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𝟎𝟎𝟑

Me encontraba en la sala de estar, cuidando a Jung Tae mientras él dormía.

Hee Jin se encontraba en el otro sofá, tejiendo una chompita para el bebé, según me había dicho.

Los minutos pasaban y el doctor aún no bajaba del segundo piso. Desde el momento en que mi padre sufrió esa crisis, tuve que llamar al especialista de la familia, el doctor Song, para que lo revise y nos informe que nada malo había sucedido, no quería más complicaciones.

Pero hace más de una hora exactamente, se encuentra en la habitación con mi padre y eso era preocupante.

Observar a Jung Tae era lo único que me calmaba por ahora, la paciencia con la que soltaba cada respiración y su débil fuerza al momento de apretarme el dedo era lo más puro y tierno que podía sentir en estos momentos. Acaricié su mejilla con dulzura y dejé un beso en su frente, luego cubrí su pequeño cuerpo con una cobija de felpa, para evitar que se resfríe.

—Son tan lindos —escuché a mi tía.

Sentí mis mejillas calentarse, pero no podía evitar hacer todo esto por él, lo amaba y haría todo lo que fuera para que jamás sufriera, jamás.

—Taehyung, tenemos que hablar sobre tu padre.

Dejé al bebé descansar y me senté en una mejor posición. Observé a mi tía y ella hizo lo mismo, dejando su tejido a un lado. El ambiente se tornó a uno muy silencioso, sabía que ninguno de los dos estábamos preparados para a hablar sobre esto, pero si no lo hacíamos ahora tal vez podría ser demasiado tarde.

—El comportamiento que tuvo ayer fue completamente nuevo, jamás había actuado de esa manera —comenzó Hee Jin.

—La pérdida de mi madre fue algo que nos dejó en shock a todos, tía, así que creo que puede ser comprensible.

—Lo sé Taehyung, pero también creo que tu padre debería ir a una terapia, para poder asimilar o manejar sus emociones. No quiero que se comporte así cuando esté frente el bebé y contigo —me miró preocupada.

Escuchaba a mi tía, y las soluciones que decía, que de algún modo serían muy útiles, ¿terapia? ¿Será verdad que mi padre la necesita? Aún tenía mis dudas sobre ello. Él era fuerte, muy fuerte y estable emocionalmente, tal vez lo que sucedió ayer fue más fuerte de lo que pensó, y terminó reaccionando de esa manera. Yo estuve a punto de cometer una locura, así que lo comprendía.

—¿Crees que mi padre acepte ir? —pregunté, refiriéndome a las terapias.

—No lo hará, lo conozco, es tan terco y autónomo. Pero es la única solución que tenemos, por más que lo diga, Taeyong no podrá recuperarse por su cuenta.

Escuchamos algunos pasos descender por las escaleras, era el doctor Song.

Tanto mi tía como yo nos levantamos de nuestros asientos y lo observamos con seriedad, y desesperación por parte mía. Podía ver en su rostro confusión y pena. Tomó asiento junto a nosotros y sacó un pequeño folder de su maletín.

—La situación del señor Kim no es tan agradable, pero esto es más complicado de lo que creí. El presenta síntomas comunes de una depresión y shock postraumático, sin embargo, se que hay algo más, y creo que no tiene relación con su salud. —Nos entregó dos papeles a cada uno.

Al tomar el mío, revise con detenimiento cada parte escrita, y no había mucho que decir, algunos análisis de la presión, la respiración, anemia, etc. No encontraba nada fuera de lo común. Observé a mi tía y por su expresión, supuse que pensábamos igual.

—Le haremos algunos análisis de sangre para descartar enfermedades graves, pero por lo pronto solo necesitará reposo las 24 horas, nada de estrés o cualquier noticia que llegue a afectarlo emocionalmente, y tener una alimentación saludable. —Se levantó de su lugar—. Mañana volveré con los resultados, y así podré sacar una conclusión del estado de tu padre, Taehyung —me observó—. Ahora sí me disculpan, ese sería todo mi informe.

Volvimos a levantarnos y lo acompañamos a la salida.

—Es un bebé muy lindo —dijo de repente, viendo detrás de mí el coche donde estaba mi hermano—, lamento la pérdida de tu madre Taehyung —sentí un ligero abrazo, me sentía agradecido por contar con su presencia.

—Gracias señor Song, gracias por todo —contesté con una sonrisa.

Él hizo lo mismo y luego de despedirse se marchó. Cerré la puerta y solté un suspiro, estaba agotado por mucha información.

Llegué hasta Jung Tae y con solo ver su pequeño rostro y esas aterciopeladas mejillas, hacían que toda preocupación se esfumara de mi mente.

—Taehyung, prepararé la cena, procura distraerte un poco, mientras el bebé está durmiendo. Necesitas relajarte un poco hijo —escucharla hablar de ese modo provocó que viera en ella el rostro de mi madre, y su hermosa sonrisa, pero al concentrarme mejor, solo era mi tía Hee Jin. Sin duda necesitaba un descanso.

—Está bien.

Me despedí de mi hermano y subí al segundo piso, mientras pensaba en alguna otra actividad para distraerme.

«☕»

Había decidido tomar una larga y fría ducha, a pesar de que el clima no era el correcto para ello, sentía que era muy necesario.

Ahora me encontraba acostado en mi cama, revisando algunas noticias del país. Esto es inútil.

Apagué el celular y lo dejé en cualquier lugar sobre la cama. Me sentía completamente solo, es en este momento donde los recuerdos volvieron a llegar.

Recordé como mi madre siempre venía a mi habitación a conversar conmigo sobre mi día, sobre cómo me fue en clases o si me gustaba alguien. Aquellas pláticas tan alegres y un poco vergonzosas eran mis favoritas. Yo estaba aquí en la misma posición, mientras que ella estaba sentada en la silla de mi escritorio, observándome con curiosidad por una respuesta mía.

La imaginé allí, era demasiado real.

—¿Mamá?

Me levanté de la cama y no dejé de observarla, sentía mis ojos picar, quería abrazarla, pero sólo era un recuerdo.

Volví a acostarme y no pude contener mis lágrimas, esto me dolía. Dolía mucho.

Quería ser fuerte, pero el recuerdo y el amor que sentía por ella era demasiado fuerte. Sentí un horrible nudo en la garganta, mi pecho se contraía y los quejidos no tardaron en aparecer. Traté de esconder mi llanto con la almohada, no quería preocupar a nadie, sin embargo, era inútil esconder este dolor que me consumía.

Escuché las patitas de mi amigo peludo en mi habitación, había salido de algún lado, y como si supiera que estaba sufriendo, llegó hacia mí y me abrazó. Aquel gestó sin duda me calmó un poco, pero necesitaba más, la necesitaba a ella.

Estuve con Yeontan por unos minutos más, hasta que pude controlarme. Mi respiración se calmó y las lágrimas ya no salían. Mi mirada estaba perdida, y sólo quería dormir.

Ya había anochecido, y no tenía mucho que hacer, solo recostarme y perderme de este mundo por algunas horas.

El sonido de los toques en la puerta me alertó. Con la manga de mi sudadera limpié el resto de mis lágrimas y desordené un poco mi cabello. Caminé hasta mi escritorio y prendí la computadora, mientras pronunciaba un "adelante", suponiendo que se trataba de mi tía.

No quería ser visto de esta manera, de reojo pude ver como dejaba una bandeja con comida sobre la cama, y me miró. Quité mis ojos de ella, y continué tecleando cualquier cosa para disimular.

—Se que prefieres no comer en el comedor Taehyung, por eso te traje la comida aquí. Necesitas ser fuerte, por tu padre y por Jung Tae, así que quiero ese plato limpio ¿Okey?

Escuchaba con atención a mi tía, sabía que quería lo mejor para nosotros, pero creo que ya es suficiente. Iba a voltear para agradecerle, pero ella continuó hablando.

—Mañana tendré que viajar a Seúl, ¿cuento contigo para ayudar a tu padre? —sentí su mirada sobre mi—. Si necesitan una empleada no dudes en pedírmelo, la conseguiré inmediatamente.

Si Hee Jin se iba, ¿cómo sobreviviríamos dos hombres con problemas emocionales y un bebé recién nacido? Nos haría demasiada falta, pero no podíamos retenerla por mucho tiempo, ella tiene su propia vida. Tendría que idear y organizar muchas cosas, pero tenía fe de que todo saldrá bien.

Giré a verla y su sorpresa fue evidente, pero no dijo nada. Me acerqué hasta ella y la abracé. Era la hermana de mi madre, era mi tía, y sabía exactamente que no la estaba pasando tan bien como decía. Estoy tan agradecido con ella, que no sé con qué pagarle.

—Muchas gracias, tía. —Dije con sinceridad.

—Sean fuertes Taehyung, esto no es fácil para nadie, pero debemos continuar —su tono era suave, y notaba el dolor en medio de ello.

—Confía en mi tía, saldremos adelante.

Hee Jin dejó un beso en mi mejilla y salió de mi habitación, sabía que estaba preocupada, pero teníamos que seguir adelante, con ella o solo con nosotros.

Me acerqué a Yeontan quien esperaba sentado a un costado de su plato, necesitaba comer.

Tomé sus croquetas y las serví en gran cantidad, me había olvidado de mi pequeño por dos días, ¡¿cómo podía ser tan descuidado?!

Al terminar de servirle, comenzó a comer con gran apetito, algo que yo no tenía. Vi la bandeja en la cama y aunque se veía delicioso, mi cuerpo no sentía ninguna atracción por eso. Me limité a consumir solo el plato de sopa de camarones, era lo único que llamaba mi atención ahora.

Con cada bocado, pensaba en las cosas que tendría que cambiar en mi familia, con la partida de mi tía, estaríamos solos nosotros tres, y de algún modo necesitábamos colaborar para hacer que todo funcione.

Mi padre aún estaba recuperándose, así que lo único que podía hacer era contratar a alguien para que se encargue de su cuidado.

La situación era un poco distinta con Jung Tae, lo poco que conocía sobre cómo cuidar a un bebé no sería suficiente, necesitaba ayuda profesional sin duda, tal vez luego contrataría a otra persona.

Ahora tenía que encontrar la manera de seguir adelante también en mis estudios, ya había terminado la preparatoria, y sólo quedaba un mes para el examen de admisión nacional de la universidad de Seúl. Y no estaba dispuesto a quedarme fuera de la lista de aceptados.

Observé el reloj en la pared y faltaban solo un cuarto para las nueve de la noche, el tiempo pasaba muy rápido, y si no hacía nada por empezar, sería muy difícil organizarme después.

Al terminar la sopa, dejé el plato encima de la bandeja, y la llevé hacia una mesita que tenía cerca de la puerta. Elegí algunos pedazos de carne y se los di a Yeontan, quien muy emocionado los comió.

Tomé la laptop de mi pequeña mesa y volví a mi cama, donde busqué una posición cómoda para comenzar a investigar y organizar todos los deberes y cambios que haríamos a partir de mañana en la casa.

Yeontan se acurrucó en su pequeña cama, recordando su hora de dormir, y sólo pude sonreír al verlo de esa manera. Habíamos pasado por mucho, y sabía que podía llegar a afectarlo, pero como siempre lo dije, él es un perro muy inteligente e independiente en algún sentido, pero jamás volvería a dejarlo solo.

Me concentré en la pantalla de la laptop y comencé a organizar un horario con ciertas actividades que realizaría para la admisión de la universidad.

Analicé las pruebas simulacro y todo lo que necesitaría para aprobar con éxito. Sabía que la carrera de Gastronomía Internacional no demandaba muchos postulantes, sin embargo, no me conformaría con eso. Necesitaría lograr un buen puntaje.

Un recuerdo rebelde llegó nuevamente.

Mi madre estaba tan emocionada como yo por la carrera que había decidido estudiar, ella también era cocinera, y sin duda, había heredado ese talento innato. A diferencia de mi padre, quien era un ejecutivo de alta categoría, que sólo se concentraba en tasas y números.

Estaba feliz por el paso que daría después de un mes, aunque esta vez sería yo quien iría solo hacia la sede, sabía que mi madre me acompañaría desde el cielo.

Los minutos pasaban con gran rapidez, y aunque decidí ignorar el tiempo, no pude evitar como el cansancio se apoderaba de mí cuerpo, sentía mis ojos arder y mi espalda doler.

Dejé la laptop a un costado y me acosté, asegurando que solo serian unos diez minutos. Cerré mis ojos, y rápidamente pude sentir como mi cerebro se relajaba y comenzaba a dormir.

«☕»

Desperté muy asustado.

Observé todo mi alrededor y estaba completamente oscuro. Me levanté de la cama y caminé hacia la puerta de mi habitación, había escuchado un ruido, y esperaba que no se tratara de un ladrón.

Caminé descalzo, para evitar hacer ruido, el sonido aún se podía escuchar, y a pesar de que tenía un poco de miedo, seguí avanzando por el pasillo. Vi la habitación de mi padre semiabierto, y la poca luz que salía de allí me hizo comprender que se trataba de él, seguramente se había despertado para ir al baño o alguna otra necesidad.

Con la confianza de que era el, y luego de ver su conocida silueta en la puerta, decidí volver a mi habitación.

Al menos no había sido un ladrón, no estaba dispuesto a luchar con alguien así.

Llegué a mi habitación y volví a ingresar a la cama, me acurruqué con necesidad por el frío que hacía, y esta vez decidí pensar de manera voluntaria en mi madre.

Busqué los mejores recuerdos que tenía de ella para sentirme acompañado, no quería enfrentar esto solo, pero no me quedaba de otra, era la única persona estable en la familia por el momento.

Jung Tae me necesitaba.

Mi padre me necesitaba.

«☕»

No sé porque pero siento que se viene algo fuerte... Estén prevenidas 😬.

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Necesitan más pañuelos u otra taza de café?

Nos vemos en otra actualización, gracias por leernos. See you later.

...

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