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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐳 ~ ¿𝐒𝐮𝐞𝐠𝐫𝐢𝐭𝐨?

SungHoon sonrió mirando su reflejo en el espejo, se veía muy bonito y eso le gustaba, esperaba que su ropa le gustara a HeeSeung.

Arreglo su cabello con cuidado, cuando escucho la puerta de su habitación ser golpeada; se dió la vuelta y se encontró fue con su padre que tenía un plato en sus manos.

—Acabo de hornear galletas con chispas de chocolate. —Dijo el hombre, aunque frunció el ceño al ver tan bien vestido a su hijo menor. —¿Vas a Salir?

—Sí, y pues te queria pedir permiso. —El Park mayor tomó asiento en el borde de la cama de su hijo, para morder una de las galletas.

—¿Con quién saldrás?

—No se si lo conozcas, se llama Lee HeeSeung, es parte del equipo de baloncesto.

—¿Se lleva bien con tu hermano? —SungHoon jugó con sus manos, estaba nervioso de responder eso. —¿Honnie?

—Verás papá, él y Hyung pues...—El sonido de su celular detuvo su extraña explicación, tomó su celular y vió el mensaje que le acaba de llegar; una sonrisa muy tierna se apoderó de sus labios. —Acaba de llegar.

Pero antes de que el menor pudiese salir de la habitación, su padre se adelantó.

—¡Papá No Lo Interrogues! —Chilló el menor corriendo tras de su padre, pero el mayor ya había descendido las escaleras y abierto la puerta; estaba frente a frente a HeeSeung.

—Buenas tardes, Señor Park. —Saludó el Lee haciendo una reverencia al mayor que lo miraba seriamente.

—¿Eres HeeSeung? —El Lee asintió y de inmediato la puerta de la casa fue cerrada en su cara.

HeeSeung soltó un jadeo de sorpresa y sólo pudo mirar a la puerta de color negro que se encontraba frente a él.

¿Enserio le habían cerrado la puerta en la cara? Aparentemente había sido así.

Dio un paso hacia atrás para regresar a su casa, ya que ahí no era recibido, y fue donde la puerta se abrió.

Park SungHoon estaba frente a él; sus bonitos labios color cereza esbozaron una sonrisa, la cual HeeSeung imitó.

—Hola Hyung, disculpe a mi padre, no le gusta que gente nueva se me acerque, él es algo....celoso.

—Creo que ya lo note. —SungHoon se hizo a un lado dándole a entender al Lee que entrara en la casa. Lo que el mayor hizo pero detuvo sus pasos al encontrarse otra vez con el padre del animador.

—HeeSeung-Hyung, él es Park JungHae, mi papá. —HeeSeung tragó grueso al ver al mayor. —Es el capitán de la estación de Policía de Seúl. —Y el Lee supo que quizás si quería vivir lo mejor sería regresar a su casa.

—Un gusto señor JungHa...

—Oficial Park, para ti, jovencito. —SungHoon miró fijamente a su padre en forma de reproche. —Debo darme a respetar.

—¡Papá! —El menor miró al Lee. —No le creas Hyung, papá es muy bromista, pero es como una masita. —Ja, ese hombre de casi 1.90 metros, una masita, gracioso, pensó el Lee. —O eso decía mi mamá.

Y el tono afligido de la voz de SungHoon hizo que el Lee lo mirará; los bellos ojitos del Park menor se habían aguado, y el brillo característico que siempre tenían estos, había sido opacada por una profunda tristeza.

¿Acaso la madre de SungHoon...? No, se dijo HeeSeung que por un momento se olvidó de que el policía estaba también, y tomó de la forma más delicada aquella pequeña mano.

—Te creo, Sunghonnie. —Exclamó el mayor a lo que el animador le dió una sonrisa, que le hizo recordar porque su heterosexualidad no existía.

El carraspeo de otra persona hizo que ambos jóvenes mirarán al policía que los miraba seriamente.

—Primero no puedes salir, Park SungHoon.

—¡¿Porqué?!

—Tu "amigo" no me ha pedido permiso para salir contigo, segundo no se con precisión sobre él, y tercero debo saber ¿A dónde irán?

—Al cine. —Dijo HeeSeung con una sonrisa que no convenció para nada al hombre.

—No irás, Park SungHoon. —HeeSeung borró su sonrisa al escuchar eso. —El cine es el séptimo lugar donde se producen más embarazos adolescentes.

—¡Pero no soy una chica para poder embarazarme!

—Y es el décimo tercer lugar para contraer alguna enfermedad de transmisión sexual.

—¡Papá!

HeeSeung miraba asombrado al hombre frente a él, ¿Cómo demonios le salía con esas estadísticas?

—Oficial Park...yo le puedo asegurar que no pasará nada de lo que piensa, solo será una inocente salida de amigos.

—¿Salida de Amigos? —HeeSeung asintió. —No me vengas con ridiculeces niño, se te quedaron las flores en la entrada. —Y HeeSeung miró sus manos, las flores que le había comprado a SungHoon se habían quedado afuera.

Apresurado salió de la casa para buscarlas, y cuando iba a entrar, otra vez la puerta fue cerrada en su cara.

Suspiró profundamente, tratando de encontrar algo de paz interior, la que aparentemente el señor Park le estaba destrozando a cada segundo que pasaba.

Pero él no iba a quedar mal ante SungHoon, eso no pasaría; aunque significará que fuese torturado por el padre del animador, lo soportaría ya que para SungHoon, su papá era un héroe, sin embargo, para HeeSeung el señor Park era como Shrek.

La puerta se volvió a abrir para él, y otra vez se encontró con los ojitos arrepentidos de SungHoon.

—Perdón Hyung, es que mi papá...—Pero el castañito fue sujetado por el brazo, HeeSeung tiro de él sacándolo de la casa, y de forma rápida beso los labios del pequeño chico, que se sonrojo ante eso. —¡Hyung!

—No podía resistirme más . —SungHoon hizo un puchero mientras rodaba los ojos. —¿Me acabas de rodar los ojos, señorito?

—Nop.

—Yo Vi otra cosa.

—Igual yo. —Dijo la grave voz del señor Park, él cuál estaba apoyado en la puerta. —¡Acabas de besar a mi hijo!

—No señor. —El hombre sonrió y HeeSeung tuvo miedo.

—Honnie.

—Dime papá.

—Puedes salir con este chico, pero te quiero antes de las 8:00 p.m.

—Gracias papá. —El hombre con mucho cuidado acaricio el cabello del castaño, que volteó a ver al Lee. —Voy por mis cosas, mi papá te hará compañía mientas tanto.

—Está bien Sunghonnie. —HeeSeung extendió el ramo de girasoles hacia el menor que los tomo agradeciendo, para internarse en su casa.

En cambio el señor Park al ver que su hijo no estaba, bajo las escaleras de la entrada y fue hacia el jardín, sin que el Lee lo notará.

—HeeSeung. —El chico se giró a ver al hombre que lo había llamado, y lo que se llevó no fue nada bueno.

El señor Park había abierto la manguera que usaba para regar las plantas del jardín, y había dejado empapado al Lee, que ante la sorpresa no supo cómo reaccionar.

—¡¿Qué Hizo?!

—Es una pena, aparentemente no podrás salir con SungHoon.

Ese hombre era el mismísimo Diablo.

Maratón: 2/2

Te está llegando el karma HeeSeung, por hacer llorar a mi SungHoon.

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