabes muy bien de lo que soy capaz, tú misma has vivido las consecuencias de ello-dijo y se rió con malicia.
Si quería hacerme llorar no lo logrará, no esta vez.
-Créeme, tanto daño me has hecho que ya no me afecta-le dije con indiferencia.
Ok, estoy consciente de que no es del todo cierto, pero ella no tiene por qué saberlo.
-Cuidado con el tono que usas, jovencita, sigo siendo tu madre-me reclamó.
Empecé a reírme.
-¿De qué te ríes, mocosa?-preguntó entre confundida y molesta.
Fingí que me secaba una lágrima.
-Es que me da gracia el hecho de que aún te consideres mi madre, teniendo en cuenta que durante todo mi vida me trataste como esclava. Jamás te importó si tus acciones o palabras me dañaban, física o mentalmente-le dije y junté mis manos- Así que discúlpame por creer que es divertido que te hagas llamar mi madre, cuando nunca me demostraste una pizca de amor, ni si quiera de cariño ni afecto o al menos de respeto.
Sabía que había dado justo en el clavo porque sus ojos se volvieron brillantes, al igual que los míos.
Ya no me importaba si la gente se enteraba de lo que alguna vez ella me hizo, necesitan terminar de conocer al monstruo que en verdad ella es.
Su mirada se volvió desafiante y la mía también.
-Te crees muy chistosa al decir e inventar todas esta bobadas solo para quedar bien con esta gente, cuando tú querías ser una copia de mí.
Apreté los puños y mis amigos se acercaron. Ben se puso detrás de mí y agarró mi mano, haciendo que mis ojos dejaran de brillar.
-Nosotros hemos llegado a ser testigos de sus insultos...-empezó Evie.
-..., de sus órdenes...-le siguió Jay.
-...y de sus castigos-terminó Carlos, quien tenía a Chico en brazos.
El pobre animal estaba temblando en los brazos del pecoso.
-Todos los que algunas vez hemos vivido en la Isla...-dijo Uma.
-...conocemos lo que es ser maltratado...-continuó Harry.
-...o usado como asistente...-prosiguió Gil.
-...o simplemente ser hechizado...-dijo Celia.
-...o usado como sirviente-culminó Dizzy.
Los gemelos Smee no dijeron nada, pero si asintieron a todo lo que habíamos dicho, a pesar de ser hijos de un secuaz, si vivieron muchas de esas cosas. Aunque más que todo por el resto de los habitantes de la Isla de los Perdidos.
La gente a nuestro alrededor nos miraba atónitos. A excepción de mis futuros suegros, el Hada Madrina y nuestros amigos de Auradon.
-Así que madre, ¿qué debes decir en tu defensa?-le pregunté de brazos cruzados.
Sé que no se va a quedar callada o por lo menos va a intentar hacer algo.
-Piensas que eres muy lista, Mal, pero no cuentas con todo lo que está por venirse-dijo y soltó una carcajada malvada.
Su cetro se iluminó y empezaron a salir destellos de él. Seguido de eso,un humo verde recorrió todo el lugar.
Empezamos a toser y no lográbamos ver nada de lo quedaba a nuestro alrededor. Cuando todo se aclaró oí los gritos de mis amigos.
Todo la gente a nuestro alrededor estaba bajo un hechizo del sueño, como él que ella le había lanzado a la Bella Durmiente y como el que Audrey y mi papá habían lanzado hace unos años. Los únicos despiertos éramos nosotros, Bella, Adam, la ex-reina Leah y el Hada Madrina. Pero eso no fue lo peor...
-Mamá, papá, abuelo-chilló Audrey e intentó correr hacia sus padres y el ex-rey Stefan.
Chad y su abuela se interpusieron. Ella pataleo en el aire hasta que Chad la dejó en el piso y se puso a llorar. Él también tenía algunas lágrimas en sus ojos, por ver a sus padres convertidos en piedra y también la reina Leah, al ver a su hija, su yerno y su esposo en ese estado, solo que ella si estaba soltando las lágrimas en silencio.
Jane estaba abrazada a su mamá y tanto Lonnie como Doug, estaban o llorando o con lágrimas en los ojos.
Los únicos convertidos en piedra habían sido las familias de mis amigos, los demás estaban bajo el hechizo.
-¿Porqué haces esto?-le pregunté llena de rabia.
Sabía que eso la iba a distraer de lo que estaban haciendo Jane y el Hada Madrina. Noté que ambas estaban articulando disimuladamente un hechizo de protección para nosotros, y otro para que no lograra hacerle más daño a los demás. El Hada Madrina hacia ligeros movimientos con su varita pero desde donde mi madre estaba no eran notorios porque los demás las tapaban.
-¿Qué no es obvio? Quiero vengarme de toda esta gente, en especial de tus amigos y de ti, por traicionar a su propia sangre.
Intentó acercarse a mí pero la barrera se lo impidió.
-Muy astutos, muy astutos-dijo sarcástica- Pero estoy segura de que no contaban con esto.
Se alejó un poco. El humo verde la rodeo y yo sabía lo que se venía.
-No quiero que estemos aquí en estos momentos, así que magia mía, llévanos lejos-recité un hechizo algo modificado de los que nos había enseñado el Hada Madrina a Jane y a mí.
Para el momento en que ella se terminó de transformar en dragón, un humo morado, azul y verde nos rodeó.
Lanzó llamas por su boca justo cuando desaparecimos de ahí.
Todos caímos al piso cuando llegamos al piso del castillo. Empezamos a levantarnos con cuidado.
Sentía que mis piernas me iban a hacer caer en cualquier momento. Caminamos y nos encontramos con que todas las personas que trabajan en el palacio-incluyendo a la Señora Potts, Ding Dong y Lumière-, estaban bajo el hechizo.
-¿Y ahora que vamos a hacer?- preguntó uno de los más pequeños.
Dizzy abrazó a Squeaky, quien había hablado, y Celia a Squirmy.
-Necesito de su ayuda-dije dirigiéndome a Jane y a su progenitora.
-Claro que sí, Mal-accedió la chica de ojos azules.
-Por supuesto, querida-dijo su mamá.
Sentí una leve presión en la cabeza pero la ignoré.
-Necesito que me ayuden a poner una barrera alrededor del castillo para protegernos. Mientras que logramos idear una solución, debemos estar en un lugar seguro, así nos vayamos de aquí después o no, mi madre no tardará en darse cuenta de que estamos aquí y dudo que esté haciendo esto sola.
-Ok-dijeron madre e hija y se dirigieron a los jardines.
-Dizzy, Celia-ambas miraron en mi dirección- Por favor cuiden a los gemelos.
-Está bien, Mal-dijeron ambas y se retiraron a una de las salas del castillo.
-Uma, Gil, Harry-los tres me miraron.
-Vayan con Jane y el Hada Madrina por si necesitan ayuda para defenderse.
-Bien-dijeron los tres al mismo tiempo y se fueron hacia donde se habían ido las nombradas.
-Igual tú, Lonnie-le dije y la hija de Mulan los siguió.
La presión en mi cabeza empezó a hacerse más insistente y tuve que cerrar lo ojos. Ben se puso a mi lado y me abrazó.
-Yo te ayudo-me susurró, dándome un leve apretón de hombros- Reina Leah, Doug, Chad y Audrey, quédense aquí en caso de que los demás despierten, posiblemente necesitarán ayuda.
Abrí los ojos e intenté relajarme, pero el dolor no se iba.
-¿Qué hacemos nosotros, chicos?- preguntó Bella.
Ella y el papá de Ben se acercaron a nosotros.
-Creo que vamos a necesitar ayuda de ustedes y de mis mejores amigos para esto-dije y los chicos me miraron sonriendo.
Empezamos a caminar hacia la oficina de Ben, ahí hay mapas y cosas que pueden ayudarnos a saber dónde podemos refugiarnos y que lugares podrían interesarle a mi madre.
A mitad del camino, la presión se hizo más fuerte y sentí un vacío en el estómago. Mis piernas me fallaron y sentí como me caía al suelo.
-¡Mal!-oí que exclamaron todos.
Ben logró agarrarme antes de que terminara de rozar el piso.
Cada vez empezaba a ver todo más oscuro.
-Mal, no es gracioso-dijo Carlos.
-Hermana, por favor no hagas esto ahora-oí que decía Jay.
Mi cabeza estaba apoyada en las piernas de Ben y el resto de mi cuerpo en el piso.
-M, ¿qué ocurre?-preguntó Evie.
-Evie, creo que está por terminar de desmayarse-dijo Adam.
Poco a poco las voces se oían más lejanas.
-Amor, ¿qué tienes?-oí a Ben.
Lo último que recuerdo, es que decían mi nombre insistentemente cuando mis ojos se cerraron.
---------------------------------------------
Maldita sea con Disney.
Se suponía que este capítulo iba a ser para el próximo fin de semana,pero luego de que saliera el Teaser de Hades no pude aguantarme.
Igualmente,seguiré con lo planeado e intentaré subir un capítulo el Viernes o el Sábado y el otro al día siguiente.Esto es para hacer una especie de mini maratón ya que van a salir cosas nuevas durante el Disney Channel Fan Fest.
Comenten aquí lo que piensan que tiene Mal.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor,su escritora💕.
Publicado el 19/04/2019.
Editado el 09/07/2019.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro