HeeSeung estaba deprimido desde hace días. Había faltado a clases toda una semana solo para no toparse con SungHoon el cual le había estado llamando y escribiendo pero él no quería responder por miedo.

Era un cobarde.

—Hee—su madre abrió la puerta de su habitación para entrar—, debes ir a la escuela.

—No quiero—soltó cubriéndose con las sábanas.

—Pero debes hacerlo.

—Por favor madre, no quiero ir—la mujer se acercó y acarició el rostro de su hijo antes de darle un zape en la frente.

—Yo no crié perras débiles.

—¡Mamá!—la mujer sonrió malvadamente.

—Si no te levantas haré que SungHoon te venga a ver a la casa.

Más rápido que ligero HeeSeung se levantó de la cama para correr al baño dejando a su madre aguantando la risa al ver los calzones de patito que su hijo usaba.

El auto de la madre de HeeSeung se estacionó frente a la escuela. El Lee se veía muy nervioso.

—Tú puedes, Hee—dijo la mujer abriendo la puerta al lado de su hijo y empujar a este fuera del auto.

Al no estar preparado HeeSeung se fue de cara al piso para soltar algunas quejas antes de tratar de levantarse viendo cómo su madre arrancaba el auto como si nada.

—¡Mamá la mochila!—gritó levantándose del suelo al ver como su madre daba reversa. El auto se detuvo y la mujer le tiró la mochila por la ventana. Antes de seguir para irse—. Estás loca mamá.

Bufo lo último y agarró su mochila que estaba en el suelo para voltear encontrándose a varios estudiantes riendo de su desgracia.

—¡ESTÁS VIVO HEESEUNG!—el gritó dramático de Jay hizo que rodará los ojos antes de sentir como su amigo lo abrazaba y lloraba casi dejándolo sin aire.

—Ya, Jongseong—dijo separando al contrario que parecía estar en una novela barata ante sus falsas lágrimas.

—Esta bien—dijo el contrario antes de sujetarlo por los hombros al recordar algo—. ¡Tengo un chisme!

—No me interesa.

—Este lo hará—el sonido de un motor llamó la atención—. Y parece que el chisme ha llegado.

HeeSeung se alejó para mirar tras de él encontrándose a dos personas en una moto muy lujosa. Después un auto conocido se estacionó al lado de la motocicleta.

El auto de Minho. Y el dueño de la moto pronto se quitó el casco dejando ver a SooBin el ex-novio de SungHoon.

SooBin ayudó a una persona que portaba el uniforme escolar. Unas conocidas piernas para HeeSeung. Cuando SooBin bajó ayudó a la otra persona a quitarse el casco.

Un sonrojado SungHoon fue lo que observó.

—¿A dónde vas, HeeSeung?—inquirió en un grito Jongseong al ver como su amigo se alejaba a rápidos pasos. Sin darse cuenta que el grito del contrario había llamado la atención de cierto chico lindo con falda y de un peli-azul.

HeeSeung estaba en la vacía cancha de básquetbol jugando. Tenía varios minutos tratando de encestar pero ante los distintos nervios que lo atacaban no podía hacer dicha acción.

Tiro el balón sin embargo este rebotó y se fue al otro lado de la cancha. Frustrado se sentó en la cancha y oculto sus rostro entre sus rodillas.

Alzó la mirada cuando escuchó el repicar del balón encontrándose con el de cabellos azules que al notar su mirada tiro el balón al aro encestando perfectamente.

Negó enojado y se levantó para tomar su mochila y largarse de ahí. No quería seguir siendo avergonzado por ese peli-azul.

—Oye Lee—se dió la vuelta al escuchar el llamado del contrario.

—¿Qué quieres?

—¿Qué quieres con SungHoon?

—Eso no te importa.

—Pues te equivocas, me importa y mucho—dijo el contrario que se acercó al Lee—. ¿Qué pensaste al ignorarlo todos estos días? Está muy triste por tu culpa.

—¿Qué?

—Como escuchaste—dijo el contrario—, está deprimido pensando que te había pasado algo, ha llorado por ti. ¿En qué pensaste al alejarte de él de esa manera?

HeeSeung bajo la mirada triste.

—Y-Yo estaba celoso—y eso sorprendió a SooBin.

—¿Por qué?

—Estaba celoso al saber que tú eras su ex-novio. Además tú le dices JungHan al padre de SungHoon, le caes bien a Minho por lo que veo y al señor Park también. Te envidió. Eres ideal para SungHoon.

Sin contenerse SooBin empezó a reír.

—¿Estás loco? Fue muy difícil caerle bien al señor JungHan, una vez me dejó encerrado en prisión solo por llevar a SungHoon a dar una vuelta en moto sin pedir permiso.

—¿Qué?

—Sí, el señor JungHan me odiaba al inicio, y a Minho tampoco le caía muy bien que digamos. El señor Park me dejó llamarlo por su nombre después que terminé con SungHoon. Y no deberías estar celoso, yo tengo pareja.

Y el rostro de HeeSeung fue un poema.

—¿Entonces no estás tras de SungHoon?

—No, solo lo veo como un hermano menor. Y creo que tienes oportunidades con él si te ganas a su padre o a Minho. Y obviamente debes explicarle esto a SungHoon.

—Lo haré, gracias SooBin.

—De nada. Me debo ir—el azulado le sonrió y se dio la vuelta para irse escuchando como HeeSeung empezaba a hablar por teléfono.

—¡Mamá! Ayúdame con la cita que tendré con SungHoon....¡Sí! Te puedes encargar del señor JungHan.

Definitivamente eso sería interesante de ver.

Ahora al rato habrá actualización de Cigarettes.

Hemos vuelto. A los que no saben había perdido la contraseña de esta cuenta. Soy despistada, perdón.