V E I N T I C I N C O
Antes de leer: Gracias por su apoyo en esta temporada. Comenten mucho, amo sus opiniones y comentarios. <3
El ruido de algo fuerte golpeando los barrotes, hicieron que Taehyung se despertara de su profundo sueño. Arrugó el ceño porque veía todo nublado, se lamió el labio inferior y afinó el sentido de la audición.
—Kim, tienes visita. —dijo uno de los guardias a cargo. Taehyung ladeó la cabeza y se levantó del camarote.
El guardia le abrió la puerta para que saliera y cuando estuvo afuera de ella, el guardia lo esposo llevando sus manos a la parte trasera de su espalda.
—No entiendo por qué las esposas. No tengo a donde ir. No tengo a nadie. —le dijo Taehyung.
—No me voy a comer ese cuento, vándalo. —Taehyung rodó los ojos y el guardia le dio un empujón para que caminara.
—¿Quién mierda me vino a ver? —preguntó él, mientras seguía al guardia hacia una puerta.
—Debe ser algún familiar tuyo.
¿Yoongi? ¿Yoongi estaba aquí? —pensó él.
—¿Por qué dice ser familiar mío? ¿Le dijo eso? —el guardia dejó de caminar y resopló muy fuerte.
—Otra pregunta más y vuelves a tu celda.
Taehyung al parecer escuchó un chiste porque soltó una carcajada.
—¿Sabes por qué estoy aquí? —sonrió. —Porque soy una persona muuuy mala. —ladeó la cabeza. —¿Quiere saber que hice? —el guardia se cruzó de brazos para escuchar. —Juego con las extremidades de las personas. —le guiñó el ojo. —Y hace dos semanas que no tengo un juguete nuevo. Quisiera tener uno... —soltó un suspiro. —¿Quiere darme su cabeza? —pestañeó.
El guardia no pareció asustarse por tal locura que le había dicho Taehyung. Solo se giró y abrió la puerta por la que iba a entrar Taehyung. El ultimo mencionado, avanzó hacia ella y entró al pasillo. El guardia le quitó las esposas y lo empujó hacia dentro.
—Camina por este pasillo y entra por la última puerta del fondo. Tu familiar estará ahí. —dijo el guardia.
Taehyung lo vio cerrar la puerta y desparecer. Volvió la mirada al frente y pasó saliva, apretó la mandíbula y los puños para empezar a caminar. Llegó hacia la última puerta y puso una mano en el pomo para girarla a la derecha y abrirla. Desde que Yoongi había escapado con Jimin. Porque fue así, Yoongi se fugó con Jimin, dejando de nuevo a Taehyung atrás. El hijo de puta —como le llamaría Taehyung en ese momento. —prefirió irse y dejarlo de nuevo a atrás. Porque, Taehyung se podía salvar solo. ¿No?
Empujó la puerta y con la mirada hacia sus pies entró en la habitación. Rezó para que fuera su abogado y no... Jungkook. Pero para su desgracia, el ultimo mencionado se encontraba sentado de brazos cruzados en la mesa. Taehyung lo miró sin ninguna expresión, de felicidad o de sadismo. Solo, estaba neutro. Al parecer, le daba igual si estaba o no ahí. Traía el cabello teñido de un rubio platino y sus rasgos estaban más finos y tratados. Se había cortado el cabello, y vestía de un jean azul oscuro y una camisa blanca.
—¿Qué no vas a decir nada? —dijo Jungkook, ante el silencio que se había ajustado a la habitación. Taehyung, no se había movido del mismo sitio en el que había estado, pero tampoco se quería sentar a hablar con él. Solo quería irse y..., morir. —¿No me vas a preguntar qué hago aquí? ¿Qué por qué vine a buscarte cuando deberías ser tú él que me buscaría?
Taehyung mantuvo la mirada al piso y no respondió.
—Kim Taehyung... —dijo Jungkook y Taehyung pudo escuchar el ruido de la silla en la que él estaba sentado, arrastrarse hacia atrás. Escuchó como el sonido de la suela de los zapatos de Jungkook se acercaban más y más a él. Con un movimiento rápido, Jungkook le agarró la cara a Taehyung y se la levantó para que lo mirara. —¿Me vas a ignorar?
Taehyung solo lo miró sin decir nada.
—¿En serio no vas a decir nada, Taehyung? —insistió Jungkook. —¡Eres muy maldito egoísta! —lo abofeteó.
Taehyung apretó la mandíbula y lo miró de reojo.
—¿Vas a dejar esta mierda así? —le dijo Jungkook. —Te cogiste a Jimin. Yo lo hice con Min. ¿Y qué? ¿No podemos seguir con nuestras malditas vidas normales? ¿Ah? ¡¿No puedes?! Así sea... intentándolo.
Y otra vez el silencio le respondió a Jungkook. El ultimo mencionado, miró a Taehyung con enojó y apretó los puños. Vio a Jungkook caminar de un lado hacia el otro. Pasó saliva y se pasó una mano por el cabello.
—Sácame de aquí, Jungkook. —le dijo Taehyung.
Jungkook se giró y caminó hacia a Taehyung, pero se detuvo a cinco centímetros de su cara.
—De todo lo que te dije, ¿Eso vas a decir? —dijo Jungkook.
Taehyung asintió.
—¿Y para que sacarte de aquí? ¿Para volver a coger y dejarme? ¿Fugarte como siempre lo haces y luego me vienes a buscar cuando yo ya he estado mejor para arruinarme la maldita vida de nuevo? ¿Eh? ¿Eso quieres? —dijo Jungkook enojado. —Por mí, puedes pudrirte en esta maldita cárcel.
Jungkook lo miró directamente a los ojos, como si pudiera ver a través de ellos.
—Al menos Hoseok si quiere estar conmigo y yo como idiota detrás de ti, imbécil. —Jungkook lo empujó y caminó hacia la puerta para irse, pero lo detuvo la extraña risa de Taehyung.
Jungkook lo miró por encima del hombro y lo vio riendo mientras negaba con la cabeza.
—¿Qué te parece tan gracioso? —le dijo Taehyung.
—Tu inocencia, pequeño. —le dijo. —Tan cegado estás que no te diste cuenta que ahora es Hoseok quien juega contigo. —sonrió Taehyung. Caminó hacia él y le puso una mano en el hombro. Jungkook la miró la mano y luego a Taehyung.
—¿De qué estás hablando?
Taehyung soltó un suspiro y pasó su mano a la nuca de Jungkook para atraerlo hacia su rostro.
—Solo lo diré una vez. —dijo Taehyung. —Hoseok no es quien tú crees, Jungkook. —Jungkook pasó saliva.
—Sé que se ha estado viendo con Jennie. —respondió Jungkook, cortando el habla de Taehyung.
—¿Y solamente crees eso?
—Sé que se han estado acostando.
La sonrisa de Taehyung se anchó.
—Sácame de aquí. —le dijo. —Y esos 7 meses que Hoseok "estuvo" contigo, te lo demostraré lo falsos que son.
—¿Qué carajos dices, Taehyung? —dijo Jungkook, empujándolo. —¡No me vas a manipular! ¡Maldita sea! No te sacaré de aquí. ¡Púdrete!
Taehyung ladeó la cabeza.
—¿En serio no quieres saber por qué Hoseok ya no está contigo, bebé? —le dijo Taehyung. —Sé que te mata la curiosidad, Jeon. ¡Sé que quieres saber! —le dijo a Jungkook. El ultimo mencionado negó con la cabeza. —¿Quieres vivir engañado otra vez?
—Contigo todo es engaño, Taehyung. ¿Cuándo entenderás que ya te superé? —dijo Jungkook.
—Y me estabas pidiendo volver a nuestras vidas normales... Quien te entiende, bebé. No sabes lo que quieres, Jeon. Tú mismo te contradices.
—¡Todo esto es tu maldita culpa! —le gritó. Taehyung lo cogió de los hombros y lo sacudió.
—¡SÁCAME DE AQUÍ! —le gritó. —Te mostraré en la mentira que vives, Jeon.
—Si contigo ya estoy viviendo una mentira, ¿Para qué quiero saber si los demás me mienten? Solo me importas tú, maldito loco. —dijo Jungkook.
Taehyung alejó sus manos de los hombros de Jungkook y se mordió el labio inferior. Levantó su pulgar y lo acercó a los labios de Jungkook, los cuales tocó con la delicadeza de la yema de su dedo. Jungkook, sintió como la electricidad volvía a su cuerpo y como el vello corporal se le erizaba al mínimo toque de Taehyung. Él siempre tenía posesión en Jungkook y eso lo sabía.
Los ojos de Jungkook se cerraron automáticamente, cuando sintió el dedo índice de Taehyung bajar por su pecho hacia su pantalón.
—¿Si ves, pequeño? —dijo Taehyung. —Tu eres todo mío.
—¿Entonces por qué me dejas ir? ¿Por qué huyes? —preguntó Jungkook.
—Porque crees estar enamorado de mí, cuando lo que en realidad sientes es deseo. —dijo Taehyung, tocando el bulto de Jungkook que empezaba a despertarse poco a poco. —No puedes amarme, Jungkook. Te costará la vida.
—Enséñame la realidad, Taehyung... —jadeó, cuando Taehyung frotó con su mano el bulto de Jungkook.
—Yo soy tu realidad, tu infierno y tu locura.
—Taehyung... —jadeó Jungkook, al sentir como la punta de su miembro se ponía un poco mojada.
—Sácame de aquí, Jungkook... —le susurró. —Y juro por mi madre que te digo toda la verdad.
—¿De qué hablas? —Taehyung retiró su mano del bulto de Jungkook. —¿Qué verdad?
—La verdad sobre tu hermano. —dijo Taehyung. —Él, no es tu hermano.
Jimin volvió a estrellar a Yoongi contra la bañera blanca manchada con sangre. Lo volvió a azotar con mucha fuerza abriendo cada vez sus heridas y entrañas. Yoongi, lo miró. Lleno de morados y todo su cuerpo desnudo bañado en sangre. Los papeles si habían cambiado.
Yoongi trató de levantarse para esquivar el decimonoveno azote, pero Jimin volvió a alcanzar y clavó el látigo de nuevo. Lo dejó caer y se agachó frente a Yoongi. El acarició el rostro con rasguños y bañado de sangre. Vio como el cabello se le había manchado y por el sudor, hacían que las heridas de Yoongi dolieran más. Pero, él ya estaba acostumbrado al dolor. ¿Por qué le dolían aquellas heridas? Porque venían de Jimin.
—¿Cu-cuando terminarás conmigo? —preguntó Yoongi, todo su cuerpo temblaba ante Jimin.
—¿Crees que estas dos semanas han sido suficientes, Min? —dijo Jimin. —Me torturaste meses, Min. —Jimin le cogió la cara y Yoongi gimió cuando las yemas de los dedos de Jimin tocaron sus heridas. —No pago con la misma moneda, pero si te voy a dejar descansar.
Jimin le dejó el rostro y se alejó de él. Se limpió las manos ensangrentadas en su camisa y se giró para mirar a Yoongi. Quien se agarraba de la bañera para tratar de levantarse.
—Hoy traje a una nueva víctima. —dijo Jimin. —Como todos los días... —rió él. —Y compré un taladro. Pienso hacer algo nuevo con eso. ¿Qué dices?
Yoongi lo miró sin aliento y cerro, y abrió sus ojos con lentitud. Pues le hacía falta aire.
—¿Ya te estás muriendo? Por favor, Min. Aguanta un poco más. —le sonrió Jimin. —Quiero que veas mi espectáculo.
—No podrás quitarme el trono, Jimin. Ni lo pienses... —gimió. —Puedes hacerme lo que quieras, pero siempre sabrás que yo seré el amo de toda esta mierda.
Jimin empezó a aplaudir y a reír muy fuerte. Se alejó de Yoongi —aun riéndose. —y trajo a su víctima. Quien traía los ojos vendados, boca sellada, estaba totalmente desnudo y las manos detrás de la espalda, atadas con una cuerda que lastimaba sus muñecas. El chico de cabello negro sollozaba de solo imaginarse lo que Jimin le estaba a punto de hacer.
Park, lo jaló de las muñecas atadas y lo sentó en una silla, pasando sus brazos entre el espaldar de la silla para que no pudiera escapar. El chico sollozó un poco más fuerte, pero eso no le importó a Jimin.
—Mira Yoongi, lo que esto a punto de hacer... —Yoongi levantó la cabeza con mucho esfuerzo para ver a Jimin acercarse al chico y quitarle la venda. También lo vio, quitarle la cinta de la boca y ponerle un arnés con una bola negra en la mitad para callar sus gritos. —Esto va a ser divertido... —sonrió Jimin.
El chico empezó a gritar y moverse en la silla con la esperanza de desatarse y escapar, pero era inútil. Nadie escapa de las garras de Jimin. Cuando vio a Jimin conectar el taladro y encenderlo, al chico se le revolvió el estómago y empezó a vomitar ahogándose con su propio vomito. Qué hermosa imagen para los dos locos.
Yoongi, asqueado. Observó la escena de Jimin poniéndose un delantal blanco y unos guantes algo largos. Lo vio coger de nuevo el taladro y acercarse al chico, quien todavía seguía gritando y ahogándose. Jimin le enseñó el taladro al chico y acercó la punta hacia la pierna izquierda de él, donde introdujo la punta en su muslo haciendo un hueco e hizo lo mismo con la otra. Yoongi, quien había visto aquella escena, por primera vez le pareció algo escalofriante.
El chico que gritaba con la pelota entre su boca, hizo que Jimin sacara el taladro lo más rápido posible. Pues no quería que su víctima se muriera así de rápido, así que le quitó el arnés con la pelota del rostro y el chico empezó a vomitar ensuciando todo su cuerpo. Yoongi, también vomitó al ver la asquienta escena. Jimin lo miró.
—Aw, eres un bebé. Tendré que darte un baño de sangre... —le dijo Jimin, dejando el taladro en la mesa.
—¡¿POR QUÉ ME HACES ESTO?! —le gritó el chico, mientras lloraba desconsoladamente y gritaba por el dolor que sentía en sus muslos.
Jimin se miró el delantal manchado de sangre y sonrió.
—¿Te quieres ir? —le dijo Jimin. —Bien, te desataré para que te vayas.
Jimin caminó hacia el chico y lo rodeó para desatarle las muñecas. Cuando lo hizo, volvió en frente de él y le sonrió.
—Es libre, querido conejo. Puede saltar hacia la pradera e irse si gusta... —bromeó Jimin.
Yoongi soltó una carcajada.
—Estás loco, Park.
—¡Cállate! Me robas el escenario, idiota. —Yoongi se levantó del suelo y miró la bañera con agua tornándose a roja.
Jimin siguió mirando al chico quien lloraba y pataleaba, cuando escuchó a sus espaldas el ruido de su taladro. Miró por encima de su hombro y vio a Yoongi metido en la bañera mientras jugaba con el taladro. Miraba el poco de carne que había quedado en la punta dar vueltas y vueltas. Jimin se llevó las manos a la cadera.
—¿Qué harás con eso? ¿Metértelo por el trasero? —Yoongi negó.
—Pensaba hacértelo a ti, pero estás tan ocupado. —respondió Yoongi, sin apartar la vista del taladro.
Jimin rodó los ojos y volvió a su víctima, quien se había callado y solo sollozaba.
—¿Ya terminó tu drama? —dijo Jimin. —Bien, ya no te fuiste. Sigamos.
Jimin se acercó a la mesa y cogió un chico de mango pequeño y punta larga y filosa. La acercó al cuerpo del chico y este empezó a gritar de nuevo, Jimin rodó los ojos.
—¡NO TE HE EMPEZADO A CORTAR! —le gritó. —¿Puedes callarte? O ¿Quieres que te ponga el arnés y te ahogues con tu maldito vómito y mueras?
El chico se mordió el labio inferior temblante. Jimin llevó su dedo índice por la pelvis del chico y movió el dedo hacia abajo hasta dar con el hueco del muslo izquierdo que le había hecho. Metió el dedo y jugó con el, haciendo que el chico volviera a gritar.
—¿Cuándo lo matas? —preguntó Yoongi desde la bañera, mientras se quitaba la sangre de sus extremidades.
—Aún no lo voy a hacer, estoy disfrutando de esto. —le respondió Jimin.
Dejó de jugar con el chico y con el cuchillo bajó hacia sus pies y cortó los tobillos, provocando más gritos.
—Bueno, con esto sí que no puedes huir. —rio Jimin.
Yoongi quien se había cansado de los gritos, salió de la bañera y caminó desnudo por todo el sótano. Subió las escaleras y abrió la puerta para entrar a la casa. Llegó a la cocina y abrió el refrigerador, sacó una botella de agua y se llevó la boquilla a la boca para tomar un poco. A lo lejos, pudo ver una bata blanca de baño enganchada en la puerta del sótano. Caminó hacia la puerta —tomando agua. —y la cogió. Se la puso en todo su cuerpo y el sonido de un zumbido capto su atención.
Yoongi, dejó de tomar agua y caminó hacia el mesón de la cocina. Vio el teléfono de Jimin y lo cogió. Lo desbloqueó y vio el mensaje entrante.
"Park, te traigo noticias. Creo que son de las buenas, pero..., tengo algo con lo que puedes amenazar a Min. Uno de sus hermanos tiene un algo que... Nunca pensé que iba a pasar."
Yoongi arrugó el ceño y empezó a escribir haciéndose pasar por Jimin.
"¿De qué hablas? ¿Qué tiene?"
"Un hijo, maldita sea. Jung Hoseok, tiene un maldito hijo."
A Yoongi se le abrieron los ojos de la sorpresa.
"Aún no nace. Pero, en dos meses tal vez este... Park, debes tener a ese maldito niño en tu poder. Aléjalo de Min y de Hoseok. Que nadie pueda tocarlo."
"¿Él sabe de su existencia?"
"Probablemente no, hace meses que no se ve con Jennie. Eso estuve investigando. Aleja a esa criatura de esa maldita familia."
"Lo alejaré de todos. Lo haré mío."
Y Yoongi le dio enviar. Antes de borrar la conversación, observó el nombre del contacto.
—Dae, mi fiel amigo. ¿Qué te traes con mi pequeño? —sonrió.
—¡Yoongi! —escuchó que Jimin lo llamaba.
Este dejó el teléfono en la encimera como si nada y se acercó al fregadero con la botella del agua, abrió el grifo del agua fingiendo que la llenaba la botella. Jimin apareció en el portón. Se había quitado el delantal y los guantes.
—Iré a darme una ducha. ¿Vienes conmigo? —preguntó Jimin.
—Ahora subo. Llenaré esto. —le dijo. —¿Qué hiciste con el chico?
—Pues, accidentalmente una sierra eléctrica le cayó en la cabeza y murió. —Jimin se encogió de hombros y se quitó la ropa.
—Creo que no fue por accidental. ¿Verdad, pequeño? —Jimin le guiñó el ojo.
—Te espero arriba, Min. —le dijo y salió desnudo de la cocina.
Yoongi cerró el grifo del agua y miró encima del hombro para percatarse de que Jimin ya no estaba. Dejó caer la botella en el fregadero y abrió la alacena en busca de su teléfono, el cual había escondido para que Jimin no lo viera. Lo encendió y marcó el número de Thomas. Quien al tercer tono respondió.
—¿Jefe? ¿Dónde ha estado? Lo he estado...
—No tengo tiempo de responder preguntas, Thomas. Necesito que me hagas un favor.
—Dígame, jefe.
Yoongi miró a todos lados buscando por Jimin.
—Necesito que te lleves a Kim Jennie fuera de la ciudad. Llevala a Kansas en el próximo vuelo.
—Como usted diga, señor. Pero... ¿Por qué la mujer?
—Porque lleva en su maldito vientre un nuevo integrante de la familia y Hoseok no debe saber que me apoderé de su maldito error.
—¿Estamos hablando de un hijo, señor?
—Sí, date prisa.
Y colgó.
—¡MIN YOONGI! —gritó Jimin escaleras abajo.
Yoongi apagó el teléfono y lo volvió a guardar. Salió de la cocina y subió las escaleras al segundo piso, caminó por el pasillo y vio la puerta final abierta. Escuchó la regadera abierta y algunos jadeos y gemidos venir de ahí. Yoongi se abrió la bata y la dejó caer al suelo. Caminó desnudo hacia el cuarto de baño y vio a Jimin masturbándose. Yoongi ladeó la cabeza al verlo y Jimin lo miró.
—¿Me ayudas? Tal vez te ayude a curarte... —gimió Jimin bombeando más rápido su miembro. —Los humanos nos curamos para luego hacer más heridas. ¿Verdad, Yoongi?
—Es verdad, pequeño. Nos curamos para herirnos una y otra vez. —Jimin se mordió el labio inferior cuando su cuerpo empezó a dar algunos espasmos por la excitación.
—Yoongi... Te necesito, ahora... —gimió.
Yoongi sonrió de lado y cerró la puerta detrás de él. Entró a la ducha con Jimin y cerró la puerta de vidrio. Estampó a Jimin contra el vidrio y le separó las piernas para entrar en él. Jimin jadeó al sentir el miembro de Yoongi levantarse contra su entrada. Yoongi pegó su cuerpo contra la espalda de Jimin y acercó sus labios al cuello de su pequeño. Lo mordió un poco y luego lo lamió.
—Te va a doler, pequeño... —le susurró al oído.
—Tu maldita existencia es la que me duele, Min... —Jimin dejó su miembro y con las dos manos se apoyó contra el vidrio.
Fue ahí, cuando Yoongi empujó dentro de Jimin. Provocando que este gritara por el agudo y grotesco dolor que le provocaba. Yoongi jaló del cabello de Jimin y con su otra mano libre, jaló su cadera para atraerlo más a él. Jimin empezó a jadear y a sollozar.
Yoongi se dio cuenta que el espejo del baño estaba puesto hacia la ducha. Vio su reflejo y el de Jimin. Así que le sonrió al de él, mientras follaba. La sonrisa torcida apareció en sus labios ya que sabía, que su vida iba a tener otro comienzo.
Solo falta el especial y tres capítulos más.
Disfruten mientras puedan <3
[Smap]
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