
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨~ 𝐑𝐞𝐥á𝐦𝐩𝐚𝐠𝐨𝐬 𝐘 𝐋á𝐠𝐫𝐢𝐦𝐚𝐬
—¿De verdad leíste eso? —Inquirió Jay sin creer lo que su amigo le decía. —No estabas drogado o algo por el estilo.
—Lo leí con estos ojitos que se los comerán los gusanos cuando me muera, ahí decía "HeeSeung-Hyung es muy lindo y me gusta".
—¡AHHHH!. —Gritó Jay emocionado. —No morirás solo, con tu heterosexualidad podrida.
—Aish, cállate.
—Espera....—El contario miró a su amigo, que le sonrió perversamente. —Eso quiere decir que te quedaste ayer con SungHoon en la biblioteca.
—Fue por fines educativos.
—Educativos mis calzones. —Jay sujeto a HeeSeung por la corbata. —¡¿Lo besaste?!
—¡Estás loco! —Exclamó HeeSeung apenado mientras se soltaba del agarre del contrario. —SungHoon me explicó matemáticas eso es todo, además yo soy heterose...
—Dí esa palabra y te golpeare tan fuerte como tú mamá nunca lo ha hecho. —Dijo JungWon apareciendo en la escena. —Ya me tienes hasta el cuello con tus vainas de "Soy Heterosexual"
—Per....
—Ni se te ocurra, o aquí mismo te golpeó. —Amenazó Niki apareciendo de igual forma, y olvidando que HeeSeung era mayor. —JungWon-Hyung tiene razón, hartas con "Soy Heterosexual"
HeeSeung iba a quejarse, pero sus palabras se quedaron atoradas en su garganta, y sus mejillas se cubrieron de un suave rojo.
Park SungHoon estaba caminando hacia él.
—Y ahora ¿Qué le pasó a Hee... —Jay se detuvo al ver a SungHoon frente a ellos, y solo río ante la situación.
—Hola Hyung's, Hola Jungwon y Niki. —Los contrarios saludaron al chico Park con un movimiento de mano. — Disculpen la interrupción, es que vengo por Hee-Hyung.
—¿Por HeeSeung? —SungHoon asintió. —¿Y para qué? Si se puede saber.
—Claro Jay-Hyung, es que actualmente soy el tutor de matemáticas de Hee-Hyung, ahora sí me permiten, me lo llevaré conmigo para hacer mi labor como tutor. —Dijo SungHoon tomando la mano de HeeSeung para llevarlo con él.
—No se demoren mucho, aparentemente vendrá una tormenta. —Dijo Jungwon y SungHoon asintió.
—¿A dónde irán a estudiar? —Inquirió Niki, a lo que SungHoon lo volteó a ver.
—A la biblioteca. —Dijo SungHoon sonriendo, en cambio Jay quería abofetear a HeeSeung que miraba como embobado al Park. —Creo que debes despedirte Hyung. —Susurró SungHoon hacia HeeSeung, que miró a sus amigos y luego al bonito chico frente a él. —Diga adiós Hyung.
—Adiós Hyung. —Y Jungwon cubrió su rostro con su mano, ante la idiotez de HeeSeung.
SungHoon en cambio rió bajito y empezó a caminar llevando al mayor del brazo.
—De verdad que el amor te hace idiota. —Dijo Niki mirando indignado por la dirección en que SungHoon y HeeSeung se habían ido. —Pero bueno quienes somos nosotros para juzgar.
[...]
—¡Ahhh! —Gritó SungHoon cuando otro relámpago iluminó la biblioteca. HeeSeung solo abrazo al menor en un vago intento de calmarlo.
La tormenta se había adelantado y ahora ambos chicos la estaban pasando en la biblioteca. Y pues HeeSeung se enteró que SungHoon tenía un profundo miedo hacia los relámpagos y truenos.
—Sabes SungHoon, mejor será salir de aquí. —El menor asintió y ambos recogieron sus cosas de forma rápida.
Otro trueno cayó y SungHoon abrazó al mayor en búsqueda de un cálido refugio. Y así salieron de la biblioteca, pasando por los pasillos hasta llegar a la salida de la escuela.
HeeSeung quería cuidar a ese pequeño miedoso que lo abrazaba, esperando que la tormenta disminuyera.
SungHoon se separó del agarre de HeeSeung, cuando por breves minutos no escuchó ningún trueno, y no vió la iluminación que daban los relámpagos.
El Park se enderezó y arreglo su uniforme, para secar las pequeñas lágrimas que habían escapado de sus ojos debido al miedo.
—Debo irme, Hyung. —El mayor negó sosteniendo el brazo de SungHoon. La lluvia era la que rompía el silencio que se ocasionó entre los dos jóvenes.
—T-Tengo una sombrilla, si quieres puedes irte conmigo hasta una parada de autobús. —El menor lo pensó, y asintió, y HeeSeung tomó la mochila de SungHoon para abrir la sombrilla, y salir de la escuela con el menor a su lado.
Juntos corrieron hacia la parada del autobús, al llegar algo agitados SungHoon dejo escapar un jadeo y miró a HeeSeung. El mayor cerraba la sombrilla, mientras le pasaba su mochila al menor que la tomó y dejó sobre la banca que allí había.
—¿Qué hacemos ahora?. —Inquirió SungHoon, sujetando el borde de su falda de forma nerviosa.
—No sé, no puedo llamar a nadie,mi celular está muerto ¿Y tú teléfono?
—Lo deje en el auto de mi hermano.
—Estamos perdidos bajo una tormenta. —Murmuró HeeSeung soltando un bufido. —¡Que Bien!
El Park se estremeció ante el casi gritó del mayor, y bajo la mirada apenado.
—Discúlpeme Hee-Hyung. —Dijo de forma bajita el Park. —Por mi culpa estamos en esta situación.
SungHoon alzó su mirada cuando sintió la mano de HeeSeung sobre sus cabellos.
—No es tu culpa. —Replicó el mayor, acariciando el cabello del menor. —Son circunstancias de la vida que no podemos controlar.
—Pero no debí insistirle con que resolviera más problemas, quizás hace horas estaríamos en nuestras casas, calientitos.
HeeSeung sonrió por el puchero en los regordetes labios de SungHoon, pero detuvo las palabras que iba a decirle al menor, cuando la bocina de un auto hizo que ambos mirarán hacia la carretera.
Un auto color gris estaba estacionado frente a la parada del autobús, y cuando la ventanilla del copiloto de este bajo, HeeSeung apartó su mano del cabello de SungHoon.
—¡PARK SUNGHOON SUBE AL AUTO INMEDIATAMENTE! —La orden de Park Minho hizo que el menor corriera y tomara su maletín, para hacer una reverencia frente a HeeSeung y correr hacia el auto de su hermano mayor.
Al subir secó las gotas que habían caído sobre él, y de inmediato se puso el cinturón de seguridad. —Hola Minho-Hyung.
Pero el mayor no respondió al saludo de su hermano menor y simplemente siguió mirando a HeeSeung que seguía en la parada del autobús.
—¡YA TE LO DIJE HEESEUNG LEJOS DE MI HERMANO O TE APLASTARE COMO LA HORROROSA MOSCA QUE ERES!. —Y el mayor subió la ventana de su auto, ante la mirada molesta de su menor.
—¡Hyung!. —El Park Mayor ignoró la mirada molesta de su hermanito, y siguió conduciendo. —¡HYUNG!
—¿Qué?. —Preguntó de mala manera el mayor volteando a ver a su hermano, que hizo un puchero, que hizo que Minho maldijera a sus padres por haber hecho condenada mente tierno a su hermano.
—Bien. —Se rindió el mayor, mientras detenía el auto. —Pero tú y él lejos.
—Se lo prometo Hyung. —Y Minho frunció el ceño al saber que esa promesa era más falsa que cuando le decían de pequeño a SungHoon que la luna era de queso.
Y a regañadientes giro el volante para que el auto diera vuelta en U para ir en búsqueda de la "cosa" que quería seducir a su pequeño hermanito.
Maratón 3/3
En un rato subo capítulo de Park SungHoon Secuestrador, para los que leen aquella.
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