Capítulo 16: Un mal está surgiendo
Ya sé que las hice sufrir con el capítulo anterior,yo también sufrí escribiendo el final,pero acá les traigo un nuevo capítulo que espero que les guste.
Por cierto,no pude evitar poner el vídeo de I Have Questions de Mal y Maléfica que hizo la genial JufiJauregui (Wattpad se pone necio cuando intento taguearte).
Quedaba genial después de cómo terminó el capítulo anterior.
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Mal's POV:
Mi corazón estaba latiendo muy rápido cuando me desperté. No me había dado cuenta de que había despertado a Ben. Quitá rápidamente las lágrimas de mis mejillas cuando prendió la luz de su mesa de noche. Me miró preocupado.
-Estoy bien-susurré.
Me di la vuelta y hundí mi cara en la almohada.
-Mal, sé que no lo estás. Intenté despertarte varias veces porque estabas muy agitada y no lograba despertarte-levanté la vista- Hice todo lo posible y no lo logré-me dijo.
Abrió sus brazos y me escondí en ellos. Creo que esta ha sido la peor pesadilla que he tenido hasta ahora. Sin darme cuenta, las lágrimas empezaron a salir solas de mis ojos.
Le hablé de todo lo que había pasado en mi sueño. Nesecetiba sacarme ese peso de encima. Sabía que mi mente me había jugado una muy mala pasada, aunque estoy segura de que esto no sólo fue producto de mi mente.
-Quiero hacer todo lo posible por olvidarme de esto, pero me va a ser imposible. Jamás había sentido que una de mis pesadillas fuera tan real. De lo que sí estoy segura es que no quiero volver a ver a mi mamá nunca, al menos no por ahora.
-Lo entiendo completamente. Quiero estar seguro de que por lo menos después de hablar, estás bien para dormir.
-Para dormir sí, porque tengo quien me proteja y me apoye-le dije y sonreí.
-Al fin vuelvo a ver esa sonrisa que tanto amo-me dijo acariciando mi espalda- Sabes que si me necesitas, puedo avisarles que hoy no vas a clases y suspendo todo lo que tengo pendiente.
Le di un beso en la mejilla.
-No hace falta, por más de que me gustaría que lo hicieras. Si quiero graduarme para antes de la boda, debo entregar todos mis trabajos esta semana y además tienes que cumplir tu deber como rey.
-Para mí es más importante mi deber como tu novio, cariño-agarró mi mano y besó los nudillos- ¿Segura que no quieres que esté contigo?
Apreté su mano.
-Créeme, voy a estar bien-apagué la luz- Y pronto yo también tendré que cumplir con mis deberes como reina, se supone que debes darme un buen ejemplo.
Se rió.
-Digamos que cierta personita a influido en mí en algunas cosas-dijo rodeándome con sus brazos- Me gusta oírte hablar de esa manera sobre tu futuro, sobre nuestro futuro.
-Bueno, no voy a dejar que nadie, ni siquiera mi mamá, se interponga en lo que hemos planeado en años-le dije.
Besó mi coronilla.
-Buenas noches.
-Buenas noches, cielo.
(...)
Carlos y Jane me acompañaron hasta mi clase cuando llegué y luego me quedé con ellos en el almuerzo. Él tenía clases y ella estaba ayudando a su mamá con cosas de Auradon Prep, ya que en un futuro va a ser la directora. Yo tenía que esperar a que Ben llegara por mí ya que quería que fuéramos de picnic al Lago Encantado.
-Gracias por hacer esto chicos. Sé que Ben les insistió para que me acompañarán.
-Cuando necesites, Mal. Además, con gusto te acompañamos cuando sea. ¿Cierto, amor?-le preguntó Jane.
Los dos iban agarrados de la mano y me parecían extremadamente adorables.
-Claro que sí. ¿Segura de que no quieres contarnos? Entre lo preocupado que sonaba Ben y lo poco que nos dijo, Evie, Jay y yo estuvimos apunto de ir al castillo-me dijo Carlos.
Rodee los ojos. Ya decía yo que Ben había estado muy tranquilo con esto.
-Creo que prefiero dejarlo así. Y ya le había dicho que para mí era mejor intentar olvidarlo.
Me molesta un poco que haya hecho esto. Se suponía que íbamos a dejar el tema hasta ahí.
-No te enfades con él. Ben solo quería ayudarte. Como queremos hacerlo nosotros-dijo el pecoso levantando a Chico, quien iba caminando a nuestro lado.
Suspiré.
-Está bien. Sé que lo hace con buena intención.
Si no fuera porque conozco la razón por la que lo hizo, me molestaría con él. Aunque es un poco difícil que me moleste con Ben en estos momentos.
-Ya tenemos que irnos, mamá nos espera en su oficina-dijo Jane.
-Cierto, lo lamento.
-Tranquilos, ya Ben debe estar por llegar.
-Adiós, Mal-se despidieron.
-Adiós chicos. Suerte con tu suegra, Carlitos-le dije y Jane se rió.
Caminé hacia mi casillero y guardé los colores que uso para mis clases y el libro que estoy leyendo en mi bolso. Me quedé viendo las fotos que tengo con Ben y los chicos en mi casillero e inconscientemente toqué el collar que Ben me regaló.
Sé que todo lo que vi anoche fue una pesadilla y solo eso, pero sigo teniendo una sensación extraña de que no inventé todo lo que vi.
Una persona se paró al lado de mi casillero y sabía quién era. Levanté la vista y mis sospechas fueron ciertas.
-Hola, Bennyboo-dije cerrando mi locker.
-Hola, bebé.
Me abrazó con fuerza y me sentí bien en sus brazos. Empezamos a caminar hacia la salida de la escuela.
-¿Todo bien en tus clases?-me preguntó pasando un brazo por mi cintura.
Como siempre, los chismosos hacían su trabajo de paparazzis mientras que estábamos ahí. Desde que nos comprometimos, se ha vuelto más común que la gente haga eso cuando estamos en público.
-Bueno, si me hiciste falta. Pero lo bueno es que el retrato y algunos de mis dibujos me dejaron como la mejor de la clase ya que saqué A+.
-Eso me enorgullece-dijo dándome un beso en la cabeza y sonreí- Lamento haberme puesto tan sobreprotector diciéndole a los chicos que te acompañaran.
Llegamos al frente de su moto.
-No te angusties. Entiendo porque lo hiciste. Y si hay próxima vez, que espero que no la haya, te pido que no te excedas tanto y le cuentes, aunque sea un poco, a los chicos, ¿sí? No quiero preocuparlos.
Me ayudó a subirme.
-Dalo por hecho, quiero evitar los problemas entre nosotros, aunque me cueste no decirles si se preocupan por ti.
Arrancó la moto y emprendimos camino al Lago Encantado. Me quedé dormida en el camino, probablemente porque ayer nos fuimos a dormir bastante tarde por nuestra fiesta de compromiso y después porque nos desperté a causa de la pesadilla.
Amo que Ben tenga estos gestos conmigo. Nos trajo comida y no podían faltar las fresas.
-A veces siento que no te merezco, pones demasiado esfuerzo en hacerme estos detalles y yo lo único que hago es preocuparte-le dije recostándome sobre su pecho.
Estábamos tirados encima de una manta sobre el piso de piedra.
-No vuelvas a decirme eso. Te mereces a cualquier persona que sepa valorarte y quererte o amarte. Por suerte, yo tengo la suerte de ser una de esas personas-me dio un beso en la coronilla y cerré los ojos- Sí me preocupo por ti, es porque te amo y quiero ayudarte. Además, tú me has apoyado siempre y me demuestras tu amor todos los días. Con eso me basta.
Levanté mi cabeza y lo besé en los labios. Nos dio la vuelta y yo quedé debajo de su cuerpo. Me reí al sentir como me hacía cosquillas en el estomago en medio del beso.
-No pienses que quiero sobreprotegerte, aunque sé que a veces lo hago, solo quiero que estés bien y feliz. Sea o no sea conmigo.
-Ahora yo te digo que no vuelvas a decirme eso. Con la única persona que sé que puedo ser feliz, es contigo y con nadie más-dije y le di en la punta de la nariz con mi dedo.
Agarró mi rostro entre sus manos y nos volvimos a besar.
-Momentos como este son justo lo que necesito ahora. Tener paz y tranquilidad para los dos, sin nadie vigilándonos.
Se puso a mi lado y rodeo mi cintura con su brazo.
-Estoy de acuerdo contigo.
Tomó mi mano y me dio un beso en los nudillos y luego la empezó a llenar toda de besos. No pude evitar reírme.
-Amor, si te elegí a ti, es porque quiero compartir mi vida contigo. Piensalo de este modo, hace 5 años, jamás hubiera pensado en decir algo como esto. Pero tú me enseñaste lo que es amar y nadie lo habría hecho como tú-tomé una pausa, él me observaba con atención- Te elegí a ti, porque cuando mi luz se apaga, te sientas a mí lado en las sombras, y me enseñas como volver a brillar.
Se lanzó a mis labios y lo encerré entre mis brazos. Rozamos nuestras narices sin parar de sonreír.
-Mi princesa Malvada, repetiría infinitas de veces el diá en el que te vi por primera vez y en ninguna de esas veces me arrepentiría de que estemos como estamos ahora-me dio un beso en la punta de la nariz y apartó los mechones de pelo que caían sobre mi cara- Sé que somos jóvenes, sé que nos falta mucho por vivir y que tenemos muchas diferencias y desacuerdos, pero amor, me gustaría pasar el resto de mi vida contigo, sin importar lo que pase.
Le llené la cara de besos y nos abrazamos. A los pocos minutos los dos nos quedamos dormidos sin prestarle atención a luz del sol.
No sé cuántas horas estuvimos así,pero nos hicieron bien. Como ya era costumbre por dormirnos así, no podía moverme porque tenía el brazo de Ben encima mío.
Levanté la cabeza ligeramente para susurrarle en el oído.
-¿Ben?-soltó un gruñido que me pareció adorable- Cariño, creo que pronto se va a hacer de noche.
-5 minutos más.
Solté una risita.
-Recuerda que le prometimos a tus padres que cenaríamos con ellos.
-Todos nos fuimos a dormir tarde ayer, entenderán si llegamos más tarde-dijo adormilado.
-¿Qué clase de futura nuera sería si rompiera esa promesa?-le pregunté.
Abrió los ojos y lo miré alzando una ceja.
-Está bien.
Me levanté y él hizo lo mismo de mala gana. Caminamos por el puente de regreso a la moto.
-Amooooor-lo llamé.
-Sé que cuando usas ese tono es que quieres algo.
-Pffff, ¿yo?-pregunté señalándome- ¿Cuándo he hecho eso?
-Cada vez que quieres fresas, ¿es suficiente para saber que lo usas?-me preguntó sonriendo.
-Bueno, si quiero algo.
Pasé mi brazo por su cadera y él imitó el gesto.
-¿Qué qué es lo quiere mi hermosa princesa malvada?
-¿Puede conducir la Vespa?Porfiiiiiiiiiii-lo miré haciendo cara de perrito.
-Sí.
-Gracias, gracias, gracias-dije dandole varios besos por todo el rostro.
Se rió y me dio las llaves. Ya estábamos a pocos metros así que corrí como una niña pequeña a la que le dan un dulce y encendí la moto.
(...)
A la mañana siguiente, Ben tuvo que irse a una reunión y yo tenía que ir a presentar los últimos exámenes de administración de un reino. Al fin saldría de todo eso.
Anoche, después de cenar con los padres de Ben, estuve leyendo durante varias horas todo lo que va para el examen. Y como consecuencia no dejé dormir a mi pobre novio hasta que estuve lista ya que él me estaba haciendo preguntas de lo que estudié.
Si no fuera porque él me ayudó, probablemente me costaría más responder todo. Me falta una pregunta por responder y siento que mi cabeza va a explotar.
El timbre sonó y ya tenía que entregar el examen. Maldije entre dientes. Todos empezaron a entregar sus exámenes.
Audrey y Lonnie pasaron a mi lado y susurraron que me esperarían afuera para almorzar. Ellas también tenían que rendir estos exámenes ya que las dos van a ser coronadas en su reinos dentro de algunos meses. Audrey como reina de Auroria y Lonnie como reina de Northern Wei.
-Lady Mal-me llamó la profesora y levanté la vista de mi hoja- Usted es la única que falta.
Después de que mi cerebro se friera en los últimos 15 minutos,logré responder la maldita pregunta y entregué mi prueba.
Salí del salón y las chicas me estaban esperando afuera como me dijeron.
-Agh, al fin salimos de ese examen. ¡No quiero volver a ver una prueba en mi vida!-exclamó Audrey con fastidio.
-No veremos pruebas, pero si papeleo-le dijo Lonnie.
-Mucho, mucho papeleo.
-Al menos tú, Lonnie,solo te tienes que encargar de un reino. Si Chad y yo nos casamos, también tendré que ocuparme de mi reino y de Cinderellasburg-dijo en tono de queja la princesa rosa.
-No te quejes, Ben y yo nos tendremos que encargar de Auradon completo, incluyendo supervisar los subreinos.
-¡Espera un segundo!-dijo Lonnie.
Se paró al lado del casillero de Audrey.
-¿Qué pasa Lo?-le pregunté.
-¿A caso ella insinuó que planea casarse con Chad?-preguntó emocionada.
Ahí fue que reaccioné. Audrey se escondió detrás de la puerta del casillero mientras que sacaba sus cosas.
-Cierto, jamás te habíamos oído hablar de que lo tuvieran pensado.
Audrey cerró su casillero y seguimos caminando.
-Bueno-suspiró- No es que no lo hayamos pensado, es solo que...ah...No sé si él me lo pedirá algún día.
-¿Mal, oí bien o la princesa engreída dijo que no está segura que le van a pedir matrimonio?-preguntó Lonnie.
-Me pregunto lo mismo-dije igual de sorprendida.
La nombrada rodó los ojos.
-No es que no crea que nunca vaya a pasar, es que con lo idiota que es Chad, porque sé que lo es, no sé si ha notado las indirectas que le he dicho con respecto al tema.
-Nunca digas nunca, Audrey. Aquí me tienes a mí, después de 16 años diciendo que jamás tendría novio y resulta que voy a ser la primera en casarme de entre todas nosotras-le dije.
Entramos a la cafetería a buscar nuestros almuerzos. Ibamos a encontrarnos con Carlos y Jane en el patio de la escuela, como ya es usual.
-Lo tuyo es diferente, Malsy-me dijo la ahora rubia.
Dejó su pelo castaño de nuevo después de la graduación y volvió al rubio hace unos meses.
-Sí, no todos viven una historia de amor de cuento de hadas como la tuya y de Ben-dijo Lonnie.
Sonreí un poco y miré mi collar. Como se lo dije a Ben, prácticamente ni me lo he quitado desde que me lo dio. Al igual que el anillo de compromiso y el que fue de su papá y luego de él.
-Lo sé.
Las dos me miraron con ternura.
-Hablando de ustedes dos. ¿Cuándo van a enviar las invitaciones de la boda?-preguntó Lonnie canturreando lo último.
-Es verdad, faltan como 5 meses y aún no las han enviado.
-Planeamos hacerlo este fin de semana. Con tantas cosas de por medio, no lo hemos podido hacer aún.
Llegamos a la mesa con los demás y empezamos a comer.
Unos días después...
Ben y yo estamos terminando los últimos detalles de las invitaciones.
Evie y Jane nos habían ayudado a encontrar las tarjetas que según ellas, son perfectas para nosotros.
Una gran parte del reino estaba invitada. Nuestros amigos, los padres de Ben, reyes, reinas, príncipes, princesas y héroes de todo Auradon.
En cierto momento mínimo había considerado invitar a mi papá y a mi mamá, obviamente los dos sólo iban a estar en la ceremonia, rodeados por muchos guardias. Pero esa idea la tuve que descartar por completo desde la penúltima vez que visité a mi mamá y cuando empecé a tener las pesadillas.
-Ya sabes a quién más sacamos de la lista, ¿verdad?-le pregunté.
Estábamos en su oficina en el castillo. Él estaba sentado sobre la silla detrás del escritorio y yo estaba sentada en su regazo.
-Ajá-dijo tachando el nombre de Alena.
Antes de todos los ultimos problemas con ella, lo pensamos por un pequeño instante ya que sus padres son amigos de mis suegros, pero después de todo lo que ha hecho,ni muerta la dejaría entrar a nuestra boda. Ni siquiera que de un paso en la fiesta.
-¿Ya están todos?-le pregunté.
Revisó la lista por última vez.
-Sí.
Me dio un beso en la mejilla.
-¿Estás segura de que aún quieres que nuestra luna de miel sea en la cabaña?-me preguntó agarrando mis manos- Porque sino, estoy dispuesto a buscar otro lugar y darte una gran sorpresa.
Sonreí y acaricié su pelo.
-Aunque amo tus sorpresas, ese lugar es perfecto para eso-le dije.
-¿Segura?
Asentí con la cabeza. Estuvimos a punto de besarnos hasta que alguien tocó la puerta.
-Aaagh-dije escondiendo mi cabeza en el pecho de Ben.
Él se rió.
-¿Quién es?-preguntó.
-Soy yo, señor-oímos la voz de Ding Dong.
Me levanté del regazo de Ben y puse la otra silla al lado de la suya. Me senté.
-Puedes pasar.
El hombre entró haciendo una reverencia.
-¿Ya está todo listo?-preguntó mirando el montón de pilas de sobres.
-Sí, ya pueden llevárselas-le dije.
Narrador Omnisciente:
Unas semanas más tarde, la hermosa y adorada pareja se encontraba en una cita cuatruple. Entre las otras parejas se encontraban Doug y Evie, Carlos y Jane y Jay y Lonnie. Todos reían por las estupideces de los dos últimos chicos.
-Ya, poniéndonos serios, quiero brindar por mi hermanita y nuestro amigo-dijo Jay alzando su malteada.
Estaban en un restaurante inspirado en los años 60. La mesa estaba hecha de modo que a cada lado, cabían cuatro personas. Ben, Mal, Evie y Doug de un lado y Carlos, Jane, Lonnie y Jay del otro.
-Es cierto-le siguió la chica de rasgos asiáticos.
Alzó también su vaso.
-Estoy de acuerdo-les siguieron los menores del grupo.
-Nosotros igual-le siguieron la peliazul y el chico de lentes.
La pareja real imitó su gesto, sonriendo.
-Por la boda Beal y la futura reina-dijeron los chicos.
-Por la boda Beal y la futura reina-los imitaron las chicas.
Todos chocaron sus malteadas y se rieron.
Los comprometidos se dieron un pequeño beso, siendo aplaudidos por sus amigos. Ella apoyó la cabeza en su hombro y él la rodeó con sus brazos, sin parar de sonreír.
Mientras tanto,del otro lado de Auradon City, el hada más malvada de todas esperaba la llegada de su próxima visita.
Había hipnotizado al hombre que antiguamente fue un candelabro y a los guardias, para que su hija y su futuro yerno no se enteraran de la visita que tendría. Ya había corrido demasiado riesgo y sabía que su hija empezaba a sospechar de ella.
La puerta se abrió, dejando ver a una chica de unos 19 años.
-Al fin llegaste, mocosa-le dijo con fastidio la Emperatriz del Mal- ¿Trajiste lo que te pedí?
Ella le acercó su teléfono y le mostró la imagen de la invitación a la boda del rey y la dama de la corte.
-Hiciste muy bien tu trabajo, chiquita-la felicitó.
-Si quiere arruinarles la vida antes, hay otro evento antes de ese que le podría interesar-le dijo la joven.
A Maléfica se le posó una sonrisa llena de malicia en el rostro cuando la recién llegada le contó sobre el otro evento.
Desde un principio, ella supo que esa chica era la víctima perfecta para formar parte de su plan.
-Ya puedes retirarte.
-Como usted diga.
La chica se fue, dejando a la lagartija sola, o eso pensaba ella.
-Nuestro plan está saliendo a la perfección, querido-dijo soltando una carcajada en tono malvado.
-Para cuando esa mocosa sé de cuenta de lo que está haciendo, será demasiado tarde. La vida de la traidora de nuestra hija ya habrá dejado de tener un felices para siempre-dijo el Dios del Inframundo.
Quien se veía reflejado en el televisor de la pequeña habitación donde la madre de Mal estaba encerrada.
Ambos soltaron carcajadas que a cualquiera le darían escalofríos.
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Hasta aquí les dejo el capítulo de esta semana.
¿Quién piensan que fue a visitar a Maléfica?
Los leo en los comentarios.
Psd:La idea de la cita en un restaurante inspirado en los 60 se me ocurrió gracias al Pop's Chock'Lit Shoppe de Riverdale.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor,su escritora💕.
Publicado el 29/03/2019.
Editado el 09/07/2019.
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